Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Bienvenida al rubio.




Lo primero que miro al despertar es Amber a mi lado enredada entre mis brazos. Sonrió al recordar lo que ha pasado la noche interior y no puedo sentirme más pleno y satisfecho. Ahora puedo decir con seguridad que su piel es igual de suave y dulce como se ve, su inocencia y su forma de estremecerse ante mis caricias me dejaba en claro sus sentimientos. No hicieron faltas muchas palabras, todo se basó en actos, actos que se basaron en besos y besos que se basaron en transmitir todo el cariño que sentíamos el uno por el otro. No puedo estar más seguro de mis sentimientos por ella, lucharía por nosotros, lucharía por ella.

Acaricio su mejilla suavemente y miró su rostro para encontrarme con su iris azules, esos ojos que me miraban de la forma más especial ayer por la madrugada.

— Buenos días preciosa. — Susurro tirando su cabello por detrás de su espalda.

— Hey. — Pasa una mano por sus quizás por la molestia que causaba la luz en su recién despertar. Adorable le quedaba corto. Verla recién despertar era más tierno que ver vídeos de gatitos, puedo jurarlo. Y me encantaría tener esa vista por mucho tiempo más. — ¿Hace cuánto rato estás mirándome como un psicópata? — Suelta una vez que ha dejado su mano libre. Me rio.

— Lo suficiente para saber que tienes cinco lunares en tu rostro, unas pequeñas pecas bajo tus ojos y por tu nariz y una marca detrás de tu oreja. — Enumero sin dejar de mirarla. — ¡Ah! Y hablas dormida, es un gran espectáculo a decir verdad.

— Me das miedo. — Mira de reojo para luego sonreírme. Muerde su labio y mira hacia abajo dándome a entender que no sabe qué hacer ahora, la conocía tan bien. Por lo que tomó su mentón entre mis dedos y tomo su labio inferior con delicadeza, para luego comenzar un beso lento, sin apuros ni presiones. — Gracias por lo de anoche. — Alzó mi ceja.

— Por lo que paso aquí entre nosotros o...

— No, tonto. — Me interrumpe riendo y puedo notar el color rubí tomar poder de sus mejillas. — Gracias por dejarme en claro ayer que quieres esto, que ya sabes, después de todo el espectáculo de ayer y las cosas que dije el otro día, estás aquí conmigo. — Enreda sus dedos con los míos y las lleva en dirección a su boca plantando un beso en la mía. — Y ya que mencionaste lo que paso entre los dos, gracias por hacerme sentir tan querida. — Murmura bajo.

— Te haría el amor día y noche, con tal de hacerte sentir así Amber. — Admito susurrando sobre su boca. — Y con hacer el amor no me refiero solo al ámbito sexual, por que hacer el amor es más que eso. Hacer el amor es estar así, juntos, hablando de la vida, escuchar nuestros miedos, nuestros problemas, darle solución a los conflictos. Hacer el amor, es sentirte a gusto con esa persona, es reírse de lo más simple y estúpido y yo Amber, haría el amor contigo siempre y por el simple hecho de que te quiero y mucho. — La siento suspirar fuertemente y oculta su rostro en mi cuello apretando el agarre entre nuestras manos.

— Ya veo por qué eres artista, no sé de dónde sacas tantas palabras que me hacen dejar de pensar. — Acaricia la comisura de mis labios cuando deja su rostro a mi vista. — Te quiero mucho Justin, tengo mucha suerte de tenerte conmigo.

— El suertudo soy yo Amber, después de todo lo que he pasado en el último tiempo, no quería darme espacio para buscar amor ni nada eso, pensaba que todos los que se acercaban a mí era para obtener algo, comencé a vivir con eso como si estuviera destinado a hacerlo toda mi vida, pero llegaste tú y me he dado cuenta que no, que no todos van a querer algo extra de tu parte, tú te conformas con cosas tan simples como ver películas los dos en el living. Me haces recordar quién era antes de todo esto.

Después de lo que se sintieron horas, finalmente (y muy a mi pesar) nos levantamos de la cama a hacer las actividades del día. No era muy bueno cocinando, pero soy un experto en hacer huevos revueltos por lo que me ofrecí a hacer el desayuno mientras Amber tomaba una ducha. Esther estaba a un lado observando todo, probablemente había extrañad igual o más a Amber estos días, mi cachorrita adoraba a Amber.

