Pequeño recuerdo.
Con Milo.
Después de correr como si no hubiera un mañana hasta alejarse de aquella cueva, comenzó a reír por lo que había hecho aunque una duda surgió en su cabeza.
Milo: ¿habrá sido una alucinación o realmente la zanahoria andante esta aquí? - preguntó limpiándose unas pequeñas lágrimas que se le habían escapado.
Después de eso se giró, para después ver al titan de roca sentado en medio de un pequeño espacio sin árboles.
Milo: oh... con que aquí estabas pequeño amigo - dijo mientras lentamente se acercó a él, cuidando no asustarlo, mientras la roca permanecía inmóvil en su lugar, observándolo acercarse a él.
Al estar frente a la roca lo palpó suavemente con sus manos, mientras sonreía. Para después sacar unas galletas que llevaba en una pequeña bolsa amarrada a su cintura, saco una de las galletas al monstruo para segundos después ver como cayó dormido al suelo.
Milo: ya esta... Mü si que sabe hacer galletas tranquilizantes - bromeó.
Vio a detalle el lugar dónde se encontraban, recordando que había sido en este lugar en el que Camus lo habia encontrado después de un problema que tuvieron cuando ambos eran unos niños y fue este mismo lugar en el que su amistad nació después de las disculpas.
Milo: ¿lo recuerdas Camus? - preguntó al aire, mientras una brisa se hizo presente haciendo hondar su cabello suavemente, mientras el recordaba aquel suceso.
Flashback.
11:00 AM.
Había sido un día muy duro de entrenamiento, Saga lo había hecho pelear con Afrodita, su excusa, dijo que al ser uno de los caballeros cuyos ataques se basaban en el veneno inyectado a sus víctimas después de la herida, debía tener por lo menos el nivel de Afrodita y sus rosas demoníacas. Había terminado bastante herido era cierto, pero Afrodita tampoco se había ido ileso, incluso lo había felicitado por golpearlo y le dijo que fuera por un tratamiento a la enfermería del santuario antes de que el veneno de sus rosas comenzará a afectarle.
Al llegar ahi, entró al consultorio, pero para su sorpresa vio al caballero de sagitario de espaldas y en la camilla del pequeño consultorio estaba un niño de cabellos color verdes azulados, sentado en la camilla, se veía golpeado, sucio y sobre todo triste y asustado porque no le quitaba la mirada de encima al caballero del noveno templo.
Aioros: tranquilo Camus, todo estará bien, no dejaremos que te lastimando ¿si? - preguntó mientras se acercó para tomar las manos del pequeño, que sin mucho más que hacer, solo asintió.
Para después pegar un gran brinco al ver a Milo ahí parado, Aioros rápido se volteó para ver porqué él pequeño se había asustado, solo para toparse con el pequeño escorpión viendolos.
Aioros: tranquilo él no va a hacerte daño, de hecho, puede ser un gran amigo tuyo - le ánimo - ¿ahora que te ocurrió Milo? ¿Por qué estás tan lastimado? - preguntó.
Milo: Saga - informó.
Aioros: ay... ¿por que no me sorprende? - preguntó mientras negaba.
Milo: Hola yo me llamo Milo, ¿Cuál es tú nombre? - preguntó sonriendo. Pero para su sorpresa no recibió respuesta, de hecho él niño al escucharlo se abrazó a Aioros - ¿que le pasa? - preguntó preocupado.
Aioros: a Camus le pasó algo muy malo Milo, es por eso que esta asustado, el patriarca ya se los explicará - afirmó.
Milo: hm... - fue lo único que dijo, para después irse a sentar en otro lado, de vez en cuándo pasaba a ver al pequeño, sin embargo este se la paso abrazado a Aioros todo el tiempo, hasta que lo terminaron de revisar.
Pasado un rato en que revisaron que no tuviera nada grave y que le dieron un medicamento para contrarrestar el veneno del guardián del doceavo guardián, salió de ahí, con intención de preguntarle al patriarca que sucedía con ese niño. Para sorpresa suya el patriarca solo se reservo a decirle.
"Es algo que es mejor que un niño de tú edad no debe saber"
Por lo cual sin mucho más remedio decidió bajar para seguir entrenando, Shion le dijo que debería preocuparse más en convertirse en un buen caballero y no en andar chismeando en la vida de sus compañeros. Al bajar vio al mismo niño otra vez, pero esta vez al lado de Aioria el aspirante a caballero de leo y el hermano menor de Aioros y Shura el caballero dorado de capricornio.
DM: ¡Ey chaparrin! ¡ven a jugar, ven te dejare que me des un golpe! - le gritó desde la arena del coliseo, por lo cual Milo sin más que hacer y viendo que Afrodita y Saga se les quedaron viendo, aceptó pelear con el caballero de cáncer.
Una hora después.
Se encontraba aburrido y bastante cansado, aunque sabía que Deathmask no había utilizado todo su poder únicamente para no lastimar lo debía admitir que jamás pensó que la restricción lo sacaría del combate.
Milo: ¿Saga? - llamó al gemelo mayor que lo volteó a ver.
Saga: ¿Que ocurre? - preguntó de brazos cruzados mientras veía como Aioros le daba sus primeras clases al nuevo.
Milo: ¿Deathmask sigue vivo? - preguntó mientras Saga río por lo bajo.
Saga: claro que si no te preocupes, es un misterio la fortaleza de ese cangrejo pero deberás poner en práctica la restricción Milo, podrías llegar a lastimar a alguien con eso sin querer - aseguró.
Milo: lo tomaré en cuenta lo prometo - dijo mientras el mayor sonriendo solo le revolvió el cabello de forma amistosa - ¿me puedo retirar? - preguntó a lo que Saga únicamente asintió para después dejarlo irse.
Milo por su parte se alejó tanto del coliseo, como de las doce casa, hasta llegar al reloj de fuego, donde busco la sombra del mismo para después sentarse ahí, apoyando su espalda contra el reloj para tener un poco de paz, y sin siquiera esperarlo se quedó dormido por unas dos horas aproximadamente.
Ya que cuando despertó eran ya las 3 de la tarde y para sorpresa suya veía al nuevo verlo, estando de pie escondido detrás de una roca, el por su parte no le tomó importancia y sólo se acomodó mejor para seguir durmiendo, hasta que lo escucho hablar.
Camus: todos están preocupados por ti allá, creen que te perdiste, el señor Saga salió con mi maestro a buscarte - informó.
Milo: les deseo suerte encontrándome, porque no me pienso mover de aquí, vete y sigue haciendo como si me buscas, volveré dentro de un rato - fue lo único que respondió mientras seguía con su siesta.
Camus: Aioria dijo que eras un altanero y un grosero escorpió y veo que decía la verdad - aseguró.
Milo: Si, si, soy todo lo que ustedes quieran, solo hazme un favor, dile a tú amiguito que se invente mejores insultos y no se robe los de otros que ya aburren ¿no crees? - preguntó mientras abrió un poco su ojo derecho y se volvió a hacer el dormido.
Lo que nunca se esperó fue que ese niño fuera agarrarlo del cabello, con intención de llevarlo de regreso, se veía molesto, Milo aún no entendía porque, pero era seguro que no se iba a dejar, por lo cual rápidamente tomó sus manos y rapidamente lo hizo soltar su cabello, para después hacerlo caer al suelo con una patada, ambos dieron una vuelta en el suelo al momento de comenzar a pelear ahí, pero en una de sus tantas vueltas Milo quedo arriba de él.
Lo cual pareció asustarle porque de inmediato lo pateo, quitándoselo de encima y haciendo que golpeara su cabeza contra el reloj, sacandole sangre de esa zona y dejandolo inconsciente en el suelo.
Fin del Flashback.
Milo: recuerdo que después de eso desperté en la cama del patriarca quien terminaba de poner una venda en mi cabeza, mientras me dijo que no quería volver a verme a mi o algún otro cerca del reloj de fuego porque era peligroso - le contó a la roca que seguía durmiendo.
Surt: ¡oh! ¿Así que ya es costumbre de Camus golpear a las personas antes de presentarse? - preguntó mientras el caballero de escorpio se giró.
Milo: oh, así que enserió estabas aquí y no era alucinación mía, no sé si esto es bueno o malo - aseguró mientras se ponía de pie - ¿que estas haciendo aquí? - preguntó mientras se cruzaba de brazos. Tratando de calmarse para no darle dolores de cabeza a su diosa.
Surt: la señorita Hilda vino a pedirle un favor a tú diosa, por eso estoy aquí. Bueno... debería estar con ella pero como te vio corriendo me dijo ¡ve a ayudarle y aquí me tienes! - comentó con los ojos cerrados, pero cuando los abrió no pudo evitar asombrarse al darse cuenta que el caballero ya no estaba ahí, ni siquiera la roca - ¡¿a dónde se fue?! - grito.
Mientras tanto.
Con Milo.
No se movía porque de lo contrario seria atacado. Había sido teletransportado mientras escuchaba a la zanahoria andante hablar, por lo cuál se distrajo.
Milo: Oye tranquilo soy inofensivo - aseguró nervioso. Más esta persona no respondía, solo amenazaba con incrustarle una guadaña.
Xx: no se porque tú cara se me hace familiar pero eso no importa. ¿Que le hiciste al titan de piedra? - preguntó.
Milo: solo le di un tranquilizante tranquilo amigo esta bien, jamás a sido intención del santuario dañarlos, de hecho nos ayudan bastante a tener a Rodorio seguro - explicó mientras el otro suspiró.
Xx: ¿Cómo te llamas caballero? ¿A que juegas con esto? - preguntó.
Milo: a nada, te estoy siendo sincero, mi nombre es Milo, caballero dorado de escorpio - se presento - ¿cuál es el tuyo? - preguntó.
Xx: ¿Escorpio? ¿Milo? ¿Intentaste salvar al titan? Un momento, entonces eso significa que eres tú... - dijo mientras que dejo a la roca bruscamente en el suelo y se acerco a tomar al menor por los hombros mientras lo movía - tú, tienes que venir conmigo ahora, el mundo y tu vida están en peligro - dijo muy cerca de su rostro mientras Milo un poco nervioso dijo.
Milo: okey, todo parece indicar que usted está un poquito mal de la cabeza - aseguró mientras el hombre volvió a tomarlo.
Xx: Tú entregaste tú sangre al caos sobre el mundo, estas condenado, tienes que venir conmigo si quieres evitar esto o todos vamos a morir, tú eres el elegido - aseguró mientras Milo ahora si asustado lo empujó y comenzó a correr, siendo seguido por el tipo y la roca que se volvió a levantar.
Milo: ¡Ah, me tengo que alejar de todos estos locos, vaya día escogió Shion para sacarme del santuario! - aseguró mientras encendió su cosmos - ¡Mü necesito que me ayudes! - grito por medio del cosmos.
Mientras tanto.
En el santuario.
El guardián de la primera casa, escuchó el llamado de auxilio muy bajo, por lo cual no pudo distinguir de quien se trataba, por lo cual encendió su cosmos, intentando encontrar al emisor del mensaje.
Mü: escuché un llamado, pero no se de que, ¿alguien puede explicarme? - pregunto a los demás guardianes del santuario, pero no obtuvo respuesta alguna, de ninguno de ellos, por lo cual eso decía que nadie había solicitado su ayuda. Por lo cuál confundido solo vio a la pared de su templo.
Mientras tanto.
En el templo del patriarca.
Camus preocupado escuchó lo que Hilda había comentado, ¿Milo había salido del santuario a encargarse de un titan de roca desde la mañana y no le informó? Y lo más preocupante de esto ¿Surt se encontraba en estos momentos a solas con él?
Hilda: me pidió permiso para ir a ayudarle a tú caballero Athena, no te preocupes regresarán más pronto de lo que crees, Surt es un buen guerrero - aseguró mientras Athena se había quedado en Shock. Shion por su parte solo se golpeó la frente con su mano al ver que su plan se había ido a la mierda.
Shion: Camus... - pidió.
Camus: ya voy su ilustrisima, espero no llegar tarde - aseguró preocupado mientras corría en ayuda de Surt, que aunque sabía que lo que le hiciera Milo lo tenía merecido, no podía dejar que su pequeño escorpió se manchara las manos de sangre por alguien que no valía la pena.
Hilda: ¿Que ocurre? ¿Por qué están todos asustados no me creen? - preguntó.
Athena: lo mejor será no decirte nada - aseguró la diosa sonriendo de forma nerviosa.
Continuará...
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