Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cap. 1. ¿Vandalismo?

Hola de nuevo, nadie me lee pero eso no quita mi inspiración para historias así que aquí sigo.

Los invito a comentar siendo respetuosos.

YYY

Cap. 1. ¿Vandalismo?

Bakugo Katsuki estudiante de preparatoria, tenía 16 años. Era un chico antipático y agresivo que estaba sentado en el último asiento, mirando hacia la ventana, como siempre. Cada día, entre clases, salía en promedio de 5 minutos para encerrarse en un casillero cercano a escuchar música. Porque, casi a su lado se sentaba un tipo escandaloso que se reía como idiota y si tenía la oportunidad, iba a golpearlo sino liberaba estrés. No quería que la vieja esa se preocupase de nuevo o tuviera que venir hasta acá, arriesgando su delicada salud.

/Ya apúrate a terminar maldición/

Gruñó porque no terminaba su tortura en ese maldito lugar y el tipo cerca de él se estaba riendo más fuerte e insistentemente. Apretó sus nudillos al punto de que le temblaban las manos. Por fin el timbre que anunciaba que la clase había terminado, llegó como caído del cielo para salvarlo.

/Demonios, ya era tiempo/

Salió como de costumbre rápidamente a encerrarse a escuchar música o no podría soportarlo más tiempo. Se recargó en el obscuro lugar, cerrando los ojos para disfrutar de la melodía. Aunque cuando sonó la alarma de su celular, que le indicaba que era hora de regresar, bufó irritado.

─ Ya los 5 minutos no son suficientes.

Con esto, salió como alma que llevaba el diablo a sentarse en su butaca. Sin fijarse en nada. Aunque, cuando iba a recargarse en esta para intentar dormir una siesta, fue que por fin lo notó.

Sobre su butaca había algo escrito en una caligrafía desconocida. Esto lo había dejado en shock sobre todo, porque antes de irse, esto NO estaba en la banca. Se giró a los lados, buscando al culpable de la broma o algo similar pero nadie le estaba poniendo ni la más mínima atención. Se puso a leer.

< ¡Hola Bakugo-san! ¿Cómo ha estado su clase de inglés? Supongo que igual de horrible que mi clase de historia universal – la odio L- Tuve unas tres clases muy difíciles por eso no había podido venir desde la primer clase a saludarlo, lo siento. Me alegra haber salido para estirar las piernas un poco ¡Iba a entumirme en esa fea silla dura! No sentía ya mi trasero. Jijiji :D >

Rodeado de dibujitos estúpidos, como intentando que luciera  adorable o algo por el estilo. Fastidiado por lo que creyó, era una broma de mal gusto de alguno de los idiotas que eran un montón de extras inútiles que estaban ahí, calentando sus butacas; borró con la goma las palabras escritas a lápiz de su banca de madera.

/Esta es la mierda más patética e infantil que he visto, ni siquiera para ser unos inútiles vándalos sirven/

Se intentó concentrar en la clase de nuevo. Incluso Kirishima, su único y mejor amigo, -quien se sentaba algo lejos de su amigo rubio- estaba a punto de quedarse dormido en el asiento (porque ese profesor era tan aburrido cuando daba la clase de filosofía). El molesto compañero que se sentaba en diagonal ascendente a la derecha de él, volvió a reírse como desquiciado de una broma que algún otro idiota le había contado. Lo que volvió a arruinar la tranquilidad de Katsuki, quien sintió que no podría mucho tiempo.

/Le prometí a esa vieja comportarme, maldición/

Por fin, de nuevo volvió a escucharse el timbre de cambio de clases y como era su costumbre, salió corriendo del salón a encerrarse. E igual como hacia un rato ya atrás, su alarma le anunció el regreso a su clase. Con paso perezoso, avanzó sin muchas ganas, con las manos en los bolsillos. Se sentó en su butaca y se quedó de piedra al notar, que de nuevo, la misma rara caligrafía había sido dejada en su mesa.

<¡Que malo que es Bakugo-san! ¡Me ignora! ¿Cómo ha estado su mañana? Supongo que aburrida porque hace rato, hasta limpie la baba que dejo en el escritorio cuando se durmió jajaja ;) Seguramente no quiere que diga que babea al dormir, porque si no perdería su estilo de chico rudo y serio jaja / >

El chico rubio ahora hasta se levantó de su asiento, buscando a los responsables de la dichosa bromita. Mas como de costumbre, todos lo ignoraron. Incluso su amigo pelirrojo que estaba atento a la clase de literatura, porque realmente la disfrutaba.

─ Joven Bakugo, si no va a poner atención a mi clase, al menos siéntese en silencio.

Le reprendió la profesora

─ Callanse imbéciles.

Los amenazó ante algunas risillas, mientras la profesora lo miró intentando dejar en claro que era una amenaza a lo que torció el chico los ojos. De nuevo, procurando no ser visto, borró las cosas de su banca.

/Estos estúpidos rayones en mi butaca, ahora no saldré para atrapar infraganti al imbécil responsable y romperle los huesos/

Aunque la vida parecía no querer colaborar, porque de nueva cuenta el sujeto de la risa más horrible del mundo no dejaba de carcajearse, parecía que ese tipo tampoco saldría cuando sonase el timbre que anunciaría el almuerzo, porque de hecho, él era el motivo de que el chico rubio no se quedase en el salón tampoco durante la hora de comer. Estaba taladrando los tímpanos de Bakugo, lenta y dolorosamente. Intentaba resistir, acostándose en la banca para ignorarlo, pero no podía. Se le estaba formando un tic en el ojo nada agradable.

/No puedo salir, solo debo resistir lo suficiente para romperle la cara a ambos bastardos a ese maldito de los mensajitos y al estúpido de risa odiosa.../

Aunque las jodidas risas aumentaron y ya solo quería lanzarle un zapato a media cara. Estuvo tentado. Sin embargo, casando de todo el asunto, salió huyendo del lugar en cuanto tocaron el timbre; pero antes de salir por completo de la clase, se asomó a todos lados de su salón, mirándolos a todos significativamente; pero pareciera que nadie le ponía atención, solo Kirishima quien se acercó a él.

─ ¿Qué ocurre Katsubro?

El pelirrojo intentó mirar a su amigo quien temblaba un poco.

─ Nada pelo de mierda, una tontería. Vámonos ya.

Salieron ambos. Bakugo Katsuki sintió un horrible escalofrió recorrerle la piel, porque tenía el presentimiento de que cuando regresase esos estúpidos rayones en su butaca volverían a estar presentes. Complicándole su, de por sí ya, difícil existencia.

YYY

¿Qué pasara con Katsuki y estos misteriosos mensajes? Lo sabremos en el próximo capítulo 2. ¡Tipo rarito y acosador!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro