Capítulo 21.
Aun así, ahora que lo pensaba, su plan tenía un montón de agujeros. Su almuerzo literalmente se había caído encima de la protagonista y ya no tenía dinero para comprar otro.
‹Agh, ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? › ella no quería tirarle su comida encima a esa chica, sólo quería almorzar en paz...
¿Qué iba a hacer ahora? No quería quedarse sin comer, pero Karen y Christina estaban ocupadas y ya no tenía dinero, además, el pedirle dinero prestado a alguien más...
— Entonces, ¿Después de las vacaciones es el torneo estatal? —escuchó la voz de Aylin, quien estaba hablando con el hermano mayor de Christina, Julien.
‹No estás coqueteando con él, ¿Verdad? › se cuestionó Samantha, mirándolos por un momento. Sería muy incómodo si Aylin hiciera algo así con el hermano de su mejor amiga. ‹Espera...›
— Sí, así que no hagas algo tonto y te lastimes antes, ¿Bien? —aunque a primera vista parecía un regaño, ese era el mismo tono que Julien usaba para regañar a Christy cuando olvidaba algo sumado a un tono juguetón.
— No es como si-...—antes de que Aylin pudiera responderle al cátcher, una mano se posó en su hombro— ¿Eh?
— Aylin, ¿Puedo pedirte un favor?
—...—Aylin parpadeó, confundida. ¿Un favor? ¿Desde cuándo Samantha le pedía favores...?— Claro...
‹ ¿Mmm? ›. Julien vio con cierta sorpresa como la mejor amiga de su hermana de pronto irrumpía en su conversación y se llevaba a Aylin, quien se disculpó con él por irse de pronto. ‹Qué raro›.
Samantha no era el tipo de persona que hacía cosas así, de hecho, ni siquiera la había visto interrumpir en las conversaciones de Christy o de Matthew para luego alejarles así; y Aylin rara vez se iba de una conversación ¿Se había perdido de algo...?
— Oh~, eso explica porque Amber me pidió mi camisa —comentó Aylin al escuchar su petición, sacando de su lonchera del espacio exterior un termo celeste pequeño y una caja color verde con diseño de panda.
— ¿Le prestaste tu ropa...? —preguntó Samantha, algo incrédula. Eso explicaba porque esta chica llevaba la chaqueta cerrada, ella normalmente la traía abierta.
Aylin se encogió de hombros, abriendo la caja del panda— Es sólo una camisa —le restó importancia, sacando de la caja lo que parecían ser unos palillos chinos color verde con un panda en el extremo.
— Ustedes se llevan bastante bien...—dijo, mirando con cierta curiosidad los palillos de panda.
Suspiró— No realmente...
— ¿Ah...?
— Bueno, verás...
— Jiějiě, ¿Ya llegamos? —preguntó Yona, ya aburrido de caminar.
— Deberíamos llegar pronto...—respondió vagamente, concentrada en la aplicación de Google Maps para intentar localizarse, ¿Por qué diablos estas calles no tenían nombre? Sólo había números dispares y no encontraba la calle que buscaba.
Lo que Aylin no esperaba es que, aunque ya fueran las ocho y tanto de la mañana, la protagonista, Amber, se levantara tarde y notara que iba muy tarde a clases. Como buen cliché, se vistió con el uniforme a toda prisa, se hizo algo ligero para comer y salió corriendo de la casa con un pan con huevo en la boca.
Como Amber iba tarde, no se fijó que alguien más estaba doblando la esquina, y cuando reaccionó ya habían chocado, tirando a la otra persona al suelo.
— Auch...—la protagonista se quejó por lo bajo, levantando la mirada para ver que... había tirado a una chica al suelo, y que su desayuno le había caído encima, específicamente en el pelo. ‹Mierda›
‹ ¿Qué es clase de manga cliché es este? › la expresión de Aylin se echó a perder al notar como algo le estaba corriendo por el pelo— It hurts —casi gruñó, dándole una mirada de pocos amigos que le puso los pelos de punta.
— ¡L-Lo siento mucho! ¡Yo no-...! —entonces Amber notó que esa chica había hablado inglés, y que quizás no sabía español— Ann sowy, I don script inglish, ¿Is aside?
