Capítulo 5
—Estoy dispuesto a lo que sea —dije con total seguridad.
—No es nada de otro mundo, simplemente tienes que descubrir como funciona esto —y sacó un extraño objeto, era una esfera mitad dorada mitad azul metálico, pero fuera de eso parecía una pelota, una esfera común y corriente, pero obviamente ese era el truco.
—¿Descubrir como funciona? —pregunté
—Sí, no tendrás múltiples pruebas como en veranos anteriores, simplemente tendrás está, que creo que sin duda es la más complicada, por lo que requiere mayor concentración —me lanzó una mirada que no terminé de entender—, así que no quiero que te distraigas con nada, ni nadie, a excepción de todo el asunto de tus padres estoy trabajando en algo que podría ayudarnos, hablando de eso —hizo una breve pausa—, no creo que estén en peligro, creo que es alguien tratando de distraernos, no sé exactamente porqué, pero creo tener una idea bastante clara de lo que quieren —señaló la esfera—, pero confío plenamente en ti, Dipper.
—Por supuesto tío Ford, no te defraudaré.
Después de que Ford me entregará la esfera "mística" me dijo que era todo por hoy, y simplemente me retire del sótano, eran alrededor de las 3 de la tarde y al parecer estaba libre ni mi tío Stan, ni Soos, ni Wendy estaban alrededor así que supuse que estarían atendiendo a los turistas, pensé que Mabel también pero cuando subí al cuarto la vi con ojos vidriosos, estaba sentada en la orilla de su cama y a lado tenía un suéter a medio coser que hasta ahora decía "Family Pi-" y al parecer no era el primero con ese logotipo que hacía ya que habían otros dos un poco más grandes, estos parecían terminados y decían claramente "Family Pines", eso me partió el alma, ver a Mabel de esa manera tocaba mi punto débil, así que me acerque a ella.
—Dipper, ¿ya me puedes explicar lo que pasó? —trato de esconder los indicios de su evidente llanto, era tal su esfuerzo que no hice comentarios sobre eso, aparte habían otras cosas de las cuales hablar—. Lo último que supe de ti era que soy una genio, saliste corriendo como loco hacia al bosque y horas después regresas con "tu nuevo amigo" —hizo comillas con los dedos—, ¿sabes que harán nuestros tíos si se enteran? Aparte sabes que Bill no es de fiar, ambos somos prueba de ello, y enci-
—¡Mabel! Tranquilízate —la interrumpí ya que se había empezado a exaltar—, ya sé que Bill no es de confianza, pero no me quedo más remedio. Lo hice por nuestros padres, era la única opción.
—No lo sé Dipper, ¿y si nos traiciona? —asentó las agujas y el estambre a un lado de la cama.
—Yo igual pensé en eso Mabel, de hecho se lo pregunté —me senté a su lado.
—¿Y qué te dijo? —preguntó.
—Que simplemente tengo que confiar en él —suspiré—, pero no te preocupes tanto, cuando negociamos puse tres condiciones antes de aceptar.
—¿Bill te dejó? —asentí y le expliqué en que consistían las condiciones y que era lo que yo tenía que hacer en el trato— Supongo que tendré que confiar en tu buen juicio.
—Y yo tendré que confiar en mi instinto —me levanté de la cama y le extendí mi mano—. ¿Que te parece si hacemos algo divertido el resto de la tarde, sólo tú y yo, ya sabes para olvidar todo lo que esta pasando.
—Me parece perfecto —tomo mi mano y se levantó.
El resto de la tarde fue como en los viejos tiempos, vimos alguna que otra serie, jugamos un juego de mesa y pedimos pizza, estuvimos hablando de los mejores momentos de nuestras vidas aunque prácticamente nos sabíamos todos tanto del uno, como del otro, pero aun así era divertido. Se hizo de noche y ambos nos fuimos a dormir, Mabel cayó rendida casi al instante, "suertuda" pensé, ella siempre podía dormirse tan rápido la envidiaba por eso, yo siempre tardaba un buen rato y habían noches en las que ni siquiera podía pegar un ojo hasta que el Sol estuviera apunto de aparecer, y últimamente mis ojeras era un poco más evidentes que de costumbre. Tardé un par de horas en dormirme, horas que el día siguiente me cobraría, las ideas peleaban en mi mente, tantas preguntas y tan pocas respuestas, solo esperaba que el día siguiente fuera menos abrumador.
