Capítulo 8.
El trayecto de regreso estaba algo demorado pero finalmente llegamos al puente que conectaba a Zootopia con las Islas Internas. Jack y yo aún conversábamos sobre lo que habíamos pasado pero la coneja había empezado a dormitar minutos antes. Ahora solo quedaba recorrer parte de Plaza Sahara para llegar al centro. Thomas, después de tanto tiempo sin verte. ¿Cómo fue que se consiguió su ejército? Por lo que recuerdo, era un vendedor de alfombras y muy malo. No sé cómo fue que se hizo tan experto en la bilogía. Es extraño, pero esto tiene algo por detrás. Jamás pudo haber llegado a eso sin la ayuda de algo o alguien poderoso.
–Dejando los problemas de lado, Nick. –dijo Jack. –Hace dos semanas, cuando llegó Judy, tú me dijiste que tu fin de semana había sido aburrido a excepción de tu prematuro encuentro con ella. Pero no te creo aún, tu forma de decir las cosas aburridas siempre es con desinterés o algún sarcasmo de por medio pero en vez de eso, solo fuiste directo al grano. ¿Qué sucedió Nick? –realmente había pensado que lo olvidó.
No quería decirle "Hey Jack, bueno, pues fui a la casa de Mr.Big a ver como estaba y él me propuso volver a ser un criminal pero lo rechace. Nada más."... De hecho, no suena tan mal pero de todas formas, no.
–Jack, solo prométeme que no te enojaras. –pedí antes de confesar.
–Está bien, no lo hare.
–Fui a... ver a Mr.Big. –creo haber escuchado un pequeño gruñido de parte de él. –No fue para lo que tú piensas. –explico de inmediato. –Fui para verlo como estaba y como le había ido. Pero no contaba con que él me pidiera algo. Algo que no acepte y que jamás aceptaría.
-¿Y es...?
–Él... –iba a decirlo pero escuchamos a la coneja levantarse.
-¿Dónde estamos? –no me había fijado en eso.
Ya nos encontrábamos en el centro pero era diferente. La alcaldía se encontraba cerrada por fuera. Varios soldados; si los puedo llamar así, rodeaban el edificio y de la comisaria ni hablar. Tenía muchos de estos soldados de color grisáceo a más no poder por todas partes e incluso pude notar que se llevaban a varios de los policías. Definitivamente no había bromeado con que Bogo había sido derrotado.
–Plan para liberar a Zootopia. ¿Alguna idea? –me detuve en los alrededores que no pudiesen vernos, detrás de un edificio alto.
–Deben tener a los policías dentro de la estación, en las celdas. –dice Zanahorias. –Tal vez, si entramos y liberamos al jefe Bogo con otros fuertes podremos tomar las armas, liberar la estación y luego, liberar a Zootopia.
–Bien pensado Zanahorias. ¿Cómo piensas llegar allá?
–De la misma manera que los llevaron a ellos. – ¿se va a entregar? Retiro lo dicho con qué era inteligente.
–De todas las ideas hasta ahora, esa es la más mala que he escuchado. –dije. –No puedes dejar que te capturen. Perderé a un miembro importante. – ¿Qué fue lo que dije? –Eje... Digo, perderemos a un miembro importante de este equipo y ya suficiente con que hayan atrapado a la comisaria.
-¿Alguna idea mejor genio? –quiere retarme pero sé que hacer.
–Síganme y eviten que los vean. –salgo del auto y me escondo detrás del edificio donde nos encontrábamos.
Aun no puedo creer que dije "Perderé" ¿Acaso es alguien tan importante para mí? No, realmente no. Solo me salvó la vida, ¿Eso qué? No es que sea algo increíble tampoco. Yendo por la parte no vigilada, logro llevarlos hasta el Museo de Historia Natural donde nos podremos esconder y estar lo más cerca posible de la comisaria.
–Bien, por aquí he visto que hay varias alcantarillas que conectan a Zootopia por debajo. Si utilizamos el que nos lleva del Museo a la comisaria, específicamente a las celdas, lograremos llevarnos a tantos como podremos y liberaremos a la ciudad. Una de las principales se encuentra aquí, en el cuarto de mantenimiento.
-¿Ese es tu plan? –pregunta incrédula.
–Me parece excelente. –dice Jack. –Pero, ¿Sabes cuál es el camino?
–Jack, la pregunta ofende. –retiro la tapa de alcantarilla que se encontraba en el cuarto de mantenimiento del museo y bajo por ahí. –Como sabes, yo fui callejero y antes tenía que moverme de algún modo sin que me arrestasen. Este era mi modo. –las alcantarillas eran lo suficientemente altas y grandes para hacer que quepa un rinoceronte.
Solo espero recordar bien cuál era el camino. Esta zona era demasiado extraña ya que era la zona que quería evitar en mayor parte. Aunque ahora es el que más necesito. Eran oscuras, sucias y muy... mojadas. Aunque podía ver con claridad, parece que Jack tenia algunos problemas para ver pero no tantos como la coneja que tropezaba cada cinco pasos. Esta vez, no creo que me arrepienta de cargarla. Es liviana y no tan incómoda si es que no se mueve.
¿Que?
–Oye, Zanahorias. ¿Quieres que te lleve? –pregunto deteniéndome.
–Oh, no. Tranquilo, solo estoy algo incomoda por no ver en la oscuridad.
–Ya, y yo soy una jirafa. –sin que ella me lo pidiese, me le acerco y la alzo con mis dos patas. –Lo ves o bueno, sientes, es mejor así. –por la poca luz no pude notar mucho de su rostro pero creo que se había sonrojado.
Pero al mismo tiempo que hacia la acción, un crujir de algo sonó delante nuestra, proveniente de Jack. No puedo decir que eran sus puños porque se encontraban abiertos pero al parecer fue un crujir fuerte de sus dientes. Jajá, esta celoso. Pero no pienso hacer nada con la Judy... digo, con la coneja. Sí, eso dije.
-¿Falta mucho? –pregunta serio y sin voltear.
Hecho un vistazo a la alcantarilla donde nos encontrábamos y al parecer no faltaba casi nada. Solo era cuestión de doblar a la derecha en la esquina, literalmente.
–Solamente de girar a la derecha. Solo sigue mi voz. –ahora, seguramente, nos encontrábamos debajo de la comisaria y debajo de las celdas.
Busque con mi vista alguna tapa de alcantarilla en el techo pero la más "cercana" estaba a unos dos metros de mí. No sé cómo podría llegar hasta allá.
–Hay una tapa de alcantarilla encima de nosotros pero se encuentra a dos metros, no puedo alcanzarla. Ni si quiera saltando.
–Déjamelo a mí. –dice Jack. –Ponme debajo de la tapa e impúlsame. –okey, realmente esta celoso.
Su tono pasó de serio a retador. Como diciendo "Voy a hacer esto para impresionarla" y realmente era algo que me molestaba. No iba a intentar nada con la coneja. Ni si quiera me gusta. Sí, es agradable pero nada más que eso.
–Bien, ¿Estás listo?
–Como nunca. –subiéndose a mis patas, se agacha demasiado para saltar de un gran impulso de sus patas e increíblemente, dar con la tapa.
–Excelente, ahora gira a la derecha. –digo observándolo colgar.
–Se lo que hay que hacer. –este no es el Jack que conozco. Girando fuertemente hacia la derecha, logra abrir la tapa y entrar a las celdas. –Traeré a más oficiales, Judy, acompáñame, necesito que alguien me cubra. –ahora que teníamos luz, la coneja asintió y se subió a mis patas haciendo la misma acción de Jack solo que esta vez ella entró inmediatamente. –Nick, espéranos aquí. Yo traeré refuerzos.
–Entendido capitán enojo. –rió de lado y salió del rango de visión al igual que la coneja.
Ahora a esperar. Realmente estaba celoso.
***
<< ¿Cómo se atreve? Tratando de quitarme a mi chica. Es algo innatural aparte de que me está siendo un mal amigo. Pero, estoy exagerando. Él solo se ofreció para llevarla y yo no soy nada más que un punto de autoridad para Judy. ¿Cómo llegaría a ser más que eso?>> Todo esto lo pensaba el conejo a rayas mientras veían a sus amigos y compañeros encerrados. Las llaves estaba colgadas del otro lado de la sala por lo cual no fue demasiado difícil liberar a cuatro o cinco. Entre ellos, el búfalo Bogo y el oficial come-donas Garraza. Trataron de liberar a más pero un guardia estaba a punto de entrar. Antes de que los viese, todos bajaron por la alcantarilla que habían entrado cerrándola con la tapa.
–Es una alegría volver a verlo señor. –dijo Nick viendo a Bogo bajar.
–También me alegra Wilde pero ahora tenemos que liberar a Zootopia. ¿Tienen algún plan?
–Hasta ahora, esto es lo más lejos que pensé que llegaría este plan. –comenta sorprendido. –Pero ahora está usted. ¿Qué quiere que hagamos?
-¿Estos conductos a dónde llevan?
–Al Museo de Historia Natural señor. –informa Jack antes que Nick.
–Volvamos allá. Por ahora, no podemos hacer nada. Esperaremos al amanecer. –todos asintieron y siguieron a Nick devuelta al museo.
Pero dentro de él había algo que se estaba encendiendo, algo igual a una chispa pero no como cualquier otra. No era de esas que te sientes feliz con un logro, era de esas que te sientes feliz sin explicación alguna aunque esta sí tenía explicación y era provocado; inconscientemente, por una conejita de pelaje gris y ojos morados. La misma sensación en Jack, podría decirse que ese momento seria el comienzo para la prueba de los dos amigos inseparables.
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