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Abrí los ojos irritada al escuchar el despertador sonar.

No había podido dormir en toda la noche y todo porque comenzaba la escuela de nuevo. Tenía casi diecisiete años y todavía no podía dormir antes de mi primer día de colegio, ugh.

Me puse la almohada sobre la cara cuando comenzó a sonar mi celular indicando que tenía nuevos mensajes en el grupo de Whatsapp que compartía con Anne y Sebastian, mis mejores amigos.

<Anne a las 6:32 am>

"Quiero que muevan sus lindos traseros de la cama y vengan a buscarme, no quiero llegar tarde el primer día. Ah, ¡Buen día!"

<Sebastian a las 6:33 am>

"Dile a Alisson que es ella la que nos tiene que pasar a buscar y por la hora que es estoy seguro que llegaremos tarde"

Yo era la única de nosotros que tenía coche, y era gracias a mi padre ausente que lo único que hacía desde que mis padres se separaron era darme regalos como si los objetos materiales pudieran cambiar el hecho de que no se comunicaba conmigo desde hacía cuatro años.

Por lo general, donaba todo lo que me enviaba, pero este regalo en particular sí me servía de algo. ¿No tener que caminar hasta el instituto y poder dormir más tiempo? Claro que lo aceptaba. Así que mi Volkswagen morado nos llevaba a todos lados a mis amigos y a mí.

<Alisson a las 6:35 am>

"Dejen de llorar. Estoy terminando de comer mi cereal e iré a buscarlos."

<Sebastian a las 6:35 am>

"Tendrías que haber terminado tu cereal hace 35 minutos. ¿Puedes apurarte? El timbre suena a las siete en punto y estoy seguro que podrás sobrevivir una mañana sin comer tus queridos flip flop"

<Alisson a las 6:36 am>

"¡Son froot loops idiota! Ayer no pegué un ojo en toda la noche y estoy bastante segura de que hoy no va a ser un buen día para mi así que mis froot loops van a ser la única felicidad que obtenga esta mañana"

<Anne a las 6:37 am>

"¡No digas eso! Hoy va a ser un excelente día, lo presiento!"

<Sebastian a las 6:37 am>

"Y nosotros vamos a tener nuestra primera observación por llegar tarde el primer día de clases, lo presiento."

<Alisson a las 6:37 am>

"Ya estoy en el auto. Sebastian voy a por ti"

Mientras conducía hacia la casa de Sebastian me acordaba la razón por la que Anne estaba tan feliz. Su novio, James, iba a entrar a nuestro instituto hoy. Sonreí por ella, me hacía feliz saber que había encontrado finalmente a alguien que la valorara. Sorprendentemente, James me caía bien, no era un idiota como la mayoría de los chicos que conocía y siempre me hacía reír, además hacía feliz a Anne y con eso ya se había ganado mi respeto.

Toqué bocina frente a la casa de Sebastian y este salió con una cara más dormida que la mía, si es que eso era posible. A pesar de los círculos morados que tenía debajo de los ojos estaba igual de guapo que siempre con su pelo negro y sus ojos verdes. Anne y yo siempre discutíamos por el color, para mi eran verde agua y para Anne eran celestes, cuando le preguntamos a Sebastian se limitó a decir "son ojos claros".

Sebastian se sentó en el asiento copiloto y miró mal.

- ¿Qué? –le pregunté con cara de inocente mientras arrancaba el auto de nuevo-

- Alisson son las 6:45, recuérdame por qué sigo siendo tu amigo-

- ¿Porque me amas y nos conocemos desde los cuatro

? –él negó con la cabeza y yo le saqué la lengua- Anne va a matarte porque te sentaste en el asiento de adelante-

- Ella se apoderó del asiento delantero todo el verano, no es justo.

Me mordí los labios para no reírme.

- ¿Puedes decirle que salga? Estamos a una cuadra.

Cuando llegamos a la puerta de su casa, Anne ya nos estaba esperando con una sonrisa en la cara.

- ¡Primer día de colegio! –chilló alegremente la pelirroja una vez dentro del auto- Están muy lindos los dos. Ah, Sebastian no creas que no me di cuenta que estas sentado adelante pero no importa, hoy nada puede arruinar este hermoso día.

- ¿Tampoco el hecho de que vamos a llegar tarde y vas a tener menos tiempo para ver a tu querido novio? –le preguntó Sebastian alzando las cejas-

- No, porque recién hablé con él y me dijo que él también estaba llegando tarde con su amigo.