‹ ¿Qué dijo...? ›
Lo único que Aylin entendió al escucharla hablar fue que ella tenía un pésimo inglés, incluso su pronunciación era mala, pero, esto era Estados Unidos, específicamente un pueblo que se veía bastante... poco rural, por decirlo de alguna forma, ¿Cómo es qué esta chica no sabía hablar inglés?
‹Qué asco›.
Decidiendo que iba a ignorar lo que fuera que esta chica dijo, sacó el desayuno de esta de su cabello sólo para descubrir que lo que estaba escurriéndole no era la yema del huevo, no, era la clara y algo de aceite...
‹Esto está completamente crudo ¿En serio iba a comérselo? ›.
¿Acaso esta chica se quería enfermar?
‹Espera...›.
Amber se congeló en su lugar cuando esta chica se levantó del suelo mientras esos dos niños la miraban detrás de ella, escondidos. No lo había notado antes, pero esa chica era bastante alta.
— ¿Tú eres Amber Smith...? —preguntó, notando que la chica delante de ella se parecía a la chica de la foto que sus "queridos" padres le mandaron.
— ¿Hablas español? —soltó, incrédula al notar que hablaba un perfecto español— Espera, ¿Tú eres Aylin...?
Aylin rodó los ojos al recordar ese primer encuentro, el cual le dejó en claro que Amber, aunque la autora intentara mostrarla como una chica muy inteligente y que "no era como las demás", en realidad no era una chica muy lista y, además, ni siquiera sabía siquiera freír un huevo o levantarse temprano por su cuenta— Digamos que no empezamos bien...
Sí, ese día su interés por Amber pasó de 0 a -99999, pero la autora no lo escribió, ¿Por qué? No sabía, así como tampoco sabía porque no escribió que llevaba dos semanas ahí antes de que la escuela le diera el visto bueno para entrar a clases, pero la verdad es que eso no le importaba, mejor para ella que nadie supiera lo que pasó ese día.
— Ahora, abre la boca y di "ah" —sonrió Aylin, extendiéndole con sus palillos un trozo del almuerzo que traía en su termo.
— ¿Q-Qué?
Elevó una ceja— ¿Acaso sabes usar palillos chinos?
— N-No, pero...—la mirada que Aylin le dio parecía decir "si no te gusta, puedes pedirle ayuda a alguien más". Suspiró. ‹ ¿Por qué estoy pidiéndole ayuda a una chica así...? ›. Se cuestionó— Ah~.
Hacer esto fue extremadamente vergonzoso, pero no podía permitirse comprar otro almuerzo, no tenía dinero para ello, además... la comida estaba buena, muy buena de hecho ¿En serio la había hecho Aylin...?
‹Apuesto que está pensando algo raro›. Pensó Aylin, notando el hilo de pensamientos de Samantha. Por supuesto que sabía cocinar, así como sabía que tenía un juego de cubiertos occidental bastante bonito en su lonchera, pero eso ella no necesitaba saberlo.
Algo que Samantha no iba a admitir es que, aunque fue una comida muy simple, estaba muy rica. No lo iba a admitir, pero...
‹ ¿Por qué le pedí ayuda? ›. Se cuestionó, sin entender porque, de todas las personas, le pidió ayuda a Aylin. Ella no era la única persona que conocía, incluso pudo haberle pedido dinero a Matt...
Sin entender muy bien el porqué de su actuar, Samantha levantó la mirada para recibir la siguiente porción de comida, sólo para notar algo que había estado ignorando.
‹Azules...›.
Al igual que los ojos de Matt.
¿Acaso se sentía de esa forma porque le recordaba a Matt...?
Negó con la cabeza, descartando esa idea ‹Sus ojos son diferentes›
Los ojos de Aylin eran mucho más azules, demasiado, podía jurar que nunca había visto ojos así de azules, pero... entonces ¿Por qué...?
Fue entonces que Samantha notó que Aylin la estaba mirando en silencio ¿Pasaba algo...?
— ¿Quieres saber que hay debajo de mi chaqueta? —preguntó Aylin con una sonrisa inocente, diciendo algo que no era inocente en lo absoluto.
— ¡¿Qué?!
Si Aylin no tenía su camisa abajo y tenía la chaqueta cerrada, quizás estaba en ropa interior.
— No-No me molestes —pidió, desviando la mirada.
Pero Aylin decidió que sus reacciones eran divertidas— No seas tímida~.
— ¡Aylin, en serio, yo-...!
