Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17.33.

— ¡¿A quién crees que le vienes a chiflar, Scott?!

— ¡Por supuesto que a ti, estúpido perro!

—...—todo el equipo de béisbol se quedó viendo en silencio como William dejaba la práctica para comenzar a tener una fuerte discusión con Matthew. En el fondo nadie se podía creer que en serio estuviera pasando esto. ‹ ¿En serio ese es nuestro capitán...? ›. Se cuestionaron, viéndolos gritar cerca de la galería.

William Feld y Matthew Scott nunca se habían llevado bien, nunca. Esa tonta rivalidad que tenían desde el preescolar sólo fue escalando hasta ahora, donde podía decirse, sin lugar a dudas, que eran archienemigos y que se odiaban a muerte, y eso... realmente al resto no le importaba, al menos no hasta que Amber llegó a la escuela. Lo que antes era ignorarse y fingir que el otro no existía ahora era gritarse e insultarse cada vez que podían y esta ocasión no fue la excepción.

‹Patético›. Pensó Aylin con la pelota que iba a lanzarle a Will hace un par de minutos en mano, claro, la que le iba a lanzar antes de que esos dos se vieran y comenzaran a pelear como gallos de pelea.

Normalmente en estas historias lo normal es que el primer o segundo protagonista masculino fueran el capitán del equipo de fútbol americano, pero la autora no lo había hecho para innovar, en realidad ella no sabía nada de ese deporte y se negaba rotundamente a hacer su historia en un país que no fuera Estados Unidos porque estas historias debían ser en Estados Unidos, así que por puro nepotismo eligió poner a William como capitán del equipo de béisbol, el segundo deporte más popular del país y un deporte que ella conocía.

El béisbol era divertido, pero que esos dos interrumpieran la práctica para pelearse y que el entrenador no hiciera nada para impedirlo era muy molesto.

— ¿Crees que comiencen a pelear? —le preguntó Julien, el cátcher, acercándose a ella con el guante en la mano.

Sin pensárselo mucho, Aylin le lanzó la pelota, la cual él atrapó con la habilidad que daba años de práctica. Tenían una buena relación pitcher-cátcher— No, no están delante de Amber —se burló la chica.

No importaba que tanto se odiaran esos dos, nunca iban a tener una pelea a golpes sin la protagonista presente, era algo básico de estas historias cliché.

A este punto el resto del equipo ya había decidido que la práctica se había pausado hasta que esos dos decidieran quien la tenía más larga, aunque de seguro ese era Matthew, ¿Por qué? Porque era el primer protagonista masculino, obviamente él era "muy hombre" y tenía que tener un tamaño "sobresaliente" ahí abajo, aunque anatómicamente no tuviera mucho sentido.

— Ah... no me pagan para verlos pelear —se quejó Julien, comenzando a caminar con ella hacia las bancas.

Tal parece ser que los que sabían que estaban en un libro eran los extras de esta historia y los personajes secundarios menos relevantes, alias "personajes casi terciarios" porque aquí el mundo giraba alrededor sólo de Amber, William, Matthew y de un pequeño puñado de personajes secundarios sin mucha profundidad.

¿Cómo era que ellos sabían que estaban en un libro? No tenían idea, sólo lo sabían; los más "relevantes" incluso tenían acceso a una versión física del libro la cual se iba actualizando en tiempo real, lo cual en realidad era bastante genial.

¿Cómo era que Samantha sabía que era un personaje de un libro si ella era una de los personajes principales? Bueno, la respuesta no era clara, pero tal parece Christina o Karen rompieron el tabú y se lo dijeron, o quizás este mundo la consideraba un personaje secundario y le dio ese conocimiento por ello.

Julien era el capitán no oficial del equipo de béisbol, a quien no le dieron el rol de capitán en favor de William aunque este no tenía reales capacidades de liderazgo, la autora no supo dotarlo de estas, así que él era un personaje secundario relativamente relevante por sus interacciones con Will pero no era alguien a quien los lectores recordarán por su nombre a menos que lo relacionarán con el Rey Julien de "Madagascar", algo así como Christina con Samantha, aunque, a diferencia de su hermana menor, la autora y su sesgado narrador omnisciente no se decidían con qué apodo llamarlo, así que algunas veces era "Julien" y otras veces era "ese chico".

