Hola de nuevo ¿sinceramente alguien lee estos saludos?

Los invito a comentar siendo respetuosos.

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Cap. 19. Conocerte un poco más

Bakugo Katsuki estaba tan efusivo, cuando se detuvo a procesar las cosas, se sintió algo mal. Su querido niño misterioso sabía cosas de él; sin embargo, pese a saber que era más joven, era bueno en literatura y le gustaba la escritura; conocía relativamente poco del niño. Realmente al principio, quería que lo dejase tranquilo; ahora las cosas eran distintas, lo quería cerca; también quería saber sobre él. Sentir que era más que un espejismo que le traía pedacitos de felicidad. Tal vez, sino la sentía más realista, en cierto punto tendría miedo de que lo abandonase; que fuese demasiado bueno para ser verdad. Como Santa Claus. Una parte de Katsuki, comenzaba a tener un miedo irracional enorme en el pecho. Era estúpido; sin embargo, necesitaba con desesperación algo que lo ayudase a sentirse tranquilo. Una certeza de que eso era algo real, algo más viable que una buena fantasía, un oasis donde su mente estaba vagando, siendo arrastrada por las dolencias que había vivido en ese duro año.

/ Mira niño, tú eres quien debería de contarme a mí un par de cosas. Sabes cosas sobre mí y me siento en clara desventaja ¿De casualidad no eres un stalker enfermo o algo por el estilo?. Además espero que no te enfermes de nuevo tan fuerte, deberías de tener cuidado con tu salud. Por otro lado, tengo la sensación de que no vas a decirme una mierda sobre quien te dio ese almuerzo ¿cierto? Pues a quien te lo haya dado, dile que cocina bien/

Involuntariamente a Katsuki le salía un toque de cariño en esos escritos. Ya no era una molestia, responderle se había vuelto algo que lo hacía extrañamente feliz. Por eso, se permitía a si mismo bajar un poco la guardia con el chico de los mensajes. No se daba cuenta pero de un tiempo para acá, meditaba bastante sobre el tema y se perdía en sus pensamientos. Ya nada más le faltaba suspirar cual colegiala enamorada, para que el cuadro fuera completo. Pues parecía que comenzaba a enamorarse.

No se había dado cuenta pero todos los demás sí. Kirishima estaba emocionado, pues a este paso su amigo tendría una linda relación con un niño bueno y que lo amaba de verdad; poco a poco su querido amigo saldría de esa coraza, gracias a la perseverancia de Izuku. Por eso Kirishima estuvo completamente contento cuando se percató de que podrían ser felices juntos, pese a que era peligroso, no se había rendido en eso de ayudarlos y las cosas estaban a punto de llegar a su mejor punto. Por eso, valientemente se acercó para leer sobre el hombro de este el mensaje de hoy, logrando ruborizar enormemente al más pálido. Quien gruñó en advertencia más, lo ignoró mortalmente.

─ ¡Vaya que estas siendo muy bien valiente, Katsubro! ¿Quién diría que serias capaz de tomar un poco de iniciativa para variar?

El aludido se sacudió con fuerza, para quitarse de encima a su mejor amigo y alejarlo de su sagrado mensaje.

─ ¡Esto no es tu incumbencia, pelos de mierda!

Kirishima se carcajeó fuerte pues, Katsuki recurría a ciertos insultos cuando estaba avergonzado. A veces, ser su mejor amigo le daba la ventaja por aquello de que lo conocía mejor que nadie, eso le permitía saber cuándo debía ofenderse y cuando no.

─ ¡¿Qué es tan gracioso?!

El pelirrojo alzó sus manos, a modo de rendición aun con los vestigios de las lágrimas en sus ojos, los limpió. Al tiempo que terminaba de sobarse el estómago.

─Nada, bro; vamos a almorzar para que el niño misterioso pueda venir a responderte con calma.

De nuevo, Bakugo se puso de colores más solo le gruñó en respuesta a su metiche amigo, aun así salió de ahí detrás de este. Tenía razón en que quería un poco de conversación con el chico antes de que otra cosa ocurriera.

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/ ¡Ha sido un día glorioso para mí, pues mi querido sempai se ha interesado en mí! Soy un chico afortunado, demasiado. Bueno, no soy stalker solamente que de verdad quisiera acercarme a usted para entablar una amistad y conocernos poco a poco. Primero, bueno me gusta el katsudon. Vivo con un tío mío, a quien amo mucho. Soy hijo único, tengo un trabajo de medio tiempo en una heladería. Mi cosa favorita es escribir, aunque eso ya lo sabe. También sobre mi gusto por la literatura.

Gracias por preocuparse por mí, no debería pues no suelo enfermarme fuerte mucho así que estaré bien ¡Lo extrañe de verdad mucho esto de platicar con usted! Aprovechando la oportunidad ¿estará mal que usted me cuente de usted mismo también?

P.d. No se lo diré pero ella estará complacida cuando le envié su mensaje/

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¿Qué pasara? Lo sabremos en el próximo capítulo 20. Nada interesante