Sin dejarla terminar su frase, Aylin se abrió la chaqueta, dejando ver qué había debajo de esta. Samantha no quería ver, pero a pesar que apartó la mirada sí vio un poquito de lo que traía Aylin.
‹Es una camiseta sin mangas...›. Pensó, dándose cuenta que Aylin sí traía ropa debajo de la chaqueta. Era una simple musculosa blanca, pero eso era ropa.
— ¿Acaso creíste que no traía nada? —se burló, volviéndose a cerrar la chaqueta, hacía demasiado frío para usar sólo una camiseta sin mangas.
Suspiró, dándose cuenta que cayó en una de las jugarretas de esta chica— En serio, eres una...
¿Por qué se sentía decepcionada...?
—...—Aylin la miró mientras le extendía otro trozo de comida de su almuerzo— Si tienes curiosidad, es negro.
— No quería saberlo...—decidiendo que si seguía dejando ser a Aylin ella la iba a seguir molestando, Samantha decidió cambiar el tema— ¿Cómo aprendiste a usar palillos?
— Ah... Creo que la niñera que me cuido de bebé era china —comentó, alejando los palillos para hurgar en el fondo de su termo.
— ¿Crees?
— Sí, no es como si pudiera recordar mi vida antes de los 5 años —comentó sin mucho interés, mirando lo que estaban haciendo los demás a su alrededor. Todo se veía muy tranquilo, demasiado para ser el patio de una escuela...
— ¿En serio? —preguntó, realmente sorprendida de esto. Ella tenía recuerdos desde los 3 años.
Aylin le sonrió— No hay nada que quiera recordar de ese entonces...
Eso... sonaba bastante triste...
Samantha quiso decir algo, cualquier cosa, para animarla, pero no pudo hacerlo, alguien la interrumpió.
— ¡Samantha!
Al escuchar su nombre siendo pronunciado por la voz de Matt, llamándola con tanto enojo, la chica se sobresaltó en su lugar.
— ¡¿Qué le hiciste a Amber?!
—...—por supuesto que se trataba de ella— Yo no he hecho nada.
Hace un tiempo ya que no interactuaba con la protagonista, precisamente porque no quería pelearse con Matt.
— ¡Estás mintiendo, mentirosa! ¡Estoy muy decepcionado de ti, y pensar que serías una mujer tan malvada...!
Esas palabras le dolieron.
— ¿De qué estás hablando, Matt? —cuestionó, con la voz temblorosa. En serio no entendía de qué hablaba.
— ¡No creas que no sé qué le tiraste tu comida encima a Amber por lo que pasó el otro día!
¿Qué se suponía debía decir ante esta acusación? ¿Había siquiera una forma de demostrar que lo hizo por accidente...?
— Eso fue-...
— ¿Tienes pruebas de que lo hizo a propósito? —la interrumpió Aylin, con sus palillos de panda en una mano mientras usaba la otra para apoyar su mejilla. Su mirada mostraba aburrimiento.
— ¡El hecho de que la ropa de Amber se arruinara es prueba suficiente!
Puso mala cara, sus oídos le estaban comenzando a doler con los gritos de este loco ¿Por qué este tipo insistía en iniciar una pelea? Ahora eran el centro de atención de todo el patio— Así no funcionan las cosas, Matt —le dio una mirada fría que lo hizo estremecer.
En ese momento, todos los instintos de Matt gritaron ante la mirada de Aylin. "¡Huye!", esa palabra se repetía en su cabeza como loca, como si estuviera mirando al miedo en sí.
— ¿Qué...? —soltó, sintiendo sus piernas temblar. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué esta chica...?
— Matthew, Samantha será tu novia, pero también es mi amiga. Cuida tu boca —sentenció con un tono gélido y cortante, apuntándolo con sus palillos. Por cierto, apuntar a alguien con los palillos era un gesto considerado aún más grosero que apuntar a alguien con los dedos.
‹ ¿"Amiga"? ›. Repitió Samantha en su mente, sorprendida de escucharla decir eso. ‹ ¿Ella dijo que somos amigas...? ›.
— ¡Matt! —exclamó Amber, tomando al chico de los hombros— ¿Qué estás haciendo?
— ¡Es obvio que ella te tiró su comida a propósito...!
— ¡Fue sólo un accidente...!
La expresión de Aylin mostró gran disgusto ante esta escena— Ella ya dijo que fue un accidente, ¿Te niegas a creerle?
— ¡¿Qué?! —cuando Matthew se giró a ver a Aylin, muy enojado, otro escalofrío recorrió su espalda al ver su mirada. Sentía que ella quería matarlo— Ella sólo está diciendo esto porque no quiere que me preocupe —frunció el ceño, bajando su tono por primera vez desde que se les acercó.
‹Qué terco›. Pensó Aylin con fastidio mientras miraba a Amber, quien inmediatamente negó con la cabeza ante sus palabras.
— ¡Sólo fue un accidente...! —intentó repetir la protagonista, intentando, sin éxito, calmar a Matthew. No debió decirle que Samantha chocó con ella y le cayó su comida encima, pero ¡Él no la estaba escuchando...!
— En otras palabras...—contrario al ambiente agitado de a su alrededor, Aylin hablaba con mucha tranquilidad— Matt, ¿Estás diciendo que Amber es una mentirosa?
— ¿Qué estás diciendo? ¡No pongas palabras en mi boca! —ordenó, ignorando la sensación que estaba sintiendo y, en su lugar, le puso la mano en el hombro a Aylin— ¡Amber no es una mentirosa...!
En ese momento, la "heroína" y la "villana" vieron a Aylin poner la sonrisa más brillante y falsa que habían visto a alguien hacer alguna vez.
— Entonces deberías creerle. Sus palabras exactas fueron: "sólo fue un accidente" —declaró, poniendo su mano sobre la suya— Ahora, quítame tus sucias manos de encima o no respondo —advirtió con una voz tan suave que daba una sensación inquietante, como si del siseo de una serpiente se tratase.
En contra de su buen juicio y de sus instintos, Matt hizo caso omiso a la advertencia de Aylin y no quitó la mano, todo lo contrario, pues con su otra mano la jaló del cuello de la chaqueta.
— ¿Y qué vas a hacerme si no lo hago? —habló, ignorando que el ambiente en el lugar, el cual ya estaba extraño, pareció alterarse aún más cuando los testigos de la escena vieron a Matthew, el primer protagonista, actuar de una manera tan violenta con una chica.
— ¿Estás agarrando a una mujer del cuello por una razón tan insignificante...? —sonrió, pensando en qué debería hacer. En su bolsillo su celular estaba grabando toda la interacción, pero... ¿Dónde debería golpearlo? Podía golpearlo en la garganta y dejar que se ahogara, o podía romperle la cara, ¿Cuál sería mejor opción?— ¿Tanto quieres que te golpeé?
Un escalofrío recorrió la espalda de ambas chicas con estas palabras. Estaban muy seguras que Aylin no mentía.
— Matt, ya detente —pidió Samantha, tomando del hombro izquierdo a Matt en un intento de que la soltara. Ella había leído el libro de esta chica y, por ello, sabía que Aylin sí era capaz de dejar a alguien internado en el hospital.
— Matt, es suficiente. No importa, ¿Sí? —pidió Amber, un tanto aterrada mientras le tomaba de su hombro derecho. Ella sabía que Aylin iba a clases de artes marciales después de clases y la había visto entrenar en casa, esto no iba a terminar bien.
Pero Matt rió, jalando un poco más a Aylin mientras ignoraba las advertencias de esas dos— A ver si con esto aprendes a no meterte en asuntos ajenos.
Aylin entrecerró los ojos, ¿En serio pensaba que esas frases cliché podían asustarla?
— Te dije que me soltaras.
— ¿Y qué me vas a-...?
Las palabras de Matt se cortaron de golpe cuando este cayó inconsciente, cortesía de un fuerte puñetazo en el rostro.
— ¡Matt!
Lo siguiente que el chico supo es que estaba en el piso, aturdido, y con la sangre corriendo por su nariz.
— ¿Qué...? —tosió, sintiendo el sabor de su sangre inundar su boca. Sentía un par de dientes flojos. ‹ ¿Qué demonios? › pensó, muy confundido al ver que, por primera vez en su vida, había perdido una pelea.
Por su parte, Aylin miró su mano con preocupación al notar un poco de sangre en esta, aunque no sabía si era suya o de este imbécil.
— ¡Ustedes!
Y cuando estaba por descubrir si era suya o no, un profesor por fin se dignó a intervenir.
...
Sí, Aylin no es la persona más paciente xd.
PD: Si llegamos a 500 estrellas en la historia, les traeré un especial muy divertido de esta historia (☞゚∀゚)☞
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