Aylin se rió un poco ante sus palabras— El pago por tus "servicios" es que te dejen seguir viviendo —le recordó.

El joven puso mala cara al escuchar eso— No me lo recuerdes —refunfuñó, dándole un trago a su botella de agua.

— No hay mucho que podamos hacer, ¿Sabes? —se encogió de hombros— Al menos tú estás salvado.

Al ser un secundario que bordeaba la importancia a nivel trama de un personaje terciario, Julien estaba "a salvo" por así decirlo mientras a la autora no se le cruzaran los cables y decidiera comenzar a matar personajes al azar porque sí.

Él suspiró, bajando su botella— ¿Qué esperabas si te pones a jugar a dos bandos?

— ¿"Jugar a dos bandos"? —repitió ella, elevando una ceja.

— Todos sabemos que eres amiga de la protagonista aun estando a favor de la villana —sentenció el joven de 18 años, consiguiendo unos cuantos asentimientos de los chicos del equipo que escucharon esto, todos ellos eran extras al ser parte del equipo de Will así que sabían de la situación del libro.

Un suspiro salió de los labios de Aylin, pero la sonrisa en estos no se borró— ¿Realmente piensas que Samantha es la villana?

—...—Julien lo meditó por un momento, mirando la botella de agua en sus manos— Le tiene miedo a la oscuridad y a las palomas.

— ¡Pff-...! —a duras penas Aylin contuvo una risa al escuchar eso, sabiendo que si se reía mientras esos dos peleaban se metería en una mala situación— ¿A las palomas...? —repitió con una voz ahogada por estar conteniendo la risa, sin poder creerse que Samantha le tuviera miedo a las palomas.

Él asintió— Yo también estaba sorprendido cuando lo vi.

‹ ¿Qué mal te hicieron las palomas, Sam? › pensó, cubriéndose la boca con el dorso de la mano. Había tenido palomas como mascota y sólo podía decir que eran muy tranquilas, mucho más que los loros, quienes eran muy inquietos y podían hacerte sangrar si te mordían, aunque... Pan tenía una extraña obsesión con los pies.

Mientras Julien y Aylin hablaban tranquilamente en las bancas, la discusión entre William y Matthew no hizo sino empeorar con cada minuto que pasaban en esta.

— ¡¿Crees que no sé qué estás llevando a Amber a su casa después de la escuela?! —le reprochó William, muy celoso.

— ¿Eso que escucho son celos, Feld? —se burló Matthew.

‹Así que por eso Samantha se va a casa sola...› pensó Aylin mientras bebía su agua, sin mucho interés en realidad. No estaba involucrada en la trama principal ni mucho menos en la relación de esos dos, Samantha estaba cegada por el amor y por la autora y, a menos que pasara algo importante, dudaba que reaccionara pronto. ‹ ¿Siquiera somos amigas...? › se cuestionó por un momento, bajando su botella para seguir viendo a los protagonistas masculinos pelear. ‹Eso... no es importante› pensó, decidiendo exiliar esa duda de su mente, había cosas más importantes por las que preocuparse ahora mismo.

Todos los presentes sabían que era cosa de tiempo antes de que Amber saliera a colación en la "amigable charla" de esos dos, pero cuando el tema hizo aparición ambos se pusieron muy hostiles y no mostraban indicios de dar el brazo a torcer. A este paso iban a pasar toda la práctica escuchando a esos dos pelear por estupideces mientras que el entrenador estaba ahí mirándolos en silencio mientras se gritaban e insultaban.

‹ ¿Ese no es un comportamiento antideportivo? › se preguntó Aylin, sin entender la razón por la que el entrenador no sólo los detenía y acababa con esto de una buena vez para volver a entrenar.

— ¿Acaso quieres pelear? —preguntó William, subiéndose las mangas de su uniforme de béisbol.

— ¿Tú y quién más? —Matthew dio un paso adelante— Si quiero te rompo la cara.

— Oigan, creo que en serio van a pelear...—comentó uno de los chicos, viendo a esos dos con los puños listos para golpear al otro.

