En cuanto Drake Daugherty llegó a su departamento descargó las fotos que tomó en su visita al parque Strode con Mary a su laptop. Abrió su correo y envió un e-mail al correo del concurso Harding adjuntando todas las fotos que tomó aquel día. Con un ruidoso enter, el correo se envió.

Al día siguiente, mientras se encontraba trabajando en el estudio Flash du chic, llegó a su móvil una notificación de que había recibido un correo nuevo. Optó por abrirlo y leerlo en casa, y qué bueno que lo hizo porque su reacción podría haberle causado un buen regaño por parte de su jefa, Jamie.

Drake dio saltos de emoción y felicidad cuando terminó de leer el correo de confirmación del concurso Harding.

Estimado señor Daugherty:

Nos es un honor notificarle por medio de la presente que hemos recibido su inscripción al concurso Harding correctamente. Sus fotografías han sido consideradas para entrar en el concurso. Muchas felicidad por eso.

La gala donde se revelará el ganador será llevada a cabo el día martes 21 de octubre del presente año, iniciando a las 19:30 P.M.. La velada sucederá en la galería Combs, ubicada en: Valle de Robles, Avenida Principal #8610.

Le dejamos un link adjunto que lo llevará a una página web.  Se trata de un formulario que debe contestar para registrar su asistencia al evento. Al terminar el formulario, se descargará un archivo que deberá imprimir. Ese será su pase a la gala. Debe presentarla a la entrada de la galería, de lo contrario no podrá pasar.

Debemos agregar que a ningún concursante se le permite traer invitados ni mascotas. Por las normas de la galería, no se permite entrar con alimentos ni bebidas, así que le pedimos de la manera más atenta que atienda a las indicaciones.

Su asistencia es indispensable porque usted podría ser el afortunado ganador. Esperamos contar con su profesionalismo y su puntualidad el día de la gala.

Sin nada más que agregar, me despido de la manera más cordial y le deseo un excelente día.

Fotos Harding S.A.

Eso estaba pasando y ni el propio Drake podía creerlo. Su vida estaba tomando un rumbo hacía un futuro brillante. El mismo día que Daugherty recibió la confirmación fue a apartar y un traje de gala porque él no tenía uno, ni con sus mejores prendas quedaba presentable para una gala.

Drake no pudo sentir que su vida iba mejorando, eran tantas las cosas positivas que le habían pasado que parecía que finalmente la vida le estaba sonriendo. Después de tantos años viviendo en la sombra de su hermano mayor, viviendo con las estrictas reglas de sus progenitores, viviendo entre lágrimas mientras su padre lo "disciplinaba". Por muy mal que suene, Drake estaba feliz porque su espantosa familia estuviera muerta.

Una familia se supone que debe ser como un refugio, como un abrazo cálido, lleno de comprensión y amor incondicional. Por desgracia, eso solo le tocó al hermano mayor. Prácticamente lo tenían en un pedestal, era esa persona que hacía todo bien, que sacaba buenas notas, que no mataría a una mosca, uno de los jugadores estrella del equipo de lacrosse de la escuela, un tipo "perfecto", básicamente. A Drake le tocó todo lo contrario.

Los días pasaron y finalmente llegó el tan esperado 21 de octubre. Como todos los días, la alarma sonó a las 5:30 AM y Drake casi saltaba de su cama para comenzar lo que prometía ser un maravilloso día. 

«Premios Harding, aquí voy» pensó Daugherty.

* * *

Bajo la sombra de un roble, Drake se encontraba sentado plácidamente sobre una banca del campus. Disfrutaba de un libro sobre técnicas de fotografía en su hora libre cuando entonces escuchaba gente acercarse.

—Daugherty —llamó alguien con sorna—. Justo a la persona que quería ver.

Drake se preguntó cuánto tiempo pasó Alex buscándolo solo para presumir que hoy era la gala de los premios Harding, tan solo imaginarlo vagando por el campus como baboso, le causo gracia. Decidido a no morder el anzuelo, con toda la paciencia del mundo, Drake contestó:

—El que busca, encuentra.

—¿Sabes que día es hoy? —preguntó Alex mientras sus adeptos se reían de fondo.

—No tengo idea —mintió Drake.

—Hoy se celebra la gala de los premios Harding, eso lo sabrías si no fueras tan patético y hubieras enviado algo.

—No me digas —dijo Daugherty con falsa sorpresa.

—Me darías mucha lástima si al menos tuvieras alguna oportunidad, pero hay que admitirlo, eres patético —finalizó Alex yéndose con sus adeptos siguiéndolo.

Drake miró a su rival con una sonrisa maliciosa, esperando la cara de sorpresa que pondrá ese engreído malcriado cuando se vean en la gala de los premios. No importaba si ganaba o no, callar a Montgomery y conocer a fotógrafos importantes, era más que suficiente.

Antes de que Drake se diera cuenta ya estaba insertándose el saco negro que había rentado. La poca barba que decoraba su cara, despareció y su cabello lucía más peinado que nunca antes. Al verse por el espejo parecía que fue vestido por su madre —a excepción de la corbata que Daugherty no quiso utilizar—.

Eran las siete con treinta y cinco minutos cuando Drake llegaba a la galería Combs. En la entrada estaban dos hombres. Uno era alto y de tez blanca, estaba vestido de negro y usaba una gafas oscuras. El otro era alto y robusto, de tez oscura, y al igual que el otro, su traje negro y sus gafas oscuras no faltaban.

—Disculpe, señor —llamó el hombre de tez blanca—, ¿tiene su invitación al evento?.

—Sí, aquí la tengo.

Drake busco en el bolsillo de su saco el papel que había imprimo tras rellenar el formulario. Cuando lo encontró lo desdobló y se lo mostró a los hombres de seguridad. El hombre robusto sostenía un portapapeles y buscaba el nombre Drake Daugherty. Cuando lo encontró le asintió al otro hombre.

—Puede entrar, señor —indico él.

—Gracias.

A Drake se le hizo un poco extraño que lo llamaran "señor". Casi cumplía veintidós pero no por eso era un señor.

«¿Tan mal me veo?» pensó Drake.

Al entrar en la galería, Drake apreció la cantidad de pinturas y fotografía que estaban colgada en las paredes. Había cosas que colgaban en el techo, como unas bolas enormes de colores. También esculturas geniales y al mismo tiempo abstractas. Una galería de verdad.

De repente entre toda la multitud que charlaba o que apreciaba el arte de la galería, Drake visualizó a una persona que conocía. Se trataba de una chica de cabello negro, usaba unos aretes largos que casi tocaban sus hombros, vestía un vestido dorado con brillos.

Por supuesto que Mona iba a concursar, ella también era fotógrafa, y una muy buena. Era mejor no cruzarse con ella, no necesitaba escuchar también por parte de ella la frase "me sorprende que estés aquí, dado que eres patético", ya era suficiente de escucharlo de la bocotá de Alex.

Decidió ir al baño, ahí no lo encontraría Mona, además de que realmente tenía que ir. La galería era muy grande, así que le costaba encontrar el baño y no se lo iba a preguntar a un extraño. Eventualmente, logró encontrar el baño.

El baño estaba vacío y tras vaciar su vejiga fue al lavabo a lavarse las manos, donde a través del relejo del espejo vio la puerta abrirse. 

—¿Daugherty? —cuestionó sorprendido Montgomery-Cheng—, ¿qué estás haciendo aquí?.

La expresión que reflejaba Montgomery decía que realmente no esperaba ver a su rival en tan prestigioso evento. Darke ya se sentía un ganador.

Alex comenzó a divagar por el baño.

—No puedo creerlo, ¿en serio aceptaron tus fotografías?, supongo que dejaron entrar a cualquiera.

—Creo que tienes razón, considerando que te dejaron participar —replicó Daugherty.

Alex miró a su rival y su expresión de sorpresa se transformó a una de odio. 

—¡¿Cómo te atreves?! —exclamó Alex apuntando a Drake con un dedo.

—Escucha, Montgomery, debes comprender que todos tienen la oportunidad de superarse, de ser mejores, así como tú luchas por lograr tus metas, todos también lo hacen —con cada fría y palabra cargada de odio que decía Drake, era un paso con el que se acercaba a su rival—. Todos tienen habilidades y defectos, y tu tienes un gran ego y tu orgullo es ridículamente inmenso. Piensas que todos son inferiores a ti y los subestimas —con la poca distancia que había entre ellos, Daugherty tomó el saco verde vino de Alex obligándolo a acercarse más—. No vuelvas a subestimarme nunca más, Montgomery, porque te prometo que te destruiré.

Daugherty miró en los ojos de su rival un miedo que lo deleitó. Con un empujón se alejó de Alex y abandonó al baño.

Una vez afuera, comenzó a apreciar el arte de otros y a disfrutar del evento. Al toparse con la mesa de postres, Drake no pudo resistirse al llamado del último panqué de chocolate que se encontraba en un plato. Cuando se disponía a tomar el panqué sus manos chocaron contra las de un hombre mayor.

—Disculpe, joven —se disculpó el mayor.

Cuando Drake reparó en éste, se dio cuenta de que se trataba del señor Harding, el hombre que hizo todo el evento posible. El señor Harding es un prestigioso fotógrafo que nació y creció en Valle de Robles, sus fotografías son reconocidas internacionales. El señor Harding lucía un traje color cobrizo a cuadros con una pañoleta roja que usaba como corbata. Sus amables ojos verdes eran cubiertos por unas gafas redondas y delgadas.

—No puedo creerlo, señor Harding, es un gran, gran honor conocerlo —Daugherty le ofreció la mano mientras comenzaba a sentirse emocionado y nervioso al mismo tiempo ante la presencia del señor Harding.

El señor Harding sonrió mientras estrechaba la mano de Drake.

—El placer es todo mío, eh... disculpe, joven, ¿cuál es su nombre?.

—Julli... digo, Drake Daugherty. Lamento mucho el incidente del panqué, de saber que usted lo quería...

—Tranquilo, joven Daugherty —dijo Harding soltando la mano de Drake—. Ya he comido varios de esos panqués esta noche, así que es suyo.

Drake tomó el panqué y lo partió por la mitad ofreciéndole una parte al señor Harding, dibujándole otra sonrisa. 

—Eres un joven muy amable, Drake Daugherty —manifestó contento el mayor tomando el pedazo de panqué de chocolate—. Espero que esté disfrutando de la gala.

—Sí, todo es perfecto.

—Me alegra saber eso, aquí entre nos, la anunciación del ganador será en punto de las ocho, así que me tengo que ir yendo.

El señor Harding se fue y Drake lo siguió viendo que algunas personas también se encaminaban hacía allá. En la pared había una parte cubierta por una cortina blanca, detrás de esa cortina se encontraban las fotografías del ganador.

Harding saludó a una mujer de tez blanca que no estaba muy delgada, de cabello largo y castaño, quien sostenía un micrófono. La mujer acercó el micrófono a sus labios y comenzó a hablar.

—Su atención todos, por favor —la voz de la mujer retumbaba por toda la galería gracias a los altavoces del lugar—, la revelación del ganador del concurso Harding será en un par de minutos, les pido a todos que se dirijan al fondo de la galería.

La gente comenzó a concentrarse en el fondo de la galería, había mucha incertidumbre, en el concurso había más de cien concursantes, pero solo uno podría ganar. Drake, no tenía muchas esperanzas, su buena suerte tenía que terminar en algún punto. La oportunidad que le dio el profesor Gottesman, conocer a Mary, charlar un poco con el señor Harding, eran más que suficiente.

La voz del señor Harding comenzó a sonar por los altavoces.

—Buenas noches, damas y caballeros. Antes de cualquier cosa, quisiera agradecer a la señorita Combs por acceder usar su galería para realizar esta gala, les piso un gran aplauso para esta gran amante del arte.

Todos obedecieron, los aplausos eran demasiados que probablemente se escuchaban de cualquier rincón de la galería. La mujer que estaba al lado del señor Harding sonrió tímida.

—También quiero agradecer a todas las personas que participaron en este concurso. Recibimos muchos trabajos muy bueno, me llena de orgullo saber que hay mucho talento en Valle de Robles, por eso he decidido que esta no será la única edición del premio Harding, serán llevados a cabo cada año.

Nuevamente, los aplausos se hicieron oír. Algunos reporteros que cubrían el evento aprovecharon para tomar algunas fotos del señor Harding y la señorita Combs.

—Es hora de anunciar al ganador del premio de doscientos cincuenta mil techlutas y el set de fotografía.

La señorita Combs se acercó a la cortina y la tomó entre sus manos, creando un enorme suspenso entre los presentes, todo estaba listo para revelar al ganador.

—Me complace anunciar que el ganador es Drake Daugherty.

La señorita Combs jaló la cortina haciéndola caer, revelando las fotos que Drake había enviado. La que más relucía de entre las demás era la de Mary de espaldas siendo iluminada por el sol en medio de un cielo nublado.

El señor Harding miró a Drake y le hizo un gesto con la mano para indicarle que se acercara. Él obedeció algo tímido mientras la gente comenzaba a aplaudir. Estando frente a toda esa multitud, junto al gran señor Harding, Drake se sintió dichoso, su suerte no había acabado después de todo.

Un joven le dio a Drake un cheque enorme y los reporteros comenzaron a lanzar sus flashes a la escena lo que obligó a Daugherty a que dirigiera su vista hacia otro lado, y entonces vio que las única personas que no estaban aplaudiendo eran Alex Montgomery-Cheng y Ramona.