Capítulo 23.20.
Cuando llegó el día viernes, Aylin notó que Amber lucía bastante... nerviosa.
— ¿Pasa algo? —preguntó, un tanto molesta por tener el aviso de Abismo apareciendo cada diez minutos frente a ella por culpa de su compañera de piso.
Amber tragó duro— Tú... ¿Acaso-...?
— ¡Jiějiě, quiero helado! —exigió Yona, interrumpiendo la escena. Esto era un cliché por excelencia, la protagonista quiere preguntar algo y alguien interrumpe, pero su hermano menor sí era un niño impertinente así que no era raro.
— Después del almuerzo —respondió, sin importarle realmente la interrupción de Yona, aunque Amber lucía decepcionada.
— Aww...
Ante la negativa de su hermana Yona no volvió a insistir ya que sabía que un "no" de su hermana no era un "quizás" o un "intenta más tarde", no, su "no" era un "no" y si insistía quizás se quedaba sin helado.
— Jiějiě, ¿Vas a salir hoy? —preguntó Thoma, notando que su hermana no estaba usando su pijama.
— Sí —respondió sin mirarlo por estar distraída jugando Candy Crush, lo cual sólo hizo que el niño hiciera un puchero.
— No quiero que te vayas —protestó Thoma.
La chica desvió su atención del juego para mirarlo— ¿Por qué?
— Porque no me gusta —se cruzó de brazos.
Aylin suspiró, pausando su juego— Thoma, sólo voy un rato a una fiesta. Volveré antes de que despiertes —aseguró.
El niño apartó su mirada de su hermana, mirando a algún punto de la alfombra— De seguro te vas a ir a besuquear con alguien —refunfuñó.
¿Este niño de dónde aprendió eso...?
‹Creo que tendré que supervisar más lo que mira en la televisión› concluyó— No voy a "besuquearme" con nadie, sólo voy a pasar el rato en la casa de unos amigos —amigos con los cuales no planeaba besarse.
— Vas a llegar antes de que despierte, ¿No? —preguntó el niño, todavía insatisfecho con la idea.
— Sí, sí —le revolvió el cabello, logrando que su postura se relajara un poco— No te preocupes, volveré más tarde.
— ¿Lo prometes...?
— Sí, lo prometo —le dio un beso en la frente.
Aunque a simple vista Thoma podía parecer un niño bastante independiente, en realidad él era un niño muy ansioso que podría incluso sufrir un ataque de pánico si ella y Yona no estaban cerca. Si bien ahora Thoma estaba mucho mejor que cuando lo conoció, él seguía poniéndose inquieto cuando ella salía.
A pesar de que podría considerarse que no salir sería la opción correcta, si su hermano nunca fuera expuesto a su ausencia su ansiedad sólo empeoraría cuando tuviera que ausentarse y ella sólo se frustraría al no poder hacer algo con su tiempo libre que no fuera cuidarlos. De todas maneras su hermano ahora estaba mucho más cómodo con Mary así que no había nada de lo que preocuparse.
— Pórtense bien con la niñera, ¿Sí? —les dijo antes de irse.
— Sí~ —se despidieron. Mientras que Yona parecía muy contento de ver a Mary, Thoma parecía un tanto molesto.
‹Ya se le pasará› pensó, notando que Amber estaba muy inquieta. Era claro que todo el día quiso preguntarle algo pero no se atrevió a hacerlo, ‹Aunque no es como si me importara› pensó, tomando su celular para ver el mejor camino a la casa de Julien. No estaba muy lejos, sólo una caminata de unos quince minutos hasta la casa de la familia Park.
Como era de esperar de la casa de una familia de secundarios menores, la casa dónde sería la fiesta era muy normal y no destacaba entre las demás del vecindario. Además, como era una fiesta pequeña con personajes de fondo y extras tampoco fue una fiesta extravagante en comparación a las fiestas de los personajes principales, la casa en realidad sólo se veía más iluminada que las demás a esta hora.
Aunque, tenían un gato.
— Me pareció ver un lindo gatito —sonrió, viendo a la gata de la familia Park. "Pucca" era el nombre que decía su collar.
— Vaya, ella normalmente no es amigable con los desconocidos —comentó Julien, viendo a su mascota comenzar a llenar de pelos la ropa de su amiga. Al principio pensó que Pucca sólo se iría al segundo piso, pero parece que le agradó Aylin.
— ¿En serio? Pero si un amor —rió, cargando a la gata. Era un hecho de que después de esto tendría que lavar su ropa pero valdría la pena.
Julien sólo contuvo una risa al ver a su gata actuar de esa forma— Sí, ella es un amor —admitió, rascando la cabeza de su mascota, quien ronroneó más fuerte ante esto.
A pesar de que en la casa se encontraba el equipo de béisbol junto a algunos chicos más la fiesta transcurría con tranquilidad, aunque algunos bebían cerveza muchos prefirieron la gaseosa y jugar con Pucca, quien rápidamente se volvió la atracción principal de la fiesta. Todos amaron a la gata calicó de los Park, quien sólo se dejó querer por los invitados de la fiesta.
‹Traidora› pensó Julien, un poco herido al ver que Pucca se dejó acariciar por todos. No era justo, incluso dejó que sus amigos le acariciaran la pancita ¡A él no lo dejaba acariciarle la pancita!
— Julien, no invitaste a nadie importante, ¿No? —la pregunta de su gemelo lo sacó de sus lamentos porque Pucca no era tan cariñosa con él.
— No, ¿Por qué lo haría? —le preguntó a Harry, sin entender la pregunta. Esto sólo era una fiesta con sus compañeros de equipo y unos cuantos amigos de su hermano aprovechando que sus padres y su hermano menor habían salido y que Christina estaba en la casa de los Becker.
— Bueno... Tyler y Jun van a venir —soltó la bomba.
— ¿Qué? —cuestionó, sin ocultar su horror ante esto. ¡¿Cómo que el protagonista y su mejor amigo vendrían?!— ¡¿Cómo pasó eso?! —exigió saber, tomando a su hermano de los hombros. Maldición, su hermana menor estaba en casa.
— Billy los invitó...—admitió, sin verlo a los ojos.
— ¡¿Por qué tu estúpido novio invitó a esos dos?! —exigió saber, tratando de mantener el tono para que los demás no escucharan. Le daba igual que su gemelo fuera gay, pero su novio era un idiota ¿No pudo conseguirse a uno más decente?— ¡Sabes que Connie está en casa, ¿Olvidas que Jun es un maldito pervertido?!
Aunque no le gustaba admitirlo, a sus catorce años su hermana era una adolescente bastante tonta e influenciable, de seguro sería presa fácil para alguien como Jun, quien tenía la reputación de siempre acostarse con alguna chica en cada fiesta a la que asistía. Con Tyler no tenía ningún problema, el hermano de Samantha era un buen chico, si hubiera sido sólo él lo hubiera aceptado sin problemas, pero no a Jun; el protagonista del otro libro de la autora no era alguien a quien quisiera a menos de 100 metros de alguna de sus hermanas.
— Lo sé, ¿Pero qué se supone que haga? No puedo sólo echarlo o decirle que no venga —se quejó, sabiendo a lo que se refería su hermano. Odiaría que su hermana se convirtiera en otra de las chicas con las que Jun jugaba y luego tiraba, pero si los echaba se metería en problemas realmente serios.
Julien puso cara de miseria— En serio, ¿Por qué sales con ese idiota...? —gimoteó, sin saber muy bien qué hacer en esta situación— No es su hermana la que va a terminar con el corazón roto por esto.
Cuando Harry estaba a punto de responderle a su gemelo, ambos escucharon un ruido cerca. Al voltear, ambos pudieron ver a una de las dos chicas que habían en la casa ahora mismo.
— Lo siento, Pucca tenía hambre —se disculpó Aylin, notando la mirada de los gemelos Park sobre ella. Ella no quería interrumpir en esta discusión, de hecho estuvo a punto de escabullirse hasta que Pucca hizo ruido al atacar su plato con comida.
— Oye, ¿Puedes ligarte a Jun?
— ¿Ah?
Julien y Aylin vieron con una expresión de "¿Qué demonios?" a Harry por preguntar algo así de la nada a alguien con quien, en realidad, nunca había hablado.
— ¿Qué quieres decir? —preguntó Aylin, mirando con disgusto al gemelo de Julien. Esta era, en realidad, la primera que hablaban ¿Por qué él sólo pidió algo así de la nada?
— Mira, mi hermana menor es una tonta, y mi novio también —explicó, claramente molesto— Jun es un pervertido de primera que no va a salir de aquí sin al menos liarse con una chica, por eso ¿Puedes hacer que ese idiota mantenga las manos lejos de mi hermana?
‹ ¿Qué...? ›
Julien vio sin entender al que era su gemelo, el chico con el que había compartido toda su vida, sin poder reconocerlo. ¿Por qué Harry estaba pidiéndole algo así a Aylin? Ella no tenía nada que ver en esto, todo era culpa suya por permitir que su novio invitara a los principales de ese libro a una fiesta que ni siquiera era de él. Esta era su fiesta, no la de Harry, él fue quien le pidió permiso a sus padres para hacer una fiesta antes de que ellos se fueran ¿Y ahora él quería usar a su amiga para arreglar este problema?
— Harry, ¿Qué demonios estás diciendo? Aylin no tiene nada que ver con esto. Esto es culpa tuya y de tu novio, se supone que ustedes son quienes deberían arreglarlo —señaló, completamente horrorizado por la actitud de su gemelo.
Había oído que en los mangas yaoi las mujeres no eran bien vistas, ellas eran consideradas "enemigas" en estas obras, de hecho la autora era una fujoshi de primera y era claro que no le gustaba desarrollar mujeres. En estas historias las mujeres sólo eran juguetes para usar y tirar, personajes desagradables que no pensaban cuando veían a un chico guapo delante de ellas, pero...
¿Quién era este chico delante de él?
Rodó los ojos— Por eso, estoy intentando arreglarlo —dijo, cruzándose de brazos— Te daré 100 dólares, ¿Aceptas? —le preguntó a la chica una vez más, manteniendo una actitud insolente y prepotente que les puso de los nervios.
Harry no era así, su gemelo...
—...—Aylin suspiró— Doscientos.
— ¿Doscientos? —repitió Harry, poniendo mala cara. Ese dinero lo tenía ahorrado para salir con Billy ¿Por qué debería dárselo a ella?
— No aceptaré menos —le dio una mirada que... no demostraba nada. No había nada en su mirada, ella sólo lo miró— Ese es el precio por aceptar que mi reputación se arruiné —declaró— Así que, dame 200 y arreglaré tu estúpido error.
Harry frunció el ceño, muy molesto por las exigencias de esta chica, pero ¿Qué otra opción tenía?
— Está bien, buscaré tus estúpidos doscientos dólares. No te muevas —ordenó, intentando ocultar con molestia el miedo que esa mirada le causó. Cuando ella lo miró se sintió como si ella estuviera mirando directo a su alma ‹Que desagradable›
Al ver a Harry subir las escaleras, de inmediato Julien se acercó a Aylin y la tomó de los hombros— Aylin, no tienes que hacer esto —aseguró, sintiéndose culpable por involucrar a su amiga que nada tenía que ver en esto. Ahora mismo la reputación de ella no era la mejor y hacer algo así sólo la metería en más problemas.
Aunque el rol de Aylin debería ser la amiga libertina de la protagonista ella no sólo no había caído ante los "encantos" de William y Matthew sino que ella incluso golpeó a este último e hizo que lo suspendieran de la escuela. Hacer algo así como involucrarse con Jun, el interés romántico de Jimmy, el protagonista de ese libro; sólo haría que las lectoras la odiaran. No quería que ella pasara por eso por culpa del imbécil de su hermano y el novio de este.
Aylin suspiró, poniendo su mano sobre la suya— No te preocupes, ya estoy acostumbrada a que mi reputación sea mala —y esos doscientos dólares sonaban bien— Sólo tengo que besarlo y fingir que me interesa, ¿No?
— Bueno, sí, pero-...
Antes de que Julien pudiera seguir, Harry llegó con el dinero— Cumple con tu parte —ordenó, dándole los billetes para inmediatamente alejarse de ella, como si presencia fuera algo sucio.
Sin decir nada, Aylin se apartó de su amigo y tomó el dinero, comprobando que no fueran billetes falsos— Sí, no te preocupes por eso —guardó el dinero ante la mirada impotente de Julien mientras Harry ni siquiera le dio una segunda mirada antes de irse a la sala. A decir verdad, cuando salió de casa no tenía ganas de besarse con nadie, pero bueno, las cosas cambian.
— Aylin...
Le sonrió— No te preocupes, estaré bien. Tú sólo deberías preocuparte por tu hermana.
—...
El cátcher del equipo de béisbol apretó los puños. Estaba enojado, estaba enojado con su gemelo, estaba enojado al ver que la persona que más creía conocer de pronto se sintiera como un completo desconocido; estaba enojado con el novio de su gemelo, estaba enojado con la autora y estaba enojado consigo mismo por lo aliviado que se sentía ahora mismo al saber que Jun no intentaría nada con su hermana menor.
‹Esto no es justo...›
En un intento de tranquilizarse, el chico inhaló y exhaló, pero no funcionó, seguía enojado.
— Cuando mis padres lleguen, les diré sobre esto...
Al escuchar eso, Aylin contuvo una risa— Sí, deberías. Incluso si a tu hermano no le gustan las mujeres, no debería actuar con ellas de esta manera —comentó con una sonrisa— En fin, no te preocupes por mí. Estaré bien.
La verdad es que no podía importarle menos los problemas que ocurrieran en el otro libro, pero Julien era su amigo, ella también conocía a Connie y entendía la razón por la que esos dos estaban preocupados, esa chica era demasiado ingenua.
‹Me pregunto si yo alguna vez fui así...› pensó, sin darle mucha importancia— Vamos, ¡Anímate! Esto es una fiesta —rió, poniéndole la mano en el hombro a su amigo y compañero de equipo.
Ahora mismo de seguro se veía como una tonta que se dirige a su primera batalla, pero eso no era algo importante, ella sólo tendría que besar a alguien que no le interesaba un rato, nada que no hubiera hecho antes, pero Harry, oh, pobre Harry. Desde su papel de espectadora podía ver como lo que él amaba poco a poco comenzaba a destruirse por culpa de su propio orgullo.
‹Casi siento pena por él›
Su tonto orgullo lo estaba alejando de su familia y lo estaba convirtiendo en una persona que estaría condenada a vivir el resto de sus días arrepintiéndose de sus acciones cuando se diera cuenta de las consecuencias que sus decisiones conllevaron. Ella no perdía nada, pero ¿Él?, él perdió doscientos dólares y a su gemelo.
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