3 días después.

Templo del patriarca.

Athena había abierto un portal, para hacer al Camus pelirrojo regresar a su dimensión, debía admitir que le encantaba la idea de dejarlo estar con Milo un poco más de tiempo, pero sabía que la otra Athena debería de estar preocupada allá y tampoco podían dañar el transcurso de las demás dimensiones.

Camus: bueno mi misión aquí ya esta terminada, esta vez con éxito, espero no vuelvas a meterte en problemas o regresaré a jalarte de las orejas - advirtió mientras Milo río por lo bajo.

Milo: solo eso me faltaba, estar bajo la amenaza de dos cubos - se burlo para después abrazarlo - todo estará bien cuando vuelvas a casa ya lo verás - le susurró, para después alejarse un poco de él y verlo a los ojos.

Él acuariano por su parte sonrió al escuchar eso, aunque un poco triste porque no era eso lo que esperaba, Milo al notar esto y deducir que era lo que quería, se volteó para ver si su Camus no estaba cerca, y cuando se aseguró de eso rápidamente se acerco al otro y le dio un besó en los labios, mismo que el pelirrojo correspondió, pasaron al rededor de cinco minutos cuando se separaron.

Milo: me hubiera encantado que te quedaras por más tiempo - comentó mientras junto su frente con la del otro.

Camus 2: a ti te encanta jugar con hielo ¿no? - preguntó haciendo referencia a su otra versión, la cuál llego momentos después por lo cual muy a su pesar rompieron el contacto - esta vez si lo vas a cuidar ¿no? - preguntó mientras el otro asintió.

Camus: con mi vida, no te preocupes - le respondió, el pelirrojo por su parte pesadamente suspiró, para después darse la vuelta y dirigirse hacia el portal donde Athena estaba, le dio una reverencia a la chica, misma que ella respondió, para después acercarse más y antes de entrar se volteó para ver a Milo, quien con una sonrisa se despidió de él con la mano, el por su parte también respondió de la misma forma y entro al portal, mismo que se cerró a sus espaldas.

Con tristeza vio las ligeras hondas de luz dorada que lo cubrieron, hasta dejarlo en los aposentos del santo pontífice en su dimensión.

Camus: el caballero dorado Camus de acuario a regresado con éxito de su misión diosa Athena - informó mientras permanecía arrodillado ante la joven de cabellos castaños quien sonriendo lo vio.

Athena: podrías levantar la vista Camus por favor - pidió la joven mientras el otro así lo hizo, la vio sonriendo tan dulcemente como lo hacía siempre, para después ponerse de pie, curioso vio que sostenía un pequeño bulto sobre sus manos, envuelto por sábanas de color blanco, mismo con el que se acercó hasta él y le extendió al momento de estar frente a él.

Camus: ¿Que significa esto señorita Athena? - preguntó.

Athena: velo por ti mismo - le pidió.

El joven de cabellos rojos únicamente recibió lo que la castaña le había ofrecido, lo cargo entre sus brazos con suma delicadeza dandose cuenta de que se trataba de un bebé, por lo cual curioso descubrió su rostro, para momentos después, ver de forma sorprendida a su diosa.

Athena: acaba de ser dejado a los pies de mi estatua, como podrás notar seremos Shion y yo quienes nos encargaremos de su crianza, aunque Apolo dijo que nos ayudaría a que todo fuera más rápido para que llegue a la edad adulta, sin embargó no me dijo nada de sus recuerdos, por lo cual supongo que deberás a volver a iniciar de cero con él, espero no te importe - le indicó, el pelirrojo por su parte veia de forma incrédula al pequeño en sus brazos.

Para solo cinco segundos después ponerse a llorar mientras abrazaba al pequeño rubio, que por su parte reía, al estar cerca suyo.

Athena: puedes quedarte con él, él tiempo que quieras, te explicare más a detalle como será su crecimiento en la noche, tranquilo, buscaré la forma de no hacerlos esperar por mucho tiempo - indico ella. El pelirrojo por su parte sin darle tiempo a reaccionar se puso de pie con el pequeño en sus brazos y la abrazó.

Camus: gracias, muchas gracias por su regalo señorita - le agradeció mientras la chica después de sonreír le dijo.

