Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

hace mucho tiempo

Dieciséis años atrás.

Terminadas las guerras y
Después de la resurrección del
Ejército de Athena.

Santuario de Athena.

9:00 PM.

Una tranquilizadora paz se podía divisar en el santuario, en el coliseo se encontraban algunos caballeros dorados entrenando y siendo observados por algunos caballeros de plata y bronce recién nombrados.

Otros por su parte se paseaban en los doce templos, caminando y conversando con alguno de sus compañeros. Y eso nos lleva al guardián del octavo templo, el cuál subía rápidamente por los templos hacia el templo del patriarca.

Aioros: ¿por qué estás corriendo? - le pregunto mientras lo veía pasar rápidamente por su templo.

Milo: lo siento Aioros, me gustaría poder quedarme a conversar pero voy tarde al templo del patriarca, me dijo que subiera a las siete y ya son las nueve - le respondió mientras desaparecía.

Aioros: ese niño nunca va a cambiar, es la cuarta vez en esta semana - dijo de brazos cruzados mientras Saga aparecía.

Saga: tan impuntual como siempre Escorpio. El patriarca lo va a castigar.

Aioros: no hay duda...

Con Milo.

El pequeño Escorpio seguía su camino, pasó por capricornio lo más pronto posible, dudaba que el guardián del templo estuviera en su casa, muy seguramente estaba en acuario con Camus. Al recordar eso paro de correr de golpe, parando justo en la salida del templo, ¿estaba listo para ver lo que sea que tuviera que ver? Decidió negar, ahora lo importante era llegar con el patriarca si no quería que Shion lo enviará a juntar conchas de mar al templo de Poseidon.

Milo: nada debe obstaculizar mi camino - susurro decidido para después comenzar a correr otra vez.

Corrió o corrió hasta llegar a acuario y sin pensar o siquiera preguntar paso corriendo por ahí, sin detenerse a ver a nada ni nadie, para su sorpresa no escucho nada y nadie le interrumpió, era perfecto, había pasado por el peor templo sin obstáculos, o eso quería pensar, ya que cuando estaba a punto de poner un pie fuera del templo, sus pies quedaron congelados en el suelo.

Milo: ¡maldita sea! - grito molesto mientras intentaba sacar sus pies del hielo.

Camus: tan imprudente como siempre Milo, nunca fallas, ¿acaso se te olvido que tienes que pedir permiso al dueño del templo antes de pasar por una de las doce casas? - fue lo que pregunto mientras Milo escuchaba pasos acercarse a su espalda.

Milo: genial... - susurro aburrido.

Camus: ¿puedo saber a donde ibas con tanta prisa? - preguntó parando de caminar justamente detrás de él, Milo por su parte al escucharlo sonrió, para después responder.

Milo: oh... bueno, es que se me informó que una bella dama está esperando por mí en el templo de su ilustrisima - exclamó en un tono dramático.

Camus: aja, así que la señorita Athena solicita tus servicios, ¿con que te castigaran hoy? ¿Patrullar el pueblo? ¿Quitar el musgo del templo de Poseidon, limpiar la estatua de Athena o los 12 templos? Déjame informarte que al mio le hace falta una buena lavada en el techo - le dijo mientras Milo planeaba su próximo movimiento.

Milo: jajaja - dijo sarcásticamente - eso quisieras acuario, oye por cierto, ¿Dónde está tú novio? - preguntó.

Camus: ¿mí novio? - preguntó confundido.

Milo: hablo de la cabrá del templo anterior, no lo vi allá creí que estaría aquí intentando convencerte para que dejes de crear icebergs para seguir hundiendo barcos como el titanic, ya no hagas eso Camus, ¿con cuantas muertes de gente inocente estarás cargando? - preguntó, el otro molesto solo se dio la vuelta y se fue, descongelando al caballero de escorpio en el proceso.

Camus: lárgate no quiero verte aquí - le exigió, Milo por su parte sonriendo porque su plan había funcionado salto y comenzó a correr otra vez.

No era que pensara esas cosas de su amigo, pero sabía que de lo contrario Camus lo seguiría reteniendo ahí solo por molestar. ¿Por que? Bueno, pareciera que al masoquista ese le encantaba que lo castigaran, para que el pudiera ir a "supervisarlo" o más bien ir a burlarse de su duro sufrimiento.

Milo: es un maldito cubo - susurro mientras llegaba a piscis, aquí esta vez si pidió al guardián abrirle el camino para poder pasar, de lo contrario las rosas que habían en el camino hacia el templo lo harían dormir.

Templo del patriarca.

Shion por su parte daba vueltas de un lado a otro esperando a Milo, después de un tiempo dijo.

Shion: bueno, parece que los doce templos se limpiaran antes de lo previsto - susurro mientras escuchaba como alguien corriendo entraba al templo, para después ver a Milo caer de rodillas al suelo ante el, mientras respiraba agitado - llegas tarde caballero de escorpio - informó.

Milo: Perdón... ah... pero debería decirle a Camus que deje de congelar mis pies en su templo para que pierda el tiempo - respondió rápido.

Shion: Camus, Camus, Camus... - dijo negando.

Milo: bueno, ¿puedo saber por que me llamo? - pregunto mientras Shion solo asintió.

Shion: la señorita Athena te espera en su jardín privado, necesita hablar contigo, por favor no seas descortés e imprudente con ella - le pidió.

Milo: ¿ocurrió algo?

Shion: no lo se, solo dijo que quería hablar contigo - le explicó mientras Milo, un poco confundido se puso de pie y comenzó a caminar hasta el jardín de Athena.

O ese era su plan, cuando de unos pilares vio una sombra negra salir, la cuál se le quedó viendo por unos minutos, el también la vio por unos minutos y fue cuándo vio como intento acercarse a él, mientras abría la boca, ¿acaso intentaba comérselos? Cubrió su boca para no gritar, el patriarca ya estaba bastante molesto con el, vio como esa cosa comenzó a acercarse a él así que se puso de cuclillas y cerró sus ojos con fuerza al mismo que bajaba la mirada, aún cubriendo su boca, escucho alguien parar de caminar delante de él, pero al ver que no le hacía nada curioso abrió sus ojos y levantó la mirada. Encontrándose con su diosa, quien sonriendo lo veía.

Athena: ¿Que haces ahí Milo? - preguntó.
Milo por su parte avergonzado se levantó inmediatamente, aunque mala idea fue lo que pensó cuando con su cabeza golpeo a su diosa en la barbilla y el en la cabeza - auch...

Milo: ¡ay! Perdón señorita, eh... - se disculpó mientras sobaba su cabeza.

Athena: tranquilo, tranquilo estoy bien - respondió la muchacha, para después verla - ¿Que ocurre? - pregunto.

Milo: nada, solo estoy apenado por el retraso - respondió.

Athena: ven por favor necesito hablar contigo - le dijo mientras tomándolo de la mano se lo llevaba hacia el jardín.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro