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Luzu iba a decirlo, todo se había ido al carajo ya, entonces no importaba sí Quackity se enteraba de lo estúpido que había sido al meterse en un matrimonio, porqué Rubius no lo sabía. El español había suprimido ese gran detalle cuando le habló sobre un chico del cual se había enamorado perdidamente .
Pensaba sacarlo todo y liberarse de ese peso de no haberle dicho a nadie las cosas completas. Sí, él se había acostado con un hombre casado sabiendo que eso estaba mal, pero no pudo evitarlo.
Iba a contarlo todo, incluso el porqué había tenido el coraje de hacer aquello, porqué si fuese un matrimonio feliz ,él no iba a meterse nunca, pero eso estaba muy lejos de ser un matrimonio perfecto y Luzu solo quería mostrarle a Quackity que él podía darle una mejor vida que ese idiota.
Sin embargo, nada había salido como lo esperaba y, ahora se encontraba con una gran resaca después de pasar la noche alcoholizado a causa del duro golpe que la vida le había designado.
Entonces suspiró hondo, para luego mirar a Rubius y decir el nombre del estadounidense.
-Su nombre es Soot..
Una notificación en el celular del peliblanco interrumpió a Luzu.
-Carajo, es muy tarde y debo dar mi primera cita en media hora- Rubius se levantó rápido al mirar el recordatorio que su celular le había mostrado.
Debía hacer el segundo ultrasonido para el seguimiento de Quackity,. Esa chico que tanto estrés le había causado últimamente.
-Bueno, ve con cuidado- Luzu habló bajando la cabeza.
-Y tú también cuídate durante el día, quiero verte aquí apenas termines tu jornada laboral. Traeré la cena para ambos.
-¿Cenaré aquí?- el castaño preguntó confundido.
-Vivirás aquí hasta que tus problemas con el alcohol desaparezcan.
-No tengo problemas con el alcohol, puedo dejarlo cuando quiera.
-Entonces déjalo desde hoy.
-No quiero- Luzu respondió con un puchero.
-Idiota- Rubius negó con la cabeza -. Te quiero aquí en la noche.
-Pero, ¿Y mis cosas? ¿Iré a buscarlas a casa?
-No es necesario, te prestaré ropa. Solo desayuna y vete al trabajo.
Y sin más, Rubius salió a toda prisa de su casa.
Luzu por su parte ,solamente dió un pequeño vistazo al desayuno que Rubius le había traído y nuevamente se envolvió entre las sábanas con la intención de a dormir otra vez.
Pero no podía hacerlo, así que a regañadientes se levantó para darse una ducha y buscó entre la ropa de Rubius algo que pudiera ponerse. Dspués de todo él le había dado permiso.
Cepilló sus dientes, lavó su rostro y peinó un poco su cabello antes de finalmente tomar la pastilla que Rubius le había dejado y desayunar. Se sentía un poco mejor, sin duda su mejor amigo lo había ayudado demasiado.
Cuando fué hora de irse a trabajar ,lo hizo. Le fue un poco más fácil concentrarse sin aquellos dolores de cabeza que los últimos días la habían estado atormentando.
Y cuando al fin terminó el día estuvo un poco tentado por irse nuevamente a embriagarse en el mismo bar, sin embargo descartó la idea enseguida. Rubius le había pedido llegar temprano a casa y no iba a desobedecerlo, porqué Rubius enojado daba miedo y no podía arriesgarse a verlo de esa manera.
Entonces Luzu decidió ir directamente a casa del peliblanco encontrando al otro español en la cocina al llegar.
-Siendo sincero, creí que no vendrías, ya estaba practicando como regañarte al día siguiente- Rubius habló mientras traía un par de platos para empezar a cenar.
-No me iba a arriesgar a eso- Luzu respondió sentándose para comenzar a comer.
Estaba hambriento, y la comida que Rubius había traído era realmente muy buena.
Cuando la cena terminó, ambos fueron a la sala para buscar una película que pudieran ver, la idea de Rubius era mantener la mente de su amigo ocupada o distraerlo con alguna otra cosa para que al menos pudiese pasar un momento feliz.
Extrañaba al Luzu bromista y sonriente, realmente sentía que podía odiar a la persona que le había hecho tanto daño a su alma gemela, porqué ,¿Quién podía ser tan cruel para herirlo de esa forma?
-Entonces creo que volviendo a España podría arreglar mis pensamientos y volver a mi rutina tranquila de antes- Luzu intentó convencer a Rubius de que volver a España era una buena idea.
La película llevaba varios minutos de haber pasado a ser ignorada por ambos cuando la plática entre ellos era mucho más entretenida.
-¿Sabes qué es lo qué pienso?- Rubius preguntó levantándose del sofá mirando a Luzu curioso por lo que iba a decir -. Pienso que tal vez estás estresado- el peliblanco alegó parándose detrás de Luzu para comenzar a acariciar sus hombros y brazos suavemente en un masaje.
-Basta. No es momento para tus homosexualidades- Luzu conocía esa estrategia, sabía que Rubius solo buscaba persuadirlo para que él olvidará sus argumentos y descartara la idea de volver a España.
-Sería bueno que de alguna forma olvidaras a ese tonto que no supo valorarte- Rubius contraatacó.
-No le digas así, y mejor vete a quitarle el estrés a Veggeta- Luzu también jugó sus cartas.
Conocía demasiado bien a su amigo.
-Cierra la boca, él continúa rechazándome- el peliblanco respondió bajando la cabeza.
Luzu tenía un punto.
-Definitivamente no somos buenos para el amor- el castaño estaba seguro de eso.
-Entonces deberíamos darnos una oportunidad- Rubius ofreció intentando sentarse en el regazo de Luzu.
El cual no se lo permitió ya que lo empujó levemente y se levantó del sofá para ir directamente a la cocina.
-¡Dije qué basta de homosexualismo!- Luzu lo regañó desde la cocina buscando algo de comer entre las almacenas de Rubius.
Y Rubén solamente hizo un puchero. Luz era bastante inteligente para dejarse engañar por él.
-No he ido al supermercado. No vas a encontrar nada de comer ahí- el peliblanco informó mirando a Luzu buscar como un mapache entre su cocina.
-Aahhgg... Entonces vamos al supermercado, no puedo vivir aquí si no hay comida- el castaño se quejó y Rubius fue en busca de las llaves de su auto. Definitivamente no dejaría que Luzu se fuera solo, no iba a arriesgarse a que el de ojos rubí utilizará aquello de excusa para ir por alcohol.
Quackity se encontraba en casa buscando desesperado un poco de chocolate en su cocina.
Él lo amaba ,y ahora con los antojos del embarazo aquello había empeorado. Pero no quería decirle nada a su esposo, ya que a pesar de llevar 3 meses de embarazo ,aún no se acostumbraba a la nueva actitud que Wilbur había tomado con él, todavía tenía miedo de que ese hombre volviera a maltratarlo.
-Cariño, ¿Qué estás buscando?- El mayor preguntó abrazando a su esposo por la espalda mientras dejaba un suave beso en su cuello.
Quackity sintió su cuerpo temblar.
Fué un temblor de miedo, le parecía demasiado cínico el comportamiento de su esposo con él .
-Chocolate- Respondió en un susurro con miedo de moverse y enojar al contrario.
-Pues parece que no hay- Este respondió mientras acariciaba el vientre de su esposo -¿Qué te parece si vamos a comprarlo?
-Yo...- Era chocolate, él no podía negarse -¡Sí!
Wilbur soltó una risita ante la efusividad de su esposo por el chocolate.
-Entonces vamos, apuesto a que nuestro pequeñito también quiere un poco de chocolate- Wilbur bromeó palmeando con delicadeza la pancita de su esposo.
-¿Por qué insistes en llamarle pequeño? Aún falta un mes para saber el sexo del bebé.
-Aún así, estuve seguro desde el día uno que tendríamos un niño fuerte y guapo como su padre- Su narcisismo salía natural.
-Lo sé, llevas 3 meses diciendo que será un niño.
Quackity recordó hablando un poco más animado con su esposo, tal vez debería comenzar a perderle el miedo, cada día parecía más amoroso y comprensivo con ella, por lo cual lo siguió hasta el auto con una sonrisa y continuó hablando animado con él por el resto del camino directo al supermercado.
Parecía como si nada pudiese quitar aquella sonrisa de su rostro.
3/4
¡RECUERDEN QUE FALTA POCO PARA LOS 200, SÍ LLEGAMOS ANTES DEL JUEVES, MARATÓN DE TODAS LAS HISTORIAS O ACTUALIZACIONES SEGUIDAS!
Solo falta el de la madrugada, y justo faltan 4 horas para eso, ¿me adelantó y lo subo en una hora?🦝
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