16
Estaba desnutrido, tembloroso, tenía muchísimo frío.
Caminaba de la mano por los pasillos de esa enorme mansión, con Fyodor, su querido Dos-kun, ¿A que sí?
Cómo ya mencioné, el mismo lo llevaba de la mano.
Nikolai no podía parar de mirar para todos lados, se sentía extrañamente paranoico por ningún motivo en específico.
Dostoyevski le ha la pedido a todos, mucamas y sirvientes, que se retirasen, era un momento íntimo.
- ven, siéntate aquí, por favor- pidió con suma gentileza señalando una silla en una esquina del baño- vamos a sacarte la ropa... ¿Porque vas a querer que te bañemos supongo?- aunque hablaba en plural, era solo él.
El ruso le quitó la ropa, una por una, con tranquilidad y paciencia, Nikolai ayudaba un poco de a ratos.
Ya estando en la bañera, el rubio no dejaba de tiritar, no era que quisiese, e Incluso el frío ya había pasado, pero no podía dejar de hacerlo.
Fyodor paso sus largos y delgados dedos por el cabello del ucraniano, enjabonadolo, y con una taza de plástico, tiraba agua por encima, él estaba sentado en el borde de la tina.
-¿Sé siente bien? - preguntó tranquilo sin dejar de masajear.
-s-sí...- no podía negarlo, y realmente agradecía poder bañarse, o incluso, que lo bañaran.
Dostoyevski pasó su mano por el agua, borrando cada rastro se shampoo en ella. Luego acarició la mejilla de Gogol desde detrás, que era donde estaba. Él mencionado se refrego contra el brazo ajeno, se sentía muy bien.
-Nikolai- lo llamó- sabes...- siguió con el acondicionador - yo no hago todo ésto para tu mal... Al contrario, te has portado mal, y los malos actos se someten ¿O me equivoco? Yo ya había impuesto algunas reglas, y tú las rompiste, y los crimenes se pagan con castigo, como sabrás- Gogol solo miró para el costado...
Quizás sí. Si Fyodor ya le habia advertido, ¿Por qué hizo lo que quiso? Eso era buscarsela.
- pero, no quiero arruinar el momento- comentó para buscar una toalla en el armario del costado- hoy cenaremos juntos otra vez, ¿Recuerdas? Hace unos meses cenamos juntos también.
Lo recordaba perfectamente, había sido genial.
Espera...
¿Meses?
Lo ayudó a levantarse, quitó el tapón, y empezó a pasar la toalla por todo su cuerpo.
-¿Ves? Es cuestión de que estés tranquilo, solo eso.
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