Un Mes después.

Narra Milo.

Había tratado de hablar con Athena pero no había respuesta, estaba un poco confundido por lo que estaba pasando, los caballeros de bronce estaban igual. Él embarazo estaba muy apresurado mí pancita ya se veía de nueve meses y eso que apenas tenía dos si las fechas no me fallaban, cada vez se me hacía más difícil moverme y había notado a Shun muy extraño, él era él único caballero de bronce que me seguía a todos lados no podía ir a algún lugar sin que él viniera conmigo. No era que me disgustaba pero... Estaba muy raro.

Shiryu: Oye Shun, ¿Qué te parece si vamos a caminar y dejas a Milo en paz un rato? - dijo mientras trataba de jalarlo, pero él no se movía de dónde estaba, con su cabeza puesta en mi pancita.

Seiya: Milo ¿estás seguro de que no te incómoda? - pregunto preocupado.

Milo: tranquilo, no me a golpeado y tampoco pone su peso sobre el bebé - dije mientras acariciaba él cabello del peli verde.

Ikki: Ya Shun, dejalos que los vas a lastimar - le dijo mientras trataba de alejarlo, sin embargó no pudo moverlo de dónde estaba.

Seiya: esto es muy extraño, primero él bebé y ahora Shun se comporta extraño - le susurro confundido a Ikki.

Shiryu: ¿No an sabido nada de Hyoga? - pregunto.

Seiya: dice que está ayudando a su maestro a encontrar algo, no sabemos que es - dijo confundido.

Ikki: tampoco hemos podido hablar con nadie del santuario. Todo esto se está poniendo muy extraño - dijo mientras veían a su hermano dormir. Por mí parte sentí algo frío recorrer mis piernas para después ver a Shun levantarse de golpe para después decir.

Shun: Ya va nacer - fue lo único que dijo para después sentir la primer punzada de dolor que hizo que me agarrara fuertemente del sillón.

Shiryu: ya se que es lo que hay que hacer: Ikki trae alista la ropa del bebé, Seiya prepara agua y tú Shun ayúdame a llevarlo a la cama - ordenó para todos rápidamente ir a hacer lo pedido.

En él Santuario de Athena.

Athena sintió una brisa fría soplar con fuerza la cuál agitó su cabello y provocó que se frotara los brazos con las manos mientras a lo lejos veía a Hyoga e Isaac quienes trataban de contarle acerca del problema a su maestro, pero cada vez que lo hacían un montón de burbujas salían de su boca y no les dejaban hablar.

Saga: Athena, todo ésto se está poniendo muy raro ¿Dónde está Milo? - pregunto.

Athena: me encantaría decírtelo Saga, pero no lo sé. No sé a dónde se lo llevaron los caballeros de bronce, se supone estarían en una cabaña que tengo, pero ellos jamás llegaron ahí - mencionó preocupada mientras veía a Isaac y Hyoga.

Con los acuario.

Hyoga: ¡Ya sé y porque no se lo dibujamos! - grito para después ambos ir a buscar lápiz y papel mientras su maestro sé rascaba la cabeza confundido.

Cuándo lo encontraron ambos sé pusieron a dibujar y cuando lo creyeron listo se lo mostraron a Camus quien con una ceja alzada los vió.

Camus: ¿Un pato y un pulpo? - pregunto mientras los otros confundidos vieron su hoja de papel y definitivamente estaban un pato y un pulpo ahí.

Isaac/Hyoga: ¡AAAAH! - gritaron al unisonó frustrados para después romper él papel en miles de pedazos.

Con Athena y Saga.

Saga: ¿Porque los demás dioses no querrán que Camus se enteré por nosotros?, ¿Porque quieren que el se enteré por el mismo Milo? - pregunto.

Athena: Lete fue quien nos dió la opción de que se enterará por Milo. Por lo que puedes ver Saga, los demás dioses están haciendo todo lo posible por que Camus jamás se enteré del regalo, pero la pregunta aquí es... ¿Porque? - dijo mientras ambos veían con tristeza a dónde se encontraba el santo de acuario tratando de adivinar lo que decían sus alumnos pero nada daba resultado.

En el Olimpo.

Zeus tenía a los demás dioses gritándole del porque era tan incompetente, ¿Cómo era posible que aún no encontrará aún humano?.

Demeter: ¡Zeus!, ¡¿donde demonios está él caballero dorado?! - pregunto en un grito.

Zeus: estamos haciendo todo lo posible por encontrarlo. Ilitía, ¿Qué te pasa? - pregunto al ver él estado de su hija.

Ilitía: una gran amenaza se está a punto de nacer - mencionó preocupada mientras en el tribunal de los dioses todos se quedaban mudos.

Hera: ¿Una gran amenaza?, ¿Quién? - pregunto mientras ilitía veía a su papá.

Ilitía: aún no es momento de saberlo - dijo mientras se sentaba.

Poseídon: habla Ilitía, este problema es de todos aquí todos corremos un gran peligro - dijo molesto el dios de los mares.

Ilitía: quisiera ayudarles, pero no lo sé, siento que está por nacer sin embargó está oculto no sé dónde está, ni tampoco sé quién lo provoca este cosmos es un cosmos tan grande, nunca antes lo había sentido - decía confundida la diosa.

Artemisa: ¿Una gran amenaza?, ¿Quién demonios será? - pregunto mientras veía a su tío Hades.

Hades: a mí ni me veas, ahora no tengo nada que ver - dijo rápidamente él dios del Inframundo, entonces Ilitía sintió algo más.

Ilitía: ¡Ya llegó!, ¡Está entre los humanos! - grito sorprendiendo a los demás que confundidos guardaron silencio.

Mientras tanto con los caballeros de bronce.

Shiryu: perfecto, es todo Milo buen trabajo - dijo para después tomar al bebé entre sus brazos y comenzar a limpiarlo, estaba tan tranquilo...

Milo: ¿Que es? - pregunto débilmente.

Shiryu: es un varón, vaya me sorprende lo rápido que fue ésto, tuviste mucha suerte Milo, parece que no te quería hacer sufrir mucho - le dijo a modo de broma mientras Milo sólo suspiró.

Afuera de la habitación.

Ikki y Seiya trataban de comunicarse con Saori, sin embargó no podían cosa que les estaba confundido en sobre manera salieron un rato afuera dándose cuenta de que él día era muy hermoso, el cielo azul, los pajaritos cantando, el agua fluyendo suavemente.

Seiya: vaya, parece que él bebé de Milo escogió un bonito día para nacer - dijo con él teléfono en la mano mientras su compañero asintió.

En él Santuario.

Athena preocupada veía él cielo completamente gris mientras las primeras gotas de lluvia se hacían presentes, sin embargó grande fue su sorpresa al ver que aquello que caía no era agua si no que eso era sangre, estaba alarmada, ¿Qué estaba sucedido?.

Los demás caballeros dorados en sus casas vieron lo mismo entonces fue cuando Dohko viendo al cielo dijo.

Dohko: se acercan tiempo terribles - susurro mientes veía con tristeza hacia el templo de Escorpio.

Continuará...