De pronto, los miembros del equipo de béisbol vieron de reojo como Amber pasaba cerca del campo de entrenamiento con unos libros en mano, probablemente con dirección a la biblioteca. La biblioteca estaba cerca del campo de béisbol y para llegar a ella había que pasar por aquí.

‹Justo a tiempo› pensó Aylin, mirando con diversión el desastre que estaba formándose frente a ella. Obviamente había que haber una escena donde los dos pretendientes de la protagonista se peleaban a puño limpio por ella delante todos, porque demostrar que no tienes autocontrol y eres un violento es muy "romántico".

— Diablos...—maldijo Julien por lo bajo, calculando que en más o menos un minuto Amber pasaría por delante de la esos dos y estos se empezarían a golpear como los tarados que eran en realidad— ¿Se te ocurre algo para separarlos? —le preguntó a Aylin, dándole una mirada que ella no pudo entender.

— ¿Por qué yo...?

— Eres la más descarada de todos nosotros —le dijo como si fuera obvio.

— Tienes un punto...—aceptó, pensando que hacer por un segundo para luego acercarse al oído del concuñado de la villana de esta historia, quien sonrió al escuchar su plan.

Como si tuviera todo el tiempo del mundo, Julien se levantó de las bancas y puso sus manos alrededor de su boca, imitando un megáfono, para inmediatamente gritar lo que Aylin le dijo.

— ¡A ustedes dos sólo les falta el beso! —les gritó, haciendo énfasis en lo cerca que estaban, tanto que en serio parecía que iban a besarse, o ahorcarse.

Decidiendo que estaban perdiendo tiempo valioso de uno de los últimos entrenamiento antes de las vacaciones de invierno por culpa de las tonterías de los protagonistas, sus compañeros comenzaron a vitorear a coro un "¡El beso, el beso!", sabiendo que ambos se iban a molestar y dejarían de pelearse.

Como era de esperar, su plan fue muy efectivo. Completamente horrorizados ante la sola idea de besarse, ambos se apartaron de golpe mientras Amber pasaba junto a ellos.

— Oh, Matt, ¿Me estabas esperando para las tutorías? —le preguntó la chica, ignorando por completo la situación que estuvo a punto de ocurrir.

— Ah, sí. Sí, yo te estaba esperando —se apresuró a responder el chico.

‹ ¿Acaso está sorda...? ›

¿En serio no escuchó el escándalo que acababan de hacer? ¡Ella ni siquiera estaba escuchando música...!

En fin, ignorando que esta chica era densa como sólo una protagonista de estas novelas podía serlo, parecía que habían esquivado esa maldita escena cliché de la pelea física entre los dos intereses amorosos frente a la protagonista.

— Si ya terminaron, ¿Podemos volver a entrenar? —cuestionó el verdadero capitán del equipo de béisbol, Julien, jugando con la pelota que su pitcher le había lanzado hace un rato.

— Sí...—respondió Will entre dientes, claramente celoso por ver a Matthew y a Amber irse juntos a la biblioteca.

Una vez el problema fue superado el resto del entrenamiento fue normal, aunque Will parecía muy deprimido al ver al amor de su vida irse con su archienemigo... aunque él sólo tenía 16 años y ellos nada más fueron a estudiar.

‹Exagerado› pensó Julien, viendo a William irse del campo de entrenamiento arrastrando los pies cuando el entrenamiento terminó. No es como si él tuviera una oportunidad con Amber, todos sabían que el chico malo siempre se queda con la chica ‹Aunque ese idiota tiene novia...›

La única razón por la que Matthew era popular era porque tenía dinero y les compraba cosas para el almuerzo a sus amigos, además de las fiestas masivas que hacía, llenas de alcohol y comida gratis, pero la verdad es que todos sabían que ese tipo era un imbécil que trataba a todos con la punta del pie y que, además, engañaba a su novia. A la hora de la salida no eran pocos los que habían sido testigos de cómo Matthew le insistía a Amber para llevarla a su casa en su auto y, en general, era muy normal el verlo orbitando alrededor de ella, ignorando por completo a su novia.

‹ ¿Cómo es que ese tipo es el protagonista...? › pensó, un tanto molesto por la amiga de su hermana menor. Si Tyler o Joshua supieran de eso de seguro le darían una paliza a Matthew, al menos él lo haría si estuviera en su lugar.

