<<Tal vez me estoy volviendo paranoico. No puedo culparlo, ella tiene razón. Comenzaron mal y tienen derecho a un nuevo comienzo pero no he parado de pensar en esa noche. Pensaba que estaba seguro de los gustos de Nick pero al parecer han cambiado o eso creo. Aun siento enojo al recordar el momento cuando Judy abrazaba la cola de Nick y él no hacía nada por detenerla. ¿Sera que él la quiere? No, no es lo más probable pero no imposible. Yo la vi primero, yo fui su primer amigo, no tiene derecho a quitármela.

¿Por qué pienso de esta manera? Jamás he sido posesivo. Jamás, con nadie ni con nada. Realmente estoy enamorado de la señorita Hopps pero ¿Nick lo estará? Desearía que no pero es una extraña y posible opción a las miles que hay en este momento. Deberé seguirle de cerca para despejar sospechas aunque conociéndolo ni si quiera él estará seguro de que si está o no está enamorado. De todos modos, tendré los ojos bien abiertos>>

***

El día de la condecoración.

La vida puede darte cambios muy sorprendentes en muy poco tiempo. No soy la excepción pero no esperaba algo de esta manera. Y lo más extraño es que no puedo negarlo. No puedo porque no quiero, no quiero negarlo. Es más, quisiera gritarlo a los cuatro vientos y no me importa lo que los demás digan. Si me ven como el bicho más raro, como un monstruo jamás antes visto. No me importara.

Hoy es un nuevo día y un día especial. La condecoración por salvar a la ciudad. Un día por el cual es feliz vivir. Solo por ese ser que hace mi día especial. No creo que sea muy interesante el describir como me siento por las obvias palabras. Pero no me impide pensar todo lo que creo que sucederá hoy. Si Jack no ha hecho nada, entonces lo hare yo. Hasta ha demostrado indiferencia en vez de ser más atento.

–Este es un mejor día. –me digo antes de salir de mi hogar dulce hogar.

Hoy todo se veía un poco más alegre de lo normal. Las personas parecían tener un día muy interesante. Reían, sonreían, todos eran felices. Al igual que yo. No parece real que este así pero lo estoy y eso es lo mejor. El evento estaba preparado para las doce del mediodía y apenas eran las diez. Tal vez eso me dé tiempo para pasar con quien únicamente me importa pasar.

La comisaria se veía muy ocupada. Todos ocupados yendo de aquí para allá. Al parecer hoy si tenían trabajo que hacer. No importa, trabajo es trabajo. Aunque en todo el barullo y locura que se traía la comisaria, sentí una pequeña presencia de... incomodidad en el lugar. Y no del que agrade y pase en un momento. Justamente, Jack iba pasando hacia su cubículo. Estaba bien vestido, con su uniforme más elegante. Y se veía un poco más extraño de lo normal. No extraño del mal sentido, sino, de ese extraño bueno. Se veía más animado y alegre. Con una sonrisa de orejota a orejota que no creo que se le iba a poder quitar durante un buen tiempo.

-¿Por qué tanto buen humor señor Savage? –pregunte divertido.

–Hay muchas razones para ello, hermano. –dice con un aire risueño. –La vida, la alegría, el amor.

–Así que el ángel del amor ya te ha llegado ¿Eh? –comento tranquilo. –Es extraño, a mi también me llego.

-¿A si?

–Así es. Tengo una idea. ¿Tienes una imagen de ella?

–Sí, claro que sí.

–Bien. Los dos sacaremos una imagen de nuestras chicas y la mostraremos al mismo tiempo para saber. ¿Está bien?

–Está bien. –los dos llevamos nuestras patas a nuestros bolsillos.

Yo saque mi teléfono donde era que tenía la foto que me tome con ella ese día mientras el sacaba una imagen imprenta de su bolsillo derecho. Es increíble la gran conexión que podemos llegar a tener hasta de estar enamorados al mismo tiempo.

–Bien, ¿Listo? –digo preparado y él asiente. –Uno... Dos... Tres... -damos vuelta cada uno y...

Silencio. Es lo único que se escuchó. Ninguna exclamación de sorpresa, ninguna de duda. Solo silencio. ¿Por qué? No es que sea o fuese algo muy común pero... ¿Dos seres enamorados del mismo? Esto tiene que ser una comedia para ser cierto.

–Espera. –me dice. –Yo pensé que tú y ella...

–Pensaba lo mismo. No creí que... –un momento muy incómodo.

Estábamos enamorados del mismo ser. La misma persona, la misma coneja. Judy Hopps. En mi caso es anti-natural pero como dije antes no me importara un comino. Yo haré lo que sea por ella y si tengo que sacar a mi "hermano" lo hare. Más silencio había entre nosotros pero ahora de incomodo pasaba a ser un aire tenso y de enojo. Algo que no demoro en ser demostrado por los dos.

-¿Acaso estás loco? –vuelve a decir. –Eso es algo anti-natural. No puedes estar con ella.

-¿Y quién me lo impide? ¿Tu? De lo que recuerdo no has hecho nada más que enojarte y ser un completo idiota. Hasta estas en la zona del amigo. –contesto con gracia y sarcasmo.

–Y tú estabas en la zona del odio. –responde más orgulloso. –Mira, dejémoslo así. Déjame a Judy, yo te dejare ser el mejor policía y todos felices.

-¡Ja! Ni creas Jack. Hay cosas por las que he peleado y tú no me vas a intimidar fácilmente. Yo seré su novio.

–Me das mucha risa. No. Yo seré su novio. –y entonces. La mejor idea que se me pudo ocurrir. ¿Por qué? Porque sé que la ganare.

–En vez de estar peleando como un par de niños, hagamos esto a algo más elaborado y adulto. –se levanta extrañado de su asiento con una ceja enarcada. –Una competencia. Durante un año trataremos de enamorar a Judy y al final, a quien ella elija, será el ganador.

-¿Y eso es ser adulto? Pensé que eras más inteligente Nick. –comenta sorprendido pero sarcástico.

–Está bien, diré que eres una gallina y que yo hice todo el trabajo del salvamento de la ciudad. –sonrió con malicia y él me mira mal.

–No soy una gallina. ¿Quién dijo miedo? –se acercó hasta mí y extendió su pata en forma para cerrar el trato. Yo, estrechándola.

–Está hecho y la competencia comienza justo hoy. –y como si el destino me hubiera escuchado Judy pasa a unos metros de nosotros saludándonos.

Miro a Jack quien me mira mal pero lo empujo de cara con mi pata y saltando sobre mi escritorio hasta llegar a estar a su lado. Trampa, lo sé pero en la guerra y el amor todo se vale. ¿No?

–Hola Judy. ¿Cómo estuvieron tus días libres? –digo tranquilizándome.

–Pues muy bien Nick, gracias por preguntar. ¿Jack no estaba contigo?

-¡Aquí estoy! –exclama detrás. –Me caí en mi cubículo. ¿Cómo estas Judy?

Definitivamente esto va a ir de largo y será divertido porque hare lo imposible para que Jack pierda. Puede que él sea el más listo de los dos y que sepa más de estrategia y táctica pero yo tengo algo que él no utiliza ni quiere utilizar y se llama astucia. Astucia y actitud. Sé cómo hacer ciertos movimientos con las chicas y con Judy no será diferente. ¿Por qué tendría que perder contra alguien como Jack? Absurdo. Incluso me da risa el pensar en mi propia derrota frente a él.

–Jack. –dijo Judy. -¿Qué hora es?

–Son las diez y media Judy.

–Aún tenemos tiempo Zanahorias. –digo relajado.

–No le digas así Nick, sabes que a ella no le gusta. –queja Jack.

–No, tranquilo Jack. De hecho, me gusta ese apodo. –miro por detrás de Judy a Jack con una mirada triunfante y alzando dos veces mis cejas en forma de burla. Algo que lo enojo más todavía.

Él rápidamente cambia de lado por detrás de Judy y me empuja alejándome de ellos y haciéndome chocar contra un oficial tigre que se molestó. Mientras me incorporaba, Jack pasaba su pata por detrás del hombro de Judy. Algo que me molesto más aún.

Esta batalla será una grande y Jack, acabas de comenzar a jugar con quien no debías.

¡Esto es la Guerra!