Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

29- Reconciliación a medias.

Un año después.

Guardo el cuaderno en mi mochila, me recuesto en la silla solo en las dos últimas patas de atrás.

Miro hacia la ventana y veo al marihuano que me llevó a aeropuerto, frunzo el ceño y miro a mi alrededor confundida.

—Ey, marihuano, ¿desde cuándo vienes a la escuela? —lo miro de arriba hacia abajo y veo que lleva un abrigo encima del uniforme, así que lo señalo—. Y eso está prohibido.

Él levanta la mirada, estaba escribiendo, cosa que me parece aún más extraña de que él esté aquí.

—Si —me sonríe falsamente—. Estoy en tu mismo curso desde quinto y vengo desde hace meses, gracias por notarlo.

Vuelve a tomar su lápiz aun con su sonrisa y se voltea a seguir escribiendo, o más bien copiando de su teléfono algo.

—Tienes que entenderme, se supone que eres el marihuano que no viene a clases y vende drogas— digo, él me mira y aplano los labios.

—Qué mala fama tengo.

—Creo que te expulsaron por encontrarte drogas dentro de los lapiceros, los cuales vendías a más marihuanos aquí—le muestro una sonrisa.

No miento, sé que se ha metido en problemas por eso, pero para ser sincera es emprendimiento. Además, la jugada de esconder las drogas en los lapiceros estuvo bien. Ni pensar que alguna vez agarré uno de esos lapiceros sin saberlo.

Creo que iba a comprar uno una vez, eran bonitos, pero al saber el exagerado precio que tenían desistí, después supe por qué constaban tanto.

—Lo que digas, déjame tranquilo, busco reivindicarme.

—Lo que digas... —hago una pausa mirando la cartulina en la pared que contienen todos los nombres organizados por los lugares donde nos corresponde sentarnos—. ¿Lázaro? ¿Nikola?

—Nikola —dice con su sonrisa forzada—. Me llamo Nikola.

—Lo sabía, ¿no conoces las bromas?

—Escucha, que no te quisiera vender drogas, que te haya consolado, que haya sido amable, que te haya dado un aventón y que me asegurara de que nadie te vendiera drogas mientras vida tengas, no significa que quiera relacionarme contigo— dice todo mientras me apunta con su lapicero.

—¡Vamos! —digo y me levanto, tomo mi silla y me siento a su lado—. Necesito hablar con alguien, pero, ¿hiciste todo eso por mí?

—No.

—Lo acabas de admitir. Sé que soy bonita y cool, pero no para tanto. Me veo como la próxima Kayli-

—Solo me recuerdas a mi hermana... Murió de una sobredosis.

—Oh— él asiente y vuelve a escribir, ya si decido callarme.

Me concentro en ver cómo escribe, quiero que cometa una falta de ortografía y señalársela, pero para mi sorpresa, aparte de lindo, escribe todo como va, con acentos y tildes.

Miro a Morgan y a Kayli en una mesa, juntas, suspiro cuando hago contacto visual con Morgan, ella me hace una seña pidiendo explicaciones, me encojo de hombros. La veo tocar a Kayli quien me hace la misma seña y vuelvo a encoger mis hombros.

—Tu vida social es una mierda.

—No lo es, solo estoy aburrida.

—Tus amigas están por allá.

—Lo sé, eres insufrible.

Hablo con mis amigas tan normal como siempre, es solo que ni sé por qué me acerqué a este imbécil, supongo que está bien hacer nuevos amigos. Nikola se levanta a llevarle el cuaderno a la maestra mientras yo me recuesto sobre las dos patas traseras de la silla, miro hacia la ventana distraída.

La puerta suena de golpe, me espanto y pierdo el equilibrio, casi caigo de no ser por Nikola quien sostiene la silla mirándome mal.

—Eres un imán de problemas— dice enderezando la silla.

—¡No me sigas!— grita Tomás desviando mi atención.

Él está de pie mirando a la maestra, Joss entra corriendo y le salta dándole un cartulinazo a Tomás, quién ni reacciona.

Ambos son conscientes de la maestra y solo están como momias.

—A la dirección— dice ella, sale primero.

Sin ganas los dos locos la siguen, Kayli viene y se acerca, toma una silla y la pone delante de Nikola, Morgan le sigue trayendo su propia silla.

—¿Qué haces con Nikola? —pregunta Kayli, Nikola deja lo que hace y nos presta atención—. ¿No sabes que es mala influencia?

—Bueno es que-

—De hecho —me interrumpe Nikola—. Ella es la mala influencia aquí, sabe más de drogas que yo.

Kayli lo mira mal.

—No te hablé a ti.

—Hubieras empezado por no poner tus codos sobre mi cuaderno.

Kayli mira sus codos y los quita disimuladamente.

—Debes ser esquizofrénico, nunca los puse sobre tu cuaderno.

—Sí, claro.

—Te he visto por ahí, con ese nombre de dictador ya sabía que eras poco normal— habla Kayli.

Resoplo, su manera de hacer amigos es molestar diciendo estupideces o siendo violenta.

—Yo pienso algo similar, con ese nombre de actriz porno— él niega.

Kayli golpea la mesa con la palma abierta.

—Me llamo Kayli por Kylie Jenner, significa que seré millonaria —dice molesta—. Además del fanatismo de mi madre por la mujer, claro.

Nikola la mira incrédula, decide ignorarla y ponerse a escribir.

Suspiro y me levanto tomando mi mochila, agarro a mis amigas y salimos de allí directo hacia la calle.

—No quiero que se vallan— dice Morgan con tristeza.

—No nos iremos por siempre, Morgui.

—Sí, solo son dos semanas, nada más.

Miro a Kayli incrédula a lo que solo se encoge de hombros, seguimos nuestro camino.

—Es una gran oportunidad, solo vamos a competir contra otro equipo femenino de una gran liga.

—Sí, escuché que son buenas.

—Y lo son, Kayli.

—¡Pero tienen prohibido hacer una nueva amiga!

—Que son dos semanas, mujer, nadie te cambiará.

Morgan hace un puchero mientras Kayli ríe, yo solo palmeo su espalda con una sonrisa.

—Y vamos a planear tu reto para la próxima vez, no nos olvidamos, eh.

Saliendo nos encontramos con Joss y Tomás sentados en una banca delante de la puerta de la oficina del director, muy preocupados, no están por el castigo que puedan darles, pues parece que planean algo mirando sus teléfonos.

—Invita a esta, está buena.

—Sí, ya va —dice Tomás, levanta la mirada y nos nota—. Haremos una fiesta para Joss esta noche, están invitadas, lleven bebidas, por favor.

—¿Y una fiesta por qué? ¿Para celebrar su castigo por estúpidos?

—Ja, ja, que chiste Kayli, es mi cumpleaños.

—Ah, no sabía.

En esto la profesora sale y ambos entran como perros regañados mientras nosotras seguimos nuestro camino, no vaya a ser que nos llamen a nosotras también por mala conducta o algo inventado.

•••

—Tomás, déjame irme— pido por quinta vez.

Tomás se aferra a mi brazo como pulga, huele a alcohol con jugo de uvas porque se puso a mezclarlo.

Estamos en la fiesta de cumpleaños de Joss, Tomás está como perro abandonado aquí porque el cumpleañero está bailando con Morgan y Kayli.

—Me ha traicionado. No sé si me duele más que Morgan baile con él, o que él siendo mi amigo la acepte.

Ruedo los ojos y lo aparto de mi brazo de mala gana, Tomás cae en el mueble dramáticamente.

Una chica se nos acerca, solo lo mira a él, creo que es la sexta esta noche.

—Oye Tomás, ¿quieres salir a tomar aire?

—No gracias, aquí hace mucho— responde mi hermano sin mirarla.

Ella se va indignada y yo solo la compadezco, Tomás se levanta y mira a los locos, entonces cierra fuertemente los ojos y refunfuña.

—¿Por qué estoy tan solo?

—¿En serio, Tomás?— hablo incrédula, él me mira con cara de "qué"

—¡Tomás, ven!— grita Morgan.

Tomás se levanta de inmediato y sin vergüenza camina hacia ellos, niego ante lo estúpido que es.

Me levanto y me escabullo antes de que me vean, salgo de la casa con éxito y me detengo casi de inmediato, delante de mí baja de un auto mi peor pesadilla, Marco.

Suelto un suspiro cuando él también me ve y se detiene, su padre pasa y me sonríe antes de entrar a la casa.

—Charlene— dice en forma de saludo.

—Marco— le devuelvo el saludo.

Se crea un silencio bastante incómodo, él parece querer decirme algo y yo solo me muerdo los labios. Recuerdo todo lo que le dije en el aeropuerto y me quiero golpear muy fuerte.

Mi impulsividad no me llevará a ningún lado y eso lo sé, por lo que inhalo tomando valentía.

—Lo siento— murmuro.

—¿Qué? —pregunta genuinamente, no sé si lo hace de maldad, pero a mí no me hace gracia—. No te escuché.

Me aclaro la garganta.

—Lo siento, no quiero que me disculpes, pero no tenía justificación para terminarte, estaba enojada —digo rápidamente—. Sabes que soy impulsiva, sé que estuve mal, así que te pido disculpas.

Él suspira.

—Está bien, no pasa nada —dice esbozando una pequeña sonrisa—. Te disculpo, pero no quiero que lo nuestro termine, ni siquiera llevamos un mes.

Río ante lo último.

—No creo que una relación a distancia sea la mejor solución.

Lo oigo resoplar y Joss sale de la casa, acercándose y tomándolo del brazo.

—Lo siento, pero tengo que mostrarle algo, con permiso.

Y sin más, se largan entrando a la casa.

Me quedo quieta en medio de la acera, a lo lejos veo a Nikola y camino hacia él, el que viene hacia acá me mira mal cuando me engancho a su codo y lo hago devolverse.

—¿Qué haces loca desquiciada?

—Vamos a un burdel.

Se safa de mí agarre y me mira con el ceño y nariz arrugada.

—No quiero, voy para mi casa, además, ¿quién coño le dice burdel a esa cosa en estos días?

Le pateo el pie y lo miro mal.

—Yo le digo burdel, ¿acaso no es obvio?

—No importa, solo déjame tranquilo— dice y se va.

—¡No! —grito y se detiene volteando a verme, me tapo la boca al ver lo arrastrada que me veo—. Solo vallamos a beber algo, mi hermano está ocupado y no tengo a nadie disponible con quién ir.

Se ve que lo piensa, y al final deja caer los hombros, resignado.

—Vamos, pero no te acostumbres.

—¡Eso, te declaro mi nuevo amigo!

—No quiero ese título.

—¡Que eres mi amigo dije!

—Qué fastidio— rueda los ojos, pero yo solo sonrío mientras caminamos.

Perdón por no publicar hasta ahora hubo unos problemas técnicos, mi gente. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro