Pasaron los días, Fyodor, quien seguía enviando a Iván en su remplazo, se justificaba con que estaba ocupado para poder bajar. Nikolai no es que quisiese verlo en éstas circunstancias, pero no podría negociar con Iván para poder salir de ahí, solo podría hacerlo con Fyodor, así qué aunque no quería, ocupaba que bajase.

Sin darse cuenta, pasaron dos semanas de solo ver al mayordomo por solo un par de minutos. Se sentía tan solo allí abajo...

Finalmente, luego de ese tiempo de espera, bajó, no, no Iván, sino Fyodor, con una bandeja de comida, como había estado haciendo el albino los días anteriores.

Por más que quisiese gritarle mil y una cosas, simplemente su voz no salía, se sentía agotado mentalmente, estar encerrado entre cuatro paredes comiendo limitadamente sin ver a nadie más que al ruso lo estaba matando.

-¿Sucede algo? Estas muy callado, eso es raro en ti, Kolya- habló mientras dejaba la bandeja en una mesa plegable- ¿No vas a hablar? Esta bien, lo entiendo.

No podía ver muy bien que hacía, pues el ruso le daba la espalda, pero por el sonido parecía estar haciendo té.

-te ves bastante bien a pesar de estar sentado todo el día- dijo finalmente dándose la vuelta otra vez con la bandeja en manos.

-tu en comparación estás en la mierda, y eso que soy yo el que está encerrado- escupió poniendo una cara que Fyodor pocas veces había visto.

- sí, he estado trabajando mucho- se sentó enfrente suyo dejándole la bandeja- bien, dime, ¿Hay algo que te gustaría tener aquí abajo? No lo sé, algún juego que te guste, un libro-

-¿Para que me tienes aquí?

- o quizás te gusta dibujar?

- Fyodor. Te hice una pregunta.

- sabes, creo que podría ser...

- FYODOR! ¡¿Quieres escucharme por una vez?!- Nikolai ya no sabía que pensar o cómo actuar.

- No seas tan arisco, es de mala educación. Ya te lo han dicho, quiero que estés aquí abajo, antes de que todo suceda, no quiero que mueras Nikolai. Deseo mantenerte con vida hasta mi muerte.

Un sueño cargado de egoísmo expresado en actos insensibles, curiosos por el final de aquella utopía.