Athena: no es nada Camus, después de todo, te lo mereces - le respondió.

Camus: ¿pero como es posible? ¿No se supone que habían sellado su alma? - preguntó.

Athena: así es, pero solo era para contener a Chronos, una vez este fue sellado y vuelto a encerrar, el recipiente pudo volver a su estado natural, pero gracias a que su cuerpo sufrió daño, fui a consultarle al Titan Prometeo como crear un cuerpo para él, él me dio una idea, pero no salió como esperaba, lo siento - se disculpó ella.

Camus: no tiene porque disculparse, con esto está bien, podremos volver a recuperar lo en poco tiempo, y no me importa esperas años por él, si así es la mejor solución lo aceptare - dijo, para después volver a abrazarla y después irse con el pequeño rubio en sus brazos a saludar a sus compañeros que se acercaban a Piscis rápidamente con intención de recibirlo.

Shion: ¿no piensa decirle que no será necesario eso de los años? - preguntó.

Athena: Artemisa me pidió ser prudente, ellos no manejan el tiempo, así que no saben si sus planes van a dar frutos - indico la castaña para después algo apenada decir - Shion, ¿podrías sacar a Hyoga del santuario? Es que no se porque tengo una rara sensación de que Camus querrá hacer pato al horno - dijo sonriendo mientras Shion suspiró.

Mientras tanto.

En la otra dimensión.

Milo y Camus caminaban tomados de las manos, diciéndose a Acuario para por fin relajarse un poco.

Camus: ese yo era muy directo - indico.

Milo: ¿por qué lo dices? - preguntó confundido.

Camus: me pregunto si no había ocurrido nada entre nosotros en el hotel - reveló mientras Milo lo vio confundido.

Milo: ¿a que te refieres? - preguntó.

Camus: él ya tú sabes - dijo mientras hacía un gesto con su mano a lo que Milo después de sonrojarse se soltó y dijo.

Milo: creo que mejor iré a ver a Mü, algo me dice que la conversación se pondrá algo traviesa apartir de hoy - dijo mientras comenzó a caminar rápido.

Camus: ¡enserió Milo, debió haber ocurrido ahí, el me contó que su Milo le dio la prueba de amor en esa misión! - le gritó a Milo que por su parte sonrojado corrió con más ganas al templo de Mü, esa vez si o si algo iba a pasar si se quedaba con él.

Corrió lo más rápido que pudo templos hacia abajo, hasta que sin darse cuenta llegó al suyo, únicamente para ver como Surt entraba.

Milo: ¿y tú que estás haciendo aquí? Se supone que ustedes se habían ido hace unas horas - dijo mientras el asgardeano se volteó.

Surt: si, se supone que así debía ser, pero me quedé porque necesitaba hacer algo - dijo mientras se acerco.

Milo: ¿a sí? ¿Que cosa? - preguntó confundido, para momentos después sentir como el otro lo tomo de forma suave por ambas mejillas y lo beso, se quedó estático por unos momentos sin saber que hacer, realmente esa acción lo había dejado sorprendido y con la mente en blanco. Cuando se separó de él, no dijo nada, solo vio al asgardeano que después de un suspiro hablo.

Surt: ah... realmente es una pena de que ya tengas a Camus y sepa cuanto lo amas y él a ti, de lo contrario hubiera hecho lo posible por ganarme tú corazón - le dijo mientras se separó.

Milo: ¿eh? - preguntó.

Surt: te confieso algo, realmente no sé que me ocurrió, cuando te vi correr cuando llegamos, antes de que toda esta locura ocurriera, sentí que algo había cambiado dentro de mi, ya no tenía esos deseos de verte bajo tierra - indico.

Milo: Ja, que conveniente - respondió sarcásticamente.

Surt: dímelo a mí - le dijo - pero bueno, no quería irme sin decirte lo que pienso y pedirte una disculpa por lo mismo, se que esto no debió ser, ya que... tú y yo se supone que somos enemigos. Además de que tú eres él amor de su vida de mi mejor amigo, pero se que no hay nada que pueda hacer en contra de eso, pero no quería irme sin confesarte lo y decir que no te preocupes sin en dado caso lo haces, ya que se que eres noble, pero tranquilo, buscaré a alguien a quien amar y que sea correspondido - le dijo sonriendo mientras Milo lo vio sin decir palabra alguna.

Sin más que hacer y sabiendo que ya todo estaba dicho, Surt únicamente le dio un pequeño beso en la mejilla y se retiró del octavo templo, dejando a su guardián sin saber que hacer, él cual después de unos minutos sintió como unos brazos lo rodearon por la espalda, para después escuchar a Camus decir.

Camus: ¿por qué es que esto no me sorprende? - preguntó mientras veía por donde el asgardeano se había ido.

Milo: ¿lo escuchaste? - preguntó.

Camus: claro, cuando entre lo escuche darte su bonita declaración - le indicó.

Milo: me siento muy mal Cam, jamás quise causar dolor en nadie - le dijo mientras sintió como el mayor lo abrazó más fuerte.

Camus: no es tú culpa amor, tú no tienes la culpa de ser tan lindo y Surt lo sabe, ya veras que con el tiempo nos vendrá a visitar con una persona que sepa valorarlo - le indicó mientras Milo sonrió un poco más calmado, se dio la vuelta y abrazó a su novio.

Milo: tú voz es igual de relajante para mí como lo fue escuchar a Athena cantar - le dijo.

Camus: ¿hm? ¿Athena canto? ¿A que te refieres? - preguntó.

Milo: cuando Chronos me hizo dormir, lo único que me mantuvo consciente fue el lamento de Athena, un hermoso y triste canto melancólico y su voz que me dijo, "no permitas que Camus siga buscando flores entre la nieve caida" - le explicó.

Camus: tal vez era la otra Athena quien estaba prestandote su cosmos para así permitir que mi otro yo cumpliera su misión ¿no crees? - preguntó mientras el otro asintió.

Milo: tal vez...

Camus: pero no debes preocuparte, si la teoría de Athena no fallo, todas tus demás versiones volvieron sanas y salvas al santuario al igual que tú después de que Chronos fue sellado - le indicó, mientras ambos se vieron a los ojos.

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Volviendo a la actualidad.

Con Athena.

Athena: y esa fue toda la historia, final feliz para todos - indicó ella mientras el muchacho la veía.

Xx: Wow... ¿y todo eso fue lo que ocurrió con mis papis? - preguntó a lo que Athena sonriendo asintió para después verlo.

Camus: ¡Camilo, ¿Que haces molestando a la señorita Athena?! - le gritó mientras se acercaba, él joven rubio de quince años rápidamente se escondió detrás de la castaña.

Athena: Camus déjalo en paz, sabes lo mucho que le gustan las historias - le dijo la chica.

Camus: no me molesta que este con usted, pero se escapa el patriarca se asusta y después llama asustando a Milo y sabe que no puede tener emociones fuertes ahora - dijo el pelirrojo mientras se escuchó un suspiro que hizo a ambos voltearse, dándose cuenta de que Milo aparecía con una notable pancita de siete meses.

Milo: con que aquí estabas pequeño hijo del mal - regañó el rubio mientras veía de forma desaprobaroria a su hijo, quien únicamente le sonrió aún escondido detrás de la diosa.

Camilo: por cierto Athena, ¿que ocurrió con él Milo bebé? - preguntó.

Athena: Apolo y Artemisa hicieron algo que provocó que volviera a su edad lo más pronto posible, lo cual le tomó 20 días, fue un año por vida, hasta que llegó a la edad indicada, después hubo algo que restauró por completo sus recuerdos y todos felices en el santuario - respondió mientras Milo la vio aburrido.

Milo: por favor le suplicó que deje de contar eso, que me da vergüenza recordar que estuve dependiendo de este señor por veinte días - dijo mientras señalaba de forma discreta al pelirrojo que veía a su hijo sin prestarle atención.

Él pequeño había heredado prácticamente todo de Milo, solo sus ojos eran de un color rubi como los suyo, pero igualito a Milo en carácter y apariencia.

Suspiró al mismo tiempo que recuerdos de lo que hacía dieciséis años había ocurrido, todo había sido una locura, pero estaba agradecido de que hoy por hoy estuviera en paz y no en...

"Esto es guerra"

Fin.