Narra Rebekah

Apenas Edward se sentó no había quitado su vista de nuestra mesa

-siempre me eh preguntado si la esposa del señor Cullen no podrá tener hijos – Jessica sin duda era una estúpida

De reojo vi como emmet calmaba a Rosalie quien no paraba de matar a Jessica con su mirada

-creo, que ese comentario no viene al caso Jessica .El tener hijo de sangre no te hace más madre, además eso no debe de ser de importancia para nosotros – gruño Sam molesta

-lo...Lo siento – murmuro Jessica apenada

Podía sentir las miradas penetrantes de todos los Cullen en nuestras espaldas

Seguro les había sorprendido que Sam saliera en defensa de Esme

Voltee discretamente y pude percatarme que Edward no quitaba la vista de Sam

Ohh no él tiene que fijarse en Bella no en Sam

¿¿Qué carajos está pasando??

-Me eh olvidado el postre – salta Sam preocupada interrumpiendo mis pensamientos

Sonrió divertida

¿Enserio?

Se levantó con rapidez yendo hacia la pequeña fila de comidas

Voltee hacia los Cullen y faltaba Alice

¿Dónde estaba?

Miro hacia todos lados y por fin la ubico

Ella... ¿estaba hablando con Sam?

Ohh no algo anda mal

Narra Samantha

Camine rápido hacia la fila antes de que esta se hiciera más grande

Es muy complicado escoger un postre cuando todos se ven deliciosos

¿Y si cojo uno de cada uno? Beckah me podría ayudar a comerlos

-ese te encantara – hablo una suave vos llamando mi atención, voltee a mirar y era una de las Cullen

¿Alice? Sí, creo que así se llama

Señalo con la mirada el pastel de chocolate, ¿Cómo no lo había visto antes?

-gracias – sonreí cogiendo el postre, ella también me dio una sonrisa pero mostraba emoción

Su mirada se mostraba curiosa inspeccionándome

Pague mi postre y voltee nuevamente a presentarme

-me llamo...

-Samantha Miller – completo dando pequeños saltitos de emoción –yo soy Alice Cullen

Sonreí enternecida

-eres como te imagine o mejor aún, sé que seremos grandes amigas

Fruncí el ceño ¿a qué se refería?

-mmm me gustaría tener una amiga más, solo tengo a Beckah hasta ahora

-no te preocupes, ahora puedes contar conmigo para lo que desees – volvió a sonreír emocionada

Esto es raro

-hola, soy Rosalie Cullen – se presentó una rubia muy hermosa – mi hermana suele ser muy habladora – dijo dándole un discreto codazo

-ohh no, me gusto hablar con ella, es muy entretenida – sonreí hacia la pequeña duendecillo

-eres tan dulce – murmuro con una sonrisa muy grande

¿No le dolerá la cara?

Mire de nuevo a Rosalie y su cabello me llamo mucho la atención

¿Será teñido?

-¿te podría hacer una pregunta? – mi voz salió un tanto apenada y de tono bajo

No me culpen, ella era un poco intimidante

-si – respondió de forma dura, recibiendo una mirada molesta de Alice

-¿tu cabello es natural? Siento mucho si te molesto, es que es un rubio suave que solo eh visto en revistas o en la televisión, es muy hermoso – ¿mi cara podía estar más roja? Creo que no

Sus facciones se relajaron incluso pude ver una pequeña sonrisa aparecer en su rostro

-gracias y si, es completamente natural – murmuro

Sonreí

-creo que debo ir donde Beckah, las veré luego – me despedí dándoles una última sonrisa a ambas

De camino me topé con la mirada dorada de ¿Edward?

Si era guapo no lo podía negar

Su mirada era curiosa como si yo le intrigara de algún modo, levante mi mano y lo salude dándole una sonrisa amistosa

Él se sorprendió por mi acción y solo volteo la mirada

Era un chico extraño y descortés

-Edward Cullen no te ha quitado la mirada de encima – menciono Jessica con picardía

-no creo que sea algo importante, soy la nueva – dije quitándole importancia mientras metía un pedazo de pastel a mi boca

Gemí, estaba realmente delicioso

-si tú lo dices, aunque es la primera vez que una chica le llama la atención

Me encogí de hombros y seguí comiendo

Mire hacia bella y pude notar molestia en su rostro ¿Qué?

Cuando el timbre sonó estaba agradecida de haber terminado todo, estaba más que satisfecha

-vamos Sam – me jalo de la mano obligando a seguirla – ¿qué te toca ahora?

-mmm química ¿y a ti?

-arte – murmuro un tanto triste – no podre presenciar nada

-¿de qué hablas? – ella negó quitándole importancia

-nada yo me entiendo, nos vemos luego – se despidió antes de irse en sentido contrario

-no espera... - ok ahora estoy sola

¿Dónde demonios está el salón de Química?