23
Puertas eléctricas, donde necesitas un control para abrirlas.
Ese había sido el error.
Se desplomó en el suelo luego de un par de forcejeos. Por sus ojos brotaban auténticas gotas saladas, tenía miedo, muchísimo miedo.
Pronto escuchó unos tacos acercase a él, era Dostoyevski, pero para cuando se dio cuenta, ya era muy tarde.
- Yo... Lo siento, no quice- pero fue interrumpido por un pie aplastando su garganta con ira.
- ¿Crees que puedes hacer lo que quieras? - intensificó la fuerza de la pisada - ¿Realmente crees que soy así de tonto? - y más, hasta tal punto que Nikolai tomaba de la bota que ya su respiración estaba siendo totalmente cortada.
- L-Lo s-sien-to - pronunció con dificultad - n-no lo-o volv-vere a ha-hacer
- No, y yo me encargaré bien de que así sea.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro