Luzu se encontraba en su casa, pensando seriamente en todo lo que había hecho. Él se había metido con un hombre casado, había intervenido en un matrimonio, pero no era cualquier matrimonio. Era el matrimonio del chico que tanto amaba , el cual era víctima de violencia doméstica, él no había hecho nada malo, todo fue con consentimiento, le había dado el privilegio de nuevas experiencias a su amado y no se arrepentía en lo absoluto.

Sin embargo, no era eso lo que lo mantenía tan preocupado.

El verdadero problema era que él quería al estadounidense para él solo, solamente él, quería llevarselo lejos de ese hombre que solo le hacía daño, pero sabía que eso era algo casi imposible, porque Quackity aún seguía cegado, aún después de todo El había defendido a su esposo la última vez que discutieron sobre él.

"¡Oye! Es solo que él está más enfocado en tener un hijo"— Luzu aún recordaba con claridad la forma en la que Quackity insistía en defender a su esposo.

Pero prefirió recordar otra cosa, prefirió recordar la forma en la que tuvo a Quackity esa misma mañana, después de que él le hubiese pedido un orgasmo más, Luzu terminó dándole más que eso.

Flashback—.

—Quiero otro, solo uno más— el menor pidió algo emocionado, y Luzu soltó una pequeña risita.

Comenzó a descender por el cuerpo de Quackity para levantar una de sus piernas y ponerla sobre su hombro.

Y sin más dió la primera lamida a la intimidad de Quackity sintiendo el sabor del menor mezclado con sus propios fluidos, él estaba siendo ruidoso, pero eso a Luzu no le molestaba en lo absoluto, al contrario, le gustaba y lo incitaba a dar su mayor esfuerzo por complacerlo.  Con su nariz acarició su entrada brindándole más placer al menor y sonrió al escuchar más suaves gemidos salir de la boca contraria.

Quackity realmente lo estaba disfrutando, la manera en la que Luzu movía su lengua en su intimidad era algo delirante, y sin duda lo fue aún más cuando éste decidió meter su lengua dentro de él. Jamás había experimentado algo como eso, era fascinante que simplemente no pudo aguantar antes de correrse en el rostro de Luzu.

Quackity se sintió tan avergonzado al notar la cantidad de fluidos que salían de él, eso no parecía ser un orgasmo –según él, recordamos que jamás tuvo un orgasmo–, pero sin duda lo había disfrutado tanto o incluso más que uno. Pero aún así quería que la tierra se lo tragase y lo escupiera al otro lado donde no estuviera Luzu, porqué él no tenía idea de lo que acababa de pasar con su cuerpo. ¿Acaso a Luzu no le asqueaba aquello que había ocurrido?

—Yo... Lo siento, no se que me pasó.

—Tuviste un orgasmo.— Luzu respondió con una sonrisa levantándose del piso una vez bajó la pierna de Quackity.

—¿Que yo qué? — el mayor sonrió con ternura ante su confusión y sorpresa.

—Llegaste al punto más alto de un orgasmo, o básicamente te corriste al sentir el máximo placer. — el español aclaró acercándose para besarlo de nuevo.

Él estaba duro nuevamente, le era difícil controlarse cuando Quackity estaba ahí desnudo frente a él. Podría haberlo hecho de nuevo, tomar una vez más el cuerpo del estadounidense y hacerlo sentir el placer más grande que tendrá en su vida una vez más, habría continuado con ese beso si no fuera por la alarma que sonaba desde la sala.

Entonces el mayor miró al suelo sabiendo que su tiempo se había acabado.

Quackity se separó y enjuagándose un poco con el agua de la regadera, tomó una toalla para cubrir su cuerpo y salió del baño, aquello había confundido bastante a Luzu y no entendió lo que ocurría hasta que vió al menor volver con la ropa, que había dejado tirada en la sala, doblada entre sus brazos. Una vez Luzu terminó de ducharse, salió y se vistió nuevamente agradeciendo que Quackity le hubiese traído su ropa y juntos caminaron hacia la sala de estar.

—Se fuerte, por favor.— Luzu pidió preocupado con los ojos llorosos mirando a su amado con el rostro herido.

Y Quackity asintió mirándolo con una sonrisa.

—Estaré bien— el menor le aseguró.

Y dicho esto, Luzu dejó un rápido beso sobre los labios del estadounidense antes de salir a prisas del lugar, ya qué llevaba ya varios minutos de retraso y temía que Wilbur pudiera enterarse que había alguien viendo diariamente a su esposo. No temía por él mismo, temía por Quackity, porqué siempre era él quien terminaba pagándolo todo.

Y un gran susto se llevó al ver al otro castaño llegar con su auto hasta su casa, por primera vez lo veía en persona y una descabellada idea pasó por su mente. Tenía tantas ganas de al menos rayar su auto, pero se contuvo, porque no quería que su coraje terminara siendo descargado en su pequeño patito; Quackity.

Fin del flashback.—

Eso fue todo lo que sucedió antes de regresar a casa, y Luzu no podía dejar de pensar en que ahora era el cuerno de Wilbur. Estaba orgulloso de cierta manera, pero deseaba con toda su alma ser el oficial de Quackity, no que lo fuese aquel bastardo que tenía como marido.

Los siguientes días continuó viéndose con Quackity, curaba sus heridas cada mañana, pero dolía escucharla decir que Wilbur lo había vuelto a obligar a acostarse con él una y otra vez, eso sin duda destrozaba a Luzu al igual que a Quackity , y hacía crecer un poco más el odio que tenía por él.

Inevitablemente el fin de semana llegó, pero por suerte su ventana de fertilidad prácticamente había acabado, lo que significaba que los abusos habían terminado de igual manera, ahora comenzaba la segunda etapa: Maltratos por nuevamente no haber conseguido embarazarse. Porqué Quackity sabía que era prácticamente casi imposible que la prueba saliera positiva.

Pero prefirió mirar el lado positivo, ya estaba cerca de volver a su rutina de recuperación, empezar un nuevo mes para sanar sus heridas del maltrato que estaba por recibir.

Así que hoy sábado, nuevamente se encontraba encerrado en el baño esperando a que su tonta prueba de embarazo diera resultado.

Él ya lo sabía, esto era una rutina, la prueba sería negativa y Wilbur volvería a golpearla como siempre, no había ninguna novedad en eso.

Sin embargo, algo en su interior todavía deseaba que las cosas fuesen diferentes, deseaba con toda su alma dejar de recibir malos tratos, al menos solo por este mes.

Entonces con un poco de esperanzas miró la prueba de embarazo después de esperar el tiempo necesario.

Y una risa para nada graciosa salió de su boca. Se sentía tonto al creer que iba a estar embarazado, la prueba nuevamente había sido negativa.

Escuchó la puerta ser tocada.

—Quackity, ¿Cuál fue el resultado?— La misma frase de cada mes era repetida por su esposo.

Creía que todo se había ido a la mierda de nuevo, así que caminó hacia la puerta del baño con la prueba en su mano y dando un vistazo más antes de abrir la puerta notó como una segunda rayita se teñía de a poco. Abriendo sus ojos con sorpresa y cierta incrueldad ante lo que veía.

Él...

¿Él estaba embarazado?

¡Él estaba embarazado!

Y entonces una lágrima rodó por su mejilla, debería estar feliz por haberlo conseguido luego de tantos intentos, sin embargo ahora habría alguien que lo mantendría atado a Wilbir para siempre, ahora compartiría un bebé con él, un bebé que temía que fuese maltratado al igual que él. Pero debía ser fuerte, no por él, sino por su futuro bebé.

4/4

Un poco tarde de lo que prometí , perdón, pero juro que lo compensaré con otro maratón en el capítulo 15✧⁠◝⁠(⁠⁰⁠▿⁠⁰⁠)⁠◜⁠✧

Fin del maratón desvelandose y durmiendo horas antes de actualizar, espero les guste, y para el capítulo 15, me dicen cuántos capítulos quieren para el maratón, –no máximo de 6–(⁠ ⁠ꈍ⁠ᴗ⁠ꈍ⁠)

CHAU, LOS QUIERO🐖💕