Coloco la mesa y cuando estoy a punto de terminar la decoración siento las manos de Amber en mi estómago apretándome desde mi espalda. Tomó sus manos entre las mías y sonrió al sentir sus labios sobre mi cuello. Cuando volteó me encuentro con su dulce rostro y que ha robado una de mis camisetas, se le ha vuelto una costumbre que no repudiaba, todo lo contrario, me gustaba que utilizara mi ropa porque sentía que podía recordarle que estoy con ella siempre. La siento inhalar fuerte y la miró extrañado.

— ¿Qué? — Ríe nerviosa. — Me encanta el olor de tu perfume. — Vuelve a suspirar y la miró sonriente. — No me juzgues por amar el olor de mi novio.

— Bueno... técnicamente aún no soy tu novio por que no te he hecho la pregunta. — Recuerdo. Y es que no se me había pasado por la cabeza, no es que no quisiera, sólo que con Amber lo que tenemos ya es una relación y no hicieron falta las palabras antes.

— Oh, en ese caso... ¿Qué hay de malo en querer el perfume de mi amigo con beneficio? — Mueve sus cejar de arriba hacia abajo. — Somos algo así como la película de Justin Timberlake con Mila Kunnis, ¿te gusta la idea? — Vuelve a mover sus cejar sugestivamente.

— Lo malo es que uno de los tratos es no involucrar sentimientos y yo hace mucho tiempo que los estoy poniendo en juego. — Acaricio un punto de su oreja, donde se encuentra uno de sus aretes.

— En ese caso, ya somos dos. — Palmea mi hombro como diciendo "somos un caso perdido".




— Démosle a bienvenida al castañ... Oh. — Abro mis ojos y lo primero que veo es mi cabellera de un rubio. 

— ¡Amber! ¿Qué has hecho? — Exclamó viendo mi pelo brillar con la luz del sol.

— Creo que me he pasado mucho con los minutos, deja ver la caja con las instrucciones, no entiendo por qué no funciono, siempre la dejo cuarenta y cinco minutos y... "Dejar reposar por veinte y cinco minutos" — Lee. — Mierda.

— ¡Me has puesto rubio! — Paso una mano por mi cabello. — Luzco como la hermana gemela de Miley o Ellen. — Maldito el momento en que le pedí que me tiñera el pelo porque quería un tono más bajo que él que me había dejado mi estilista.

— ¡Lo siento tanto! Te juro que pensé que eran cuarenta y cinco minutos.

— Cuarenta y cinco minutos mi culo Amber, no creas que no me vengaré de esto.

— Pero no fue intencional. — Sollozó.

— Lo siento, pero te has metido con el cabello de Justin, y mi cabello es sagrado cariño. — Continuó molestándola.

— Pero Juuuuuuuustin. — Hace un puchero como una niña pequeña y niego con la cabeza deteniéndola. — ¿Entonces qué quieres?

— Ven aquí. — Golpeteo mis piernas para que se siente en ella y acata mi petición inmediatamente. — Tu sabes que mi single sale pronto, ¿verdad?

— Sí y aún no me dejas escucharlo. — Frunce su ceño.

— No seas impaciente.

— ¡Pero todo el mundo lo ha escuchado, menos yo! Es injusto. — Se cruza de brazos fingiendo molestia pero rápidamente una sonrisa aparece en sus labios.

— Lo siento cariño, pero deberás escucharla con los demás, es algo así como una sorpresa por que digamos que me base en algunas cosas de nuestra relación.

— ¡No estás ayudando a calmar las ansias!

— Está bien, lo siento. — Me disculpo y doy un sonoro beso en su hombro. — A lo que quiero llegar es que tendré que hacer algunas promociones y tendré que viajar mucho... — Comienzo.

— Lo sé, te voy a extrañar.— Pasa sus manos por detrás de mi cuello.

— Quizás no tanto. — Muerdo mi labio inferior y ella me mira alzando una de sus cejas.

— ¿Que quieres decir? (What do you mean). — Pregunta con una sonrisa. — ¿Notas como llegué de nuevo al tema de tu canción? — Bromea.

— Amber, estoy tratando de llegar a un tema serio. — Le recrimino.

— Está bien, lo siento, prosigue. — Anima y escucha atenta a lo que tengo que decir mirando mis ojos fijamente como si estuviéramos jugando a las quemaditas.

— Ven conmigo a Europa.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro