Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 25: IV

Cupido se ha ido dejándome sola con Jack. Suspiro acomodando el pijama, me he puesto uno que consiste en un pantalón corto y una camiseta de manga corta., aunque la camiseta cubre el pantalón de lo larga que es.

Camino hasta la cama donde está el peliblanco. Mantiene los ojos cerrados y el cuerpo relajado. Me tomo unos segundos para observarle, los latidos de mi corazón se aceleran con nerviosismo.

―¿No vas a tumbarte? ―pregunta sin abrir los ojos.

Me tiro a su lado mirando al techo, no sé que hablar con él en esta situación.

―¿Tienes sueño? ―pregunto lo primero que pasa por mi mente.

―No.

Hago una mueca. Si se durmiera sería mucho más sencillo, así no tendría que buscar algo de que hablar. Repaso las palabras de Cupido, no creo que deba sacar el tema tan pronto.

―¿Te vas a quedar aquí?

―¿Te molesta?

―No, no ―niego rápidamente.

Coloco las manos entrelazadas sobre mi vientre. Es muy incómodo estar a su lado, aunque él parece de lo más tranquilo.

Permanecemos en silencio mientras pasa el tiempo. Podría fingir y hacerme la dormida, aunque es demasiado pronto, no creo que sea buena idea. Quiero hablar y acercarme, pero a la vez quiero echarle de la cama, así que no hago nada.

De repente, el peliblanco se incorpora y se sienta en el borde de la cama, con los pies en el suelo. Se inclina apoyando los codos sus piernas mientras me da la espalda. Pasa las manos por su pelo y escucho un suspiro de su parte.

―¿Qué pasa? ―pregunto incorporándome ligeramente.

―Te lo ha contado ―susurra como si hablara para él mismo.

―¿El qué?

Gira la cabeza para mirarme de reojo.

―Que te traicionaré y tendré que irme cuando me necesite el Hombre de la Luna.

―Sí.

―¿Crees que sería capaz de hacerlo?

―No es eso, Jack ―hago una pausa―. Si no lo haces, desaparecerás.

―Eso es mentira, entenderá el porqué de mis decisiones.

Me quedo en silencio. Me pongo de rodillas acercándome a él y estiro el brazo hasta poner la mano sobre su hombro.

―No te odiaré si tienes que irte ―aseguro, frunce el ceño ante mis palabras.

―No me iré, ____ ―vuelve la mirada al frente―. Te ayudaré hasta que se solucione todo.

―Lo sé ―susurro rodeando su cuello con mis brazos. Simplemente estoy intentando consolarle, he visto la impotencia en el brillo de sus ojos antes de que desviará la mirada.

Su cuerpo se tensa ante mi repentino abrazo, mi pecho se pega a su espalda y apoyo mi cabeza sobre su pelo con delicadeza. Nos quedamos en esa posición por unos segundos. Su pelo es suave contra mi mejilla, aun me sigue sorprendiendo.

Acaricia mi antebrazo y se incorpora con delicadeza, haciendo que separe los brazos y le deje libre. Se gira en mi dirección y nuestras miradas se encuentran, sus ojos azules siempre me han parecido preciosos. Permanezco sentada de rodillas, simplemente nos miramos por unos segundos que me parecen eternos.

Agarra mi mentón entre sus dedos y acerca su cara a la mía, instintivamente hago lo mismo. Las palabras de Cupido cruzan mi mente: Ten cuidado. Pero al tenerlo tan cerca, no quiero pensar en lo que pueda pasar más adelante, simplemente centrarme en el momento y disfrutarlo.

Baja la mirada a mis labios y cierro los ojos esperando los suyos. No tardan en unirse con los míos en un beso tímido, como si tuviéramos vergüenza de lo que estamos haciendo. Pero lo que siento es de todo menos vergüenza y, en este caso, soy yo quien profundiza el beso. Rodeo su cuello atrayéndole a mi cuerpo, acaricio su nuca con mis dedos. Nuestros labios se mueven con lentitud para disfrutar de la sensación, es como si quisiéramos guardar este momento para siempre.

Sus manos se posan en mi cintura y tira de mí haciendo que me siente sobre sus piernas en el borde de la cama. Es la misma postura que teníamos antes de que el gato nos interrumpiera antes. Seguimos moviendo nuestros labios hasta que el beso se intensifica. Me separo para calmar mi agitada respiración.

―Querías seguir, ¿eh? ―bromeo feliz por ver el brillo en sus ojos. Ha desaparecido cualquier rastro de impotencia o mal estar.

―No podíamos dejarlo así ―susurra contra mis labios. Sonrío ante su mirada embelesada.

Une sus labios con los míos impaciente. Sus manos se mueven acariciando mi espalda y me arqueo contra él, pegando más mi pecho si es que eso es posible.

El tiempo pasa en esa posición, todo mi cuerpo arde mientras estoy envuelta por su característico frío. No he pasado desapercibido el bulto que roza contra mi entrepierna, pero prefiero ignorarlo porque no llegaré hasta tal punto con él. Mi cuerpo se paraliza cuando siento sus manos meterse por debajo de la camiseta, mandan escalofríos cuando acarician la piel desnuda de mi espalda baja. Ha evitado tocar más arriba por la herida.

―¿Qué pasa? ―pregunta ante mi comportamiento. Sus labios rozan los míos al hablar.

―Nada.

Ignorando su pregunta acorto la distancia. Muevo mis labios contra los suyos y aprovecho para morder ligeramente el inferior.

El tiempo pasa mientras seguimos besándonos, descansando solamente lo necesario para poder respirar.

―Jack ―susurro contra sus labios.

―¿Si? ―Baja dando besos hasta mi cuello.

Inclino la cabeza hacía un lado dejándole espacio libre. Cierro los ojos disfrutando de sus labios y lengua en mi piel. Baja la mano que tenía en mi espalda y da un apretón en una de mis nalgas haciendo que vuelva en mí. Estamos avanzando demasiado rápido.

―Espera ―pido poniendo las manos en sus hombros. No me hace caso.

―Puedes hablar, te estoy escuchando ―sigue dejando besos en mi cuello.

―Deberíamos parar ―balbuceo. Me concentro en no volver a perderme, todo mi cuerpo pide su tacto y estar más cerca.

Levanta la cabeza con el ceño fruncido. Me observa a los ojos.

―¿Hice algo mal? ―pregunta haciendo que mi corazón se estruje. La preocupación brilla en sus ojos.

―No,no ―coloco las manos en sus mejillas―. Está todo bien, pero creo que no deberíamos seguir a este ritmo.

―No pensaba ir más allá.

Eso me relaja, no quería que se sintiera mal por rechazarle.

―Por eso mejor vamos a tranquilizarnos un poco.

Asiente relajando su expresión. Me rodea con uno de sus brazos por la cintura y con el otro se apoya en el colchón. Se levanta un poco, lo suficiente para hacer que acabe tumbada en la cama de espaldas y él encima sujetando su peso para no aplastarme. Mis manos han bajado a su cuello, donde dejo pequeñas caricias.

―¿De qué quieres hablar? ―pregunta sin separar su mirada de la mía.

―¿No te vas a separar? ―sonrío divertida. Me devuelve la sonrisa levantando una de sus comisuras.

―Me gusta estar cerca de ti ―inclina la cabeza juntando nuestras frentes. Acaricio su nuca jugando con su pelo.

―A mi también ―confieso, aunque creo que ya lo sabe. Solo tiene que fijarse en como reacciono.

Seguimos hablando de tonterías sin sentido, también hay algún beso robado por su parte, incluso reímos tranquilamente como si fuéramos una pareja normal. Pero no somos pareja y, sinceramente, estamos lejos de ser normales.

Bostezo tapándome con la mano. Sonríe y se deja caer en el colchón a mi lado, dejándome espacio por primera vez desde que me aprisionó contra su cuerpo.

―Creo que alguien tiene sueño ―dice observándome divertido. Ruedo los ojos.

―¿Qué hora es?

―Tarde ―se encoge de hombros. Eso ya lo sabía.

―Vamos a dormir ―me acomodo dándole la espalda.

―Buenas noches, ____ ―susurra cerca de mi oído. Su mano pasa por mi cintura hasta detenerse en mi abdomen, donde deja pequeñas caricias con los dedos. Su cuerpo se pega al mío.

―¿Dormirás aquí? ―pregunto sintiendo como todos mis músculos se tensan ante su cercanía.

―Sí, ¿te molesta?

―No ―respondo rápidamente. No es la primera vez que dormimos juntos, solamente que antes no habíamos llegado a besarnos.

Deja un beso en mi cuello dándome las buenas noches de nuevo. Cierro los ojos concentrándome para relajar mis músculos. Solamente es dormir, no tengo de que preocuparme.

―Buenas noches, Jack.

***

Estiro los brazos y me incorporo. Bostezo abriendo los ojos, encontrando el lado de la cama vacío. Examino la habitación buscando al peliblanco, pero no se encuentra en ningún lado. Todavía es de noche, por lo que no entiendo por qué se ha ido.

Unos ojos que brillan en la oscuridad captan toda mi atención, mis músculos se quedan paralizados y tensos. El poco calor que tenía desaparece de mi cuerpo al reconocer ese brillo.

―¿Estás aquí de verdad? ―pregunto con miedo de que desaparezca. Se acerca hasta que la luz de la luna permite ver su rostro, el cual es idéntico al mío.

―Sí, pero no tenemos mucho tiempo.

―¿A qué te refieres? ―frunzo las cejas y hago el amago de levantarme. Niega ligeramente con la cabeza, por lo que me quedo quieta en mi lugar.

―Estamos débiles, presentarme de este modo nos quita más energía.

―Quiero respuestas.

Inclina la cabeza ligeramente hacía un lado, en su rostro inexpresivo aparece una débil sonrisa.

―Las tendrás poco a poco, no puedo decirte todo.

―¿Por qué?

―Si lo hago, no funcionará.

―No te entiendo.

―Tranquila, más adelante lo harás ―se acerca a paso lento hasta sentarse en la cama. Agarra mi mano entre las suyas, el tacto es casi fantasmal.

Un hilo de sangre se resbala de su nariz. Abro los ojos asustada, sin embargo, ella mantiene su sonrisa como si no le importara.

―Escúchame ―pide con delicadeza―. Siempre estoy contigo, aunque no hable o no me sientas. Tuve que esconderme para que no te encontraran.

―¿Los guardianes?

―No son nuestro único enemigo.

Después de sus palabras, su figura empieza a desvanecerse.

―Todavía no ―suplico estirando los brazos hacía ella, como si de ese modo pudiera obligarla a quedarse. Se levanta alejándose de mí.

―Confía en Zed, por favor ―dice antes de desaparecer por completo.

La habitación cambia convirtiéndose en un bosque. Me levanto confundida, en cuanto doy la vuelta encuentro al pequeño niño de nuevo.

Está sentado observándome con miedo, en una postura que demuestra que desea escapar. Sus ojos marrones se mantienen abiertos sin parpadear, mirando detenidamente cada uno de mis movimientos.

―¿Cuál es tu nombre, humano? ―la pregunta escapa de mis labios sin yo quererlo. El niño se encoge ante mi voz.

―Jackson Overland ―tartamudea de forma nerviosa. Siento pena ante su mirada, al igual que ante sus ropajes rotos y sucios.

―Levántate ―ordeno cruzándome de brazos. Mi cuerpo se mueve solo, es como si estuviera atrapada dentro.

El niño hace caso y se pone de pie. Sus extremidades tiemblan, aunque intenta disimularlo. Levanta la mirada encontrándose con mis ojos, veo un destello de valentía y curiosidad.

―¿Quién eres? ―pregunta y siento como una sonrisa se forma lentamente en mis labios.

―¿Quién soy? ―repito su pregunta arrastrando las letras de forma sarcástica―. Cariño, deberías preguntarte qué soy.

El bosque empieza a balancearse, a la vez que mi vista se vuelve borrosa. Todo se vuelve oscuro poco a poco. Siento una presencia detrás de mí que me pone los pelos de punta.

―Confía en Jack también ―susurra la voz cerca de mi oído, casi puedo sentir su aliento contra mi piel.

―Ese niño, ¿quién es? ―reúno las pocas fuerzas que me quedan para preguntar.

Silencio. La sensación de alguien cerca desaparece y es cuando me doy cuenta de que me he quedado sola.

***

AVISO: No podré subir capítulo todas las semanas hasta Junio. debido a que estoy muy ocupada y no tengo tiempo ni inspiración para escribir.

Lo siento mucho, a mí tampoco me gusta cuando más o menos había empezado a escribir seguido. Pero los temas que me mantienen ocupada son importantes porque tienen que ver directamente con mi futuro. Por eso desaparecí y no subí nada, también por eso este capítulo es más corto. Ha sido lo único que he sido capaz de escribir, en el sentido de que como estoy agobiada, pues me cuesta muchísimo concentrarme para tener inspiración y escribir de forma decente.

Muchas gracias a las personas que van a esperar y seguirán leyendo, de verdad no os imagináis el aprecio y cariño que os tengo. Los que se olviden de la historia por mi desaparición, no se preocupen, lo entiendo perfectamente, porque yo muchas veces acabo leyendo otras cosas y no vuelvo a leer una historia que estaba sin terminar hasta meses después que me acuerdo. Así que, igualmente muchas gracias por leerla y espero que algún día lo sigan haciendo. 

Es 100% seguro que en Junio vuelvo subiendo todas las semanas. No abandonaré la historia ni nada parecido, lo hice una vez y no pienso volver a repetirlo.

Quizás suba algún capitulo en el mes de mayo, pero solamente es una posibilidad, no os lo puedo asegurar porque seguramente sea cuando más agobiada y ocupada me encuentre.

Muchas gracias a todos, de verdad.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro