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Capítulo 38: El último gran reto

Antes que empiecen el capítulo quiero decirles que este es el último capítulo de ¡Esto es guerra! (sin contar el epilogo) :((((( El epílogo será más corto que un capítulo normal y ese sera el final de esta historia, espero subir el epílogo este jueves y entrar a los premios Watty.

Bueno pensaba en hacerles una nota final pero quiero esperar al epílogo asique lo único que me queda por decirles es que deseo de corazón que les guste este último capítulo y me digan que les pareció. Gracias por acompañarme en esta historia, y espero que les haya gustado leerla tanto como a mi me gusto escribirla.

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- Es una larga historia –me dijo Kian jugando con nuestras manos entrelazadas-

- Bueno, el profesor nos ha echado de su clase así que creo que tenemos al menos 40 minutos libres para que me digas como es que estas aquí con tu enemigo mortal.

Kian me miró esbozando una sonrisa, esa sonrisa tan suya que hacía que sus ojos se achinaran.

- ¿Qué sucede? –pregunté devolviéndole la sonrisa-

- Nada, es solo que no te das una maldita idea de cuanto te extrañé Aspen –me contestó y luego me llevó hasta las escaleras de la entrada del instituto para que nos sentaramos allí. Me colocó en su regazo y me rodeó la cintura con sus brazos, parecía como si tuviera miedo de que me escapara de él en cualquier momento- todo comenzó cuando tu madre me contó que te ibas a ir. Te he dicho que hice todo lo que pude para que te quedaras pero no te conté exactamente todo lo que hice. Una de esas cosas fue ir a ver a Mason, sabía que sus padres eran amigos de los tuyos y pensé que tal vez él podría ayudarnos asi que fui a verlo.

Pestañeé sorprendida. Nunca se me hubiese ocurrido que Mason tal vez me podría ayudar, tampoco tenía tan presente que sus padres eran amigos de los míos, pero lo que más me sorprendía era saber que Kian había ido a ver a Mason a pesar de todo lo que había pasado entre ellos dos, no me imaginaba lo duro que tuvo que haber sido para él ir a verlo.

- Al principio fue todo muy raro, no sabría decir cuál de los dos era el que estaba más sorprendido. Era irónico como la única persona que tal vez podría ayudarme era él y sabía que estaba siendo un hipócrita por ir a verlo solo porque necesitaba algo y más luego de que las cosas entre nosotros terminaran de la forma que terminaron pero estaba destrozado, necesitaba que alguien me dijera que las cosas se iban a arreglar y Mason lo sabía. A pesar de todo lo que ha pasado entre nosotros, él me conoce mejor que nadie. Obviamente en ese momento él no podía hacer nada, tenía que hablar con sus padres y esperar a que ellos pudieran buscar una solución. Yo estaba desesperado y él me dijo que le pegara, lo miré como si se hubiera vuelto loco, él se limitó a decir "Sé que necesitas descargarte con algo, no tienes un palo de lacrosse en este momento así que pégame". Le dije que no lo haría y que en cualquier caso él tendría que ser el que me pegara a mi, después de todo yo siempre era el que empezaba las peleas con él.

- ¿Estaban discutiendo por quién le pegaba a quién? Se nota que ustedes fueron amigos.

- Cuando terminé de decirselo me dio un puñetazo en el ojo, así de simple. Me estaba provocando para que yo le pegara pero de todas maneras no quería hacerlo, él se dio cuenta de eso y decidió darme en mi punto débil, tú.

- ¿Yo?

- "Acuérdate que he besado a tu novia" me dijo.

- Que maldito –dije entrecerrando los ojos- dime que le has dado un buen golpe.

- Luego de que dijera eso no hizo falta nada más, le pegué en la mandibula. Él se enojo y me gritó "¡Tampoco es que me he acostado con ella, solo fue un besito ¿Por qué me tenías que golpear tan fuerte? ¿Sabes cuantas cremas tendré que usar ahora?"

- ¿Qué problema tiene con las cremas?

- No lo sé, esta obsesionado.

- Igual tiene muy buena piel.

- ¡Si! –concordó Kian- ¿Has visto como brilla? Luego pregúntale cual es el nombre de su crema exactamente así la compramos.

Me reí. 

- Y ahora qué ¿Vuelven a ser amigos? 

Kian suspiró.

- No lo sé, luego de eso volvimos a hablar un par de veces, él me contaba los progresos que estaban haciendo sus padres. Una vez lo llamé porque te extrañaba demasiado, y extrañaba demasiado a mi hermana. No podía evitar pensar en ella también y como me ayudaría si estuviera aquí, lo fácil que serían las cosas si ella estuviera aquí. Con las únicas personas que puedo hablar de mi hermana y saber que me van a entender son mis padres, Mason y Emma. Hablar con mis padres sería lo peor, por más de que ellos no lo demuestren todos los días, perder a su hija fue lo peor que les pudo haber pasado en la vida y se lamentan todos lo días por ello, que yo les hable de ella solo haría las cosas más difíciles, al igual que Emma, ella no tendría que pensar nunca en el accidente, tendría que colorear, dibujar y disfrutar su niñez. En cambio Mason... él la amaba, a pesar de todo lo que pasó entre ellos se que la quería de verdad y que todo esto ha sido igual de duro para él como lo fue para mi. Nunca había hablado con él sobre el accidente, por lo menos no de una buena manera y pensé que ya era hora de hacerlo, pensé que Abril querría que hablaramos del accidente y ella se merecia que la recordaramos juntos, por lo menos una vez. Así que deje todo mi rencor y mi enojo de lado y lo llamé. Fue muy difícil, volver a revivir todo de nuevo. Él me contó cosas que no sabía, cosas que tuve que haber sabido desde antes pero nunca le di la posibilidad de que me las contara. La charla no nos volvió mejores amigos de nuevo, pero nos ha hecho muy bien a los dos y a pesar de que dudo que las cosas alguna vez vuelvan a ser como antes, por lo menos soportamos estar juntos sin matarnos y tenemos un entendimiento silencioso. Se que suena raro, pero pasamos por tantas cosas que a esa altura ya no hace falta darnos explicaciones, ya no sirve de nada.

- Así que de alguna manera lo has perdonado.

- Y de alguna manera él me ha perdonado a mi también, pero todavía no te he contado la mejor parte, la razón de por que estamos aquí.

- Oh por Dios, Kian...

- ¡Los padres de Mason han encontrado un trabajo para tu madre!

Me tapé la boca con las manos y luego lo abracé tirándolo para atrás, él me sostuvo entre sus brazos, no recordaba cuando había sido la última vez que sentia tanta felicidad, y aunque no podía ver a Kian sabía que él tenía la misma sonrisa que tenía yo en ese momento, una sonrisa de esperanza. Me separé de él para mirarlo a los ojos.

- ¿Cómo.. cómo es posible? ¿Ya ha hablado con mi madre? ¿Y con mi padre?

- Si, han encontrado el trabajo hace unos días pero no nos lo habían dicho ni a Mason ni a mi para que no nos ilusionemos, pero tu madre ya lo ha aceptado y es oficial. También se lo hemos dicho a tu padre, yo.. he estado hablando con él por telefono.

- ¿Qué? –lo miré sorprendida- ¿Por qué?

- De alguna manera tenía que saber de ti, no te contestaba los llamados ni los mensajes pero de todos modos quería saber como estabas, como te estabas adaptando aquí y él era el único que te podía ver todos los días, bueno él y el estúpido de Liam pero no iba a llamarlo a él. No pongas esa cara ¿estas enojada?

- No, no estoy enojada, es solo que... todo este tiempo pensé que la persona con la que hablaba por teléfono mi padre era Sarah, su ex novia, no tú. Incluso le grité por ello -estaba tan confundida- ¿Pero él ha aceptado?

- Al principio no le gustó la idea de que vuelvas, quería que terminaras el año con él pero a su vez él sabe que no eres feliz aquí y que probablemente sigas sin ser feliz mientras estes con él y no con tu madre y tus amigos, así que accedió a hacerlo, dijo que iba a tener que hablar contigo sobre ello y tal vez te pone algunas condiciones pero puedes volver Aspen, puedes volver con todos nosotros.

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En cuestión de horas mi mundo cambió drásticamente: iba a volver a mi casa, con mi madre e iba a volver a mi instituto y a ver a mis amigos todos los días como siempre. También volvía a estar con Kian. Me sorprendía lo fácil que había sido volver a estar con él, no había silencios incómodos entre nosotros ni remordimientos, y si era posible estabamos más unidos que antes. También me sorprendía ver a Kian y a Mason juntos, ellos actuaban como si no fuera la gran cosa pero se notaba que era un gran cambio para los dos. No sabía como demostrarle a Mason lo agradecída que estaba con él, le había agradecido desde que lo volvimos a ver hasta el camino de vuelta a mi casa. Él se limitaba a decir "No tienes que agradecerme pequeña Alisson", y en cierto modo sabía que no lo había hecho solo por mi pero de todas maneras siempre iba a a estar agradecida con él.

Estaba en la cocina esperando a que mi padre terminara de hablar con mi madre por teléfono. Podía escuchar a Kian y a Mason, quienes estaban en la sala de estar, discutir sobre quien había jugado mejor en el partido de lacrosse que se había hecho en mi instituto. El mismo partido en el cual casi se mataban. Los chicos eran tan extraños.

- Ya hablé con tu madre –me informó mi papá entrando a la cocina-  te irás esta noche con Mason y Kian.

Traté de no demostrar mi felicidad en frente de mi padre pero era algo que no podía controlar.

- ¿Ya puedo ir a hacer la valija, entonces?

- Se que estas entusiasmada por irte pero quiero hablar contigo antes de que te vayas –me dijo y suspiró- desde el primer momento supe que no querías venir aquí ¿Cómo podrías, después de todo lo que hice? Se que tendría que haberte pedido perdon mucho tiempo atrás pero tenía esperanza, no de que me pudieras perdonar, pero de poder arreglar las cosas.

- Algunas cosas estan muy rotas para poder ser arregladas –contesté-

Y la verdad era que hubo un momento en mi vida que ya no esperé las diculpas de mi padre porque me di cuenta que vives mejor cuando aceptas unas disculpas que nunca te fueron dadas.

- De eso me di cuenta cuando viniste a vivir aquí, no estas cómoda conmigo y ya no puedo pretender que actuemos como una familia feliz de nuevo, las cosas no funcionan así. Tú sabes que quiero volver a tenerte en mi vida, y es tu decisión si quieres intentarlo de nuevo o no.

- Si me lo preguntas ahora mismo te dire que no, no quiero tenerte de nuevo en mi vida, lo siento pero cada vez que te veo pienso en todo lo que pasó. Eso no quiere decir que no pueda pasar que un día me levante y te extrañe y quiera hablar contigo, pero si eso pasa tengo que saber que estaras ahí, tengo que saber que estaras del otro lado para contestarme.

- Lo prometo, prometo que voy a estar del otro lado.

Asentí con la cabeza mientras me levantaba de mi asiento. No iba a dudar de él, y no porque confiara en mi padre porque no lo hacía pero a veces cuando das segundas oportunidades no es porque confias en la otra persona, si no porque solo tienes la esperanza de que no volverá a cometer el mismo error.

- Iré a empacar –le avisé y me di vuelta antes de llegar a la puerta- Ah, y perdón.

Me miró extrañado.

- ¿Por qué?

- Por no creerte. Me habías dicho que no hablabas más con Sarah y no te creí.

Me sonrió pero su sonrisa no le llegó a los ojos.

- No te culpes por eso, pero cuida a ese chico, realmente te quiere.

Lo miré desde la puerta. Kian estaba parado, mostrandole una táctica de lacrosse a Mason, tenía levemente el ceño fruncido pero cuando me atrapó mirándolo toda arruga de su frente desapareció y me guiñó el ojo con una sonrisa.

- Lo cuidaré –le contesté a mi padre sin apartar la mirada de Kian-

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Cuando llegué, Anne, James, Sebastian, Logan y mi madre me estaban esperando en el aeropuerto. Todos estaban felices y querían saber como me había ido, no paraban de abrazarme y de decirme que me habían extrañado. Yo los había extrañado de una manera inexplicable pero lo que más quería hacer en ese momento era descansar.

El viaje en avión había sido cansador, no había podido dormir, y no porque no lo hubiera intentado si no porque siempre que trataba de hacerlo a Mason y a Kian se les ocurría algo nuevo, o querían jugar a las cartas, o querían que juguemos a algún juego que tenían en las mini televisiones del avión o que veamos los tres una película al mismo tiempo. "Es como ir al cine en las nubes" decían y me daban ganas de bajarme del avión con un paracaídas. En un momento Kian se quedó dormido en mi hombro y Mason me rogó que le hicieramos  alguna maldad, yo estaba apunto de aceptar cuando volví a prestarle atención a Kian, su rostro estaba tan pacífico mientras dormía que me pergunté hacía cuanto tiempo no dormía bien.

- No, no le hagas nada –le susurré-

- Pequeña Alisson gracias a mi estas en este avión –protestó con los brazos cruzados-

- Y sabes cuan agradecida estoy pero no me puedes sobornar con eso cada vez que quieres algo, ya te acompañé hasta el baño y te tuve que sostener la puerta "por si se abría"

- ¡¿Qué hubiese pasado si se abría y todo el avión me veía haciendo mis necesidades?!

- Las puertas del avión estan hechas para que no se abran cuando las cierras con el seguro, Mason.

-No confio en las puertas del avión. ¿Sabes qué? Olvidalo, iré a hablar con alguna azafata.

Puse los ojos en blanco y seguí acaricandole el pelo a Kian. Unos minutos después el avión dio una sacudida y Kian se despertó sobresaltado, con la respiración agitada.

- Hey, hey, estoy aquí –le dije soteniéndole la mano-

Él pareció tranquilizarse y volvió a apoyar su cabeza en mi hombro, sosteniéndome la mano más fuerte.

- Lo siento.

- No lo sientas. Ya estamos por llegar a casa.

- Dejé mi casa para ir a verte pero siento que me dirigí a ella –me contestó mirándome tiernamente-

Me incliné para besarlo.

- Gracias por venir a buscarme, Denovan.

- ¿Estas cansada?

- Un poco, pero dormiré cuando lleguemos.

- Mira que mañana a la noche es la fiesta de disfraces de Halloween, los chicos estaban como locos porque no sabían que ponerse.

- Noo, me había olvidado de la fiesta de Halloween. ¿Qué se supone que me voy a poner?

- No lo sé, James quería vestirse de Batman y le estuvo insistiendo días y días a Anne para que se vista de Robin, hasta amenazó a Sebastian y Logan para que no le robaran la idea.

Me reí, y me rasqué la barbilla pensando algún disfraz para compartir con Kian, quería algo que nos identificara, pero ningún personaje me convencía. Al final se me ocurrió una idea. 

Kian encaró una ceja.

- ¿Por qué me miras así?

- Creo que acabo de encontrar nuestro último gran reto –le hice saber con una sonrisa de oreja a oreja-

- ¿Quieres que nos vistamos de Batman y Robin? James va a asesinarte...

- No, no de Batman y Robin. Tú te acuerdas como comenzamos los retos ¿no?

―¿Cómo me puedes preguntar eso? ―Su voz sonaba ofendida― Prometimos hacer las actividades del otro en clase de literatura y... espera, acaso, ¿es lo que estoy pensando? ¿Quieres que yo me disfrace de ti... y tú de mí?

―¡Sí! ―exclamé entusiasmada.

Kian me miró incrédulo

- ¿Me tendré que poner tetas? –preguntó mirando su pecho plano- ¿De donde quieres que las saque?

- Cada uno se tiene que conseguir su propio disfraz –dije encogiéndome de hombros-

Él me miró con los ojos entrecerrados.

- Esta bien, pero no solo tendremos que disfrazarnos, también tendremos que pedir 10 números de teléfonos, tú a 10 chicas y yo a 10 chicos.

Lancé una carcajada.

- ¿Piensas que no puedo conseguir diez números de chicas vestida de ti y tú si puedes conseguir los números vestido de mí?

Kian me miró con inocencia.

- Tú lo has dicho.

- Acepto –dije sosteniéndole la mirada y dándole la mano para cerrar el trato- vas a perder.

- Oh, ya veremos.

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KIAN POV.

10 horas antes de la fiesta.

- Voy a perder –les dije a James y a Logan agarrándome la cabeza-

- Amigo, vas a ganar, tranquilizate –me contestó James-

- No quiero estar en el equipo perdedor –protestó Logan- yo quería ir con Sebastian y Anne.

- ¡No perderemos! –exclamó James-    

- James, faltan 10 horas para la fiesta y solo tenemos una peluca pelirroja. ¿Cómo conseguiremos tetas falsas y un disfraz falso para mi disfraz?

Estabamos yendo a la casa de Logan a ver si su hermana, Sophia, tenía algo para prestarme, ella tenía quince años y era bajita pero Logan me había dicho que siempre tenía cosas de sus amigas en su casa y que tal vez encontrabamos algo.

Tenía que disfrazarme de mujer, pero a la vez tenía que disfrazarme de otra cosa. Estaba yendo a una fiesta de disfraces y supuestamente era una mujer, no podía ir sin disfraz. Sabía que Alisson ya tenía el suyo pero yo no tenía ni idea que iba a ponerme. Ugh, en este momento necesitaba que mi novia me ayudara, no que me declarara la guerra.

Cuando llegamos a su casa y le contamos a su hermana lo que teníamos que hacer nos miró como si nos hubieramos vuelto locos.

- Podría tener algo para prestarte, pero eres muy alto –dijo subiendo las escaleras y luego miró mal a James- no te atrevas a decir que el problema es que soy muy baja.

- ¿Ya lo he dicho muchas veces, no?

Una vez que entramos a su habitación, nos sentamos en su cama mientras ella revolvía su armario.

- ¿De qué te vas a disfrazar tú? –le pregunté-

- De Elsa.

La miré sin entender y James me miró ofendido.

- ¡De la película Frozen, idiota!

- Perdón, no la he visto –le dije con los ojos como platos-

- ¿De qué te vas a disfrazar tú, James? –le preguntó Sophia- se que Logan se disfrazará de pirata, Sebastian de boxeador y Anne de guerrera. ¿Y tú?

- De Batman –respondió orgulloso-

Después de todo, James si había conseguido convencer a alguien de que se vistiera de Robin. A Mason.

- Original –dijo Sophia sarcásticamente-

- Tú estas celosa porque seguro no tienes ninguna amiga que se disfrace de Anna.

- De hecho mi mejor amiga se disfrazará de Anna.

- ¿Anna? –pregunté-

- ¡La hermana de Elsa! –exclamó James mirándome mal- no se porque todavía sigues siendo mi mejor amigo.

- ¡Aquí estan! –gritó Sophia desde adentro de su armario y salió mostrandome un pantalón negro, una especie de blusa y unos anteojos- Sabía que estaban en algún lado. Una vez tuve una fiesta temática Pop y me tuve que difrazar con ropa de los ochenta, una amiga me prestó estos pantalones negros Oxford, a mi me iban demasiado grandes pero a ti te irán bien, hasta un poco cortos seguramente así que tienes que ponerte unos buenos tacos para que quede bien –me dijo y me entregó la ropa-

- Gracias –le dije aliviado- lo único que tengo que buscar ahora son unos tacos y unas tetas.

- ¿Anne no calza mas o menos lo mismo que tú? –preguntó Logan-

- Si, pero esta en el equipo de Alisson, no me ayudará.

- A menos que... -comenzó James y luego se calló-

- ¿A menos que, qué?

- Bueno, Anne se dejó unos zapatos en mi casa y todavía no los vino a buscar...

- Perfecto –respondí entusiasmado- quedate tranquilo, no se dará ni cuenta que son los suyos. Ahora lo único que me falta son las tetas.

- Melones –dijo Logan levantándose- vamos a la cocina.

Habíamos comprado un sostén ya que hubiese sido muy perturbador si alguno de nosotros le robaba un sostén a su madre y luego me lo ponía.

- ¡Son enormes! –exclamé cuando Logan me los puso-

- ¿Tú quieres que los chicos te den su número o no? –preguntó Logan acomodándomelos, toda esta situación era bizarra-

- Logan tú me vas a dar algunos tips ¿no? De qué decirles a los chicos para que me den su número.

- Quédate tranquilo, que con estos melones no tendrás que decirles nada, pelirroja. Esta va a ser una gran noche para ti.

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Mi noche no había empezado como me lo esperaba. La fiesta era en lo que parecía ser una mansión, estaba decorada con calabazas, esqueletos, telas de arañas y otras cosas propias de Halloween, la música estaba al máximo y había vasos de alcohol y adolescentes por todos lados.

Alisson me había dicho que ya habían llegado y que estaba con Anne y Sebastian en el patio trasero donde estaba la pileta.

- ¡¿Cómo se hacer para caminar con estas cosas?! –grité tratado de no caerme mientras los tacos me estaban matando- en serio esto es un invento de Lucifer. ¡James! –lo llamé desesperado- no camines tan lejos mío, necesito agarrarme de algo.

Cuando finalmente entramos en el patio trasero y la vi a Alisson no pude evitar reirme por cómo estaba vestida, su disfraz era de marinero, tenía una peluca corta de color negro debajo de un sombrero de marinero, y estaba seguro que se había puesto alguna especie de faja en el pecho. Mi cadena del ancla colgaba de su cuello y supe que lo había hecho a proposito.

Por otro lado yo le había dicho a James que Anne no iba a darse cuenta que estaba usando sus zapatos pero la había subestimado, y mucho. No tuve tiempo ni siquiera de correr cuando una chica vestida de guerrera se tiro encima mio.

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ALISSON POV.

Estaba hablando con Sebastian y tomando un trago cuando alcé la cabeza y casi escupo mi bebida. James, Kian y Logan aparecieron por la puerta y todos se dieron vuelta a mirarlos. Realmente Kian iba a tener que esforzarse mucho por conseguir esos números porque era obvio que sus tetas eran o de mentira o hechas por un mal cirujano. También se notaba que no podía caminar con los tacos, estaba trastabillandose y agarrándose de James para no caerse. Fruncí el ceño al ver los tacos que estaba usando, me sonaban conocidos pero no eran míos.

- Sebastian –le dije sin dejar de mirar a los chicos- esos tacos te suenan... ¡Oh mi Dios!

Sebastian y yo nos levantamos de un salto y fuimos corriendo hasta donde estaban los demás. Anne se le había tirado encima a Kian y le estaba intentando sacar los zapatos. De repente todas las personas que estaban en el patio hicieron una ronda alrededor de ellos y comenzaron a gritar ¡Pelea de chicas! ¡Pelea! ¡Pelea!

- No puedo creer que Kian tenga mejor disfraz que yo ―rezongué cuando nos unimos a la ronda. Realmente me gustaba su disfraz de los años setenta.

- Alisson, Anne y Kian se estan matando ¿Y tú te preocupas por eso?

James y Logan se nos acercaron riendo, James estaba filmando todo con su celular.

- Amo esta fiesta –dijo James con una sonrisa-

- ¿Piensan que tenemos que hacer algo? –preguntó Sebastian-

- ¡Si los separas te mato! –lo amenazó James- este video va a  ir directo a YouTube.

- ¿No crees que Anne te dejará cuando sepa que fuiste tú el que le dio los zapatos a Kian?

James se quedó boquiabierto y paró el video, luego llamó a alguien desde su celular.

- ¡Robin! ¿Dónde diablos estas? ¿Hablando con una chica? ¿Robin no era gay? –preguntó y luego negó con la cabeza- No importa necesito de tu ayuda, necesito que traigas el BatiMovil y me escondas de Anne –dijo y salió corriendo-

Mientras tanto mi mejor amiga y mi novio seguían forcejeando.

- ¡Me estas mordiendo! –le gritó Anne- no vale, dame mis zapatos.

- Ya me sacaste uno ¡Ahora dejame en paz!

- ¡Quiero los dos! ¿Qué haces con mis zapatos?

- No es mi culpa que calcemos el mismo número, me los ha dado tu novio.

- Ohh, lo mataré, juro que lo mataré.

- Alguien le tuvo que haber avisado a Kian que Anne se vuelve loca con sus zapatos –le comenté a Sebastian-

- Tienes razón, igual esta es tu oportunidad para comenzar a pedir los números.

- ¡Tienes razón! –exclamé y salí corriendo a buscar a mis victimas-

/// Primera víctima 01:44 am ///

- Hey preciosa ¿Quieres navegar en mi barco? –le murmuré a una chica que estaba sentada en la barra-

Me miró con cara de asco y me pegó con su cartera.

- ¡Pervertido!

/// Segunda víctima 01:46 am ///

- Heeey, ¿cómo estás? ―le pregunté a una chica que estaba sentada en el sofá.

- Yo bien, pero a ti se te está cayendo la peluca ―dijo señalando mi cabeza.

Diablos.

/// Tercera víctima 01:50 am ///

- Hola ¿Tienes frío? –le pregunté a una chica que estaba en el patio-

- Me estoy congelando –dijo malhumorada-

- Si tuviera una campera te la daría.

- Oh, que lástima que no tienes una.

- Si tuviera una campera ¿Me darías tu número a cambio?

- Claro que si –contestó ansiosa-

Corrí a buscar a Logan, quien tenía una especie de campera de cuero. Lo encontré bailando con Sebastian.

- ¡Logan! Necesito tu campera.

- ¿Para qué?

- Para regalarla.

- ¿Estás loca? No pienso dartela y menos si es para tener uno de tus números, yo estoy en el otro equipo. Aparte, me tengo que sacar el garfio si me saco la campera y nadie entendería que soy un pirata.

- ¿Y tu parche?

- Se lo regalé a Kian.

- ¿Por qué querría Kian un parche? –suspiré exasperada- Sabes que, iré a buscar a James.

Encontre finalmente a James comiendo una banana apoyado contra una columna.

- ¿De dónde has sacado esa banana? –le pregunté riéndome-

- Me lo dió King Kong –me dijo como si fuera lo más normal del mundo- estaba por aquí hace un rato si quieres una.

- No, necesito tu capa.

James me miró como si le hubiera dicho que lo iba a apuñalar.

- ¿Mi capa? ¿Estas loca? ¡Soy Batman! Batman no puede salvar al mundo sin una capa.

- Si no me das la capa, ayudaré a Anne a encontrate y a matarte, me han dicho que te esta buscando y creo que la he visto cerca...

Antes de que terminara la frase James ya me estaba dando su capa. Corrí hasta donde estaba la chica y le di la capa a cambio de su número. Sonreí, me faltaban nueve.

// Cuarta víctima 02:01 am //

- ¡Te digo que soy hombre! –le insistí a una chica borracha-

- Demuéstramelo entonces.

- Hey, hey solo quiero tu número –dije haciendo una mueca- estas yendo muy rápido.

La chica se rió.

- No me refería a eso, haz algo que me haga creerte.

Me sacudí el pelo de la peluca cuidadosamente y me lo tiré para atrás como le había visto hacer a Kian un millón de veces.

- Aburrido, haz otra cosa.

- ¿Qué quieres que haga?

Ella paseó su mirada por el jardín y se detuvo en un chico que acaba de escupir en el piso.

- Haz lo que hizo él.

- Pero...

- ¡Escupe!

La miré mal, ya había intentado con Anne escupir así pero nunca lo había logrado. Lo intenté esta vez pero lo único que logré fue babearme todo el mentón y escupirle a la chica en la cara.

- Diuj, ¡eres un asco! –chilló y me tiró su bebida en la cara-

Genial, ahora tenía que ir al baño a limpiarme. Lo único que esperaba era que a Kian le estuviera yendo peor que a mi.

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KIAN POV

- ¡Voy a ganar esta apuesta! –grité euforico mientras estaba sentado en el bar, esperando a que me trajeran una bebida-

- Descalzo y todo has conseguido números de chicos –me respondió Mason sorprendido-

- Ya tengo cinco números, no puedo creer lo que estas dos provocan –le dije señalandome los melones-

- Los chicos somos unos estúpidos.

- Realmente lo somos, el primer chico que me dio su número fue gracias  que le dije que haría un trío con el y con mi hermana quien tiene tetas más grandes que yo.

- ¿Y los otros cuatro?

- Nah, solo les dije que me acostaría con ellos y no los volvería a llamar nunca más en mi vida.

- Que tierno.

- No me has dicho de donde has sacado ese Walkie-Talkie  -le contesté señalando el Walkie-Talkie que tenía en su mano

Mason gruñó.

- Me lo ha dado James que se lo ha robado a algunos chicos que estaban vestidos de policía, quiere tener algo por donde comunicarnos por si necesita ayuda.

- ¿Por si Anne lo encuentra? –aventuré-

- Por si Anne lo encuentra –afirmó-

El barman me entregó la bebida y un chico la pagó por mi antes de que pudiera sacar el dinero. Lo miré confundido.

- ¿Tú eres la pechugona sexy que esta pidiendo números de teléfono?

- ¿"Pechugona sexy"? –preguntó Mason con cara de asco-

- Así la llaman –explicó-

- Aww ¿Me han puesto un apodo? –pregunté alagado-

- Así es, así que... ¿Te doy mi número y me llamas después? –me preguntó entreganome un papel con su número-

Una vez que se fue le mostre seis dedos con gesto triunfante a Mason.

- Alisson no lo va a poder superar.

- ¿Qué tan borrachos tienen que estar los chicos de esta fiesta para darte sus números?

- Huelo a celos, Robin.

Mason negó con la cabeza y se fue a buscar a sus amigos. Yo me fui en búsqueda de mi septimo número cuando me encontré a James discutiendo con una chica que estaba vestida de gatubela.

- ¡Batman es mucho mejor que gatubela! ¡Los murciélagos son mejor que los gatos!

- Claro que no, gatubela tiene sus garras para razguñar ¿Qué tiene Batman?

Me metí en su discusión para preguntarle a James si había visto a Anne.

- No pero ¡¿Has besado a alguien?! –me preguntó alarmado-

- No... ¿Por qué?

- Se te ha corrido todo el labial que te habías puesto.

- Noo, tomé una bebida y me olvidé de que tenía el labial puesto.

Gatubela puso los ojos en blanco.

- ¿Quieres labial? –preguntó sacando un lápiz de labio de su cartera- tiene muy poco así que quedatelo –me lo entregó y se fue-

- Batman se hubiera ido con más estilo –dijo James orgulloso-

Le di el labial a James.

- ¿Qué quieres que haga con esto?

- ¡Que me lo pongas en los labios!

- ¿En serio?

- Por favor –le pedí- no debe de ser tan difícil.

- ¡Si es difícil! Una vez traté de maquillar a Anne y quedó como el Wason –de repente hizo una pausa dramátca y me miró con los ojos entrecerrados- mi archienemigo.

- Puedes ponerme el maldito labial y dejar de creerte Batman.

- Bueno, si confias en mi... –dijo y le sacó la tapa al labial para comenzar a pintarme. Estaba por la mitad del labio superior cuando saltó y me hizo un rayon en la mejilla izquierda-

- ¡¿Qué haces?!

- ¡Esta es mi canción! – exclamó bailando al ritmo de la música- Wiggle wiggle wiggle.

Justo cuando estaba por insultarlo visualicé a Logan y lo agarré del brazo.

- ¿Qué pasa sexy pechugona?

- Es pechugona sexy –le aclaré- mira lo que me ha hecho James –señalé mi cara- tienes que arreglarlo, por el equipo.

- ¿Qué harían sin mi? –preguntó Logan y me dio su parche-

- ¿Y cómo me va a ayudar el parche?

- Quitate el labial con el parche.

­- ¿Puedes hacerlo tú? Se lo pediría a James pero...

Los dos giramos la cabeza para ver a James quien estaba enloquecido bailando Wiggle Wiggle.

- ¿Realmente se lo pedirías a ese chico? Dame el parche.

// Septima víctima 01:50 am //

- Entonces ¿vas a darme tu teléfono o no? –le pregunté a un chico que me sonreía de oreja a oreja -

- No si no bailas conmigo primero.

Cerré los ojos y asentí mientras el chico me llevaba a la pista de baile. Esperaba que Alisson estuviera sacrificándose como yo e incluso haciendo cosas peores.

Comencé a bailar tratando de imitar como bailaban las chicas de la fiesta, meneaban mucho la cola y subían y bajaban hasta el piso. ¿Cómo hacen para no cansarse? Ya no puedo subir ni bajar más. Dios, esto es peor que ir al gimnasio.

- ¿Sabes qué? Me tengo que ir –le dije apartandome-

- ¿Tan rápido? No te vayas –contestó agarrándome el brazo-

- Ehhh, si... ya sabes... tengo la regla –solté y el chico me miró asqueado y se alejó-

- Que mal educado –me quejé-

Entrar al baño de las mujeres era toda una nueva experiencia para mi. Siempre me intrigaba por que las chicas iban al baño todas juntas y que hacían allí. Cuando abrí la puerta había un grupo de chicas hablando aceleradamente, maquillandose y sacandose fotos en el espejo. Me las quedé mirando y una de ellas se dio vuela y me miró con el ceño fruncido.

- ¿Por qué nos estas mirando? ¿Necesitas algo?

Me di cuenta que estaba quedando como un pervertido. Di algo inteligente Kian, di algo inteligente...

- Oh no, es que... me deprime verlas a ustedes –mentí- todos los chicos hoy me rechazaron y uno de ellos hasta me dijo que tenía las tetas muy grandes y no quería estar conmigo.

- ¡Ohhh pobrecita! –dijeron en coro y se acercaron a mi con cara de lástima-

En ese momento la puerta se abrió y todas las chicas gritaron al ver a un chico entrar. Trate de no reirme porque en realidad no era un chico, era Alisson.

- ¡Él fue! –chillé señalando a Alisson- él me dijo que no quería estar conmigo por mis tetas enormes.

Todas se dirigieron a Alisson para defenderme. Alisson me tiró una mirada asesina que decía "Me las vas a pagar".

- ¿Piensan que esta diciendo la verdad? –les preguntó Alisson acercándose a mi- ¿Se dejan engañar por ella? O mejor dicho por él.

Acto seguido me golpeó en uno de los melones que llevaba en el pecho haciendo que se cayera en el piso del baño y se hiciera pedazos. Todas las chicas comenzaron a gritar dramáticamente de nuevo ¡Es un hombre! ¡Es un hombre! ¡Nos quiere violar!

- ¡¡Me has roto una teta!! –vociferé mirando los pedazos de melón en el piso-

Alisson se rió y me tiró el otro melón al piso, dejandome sin mis queridos pechos.

- ¡Eso es trampa! –le agarré la peluca y se la tiré para atrás-

Las chicas volvieron a solltar una exclamación, creo que a esta altura ya no estaban seguras quien era mujer y quien era hombre.

- ¡¿Qué esta pasando aquí? - preguntó un hombe robusto entrando al baño, era el de seguridad y nos estaba mirando ferozmente-

Atrás del señor de seguridad apareció la cabeza de James mirándonos sorprendido.

- ¿Qué haces aquí? –le pregunté-

- Bueno, escuché gritos de chicas pidiendo ayuda y...

- ¿Tú has llamado al de seguridad? –preguntó Alisson con los brazos cruzados-

- ¡Es lo que Batman haría!

- No solo te matará Anne, yo también lo haré –le avisé-

- ¡Tú! –me señaló el de seguridad- ¡Y tú! –señaló a Alisson- ¡Afuera de la fiesta!

- Pero... -dijimos los dos al unísono-

- ¡Afuera! ¡No los quiero ver aquí!

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ALISSON POV.

- Es tu culpa –le dije a Kian por milesima vez mientras me acomodaba en sus brazos mirando la noche estrellada-

Luego de que el de seguridad nos echara, volvimos a la casa de Kian y nos sentamos en el banco que tenía en su balcón. 

- Tú has hecho trampa –murmuró mientras me acariciaba el pelo-

- ¿Y cuantas veces has hecho trampa tú en nuestros retos?

- Pero si he hecho trampa es porque no quería que ganes, no porque yo era el que quería ganar si no porque no soportaba la idea de terminar los retos contigo y que te alejaras de mi.

- Nunca hubiese hecho eso, tú eras mi amigo más alla de todos los retos que hacíamos.

- Si, pero los retos eran excusas para estar más tiempo cerca de ti.

- A mi también me gustaba estar cerca de ti, aunque no lo admitiera. Además no te iba a dejar ganar.

Él se rio por lo bajo.

- Lo sé. Al final los retos terminaron significando para mí mucho más de lo que esperaba y aprendí mucho con ellos gracias a ti.

Yo también había aprendido, sobre todo a descubrir quién era realmente y a permitirme ser yo misma sin miedo, sin restricciones.

Él me acercó más hacia su boca y me besó de una manera que me hizo estremecer. Sus manos viajaron de mis piernas a mi cintura con una lentitud demencial, y luego de mi cintura a mi cuello donde se detuvieron. Sus labios eran suaves contra los míos. Cuando profundicé el beso, Kian me apretó más contra él. 

- Te amo –me susurró haciendome cosquillas en los labios-

- Se supone que en la guerra no tienes que enamorarte de tu oponente –musité sonriendo-

- Se supone que el oponente ataca con armas y balas, no con besos.

- Por otro lado hubo heridos –admití-

Me levantó el mentón para que lo mirara.

- Es verdad, los dos nos lastimamos pero no puede haber una guerra sin heridos.

- Tienes razón –contesté y entrelacé mi mano con la suya- ¿Pero quien ha ganado? –pregunté con curiosidad-

Él me miró por unos segundos y luego sonrió.

- Una vez leí que el amor es como la guerra, y es la única guerra en la que es indiferente vencer o ser vencido, porque de todos modos siempre se gana. Y yo lo hice, te tengo a ti y eres lo mejor que me pudo haber dado la vida, ya siento que he ganado Aspen.

- Los dos lo hemos hecho, Denovan. Los dos lo hemos hecho.

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