—Oh, eso ya lo sabía Dippy —dijo Mabel haciendo un movimiento con su mano como restándole importancia al asunto.

—¿¡Qué!? ¿Cómo?

—Bill me lo contó toooodo —dijo riendo.

—¿Cómo que te lo contó todo? —pregunté, sentí las mejillas algo calientes y me dí cuenta de que a eso había venido ayer, a contarle el chisme a su bestie como le decía él—, maldito mentiroso.

—¿Te duele qué no viniera por ti Dippy? —dijo a modo de broma, sí un poco—, a mí me duele que tardarás en decirme, ¡no puedo creer que él me contará antes! De hecho se sorprendió de que no lo supiera.

—Te quería decir, pero primero quería analizarlo un poco, a parte no fue gran cosa, no es como si estuviera enamorado de él o que él este enamorado de mí.

—¡Dipper! —dijo efusiva—, ¡Claro que es importante! ¿No lo entiendes? ¡Es su primer beso! ¡Luego sigue la boda y los hijos! ¡Dipper! ¡TIENES QUE DEJARME SER LA MADRINA Y ORGANIZAR TODO! ¡Voy a empezar a buscar agencias de adopción! ¡Y las flore-

—¡Mabel! —la interrumpí— tranquila, ni siquiera estoy seguro de lo que siento, es decir, hasta hace unas semanas yo estaba seguro de ser 100% heterosexual y ahora no lo sé, no sé que siento, no sé que pensar —dije en apenas un susurro—, Mabel... realmente estoy confundido.

—¡Ay Dipper! No tienes porqué preocuparte, es normal en las personas querer a alguien más.

—Lo sé Mabel, pero él es un chico y si a un chico le gusta otro chico, ¿crees que este mal? —dije—, eso sin mencionar que también es un demonio que intento destruirnos hace unos años.

—¡Ah! —gritó—, ¡Claro que no! Amor, al fin y al cabo es amor —sus palabras me golpearon, ¿amor? yo no amaba a Bill... pero debía admitir que sí me sentía un poco atraído hacía a él—. Y lo de qué trato de destruirnos queda en el pasado, equis, todos cometemos errores.

—Sí, supongo que tienes razón —dije y reí por el último comentario, tratar de conquistar el mundo no sé en que tanto como "error" clasificaría—. Además no es como si me muera por Bill, es decir, me atrae y eso, pero más que nada me da curiosidad besarlo, me da curiosidad saber que siente estar con él —me encogí de hombros—, ¿es normal?

—¡Ah! ¡Lo sabía! ¡Tú y Bill se aman y se van a casar! ¡Oh dios mío! ¿Puedo ser su madrina de bodas?

—¡Mabel! —dije ligeramente rojo—, estoy hablando en serio.

—¡Yo también estoy hablando en serio Dipper! ¡No puedo permitir que alguien más sea la madrina! —dijo y la miré seriamente—. Perdón, sabes perfectamente bien, que cual sea tu decisión yo te apoyaré, incluso si es un chico o... en este caso un chico demonio pero sí, sabes que todo estará bien y es totalmente normal tener curiosidad querer conocer cosas nuevas, adelante nadie te detiene de aprender.

—Gracias Mabel, solo necesitaba escuchar eso —y la abracé—, aparte supongo que puedo ver qué pasa, es decir, tal vez sólo fue un capricho y ya se le paso.

—Tal vez... o tal vez quiere darte duro.

—¡Mabel! —estalló en carcajadas, mientras el calor subía a mis mejillas.

—Es broma Dipper, es broma —suspiré resignado, tardaría mucho tiempo en dejar sus bromas.

—Bueno Mabel, tengo que ir a su casa ya casi es hora y sabes que no le gusta que llegue tarde —le dí un beso en la mejilla a modo de despedida—, te quiero, nos vemos al rato.

—Nos vemos Dipper, no olvides usar protección —gritó y solo puse los ojos en blanco, Mabel nunca cambiaría.

Era pleno verano y hacía bastante calor, cada paso que daba aumentaba mi nerviosismo, lo cual me preocupaba, no quería tener sentimientos hacia Bill, independientemente de lo que había hablado con Mabel... Bill seguía siendo él, y no podía salir nada bueno de una relación con un demonio, aunque claro nadie había hablado de una relación con él, ni siquiera sabía si él sentía algo o solo tenía un capricho conmigo, estaba más inclinado a que sólo necesitaba a alguien con quien quitarse la calentura y eso era algo humillante, no quería ser sólo algo que Bill pudiera tomar usar y luego dejar, pero tampoco es como que esperará a que pudiera tener algo serio con él, es decir, si llegará a decidir que lo que sentía era algo más que atracción o confusión de adolescente.

Al llegar toqué con más seguridad que el otro día, se escuchó un adelante y entre, supongo que Bill es demasiado flojo para incluso abrir la puerta. Pasé con confianza con todo lo que había pasado recientemente con Bill ya no podía sorprenderme tan fácilmente, estaba preparado mentalmente para lo que sea... menos para eso.

Bill estaba sentado abrazando una almohada frente al televisor, estaba viendo una película y parecía querer llorar, la escena me conmovió viéndolo así como si de verdad tuviera sentimientos, era fácil olvidar todo lo demás.

—¿Qué te pasa? —dije y me senté a su lado en el sillón.

—¡Cállate! ¿no ves que está en la parte más tensa? ¡Mufasa acaba de morir y Scar le está echando la culpa a Simba! ¡No puede hacer eso! —dijo haciendo un berrinche y luego agrego serio—. Aunque debo admitir que su plan es genial, tal vez lo aplique en alguna ocasión —voltee a ver el televisor, Bill estaba viendo "El rey león" solté una carcajada y el solo me miró feo—, ¿cuál es el problema?

—Nada —reí—, solo me parece gracioso, pareciera que tienes sentimientos.

—Ese es un golpe bajo, Pino —me miró serio—, yo tengo sentimientos, por ejemplo, siento que soy terriblemente sensual —volví a reír—, también siento un gran deseo por volver a besarte.

—Oh, ahí está de nuevo —bromee—, el Bill que conozco. Por Dios, ¿acaso nunca te tomas nada en serio?

—Lo digo en serio —y se coloco peligrosamente cerca de mi rostro—, no me molestaría continuar.

—Por favor, solo cállate —reí y aparte de golpe su rostro con mi mano—, no puedes quejarte, tú fuiste quien se fue ese día —dije siguiéndole el juego, dicen que si no puedes contra ellos...—, además no hemos terminado la película, cuando acabe ya veremos.

—¿Veremos? —pregunto ilusionado.

—Claro —le sonreí—, ni pienses que me la voy a perder —dicho esto él apareció palomitas y refrescos, me ofreció algunos.

—Gracias —dije aceptando el refresco y reí cuando lo vi comer—, tranquilo, no comas como si el mundo fuera a acabarse, te vas a atragantar.

Y así pasó la tarde veíamos la película que siempre fue de mis favoritas y Bill reaccionaba tan gracioso, fue una tarde agradable y a pesar de que tuve que aguantar algunos comentarios por parte de Bill tratando de hacerme sonrojar, yo no cedía como otras veces, ya que era más fácil seguirle el juego y más divertido. Cuando la película acabo Bill puso otras más, pasaron varias horas y vimos de todo tipo, de zombies y monstruos, comedias y más, al final se había quedado dormido, no quería dejarlo en la sala así que lo cargue y lo lleve a su habitación, no es como si no debiera cargarlo de todos modos, así que lo deje en su cama y me senté a un lado de él, su cama era enorme y se veía cómoda, era bastante tarde y yo estaba muy cansado, sólo me recostaría un momento y luego me iría a la Cabaña antes de que se preocupen, pero antes de que siquiera me de cuenta ya me había dormido también...

Extrañamente esa noche no tuve insomnio.