2
Al día siguiente, Quackity despertó agradeciendo que su marido ya no estuviera en casa, era temprano, pero este ya se había ido al trabajo.
Quackity estaba un poco más tranquilo, por suerte su esposo no lo había despertado para maltratarlo de nuevo, eso era algo bueno, había empezado bien el día.
Sin embargo, no había mucho que hacer, más que la comida y mantener la casa organizada.
Entonces salió un momento para caminar,-con los lentes y el cubrebocas de ayer para tapar sus moretones y heridas de su esposo-y despejar su mente de todo lo que estaba pasando con su vida, tarde o temprano debía continuar, esto ya era una rutina para él, cada mes los malos tratos regresaban, no era ninguna novedad, así que para llenarse de mejores energías decidió dar un paseo por el parque.
De un momento a otro el recuerdo del chico de ayer regresó a él ,y la culpa de haberlo tratado mal también, el español fue amable y, Quackity se arrepentía de haberlo tratado de esa manera, entonces pensó en que tal vez podría encontrarlo por el parque de nuevo y disculparse.
Caminó un poco más por los alrededores buscándolo.
-¿Dónde estás, Lusu?- Quackity se preguntó mirando el panorama, ese nombre, no lo había olvidado, por supuesto que no, era tan fácil como para hacerlo.
Y habría seguido buscando, sí no fuera por el fuerte empujón que recibió, el cual casi lo hizo caer.
Casi, de no ser por los fuertes brazos que sujetaron su cintura.
-¿Quackity? ¿Eres tú?- Luzu preguntó intentando mirar el rostro del chico a través de los lentes y cubrebocas que el contrario llevaba.
-Sí, yo...
-Lamento golpearte de nuevo, suelo mirar al piso mientras corro.- Luzu lo interrumpió disculpándose aún sin soltar la cintura del menor.
A decir verdad, era cómodo tenerlo así.
-Venía a disculparme, no quise tratarte mal ayer, tuve un mal día, pero no debí desquitarme contigo.- Quackity aclaró agarrando los brazos de Luzu para que este soltara el abrazo en el que lo tenía.
Y así lo hizo el mayor.
-Tranquilo, es normal que tengamos días malos.- Luzu animó.
-Entonces... ¿Me perdonas?- el menor preguntó algo impaciente.
-No.- Soltó Luzu con simpleza para seguir trotando y ejercitarse.
-¿No?- Quackity preguntó confundido comenzando a trotar a su lado -. Pero, ¿por qué?
-No creo que lo merezcas.- Luzu vaciló.
-Pero vine a disculparme, claro que lo merezco. -Quackity comenzó a hacer un pequeño puchero debajo del cubrebocas qué no pasó desapercibido por el mayor.
-Bueno.- Luzu se detuvo y lo miró con una sonrisa coqueta, qué el menor se confundió por aquello-. Sólo te perdonaré si aceptas desayunar conmigo.
-¿Qué? - Quackity lo miró muy confundido, pensando sí era una tipo broma del mayor como una paga de haberlo tratado mal ayer.
-No tienes que pagar, solo acompáñame. -el mayor lo miró con súplica.
-No entiendo...- Quackity estaba realmente confundido.
-Te dije que era nuevo por aquí, sería bueno conocer a alguien.- Luzu insistió.
A lo que Quackity asintió.
-Lo haría pero, hoy estoy algo ocupado.
-Entonces mañana.- el español volvió a insistir.
-Claro- el estadounidense iba a irse, se había dado media vuelta para empezar a caminar pero sintió su mano ser tomada por el contraria.
-Espera, dame tu teléfono.
-¿Mí teléfono?- el estadounidense preguntó, cada vez la confusión era más grande. ¿Qué insinuaba el mayor?
-Sí lindo, es para ponernos en contacto y asegurarme de que no me vas a dejar plantado, deja de desconfiar tanto de mí.- el español extendió su mano para que Quackity le diera su celular.
Y cuando el contrario lo hizo, este agregó su número para después mandarse un puntito por WhatsApp.
-Listo, te veo mañana.- Luzu le devolvió su celular y continuó trotando por el parque.
Quackity inconscientemente sonrió, ya le hacía falta un amigo.
El resto del día continuó algo extraño para Quackity, Wilbur lo había ignorado por completo, él no entendía el porqué aquel hombre no lo había golpeado o le había gritado aún.
Solo podía agradecer aquello.
Pero no debía confiarse, no era ninguna novedad qué este lo ignorara para despistarlo y después lo tomará por sorpresa atacandolo de nuevo.
Así que con algo de desconfianza, entró a la cama al lado de su esposo quién le daba la espalda para finalmente dormir.
Que sueños tan raros tuvo al ver a Luzu en ellos, no paraba de pensar en como sería su encuentro de mañana.
Definitivamente llevaba mucho tiempo sin salir con nadie ni convivir con alguien más que no fuese Wil, y tal vez era eso lo que lo mantenía tan ansioso por mañana.
Tanto que incluso despertó antes que su marido, pero simplemente fingió que aún dormía para evitar interactuar con él por miedo y de esa manera esperó a que este se fuera.
Obviamente su esposo no tenía ni la más remota idea de los planes de Quackity, por supuesto que él no se lo diría o de lo contrario, se estaría arriesgando a mandar al caño su posible nueva amistad.
Él no debía saber nada.
Cuando se aseguró de que estaba completamente solo en casa, comenzó a vestirse con un conjunto más decente. Quería lucir presentable para su salida de hoy, llevaba mucho sin hacer algo parecido.
Mientras continuaba preparándose, un mensaje llegó a su teléfono.
"Hola bonito, soy Luzu. ¿Ya despertaste?"
Ese mensaje lo hizo sonreír, así que con los mejores ánimos respondió quedando en ver a Luzu en el parque.
Tomó en cuenta cada detalle, o al menos eso creía, y sin más se dispuso a salir de casa con unos lentes y cubrebocas que pudieran cubrir el maltrato que recibía.
Siguió hablando con Luzu por mensaje mientras iba de camino al parque, ambos miraban su celular mientras se ponían de acuerdo en que parte del parque se verían , hasta que por el descuido de mirar a la pantalla en sus manos chocaron de frente el uno con el otro.
Y una risa se escapó de los labios de ambos al notar con quien se habían estrellado.
-Deberíamos dejar de toparnos así.- Luzu bromeó.
-Es tu culpa, siempre caminas sin cuidado.- Quackity también bromeó.
A lo que Luzu respondió con un rostro ofendido.
-Bueno, admito que lo fue los días anteriores, pero hoy también tuviste la culpa.- Se defendió el mayor, y ambos volvieron a reír -. ¿Ya sabes qué quieres desayunar?
-Ahm, creí que lo tenías todo planeado.
-Quería saber sí tienes una comida o restaurante favorito.
-¿Por qué no me sorprendes?- Quackity pidió a lo que el contrario asintió.
No sabía de donde había sacado toda esa confianza para hablar con Luzu, hace mucho que no socializaba, pero por alguna extraña razón le era fácil abrirse con aquel extraño.
Así qué dejando atrás todas sus dudas, siguió a Luzu hasta un restaurante cercano de desayunos y dejó que el contrario ordenará por él.
-Parece que conoces muy bien el menú de aquí.- Quackity señaló al escuchar a Luzu ordenar el desayuno.
-Oh, por supuesto, he venido a este restaurante desde qué me mudé.
-¿Desde qué te mudaste a esta zona?- el menor preguntó.
-Desde qué me mudé a este país, llevo casi tres semanas en Los Angeles.
-Oh, tu inglés es muy bueno, ¿habías venido antes?- Preguntó mientras un plato de tostadas y mantequilla eran puestos en su mesa en lo que esperaban su desayuno.
-He visitado Los Angeles en varias ocasiones, pero fue hasta ahora que decidí mudarme.
Quackity asintió quitándose el cubrebocas para probar las tostadas.
Pero un jadeo de asombro por parte de Luzu se lo impidió.
-¿Qué te pasó en la boca? Estás herido.- Luzu preguntó asustado al ver el labio roto de Quackity.
Y el contrario se maldijo mentalmente por haber olvidado el maquillaje.
-Yo... Ahm... Esto...- el menor no sabía que responder, no podía decir lo que realmente ocurría.
Estaba entre la espada y la pared.
Sólo para avisar, la historia con la temática "Rosa pastel" Luckity, está casi terminada.
Está y la otra historia son para satisfacer mi lado herido del amor desquitandome con mi pareja favorita,(sorry, pero cómo no quiero hacerlos sufrir, tendrán cosas buenas y final feliz).
HASTA LUEGOOOOO
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro