Quackity salió del baño una vez pudo calmar sus lágrimas. Debía continuar siendo positivo, al menos hoy no recibiría malos tratos.

-¿Cuál fue el resultado?- Su esposo preguntó algo impaciente.

Y Quackity asintió con los ojos llorosos.

Wilbur abrió los ojos en grande.

-Estás... ¿Estás embarazado?- Él preguntó sin creerlo.

-Lo estoy- Afirmó mostrando la prueba.

Y en un impulso el mayor lo tomó por la cintura para cargarlo y besarlo. Él estaba feliz, por fin tendría un hijo. Aunque Quackity por su parte no podía compartir aquella felicidad, él no lo amaba.

Pero sí no quería problemas con su esposo sería mejor continuarle el beso, así que a pesar de sentirse asqueado lo hizo.

De ahora en adelante debía ser obediente, ahora no podía arriesgarse a ser golpeado o maltratado, tenía que cuidar su embarazo sí no quería perderlo y regresar a la misma rutina.

Se quedó pensando por el resto de la tarde acerca de todo lo que había ocurrido. Él no quería un hijo de Wilbur, no quería compartir nada con ese hombre, pero prácticamente estaba obligado a hacerlo, no había ningún lugar para escapar de él, nadie iba a ayudarlo y menos estando embarazado.

Solamente esperaba porque el lunes llegara, necesitaba hablar con Luzu, era él a quién realmente quería, después de aquel encuentro que habían tenido no pudo evitar desear un poco más, no había sido suficiente un solo día. Pero por desgracia, los siguientes días que Luzu había ido a su casa no se atrevió a pedirselo de nuevo, no cuando estaba tan ocupado llorando por todo lo que Wilbur le había hecho las noches anteriores.

Al siguiente día, él estaba un poco más animado, era domingo y solamente faltaban algunas horas para verse nuevamente con Luzu, necesitaba desahogarse, contarle todo lo que había pasado y sabía que a pesar de no poder hacer nada lo más importante, el español siempre lo hacía. Eso era escucharlo y hacerlo sentir mejor.

Él pudo salvarlo.

Pero todas sus ilusiones se fueron abajo cuando esa misma tarde, Wilbur le avisó que había pedido permiso para trabajar desde casa y cuidarlo durante su embarazo.

Maldición, fue de lo más doloroso tener que enviarle un mensaje a Luzu pidiéndole que no viniera a casa hasta nuevo aviso a causa de su esposo quien estaría ahí por los próximos días.

No dió especificaciones, quería contarle sobre su embarazo en persona, no mediante un tonto mensaje, pero parecía que eso tendría que posponerse por un largo tiempo.

Aquel mensaje partió en pedazos el corazón de Luzu. Su patito estaría a solas con ese idiota de pene chico, él temía que algo fuera a pasarle estando encerrado con él.

Los siguientes días no había nada más en su mente que Quackity, lo extrañaba demasiado, se había acostumbrado tanto a él que no pudo evitar llorar algunas noches a causa de la preocupación por no saber nada de él, estaba asustado, no tenía idea de cómo se encontraba aquel estadounidense a quién tanto ama.

Quackity por su parte, aún no podía creer lo mucho que Wilbur había cambiado con él, incluso parecía esa clase de hombre atento y perfecto que alguna vez quiso

Pero, a quién ahora quería era a Luzu, un hermoso y atractivo español con quién no había podido hablar últimamente. Lo extrañaba, pero desgraciadamente lo recordaba cada día al aplicarse las pomadas que él le había regalado para sus heridas, las cuales poco a poco iban desapareciendo hasta parecer como si nunca hubiese recibido maltrato, como sí tuviera el matrimonio perfecto desde siempre.

-Cariño, creo que sería bueno que una ginecóloga atienda tu embarazo- Wilbur se acercó interrumpiendo sus pensamientos -. Estuve investigando por internet y parece que hay un hospital muy bueno y no muy lejos de aquí.

Quackity le sonrió, era incómodo que ese hombre intentará ser atento con él, ya no quería nada de él, todo lo sentía forzado.

-Podemos ir esta tarde, haré una cita en linea para que nuestro bebé pueda tener un seguimiento- El mayor insistió a lo que el menor solamente asintió con la misma sonrisa de antes.

Una sonrisa totalmente falsa y forzada.

Pero ahí se encontraba un par de horas después, su esposo lo había llevado a aquel hospital para comenzar una revisión controlada y evitar cualquier futuro riesgo.

Y cuando su turno llegó, ambos entraron al consultorio correspondiente.

-Hola, buenas tardes, un gusto, soy el doctor Rubén Doblas, pero pueden llamarme solamente Rubius, espero ser su ginecólogo por los próximos meses- el doctor se presentó con una sonrisa mirando a la pareja.

-Hola, mucho gusto, me llamo Wilbur, y él es mi esposo Quackity. Lleva aproximadamente mes y medio de embarazo, será padre primerizo y nos gustaría que pudieras darle un seguimiento.

-Por supuesto, haré unos cuantos análisis para poder empezar el seguimiento, ¿Podría salir un momento? Lo llamaré cuando termine de revisarlo.

-Por supuesto- Wilbur respondió amablemente, y con una reverencia salió del consultorio.

-Bueno, para poder comenzar a revisarte necesito que te pongas esta bata sin dejarte la ropa interior y después te acuestes aquí.- Rubius señaló la camilla al lado de él-. Puedes ir a cambiarte en este baño- el mayor mostró el lugar y le entregó la bata a Quackity .

-Que vergüenza- el menor habló con sinceridad tomando la bata de la mano de Rubius.

-Tranquilo, es solo un chequeo rápido, además te daré un 30% de descuento para que no te sientas tan mal- Rubius ofreció con amabilidad.

-Entonces me meterás los dedos con descuento... ¿Se supone que eso es un premio o, más bien un castigo?- Quackity preguntó a modo de broma.

-Premio para mí ,y tú puedes tomarlo como quieras- Rubius guiñó siguiéndole la broma.

Y Quackity rió acatando las indicaciones que el del peli blanco le había dado.

Minutos después cuando Rubius había acabado de revisarlo, volvió a abrirle la puerta a Wilbur para que éste entrará nuevamente al consultorio.

-Continuaremos haciéndole diversos estudios a su esposo a lo largo de la semana, pero necesitamos unos análisis de sangre de ambos hoy mismo que pueden hacerse en el laboratorio del piso tres y por último, usted debe traernos una muestra de líquido seminal para más tardar el miércoles. Esto es solo para descartar que su bebé pudiese padecer cualquier anomalía.- Rubius pidió mirando al castaño con mechón blanco.

-Por supuesto doctor, muchísimas gracias- El mayor ofreció una reverencia y salió junto con su esposo en dirección al laboratorio que Rubius les había indicado.

Quackity suspiró. Sí que sería una larga semana.

A los fanáticos del Spideypool o mis lectores, sí no es molestia, ¿podrían ir a leer las historias "Rude", "The Perfect Spider Boy"y "The Perfect Omega" en mí perfil? No es obligatorio, pero siento que nadamás tengo apoyo por hacer historias puro Luckity, y las demás parejas que más me gustan quedan ignoradas. Nadamás podrían darle apoyo, leerlas y sí les gusta las tres, dos solamente una, compartirla o apoyarla, no dejen de leerlas nadamás así o darles votos sin leer un párrafo. Denle una oportunidad para leer todo lo que dice y ver sí les gusta e darle apoyo y reconocimiento😿

Sé qué no servirá de nada ya qué ignoraran estos párrafos sin suma importancia y pasarán a leer otro capítulo de está historia -ni se les ocurra negar , saben que es verdad algunos- pero no puedo actualizarles cuando quieran, tengo vida fuera de Wattpad aunque no una buena, pero vale la pena intentarlo.

Siento que mi esfuerzo y amor en esas historias están siendo desperdiciadas, espero que lo entiendan, por está historia no le hecho mucho amor como las otras ya qué no me siento bien un poco. Espero que no ignoren esto y puedan ayudarme.

Sí lo hacen, se los agradecería muchísimo de corazón🐖💕

¿Les gustó la aparición del osito Rubius?🦝