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Una vez se aseguraron de que el embarazo del estadounidense se encontraba en perfectas condiciones, Luzu fue a su casa con el menor prometiéndole a Rubius que no habrían problemas de alcohol de por medio. Rubius confiaba en él, después de todo, sabía que si Quackity estaba ahí, el mayor no iba a recurrir a la bebida.
Y una vez llegaron a casa del castaño, éste no dudó en ofrecerle su habitación a Quackity; debía estar cómodo debido a su embarazo, y aún si no estuviera embarazado, Luzu siempre le daría prioridad.
Estaba a punto de salir de su habitación para que el pelinegro pudiese dormir tranquilo, cuando éste lo detuvo y le pidió dormir a su lado. Luzu no sabía si aceptar, tenía miedo de lastimarlo en la noche ya que solía moverse mucho mientras dormía. Sin embargo, Quackity le insistió tanto que el español no pudo negarse, así que entró a su lado quedándose completamente quieto y rígido para evitar incomodar al contrario.
No iba a dormir, debía velar por el embarazo de Quackity para evitar herirlo por la noche, así que solamente se había quedado mirando al techo sin mover su cuerpo un solo centímetro.
—No seas exagerado— el pelinegro soltó una risita abrazando uno de los brazos del mayor.
—No quiero lastimarte mientras duermo— Luzu respondió relajando un poco su cuerpo al sentir el abrazo de Quackity en uno de sus brazos.
—No lo harás, tranquilo— Quackity entrelazó sus piernas como pudo. Estaba intentando abrazar a Luzu a pesar de tener que dormir con la espalda totalmente pegada a la cama a causa de su embarazo.
Las luces estaban apagadas y las cortinas cerradas, pero un rayito de la luz de la luna se filtraba por una de las cortinas dejando a Luzu apreciar el cuerpo de Quackity a su lado; sin duda el estadounidense lucía muy bonito con esa pancita de embarazo, era algo tierno para Luzu imaginar que él fuera su esposo y ese bebé suyo.
No tenía idea de que pasaría ahora con su relación, porque para empezar, no tenían una relación más allá de la amistad, él amaba a Quackity , pero el pelinegro por alguna razón continuaba protegiendo a su esposo cuando éste no lo merecía.
Luzu acarició el vientre de Quackity suavemente, fue lo único que pudo calmar todas sus preocupaciones, y dando caricias a la pancita del menor terminó durmiendo sin siquiera darse cuenta.
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A la mañana siguiente Luzu despertó primero, así que decidió pedir un desayuno a domicilio para su compañero que se hospedaba en casa. Fue una rutina algo diferente, estar toda la mañana en casa ocupado en cuidar de Quackity, sin duda fue una agradable experiencia. No se sentía como una carga, era algo que le gustaba hacer y lo mantenía activo.
El estadounidense realmente tenía antojos muy extraños, pero para Luzu fue un placer cumplir con cada una de sus peticiones, verlo feliz simplemente no tenía precio y daría lo que fuera por siempre tenerlo a su lado de esa manera.
Sin embargo, tuvo que despedirse de él al tener que ir a trabajar por la tarde, odiaba la idea de dejarlo solo, pero debía hacerlo, al menos tenía la certeza de que Quackity estaría bien en su casa y nadie le haría daño.
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El castaño con mechón blanco por su parte había faltado al trabajo la mañana siguiente del altercado con el español. Había pasado mal aquella noche, ya qué su cuerpo dolía bastante y ni hablar de su rostro, pero aquello no fue suficiente para arrepentirse de todo lo que le había hecho a Quackity. Él quería devolverle lo que Luzu había hecho con él, sin embargo, no tenía ni la menor idea de dónde se encontraba él ahora mismo y aquello lo enfurecía mucho más.
Despertó a altas horas de la tarde, cuando su turno laboral ya había terminado, entonces recordó que Tommy debería estar en casa a esas horas por lo que decidió ir a su casa.
Tomó las llaves de su auto y salió de casa pensando en una excusa creíble para explicar los golpes de su rostro, porque después de todo, Tommy no sabía que él era un hombre casado.
