Narra Rebekah

El camino a casa fue realmente silencioso, ninguno de los dos quiso hablar o entablar una breve conversación aun así podía sentir las miradas que Edward me lanzaba por el retrovisor.

Aparco el carro frente a la casa y bajo sin decir nada aun, abrió la puerta donde se encontraba Sam para cargarla entre sus brazos, era raro aun ver este tipo de cosas cuando no tenían nada que ver con el libro o la película.

Abrí la puerta del auto para salir sacando las llaves de la mochila de Sam, Edward se quedó a mi lado con Sam en brazos haciéndome sentir súper nerviosa.

Apenas abrí el subió las escaleras de la casa como si fueran suya, que confianza la de el.

Ahora que lo pienso, no le dije exactamente la dirección es más ni siquiera le dije donde vivíamos

Rodee los ojos recordando que era un experto acosador

Suspire sabiendo lo que venía encima de mis hombros y peor es que no sabía cómo hacerles entender antes de que me mataran viéndome como una amenaza

La peor de todos era Rosalie

A ella si le tenía miedo, su carácter no era el mejor y peor con cualquier humana, Bella tuvo que tragársela hasta amanecer hay por fin se podría decir que la acepto solo por renesme

¿Existirá renesme en este nuevo libro?

Un grito ahogado salió de mí

¿La futura vida de renesme estaba en peligro?

Oh Dios Mio

-¿ocurre algo? – la pregunta de Edward logro sacarme de mis pensamientos

-¿eh? Ahhh claro si, todo está bien – dije tratando de dar mi mejor sonrisa, el frunció el ceño dándome una mirada que realmente me incomodo

Parecía como si pudiera verme el alma...escalofriante

-¿Cómo lo supiste?- pregunto de repente interrumpiendo el silencio incomodo que se había formado

-¿a qué te refieres? – pregunte haciéndome la tonta, el tenso la mandíbula lanzándome una mirada molesta

Wow al parecer no tenía tanta paciencia como en los libros o quizás solo era así con personas que no eran bella

Por qué vamos, a bella tenían que tenerle mucha paciencia era como si se tratara de un niña aprendiendo a caminar y preocuparse por que no se rompiera algo al hacerlo

-¿Cómo sabias lo que iba a pasar? - me removí incomoda y él pudo ver eso es más ni siquiera me quitaba la mirada de encima

-instinto creo

-dijiste mi nombre

-todos saben tu nombre – me miro fulminante al ver que no quería solucionar sus dudas

-vendrás a mi casa mañana – ordeno, reí y negué

-claro que no, ¿porque lo haría? No somos amigos o que ¿quieres hacer una pijamada?

-como te dije mañana iremos a mi casa y nos aclararas todas las dudas a mí y a mi familia

-¿Quién te crees que eres para ordenarme lo que tengo que hacer?

-no me provoques – gruño

-¿Qué vas hacer? ¿Morderme? – Cerré mis ojos apretando mis manos – mierda – susurre

-mañana en mi casa, háblale de esto a Samantha y lo siguiente no será una advertencia

-ohh vamos, ella ya lo sabe – sonreí para provocarlo – ninguna de las dos aquí es estúpida y tú se lo confirmaste con tu actitud rara

¿Es que no podía mantener la boca cerrada?

-voy a ir a tu casa con una condición

-no estás en derecho a pedir eso – dijo divertido con una ligera sonrisa

-como dije tengo una condición y es que evites que rosalie se me acerque – asintió sin preguntar, por qué él ya sabe cómo es su hermana

Se quedó quieto poniendo su cabeza de lado como un perrito que escuchaba algún movimiento a su alrededor

Corrió a velocidad humana escaleras arriba

Seguro Samantha ya se estaba levantando, ¿ella será bella en este nuevo libro?

¿No debería ser yo bella?- pensé divertida

Narra samantha

Bostece despertándome sintiéndome mejor de lo que estaba antes

¿Cómo llegue a mi cama?

Me encogí de hombros restándole importancia

-ya despertaste – deje de restregar mis manos en mi cara para voltear a ver a Edward recargado en la puerta

Pensé que se había ido

-tenemos una conversación pendiente – poco a poco se desvaneció su sonrisa – ¿creías que se me olvidaría?

-esperaba que si – murmuro más para el que para mi

-ya vez que no, me lo prometiste

-te diste un golpe en la cabeza, no sabes lo que paso

-¿Por qué accediste a darme una explicación si no había nada que explicar? –sonreí

-¿Qué quieres de mí, Samantha?

-quiero la verdad o bueno...solo que me confirmes algo – cerro la puerta tras de él y vino a paso seguro hasta quedar frente de mi

-¿y se puede saber que quieres que confirme?

-hace unos días cuando faltaste a clases – recordé – fuimos a la playa de la push a pasar el rato con algunos amigos, un chico llamado Jacob Black me conto a mí a Rebekah y a Isabella una leyenda...

-quieres decir que ¿estas basándote en una leyenda urbana? – me sonroje al escuchar su tono burlón

-él nos habló de los fríos – no te como su postura se ponía rígida y hasta había dejado de respirar -¿Por qué vas a clases cunado hay sol? ¿Por qué no comes en el almuerzo? ¿Por qué tu temperatura es tan alta?

Se levantó comenzando a pasearse por mi habitación mirando cualquier cosa que no fuera yo

-¿Cómo pudiste detener esa camioneta? ¿Cómo fue posible que llegaras tan rápido? – seguí interrogando tratando de que me diera una respuesta

-dilo en voz alta

-¿Qué? – pregunte en susurro sintiéndome un tanto intimidada por el tono de voz que estaba utilizando

-Di lo que crees...En voz alta

-eres...eres un vampiro