— Hey, Julien —lo llamó Aylin, sacándolo de sus pensamientos— ¿Es cierto que tu hermano va a esa escuela privada?

— Ah, sí, Harry va ahí.

Aylin ni siquiera tuvo que especificar cuál escuela privada, sólo había dos escuelas con nivel preparatoria en el pueblo, una era esta y la otra era una escuela privada sólo para chicos que tenía desde primaria hasta preparatoria. Su gemelo, Harry, se las había arreglado para obtener una beca en esta última.

— ¿Es cierto que la autora está haciendo una historia yaoi ahí...? —se atrevió a preguntar la única chica del equipo de béisbol.

—...—suspiró, poniéndose la mano en la frente al recordar ese otro libro de la autora— Sí, y una muy explícita...

La autora tenía una obsesión poco sana con BTS, así que hizo una historia sobre Jimmy (Jimin) y Jun (Jungkook). Al menos se dignó a cambiarles los nombres antes de profanarlos con todo lujo de detalles...

‹O sea, si es posible que ella haga una historia de Matthew y William...›. Concluyó Aylin, un tanto perturbada ante la idea de ver a esos dos juntos— Pero... tengo una duda.

— ¿Qué cosa?

— No sé si sea correcto preguntar, pero... ¿Por qué no te pareces a Christina? —se aventuró a preguntar.

Julien era un chico caucásico y Christina claramente tenía raíces asiáticas, fuera de tener ojos y cabello oscuro no compartían mayor parecido, ni siquiera tenían el mismo tono de piel, el de Julien era un poco más bronceado.

La historia de la familia Park no había sido tratada en el libro y ni Julien ni Christina hablaban mucho de esto.

— Ah... eso —desvió la mirada. Aylin era la amiga de su hermana y también era su amiga, así que estaba bien decirle, ¿No?—. Yo... soy adoptado...

Siempre había sabido que era adoptado, era sólo cosa de mirarse en el espejo para notarlo. Era... un poco difícil, a decir verdad, cuando iba con su familia las miradas de los demás sobre ellos eran muy incómodas...

— ¡Vaya! —pero Aylin, lejos de sorprenderse o compadecerse de él...— Suena muy lindo que tus padres te hayan elegido a ti y a tu hermano y que no los hayan separado —entonces ella le regaló una sonrisa tan deslumbrante que lo descolocó por un momento—. Suena como que tienes buenos padres.

— S-Sí, los tengo... G-Gracias...—dijo, muy sorprendido al verla sonreír así. Aylin siempre sonreía, pero esa sonrisa fue... completamente diferente a las que había visto en ella antes. ‹Eso significa que... ¿Esta es la primera vez que la veo sonreír de verdad? ›

Su sonrisa real era muy linda, totalmente diferente a la sonrisa que parecía tener pintada en el rostro la mayor parte del tiempo.

— Ah...—suspiró, llevándose la mano a la nuca— Es una lástima que tengas la personalidad de un protagonista de un romance juvenil.

—...—la mirada que Aylin le dio en ese momento, fue como si ella lo hubiera visto patear a un perro en la calle— ¿Por qué me estás insultado de esa manera? —cuestionó, entre conmocionada y muy ofendida por esa comparación.

Julien no pudo evitar reírse al ver la expresión en su cara— Ya es hora de que vayas a casa, tus hermanos te están esperando —le revolvió el cabello a esa pequeña rebelde rompecorazones que siempre presumía a ese par de niños.

Aylin lo miró raro al verlo cambiar el tema— Estás actuando raro —se quejó, acomodando su mochila en su hombro.

— ¿Eso crees?

No sabía que intenciones tenía la autora al incluir de pronto a alguien como Aylin en la historia, pero... mientras la mayoría de ellos estaban asustados de que la autora los pusiera en la mira si se atrevían a involucrarse en la trama, Aylin interactuaba con principales y secundarios sin miedo alguno.

‹Me pregunto qué cambios causara esta chica en la "inocente heroína" y en la "malvada villana" de esta historia...›. Pensó con una sonrisa. De seguro sería muy divertido ver eso.

...

Creo que esta es la primera vez que dibujo a Aylin sonriendo...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro