Con Milo.

Sonriendo llego hasta donde había visto desaparecer a la roca, la cuál comenzó a buscar con una sonrisa, aún no entendía el motivo, pero esas cosas le parecían adorables y quería conservar una de mascota.

Milo: a ver ¿a dónde te fuiste? - preguntó con sus manos en su cintura, hasta encontró una cueva en medio de una enormes montañas, por lo cual sonriendo se adentro ahí, por el tamaño algo le decía que podía a verse metido por ahí.

Santuario de Athena.

Templo del patriarca.

11:00 AM.

Él caballero del onceavo templo había llegado sin invitación previa y cuando estuvo frente a Shion, se arrodillo y habló.

Camus: me disculpó por irrumpir en su templo sin invitación previa su ilustrisima - se disculpó.

Shion: no pasa nada acuario, ¿que te trae por aquí? - hablo distante.

Camus: era únicamente para solicitarle un pequeño favor - respondió.

Shion: ¿en que puedo ayudarte? - preguntó.

Camus: quería pedirle que le pida al santuario detener los rumores que hay acerca de mí y el caballero de capricornio - pidió mientras Shion lo vio.

Shion: ¿rumores sobre ti y Shura? No había escuchado eso, ¿a que te refieres? - preguntó mientras se acercó a él.

Camus: en el santuario se an desatado rumores de que el caballero de capricornio y yo mantenemos una relación romántica y esto a desencadenado a que una persona muy importante para mi comience a distanciarse por esa ficticia relación y por eso quería solicitar su apoyo - pidió.

Shion: Comprendo, ¿pero que hicieron ustedes dos para desatar esos rumores? - preguntó.

Camus: bueno... - susurro mientras recordaba lo que en aquel inusual día había sucedido.

Flashback.

Había bajado a capricornio unica y exclusivamente para pedirle un consejo al guardián de dicho templo.

Shura: ¿Cómo confesarte? - preguntó mientras dejaba de limpiar la mesa con un trapo húmedo, ¿por qué? Camus no lo sabía pero algo le decía que no quería enterarse de lo que le había ocurrido a esa pobre mesa.

Camus: Si, veras ya no quiero seguir ocultandole lo que siento. Siento que si no me apresuró alguien se me va a adelantar - dijo mientras jugaba con sus dedos indices.

Shura: a ver tío, ¿enserió estas dispuesto a esto? - preguntó.

Camus: muy seguro - afirmó mientras el santo de capricornio sonrió, al mismo tiempo que se acercó a él para darle el consejo, pero no contó con la pata de la mesa que estaba muy pegada al sillón y por tal motivo resbaló y de paso se llevó a Camus, quedando ambos uno encima del otro en una pose muy comprometedora justamente cuando un soldado pasaba.

Ambos caballeros al ver al soldado rápidamente se pusieron de pie y se sacudieron, para después hacerle una cara de disgusto al soldado que corriendo se fue de ahí y solo fue cuestión de una hora para que el santuario supiera del tipo de "relación" que sostenían Acuario y Capricornio.

Fin del Flashback.

Al recordar esto Camus nego, al mismo tiempo que decia.

Camus: prefiero no decírselo - aseguró mientras Shion lo veía de brazos cruzados.

Soldado: disculpe que interrumpa señor patriarca, pero hay visitas llegando al santuario - informó.

Shion: que bien, déjenlos pasar, escoltenlos hacia acá - pidió mientras el soldado rápidamente se fue.

Camus: ¿visitas señor? - preguntó.

Shion: viejos conocidos, hay alguien muy conocido por ti entre esa gente supongo - aseguró mientras Camus lo vio confundido.

Mientras tanto.

Con Milo.

Había llegado al fondo de aquel lugar, pero no encontraba aquel "titan de roca" como el patriarca le había llamado a esos monstruos.

Milo: ¿Dónde estás pequeño? - preguntó mientras su dulce voz resonó en todo el lugar. Escucho pisadas a sus espaldas, por lo cuál se volteó, únicamente para darse cuenta como una silueta humanoide totalmente negra se acerco a él logrando arrinconarlo contra la pared, mientras ponía sus manos sobre su cabeza. Mostrandole algo.

En la visión.

Ahí podía verse rodeado completamente, pero sus compañeros lo veían triste y decían cosas que él no podía entender. Lo que le pareció curioso fue ver dos Camus, ¿acaso estaba alucinando? No, no era eso, cada uno le estaba diciendo cosas. Inconscientemente unas palabras salieron de sus labios.

"No llores, sin importar donde estemos siempre estaremos juntos. Físicamente él destino ya nos dio un punto de encuentro"

Fue lo que se escuchó decirles.

Camus: si, pero a la vez también nos dio una oportunidad para amarnos en cada uno de sus mundos... hasta que la muerte nos separe ¿no? - fue lo que le respondió uno de ellos, mientras el otro comenzó a llorar. Por fin pudo escucharlo, aunque sea en lo último, aunque le daba bastante tristeza escucharlo con la voz quebrada.

Milo: ¿hasta que la muerte nos separe? Cam, sería mucho mejor si fuera hasta que el tiempo se acabe ¿no crees? - preguntó sonriendo débilmente mientras coloco su mano sobre su mejilla.

Camus 2: ¡¿Qué alguien saque a Athena de esa maldita caja y traigan la aquí! - se escuchó que gritó desesperado mientras se iba.

Milo: esto duele mucho... - dijo mientras llevaba una de sus manos hacia su pecho, para después verla, manchada de sangre - oh vaya, ¿que sucedió? - preguntó con cierto humor, le daba bastante gracia haberse lastimado sin haberse dado cuenta.

Camus: Sigamos conversando ¿si? Pero aun no te duermas - le pidió mientras lo levantó un poco, sosteniendolo en sus brazos.

Milo: no te preocupes Cam, yo desde hace bastante tiempo acepte el destino que me tocó - respondió, mientras acaricio su mejilla - lo siento tengo que decir adiós - le dijo.

Camus: claro que no, solo aguanta un poco más y después te juro que te llevaré a la feria ¿si? Nos escaparemos del santuario para ir - le dijo.

Milo: eso suena lindo... - susurró - ¿Cam?

Camus: ¿hm?

Milo: te amo... - fue lo que débilmente le dijo mientras sentía que poco a poco cerraba sus ojos. Vio como una lágrima cayó por su mejilla y cayó sobre su rostro para después escucharlo decir.

Camus: Si, tú cubito también te ama mi querido bichito manzanero - le respondió. Sonrió débilmente al escuchar aquello, para después solo dormir.

Inmediatamente se vio de nuevo en la realidad, y respirando de forma agitada vio hacia todos lados.

Milo: ¿Que demonios fue eso? - preguntó aterrado - ¿que fue lo que sucedió? - preguntó mientras veía sus manos.

Tan distraído estaba que no se había fijado que había alguien más en la cueva con él, él cual se acerco y lo tomó por el hombro, al sentir esto y con lo asustado que estaba no se detuvo a pensar, tomó inmediatamente la mano del desconocido y lo hizo caer al suelo, para después alejarse y pegarse a la pared.

Surt: auch... - fue lo único que logro decir el asgardeano, para después ver como Milo activo su aguja apuntándole con ella - ¡wow, wow, oye tranquilo soy yo, Surt! - gritó rápidamente mientras se ponía de pie.

Milo por su parte al escuchar aquel nombre y ver que definitivamente era él, solo pudo hacer una cosa.

Milo: ¡Aaaaaaaaaaaaaaah! - gritó a todo pulmón para después arrojarle un piedra y echarse a correr.

Continuará...

Aclarando, no gritó porque se asusto, simplemente gritó y le lanzó la roca porque quería aprovecharse de la situación para pegarle 🤣🤣