Al despertar ya eran las 12:30 pm, ¿tanto había dormido? Baje corriendo solo tenía media hora para desayunar, ducharme y prepararme para que Bill llegará, desayuné súper rápido, por suerte Mabel sí había despertado a tiempo y había dejado mi desayuno en la mesa de cocina, en 45 minutos ya estaba listo y al salir de la Cabaña, me encontré con Bill, se veía igual que ayer, rubio, alto, usaba ropa normal, es decir, una playera amarilla con un dibujo de un moñito en ella y unos shorts negros, no traía ni su sombrero, ni el bastón, ni el parche, prácticamente se veía como una persona normal, a excepción de esa expresión de psicópata que podía matar a 1000 perritos sin arrepentimientos y una mirada que decía "Pino, estas muerto".
—Llegas tarde —señalo su muñeca evidentemente irritado y se acercó—, te dije que no me gusta esperar.
—Lo siento me quedé dormido y solo tuve qu- —Bill se había acercado demasiado a mi espacio personal, quedando prácticamente en mi cara, por lo cual me detuve un momento y me aparté luego decidí ignorar esto, al ver mi reacción comenzó a reír a pesar que se notaba aun algo molesto por mi retraso de 15 minutos y continué—, tuve que desayunar rapidísimo y bañarme aún más rápido.
—No me hubiera molestado ayudarte con eso —me sonroje ligeramente al darme cuenta de su broma, así que desvié la vista del rubio, mientras el evidentemente seguía riendo de mis reacciones ahora con el enojo casi desaparecido de su rostro—, bien, puesto que ya empezaremos con las tareas, la de hoy es bastante simple.
—¿Qué tengo que hacer? —pregunté serio y él solo sonrió, una sonrisa de oreja a oreja que no podía significar nada bueno.
A la hora de llegar Bill, ya quería morir. Primero me había obligado a ir a una heladería que estaba en las afueras de Gravity Falls, según el porque decían que era el mejor helado de las 17 dimensiones donde existía el helado, luego me hizo correr alrededor de 4 manzanas durante una hora, "solo porque le parecía divertido verme sudar" y ahora venía lo peor.
—Bien chico, en esta tarea vas a necesitar a tu hermana, necesitas manos extra —dijo poniéndose repentinamente serio.
—¿Qué es lo que tengo que hacer? —pregunté, y vaya que me hubiera gustado no hacerlo.
Media hora más tardé estábamos en el patio de la cabaña, Bill estaba sentado en una de esas sillas de playa, con una mascarilla de aguacate "porque los milenios y el conocimiento eterno daña su majestuoso rostro" o al menos eso dijo él, aunque a mi parecer no era tan atractivo, o sea sí era lindo pero- ¿pero por qué demonios esta pensando en eso?
Bill soltó una pequeña risa, nadie pregunto puesto que ambos sabíamos que Bill no estaba del todo bien de la cabeza.
Moví mi cabeza y continué con mi tarea que era darle un masaje en los pies mientras que Mabel (ya que tuve que arrástrarla conmigo en esto), le daba del helado que compre en la boca.
—Shooting star, mueve mi mandíbula, soy demasiado perfecto para mascar, Pine tree ¿nadie te dio lecciones de masajes? Eres pésimo, haz algo útil y trae más helado, que ya casi se acaba —resoplé, me levanté y me dirigí a la cabaña, sólo quería estar aunque sea un rato lo más lejos de él que fuera posible.
—Niño, ¿qué diablos estas haciendo con el rubio allá atrás? —dijo una voz detrás de mí justo cuando estaba por entrar a la cocina.
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