Frené, de repente, ante el semáforo que se había puesto en rojo justo cuando estaba por pasarlo.

- Este día va a ser un asco –murmuré dándole golpecitos al volante impaciente-

- ¡Alisson! –dijo Anne con voz enojada- ¿Y si hoy es el día en que entra ese chico lindo que tantos años esperamos?

- Eso no va a pasar, ya esperé mucho para eso y ahora ya no estoy interesada.

- Tienes que dejar de culpar a todos los chicos por Nathan –me dijo Sebastian-

Gruñí.

- Esto no tiene nada que ver con el estúpido de Nathan. Tiene que ver con que todos los chicos son unos idiotas en general –mire a Sebastian y le sonreí al ver su mirada acusatoria- menos tú, claro.

Nathan era un chico con el que estuve saliendo un par de meses y con el que fui lo bastante ingenua para pensar que me quería de verdad. Por suerte me di cuenta de lo que de verdad quería antes de que fuera demasiado tarde.

- Saben quien entra este año al instituto ¿no? –nos preguntó Anne haciendo que la miráramos de nuevo- Es el amigo de James.. ¡Kian Denovan! –gritó entusiasmada-

Bufé. ¿Quién no conocía a Kian Denovan? Todos en el instituto lo conocíamos a pesar de que no iba al nuestro hasta ahora. Yo lo había visto un par de veces con el novio de Anne y era el típico chico al que no me quería acercar, digamos que nunca.

- Ya lo sabía –dije desinteresada-

- Puede que sea ese chico, Ali –yo me reí y ella me fulminó con la mirada- ¿No vieron lo bueno que esta?

- Te aseguro que yo lo vi –dijo Sebastian con ojos divertidos-

- Hey, tal vez él también sea gay –les dije esperanzada-

- No, no lo es –dijo Anne- yo ya lo vi con muchas chicas y se veía bastante cómodo.

- Bueno, no hay solo dos opciones ―dije esperando que Anne comenzara a molestar a Sebastian y a mí me dejara en paz con mi soltería―. Tal vez sea bisexual.

Igualmente, aunque Kian fuera gay sabía que Sebastian no haría nada al respecto aunque le gustara. Él nos confesó que era gay antes de comenzar la secundaria cuando los tres hicimos un juramento de que siempre seríamos amigos y para cerrarlo teníamos que decir nuestro más grande secreto.

Solo lo sabíamos su familia, Anne y yo. Sebastian no quería que nadie más se enterara y nosotras siempre lo apoyamos. A pesar de que estábamos en el siglo XXI y era absurdo que todavía una persona tuviera que dar explicaciones sobre su orientación sexual, el bullying y la homofobia seguía existiendo, y Sebastian siempre había sido una persona insegura a la que le pesaba mucho lo que los demás opinaran de él... hasta el punto en que antes solía coquetear con chicas para que nadie sospechara nada. Todos decían que era uno de los más «codiciados» en nuestro colegio por las chicas.

Cuando finalmente llegamos al instituto eran las siete de la mañana pasadas. Miré hacia todos lados buscando un lugar disponible en el estacionamiento pero estaba lleno de autos por todos lados.

- ¡Ahí hay un lugar! –dijo Anne señalando un pequeño espacio al lado de donde estaban estacionadas las motos-

- No creo que entre ahí –le contesté nerviosa-

- Haz el intento.

Agarré fuerte el volante y miré por el espejo retrovisor para asegurarme de que no había ningún auto detrás de mí. Era pésima estacionando, y más si era en pequeños espacios, así que estaba bastante segura de que mi auto no iba a salir ileso de esta y mi mañana iba a empeorar.

Empecé a estacionarlo y, como había previsto, no entraba.

- Muévelo un poco hacia la izquierda –me dijo Sebastian-

- Pero es el área de las motos.

- ¿Tienes alguna idea mejor?

Suspiré y maniobré para posicionarlo más a la izquierda. Me pasé al área de las motos y de repente, escuché un crujido.

- ¿Qué fue eso? –pregunté abriendo mucho los ojos-

El timbre sonó y Anne y Sebastian bajaron de un salto, corriendo hacia la puerta del instituto, dejándome sola. Que buenos amigos tenía.

Quise bajar del auto pero tenía una moto muy cerca de mi puerta y estaba muy segura de que la había rayado así que salte al asiento copiloto y salí por la otra puerta.

- ¡Hey! –me gritó un chico cuando salí, era el dueño de la moto que probablemente había rayado-

No pude ver la cara del chico porque seguía teniendo el casco de su moto pero por su voz estaba segura de que estaba enojado, demasiado enojado.

No quería pelearme con nadie y estaba llegando tarde a clases.

- ¡Lo siento mucho! –le grité y salí corriendo hacia el instituto-

Si tenía un poco de suerte el chico no me habría visto la cara y no me podría reconocer.

Llegué al aula sin aire y me senté al lado de Anne. El profesor me lanzó una mirada reprobatoria pero no me dijo nada.

- ¿Qué ha pasado? –murmuró Anne-

- Creo que he rayado la moto que estaba al lado nuestro.

- ¿Has visto al conductor?

- Si pero no le vi la cara, tenía el casco.

- ¿Él te vio?

- Creo que no me ha visto la cara, con suerte no sabrá quién soy.

- ¿Pueden callarse señoritas? –dijo el profesor fulminándonos con la mirada- Vamos a comenzar con la clase –de repente se abrió la puerta y un chico entro- ¿Alguien más quiere llegar tarde?

Rodeé los ojos al ver a Kian Denovan entrar. Anne me dio una patadita y yo la mire mal luego entorné los ojos para mirar a Kian mejor. Cualquiera que lo viera se daría cuanta de porque todas las chicas querían estar con él. Probablemente era el chico más atractivo que conocía. Tenía el pelo ligeramente despeinado, ojos color avellana y una sonrisa envidiable que hacía que sus ojos se achinaran. Su postura era segura de si misma y el sonido de su voz era entre suave y rasposo.

- Lo siento profesor, alguien ha estacionado su estúpido auto en el área de motos y me lo ha rayado.

Yo me quedé boquiabierta y me hundí en mi asiento. Anne me volvió a dar una patada más fuerte.

Afortunadamente él tomo asiento al frente, lejos del mío y no se percató de que la causante del rayón estaba en su misma clase. Suspiré aliviada.

- Bueno. Estoy feliz de anunciarles que voy a ser su profesor de Literatura este año –prosiguió el profesor que estaba lejos de estar feliz por darnos clase- Así que espero que—

La puerta se abrió de nuevo interrumpiendo otra vez al profesor quien murmuró que odiaba a los adolescentes en voz baja.

Anne me dio un leve codazo –podría jurar que esta chica me iba a dejar moretones- para que le preste atención al chico que acababa de entrar.

Alcé la mirada y pestañeé sorprendida. Era el segundo chico

lindo que aparecía en la clase. Él pidió disculpas y tomó asiento adelante de Anne y de mi.

Finalmente la clase siguió sin interrupciones. Habían pasado cuarenta minutos cuando sentí que alguien me miraba. Miré hacia el costado y me encontré con los ojos de Kian mirándome fijamente, yo desvié la mirada de inmediato. Lo último que me faltaba era que mi cara me delatara y él se diera cuenta de que había sido yo la que rayó su moto.

Estaba a punto de decírselo a Anne cuando el chico de adelante se dio vuelta.

- Hey ¿Me podrías dar la lista de los libros que vamos a leer este año? –murmuró- Es que no tuve tiempo de pasar por la oficina del instituto para que me la diera.

Esperé a que Anne respondiera pero el chico me estaba mirando directamente a mí.

- Humm, claro. ¿Tienes una lapicera y una hoja? –le pregunté-

- ¿Cómo te llamas? –me preguntó entregándome la lapicera y la hoja-

- Alisson –le contesté sin emoción en la voz, no quería involucrarme con ningún chico nuevo-

- Yo soy Anne ¿Y tú? –le preguntó Anne lanzándome una mirada de advertencia-

- Chad. Vaya ¿te acuerdas la lista de memoria? –me preguntó asombrado mientras yo anotaba los títulos en la hoja-

- Leí la mayoría de los libros que están en la lista así que me los acuerdo –le dije encogiéndome de hombros-

Chad me sonrió cuando se la entregué.

Traté de seguir prestándole atención al profesor, tratando de aparentar tranquilidad aunque me había dado cuenta de que Kian me había mirado todo el tiempo en el que hable con Chad, y que aún me seguía mirando.

Diganme que les pareció <33 Muchas gracias!!

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