Los tres llegaron finalmente hasta donde estaban los escombros de lo que fue su casa.

Julieta- ¿Mirabel?

Mirabel- mama- dijo mientras corría para darle un abrazo a su madre.

Julieta- Me preocupaste no te encontrábamos.

Después de eso también llego Agustín con la cara hinchada.

Agustín- Había abejas por todos lados- exclamo

Mirabel también lo abrazo

Agustín- estaré bien

Luego apareció Camilo que fue corriendo a abrazar a su prima

Camilo- Mirabel- exclamo- me asusto mucho cuando te fuiste pensé que no volverías.

Mirabel- jamás te dejaría.

Luego llegaron el resto de los integrantes de la familia.

Dolores- y ahora que haremos con este par de tortolos.

Abuela- bueno- dijo mientras se acercaba a Mirabel y Camilo- Si ustedes son felices juntos, tienen mi consentimiento

Camilo- ¿lo dices enserio?

Abuela- lo digo enserio- exclamo mientras sonreía

En eso Bruno se acercó.

Todos estaban sorprendidos al verlo.

Bruno- yo solo quería disculparme por todo lo que paso- exclamó- Nunca quise hacer daño a la familia con mi don.

Antes de que pudiera continuar hablando Julieta y Pepa corrieron para abrazarlo.

Julieta- No tienes por qué disculparte- exclamo mientras abrazaba más fuerte a su hermano- estoy muy feliz de verte bien.

Toda la familia se acercó y se dieron un gran abrazo.

Todo estaba bien excepto por un pequeño detalle, ya no tenían casa.

Mientras seguían abrazados escucharon que unos pasos se aproximaban.

Abuela- ¿Qué será? - pregunto

Antonio- el pueblo viene para acá- exclamo.

- Hay solución, hay solución- exclamaron mientras llegaban junto con herramientas y materiales para poder arreglar la casa.

Todos en el pueblo junto Con los Madrigal comenzaron a reconstruir la casa.

Pasaron los días, la familia ahora era feliz, Dolores pudo declararse finalmente a Mariano, todo estaba saliendo perfecto.

También Después de un tiempo más de trabajo lograron terminar de construir la casa.

Todos se reunieron en la entrada de la casa ya terminada.

Mirabel- Mira nuestro hogar, tan lleno de esperanzas.

Abuela- No es perfecto

Mirabel- Nadie lo es

Abuela- es cierto, por terminar, miremos si algo falta.

Mirabel- ¿Qué?

Bruno- Falta un cerrojo

Antonio- espera aquí por ti- exclamo mientras le entregaba el cerrojo a Mirabel y empezaba a caminar junto con ella hacia la puerta.

(Pepa, Félix, Dolores, Camilo)- Valiente resplandor

(Luisa y Isabela)- Podemos ver en ti.

(Julieta y Agustín)- Y escucha tu interior

Bruno- tu eres nuestro don, cree en ti.

Abuela- Abre los ojos, ¿Qué es lo que ves?

Mirabel miro el cerrojo y en este se reflejaba su rostro.

Mirabel- Me veo a mí, solo a mí- exclamo con felicidad.

Mirabel se acercó a la puerta, puso el cerrojo y automáticamente la puerta comenzó a brillar y con ella toda la casa.

La magia había vuelto.

Mirabel- Hola casita- exclamo mientras las puertas se abrían.

El techo y las ventanas empezaron a moveré alegremente mientras el piso llevaba a Mirabel adentro de la casa.

Mirabel- Que esperan entren- exclamó.

Y los pisos de la casa empezaron a jalar a todos dentro de la casa.

Una vez que todos estaban adentro empezaron a festejar el hecho de que otra vez tenían sus dones.

Todo estaba saliendo a la perfección.

Mientras todo celebraban Camilo se acercó a Mirabel.

Camilo- Parece que lo lograste, salvaste el milagro y devolviste la felicidad a nuestra familia.

Mirabel- no hice todo sola, tuve tu ayuda.

Camilo- ahora, ¿podemos tener nuestro final Feliz?

Mirabel- Yo digo que si- exclamo mientras se acercaba al rostro de Camilo para poder darle un beso.

El correspondió y se dieron un hermoso beso.