Al llegar a su destino tocó el timbre de la casa, porque a pesar de llevar mucho tiempo juntos, Tommy se seguía negando a darle una copia de las llaves.
Pasaron unos cuantos minutos para que éste finalmente le abriera la puerta; su cabello estaba revuelto y vestía una camisa varias tallas más grandes a la suya, parecía como si recién se levantara cuando se suponía que estaba casi regresando del trabajo.
—¿Qué haces aquí? — el menor preguntó algo sorprendido.
—Solo quise visitar— Wilbur entró a su casa sin siquiera pedir permiso dejando sus zapatos en la entrada.
Tommy volteó los ojos, odiaba que el contrario se portará irrespetuoso.
—Debiste avisar y...— el menor se detuvo asustado al notar los golpes en el rostro de Wilbur cuando este se quitó el cubrebocas y los lentes que llevaba —. Pero, ¿Qué carajos te pasó en la cara?
—No fue nada, solo una tonta pelea en un bar— mintió.
—Pues parece que ibas perdiendo— el de cabello ondulado se burló, sin embargo detuvo su risa al ver el rostro totalmente serio del contrario —Ay ya, no seas amargado— Empujó su hombro suavemente.
—Yo... Quería saber si puedo quedarme aquí por los próximos días.
Tommy frunció el ceño.
—¿Te da miedo quedarte solo después de esa pelea?— el menor definitivamente quería negarse.
—No digas tonterías, solo creo que sería divertido pasar unos días juntos— El mayor intentó convencerlo acercándose para tomarlo por la cintura.
—¿No te fue suficiente con la cachetada qué te dí hace un tiempo? Ya te dije que no me toques de esa forma— Tommy se soltó bruscamente.
—¡Pero soy tu novio!
—¿Y con esa actitud quieres qué te deje quedarte?
—Bueno ya, me calmo.
—Bien, solo serán un par de días, no te quedarás más de una semana— advirtió yendo a su habitación —Espera aquí un momento.
Y dicho esto Tommy casi corrió a su habitación para advertirle a su novio-amante que debía irse.
—¿Quién era?— el hombre en su habitación preguntó.
—Es Wilbur, debes irte— Tommy advirtió tomando la ropa de su novio para entregársela.
—¿Bromeas? Pero si estábamos pasando un buen rato— el contrario comenzó a vestirse.
—Lo sé, Boo, pero tendremos que continuar en otro momento— Tommy comenzó a empujarlo hacía la ventana.
—Mierda— Ranbo salió como pudo de ahí y regresó a casa algo frustrado.
Era tedioso tener que esconder su relación de esa manera, pero sabía que era por el bien de su novio, puesto que si sus padres se enteraban de su orientación real, lo desheredarian.
Solo debía ser paciente y en poco tiempo podrían hacer pública su relación.
🦆
De vuelta a casa del español, éste aún no regresaba del trabajo. Quackity por su parte había encontrado un par de cosas para comer por ahí y así calmar un poco sus locos antojos. Sin embargo no dejaba de pensar en cómo le diría a Luzu que ese bebé que llevaba en el vientre era suyo, temía que la hospitalidad y atención del castaño hacia él desapareciera por eso, porque él mismo le había dicho que no iba a embarazarse desde el día que hicieron el amor y ahora tenía un bebé dentro que es de él mismo.
Todo se había salido de control y eso asustaba al menor; temía que la historia se repitiera y aquella persona en la que alguna vez confió y creyó su lugar seguro comenzara a maltratarlo, definitivamente él no podría soportar algo así nuevamente.
Pero Luzu no era Wilbur, el corazón de Quackity sabía que él era diferente, pero su mente aún tenía miedo de volver a confiar por completo en una persona.
Tomboo xver, me gusta el Tomboo y quise añadirlo a la historia🕷️❤️
¡Buenas! En fin, decidí actualizar ya que tuve problemas d amor adolescente JJABANA
En fin, chau los quiero. Don sumiso muerto se va muerto e sumiso de nuevo 🕷️✨
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