Tik
Tak
Tik
Tak

El constante sonido del reloj hacía eco en la habitación.

- ¿Sucede algo?  Te ves triste. - observó cuidadoso Dostoyevski a la vez que cerraba su libro.

- Es sólo que... Me gustaría ver la luz del día - hasta ahora, había estado complaciendo sus deseos, no perdia nada en intentarlo.

- Tenemos grandes ventanales aquí- respondió volviendo a su lectura con desinterés.

- Sí, pero quiero decir... Salir afuera - ante eso Fyodor volvió la vista.

- Pensé que ya habíamos hablado de esto.

- Sí, lo sé, pero es solo un rato-

-No.

- ¡No voy a hacer nada-

-Nikolai, dije que no.

El silencio hizo ruido, quería llorar, su sensibilidad había incrementado en gran medida, y éste era un gran ejemplo.

- No llores, ya te lo había aclarado antes - acarició sus hombros con cariño - ¿Recuerdas? No quiero que te pase nada allá afuera, ¿Por qué no confías en mí? ¿No ves que trato de protegerte? - y se alejó un poco, con dolor fingido - que egoísta de tu parte.

- lo siento... - se pasó la manga por los ojos, y seco todo rastro de tristeza.