Taehyung esperaba atenta por la respuesta de Jungkook, aún arrodillado en la arena, sus ojos solo reflejaban amor por el chico quien poco a poco iba acumulando lágrimas en los suyos, estaba impactado, poco a poco su vida iba mejorando hasta ser casi perfecta y se sentía afortunado de al fin poder decir que Kim Taehyung sería su esposo.

Entonces no lo haría esperar más, su respuesta era más que obvia.

—¡Sí! —Respondió saliendo del shock mientras miraba a Taehyung colocar un hermoso anillo dorado en su dedo anular.

—Te amo tanto mi Kookie —Taehyung afirmó antes de besar a su ahora prometido—. Gracias por permitirme este hermoso privilegio —Habló en medio del beso.

—Ya te había dicho que estaba listo para ser tu esposo —El menor le recordó una vez se separaron.

—Necesitaba que tuvieras un anillo digno de ti.

Jungkook sonrió, no entendía cómo su vida pudo cambiar tan repentinamente, Taehyung era como un sueño, demasiado perfecto para ser real, sin embargo amaba este sueño que vivía a su lado y no quería despertar de él jamás, no cuando Taehyung estaba ahí, sonriéndole con esos hermosos labios de los que ahora él era dueño.

Caminaron un poco más por la playa antes de ir a su habitación de hotel, iban a quedarse una noche para regresar a casa al día siguiente, pero ahora debían descansar, después de todo era algo cansado para Jungkook caminar largas distancias y por más que lo estaban disfrutando sabían que era mejor ir a descansar antes de que anocheciese por completo.

Fue una noche cálida, porque a pesar de no estar en casa, Jungkook se sentía de esa manera cuando tenía a Taehyung durmiendo a su lado, él era su hogar, Taehyung era su lugar seguro.

Entonces descansaron.

Y a la mañana siguiente Taehyung decidió llamar a su mejor amiga tan temprano como despertó solo para darle la noticia de que pronto iba a casarse, porque ahora estaba comprometido con Jungkook, Hyuna no pudo evitar gritar de la emoción al compartir la felicidad de su amigo y por consiguiente aquel grito despertó a Dawn quien dormía a su lado, ahora el chico también sabía del compromiso.

Mas tarde, mientras la pareja viajaba de regreso a casa estuvieron hablando sobre lo que querían para su boda, Jungkook había dicho que quería casarse en la playa y Taehyung adoró tanto la ilusión con el que su menor pedía aquello que se lo concedería sin dudar.

—¿Por qué no lo habías pedido antes? Incluso si ya te había dado mi respuesta —Jungkook se atrevió a preguntar mientras admiraba el brillante anillo en su dedo.

—Quería asegurarme de que primero estuvieras libre para poder darme una respuesta, no quería que nada como el juicio o esas cosas interfirieran en tus decisiones.

Jungkook asintió entendiendo.

—Y, ¿Por qué ahora y no después de que Ha-neul naciera?

—Ese es otro punto, quería casarme contigo antes de que Ha-neul naciera, pero podemos esperar el tiempo que sea necesario, no quiero presionarte a nada —Taehyung afirmó con una cálida sonrisa sin despegar los ojos de la carretera.

—Tenemos un mes para planear la boda —Jungkook devolvió la sonrisa.

—Dije que no quiero presionarte...

—Debemos comenzar a planificarlo todo, creo que Irene conoce gente que podría ayudarnos —Jungkook lo interrumpió.

Y Taehyung soltó una leve risita, adoraba que Jungkook también estuviera emocionado.

Fue un viaje agradable, no faltaron las bromas y risas de por medio hasta que finalmente llegaron a casa, debían descansar puesto que el viaje había sido agotador y al día siguiente debían ir a la última cita de Jungkook con su ginecóloga, es por eso que habían regresado muy pronto de la playa porque si por ellos fuera se habrían quedado la semana completa, sin embargo tenían compromisos por cumplir.

Y aunque no lo dijeran, ambos estaban muy impacientes por el día siguiente, por fin tendrían una fecha para conocer a su bebé, estaban a un día de saber cuando sería la cesárea de Jungkook que traería al mundo a su hija en aproximadamente un mes.

Aquel día fue tan ajetreado después de finalmente salir de la cita puesto que debían buscar a quienes les ayudarían con su boda, Irene les había dado información sobre quienes planearon su boda con Seulgi un par de años atrás.

Debían darse prisa con los preparativos, porque después de todo tendrían menos tiempo de lo pensado ya que la cesárea de Jungkook había sido programada para el 20 de diciembre y para esa fecha no faltaban ni siquiera 4 semanas.

Por suerte al contactarse con los organizadores de bodas estos aseguraron que la boda estaría lista para el 5 de diciembre, eso era excelente, dos semanas antes de que Ha-neul llegara al mundo.

Para escoger el traje de bodas debieron ser cuidadosos, puesto que al llevar un bebé en el vientre no era fácil encontrar el traje adecuado, así que optaron por uno más cómodo que los tradicionales, porque después de todo la boda tenía también un toque minimalista debido a que sería realizada en la playa.

Taehyung también optó por un traje blanco que fuera a juego con el de su prometido.

Aquella tarde ambos lucían hermosos, Jungkook con el cabello azabache peinado hacia atrás y Taehyung con una pequeña coletita castaña y unas mechas adornándole la frente.

Ambos lucían tan satisfechos con su boda planeada en dos semanas y aunque fue todo un reto se sentían orgullosos de haberlo logrado.

Era un ambiente agradable, sin embargo el embarazo de Jungkook no le permitía quedarse tanto tiempo celebrando, él debía descansar, así que luego de una seria plática con los padres de Taehyung, quienes le advirtieron a su hijo sobre cuidar bien de Jungkook, finalmente debieron ir a su hotel.

Ellos deseaban tanto una noche de bodas, pero debían ser cuidadosos, además, el gran vientre de Jungkook hacía las cosas aún más difíciles, el menor no podía hacer demasiado esfuerzo.

Así que Taehyung intentaría ser muy delicado con él.

Su gran erección le pedía a gritos ser rápido, pero debía cuidar de su esposo, así que a pesar de sentir algo de dolor decidió ignorarlo y concentrarse en besar con cariño a su esposo.

Ambos yacían en ropa interior, Jungkook acariciaba la dura erección de Taehyung con su mano derecha mientras sentía el suave beso que Taehyung le brindaba.

Taehyung iba lento, estaba siendo muy delicado que no se esperó la fuerte mordida que Jungkook le dejó en el labio sin previo aviso, fue demasiado fuerte que incluso su labio sangró, pero todo cobró sentido cuando escuchó un gemido de dolor por parte de su esposo y miró su ceño fruncido. Preocupado miró a la ropa interior de Jungkook notando que esta se encontraba completamente mojada.

Taehyung tuvo miedo, la fuente de Jungkook se había roto.

Él corrió lo más rápido que pudo por su celular en busca del contacto de su mejor amiga, Hyuna debía ayudarlo con eso, probablemente el parto de Jungkook iba a ser más pronto de lo esperado.

—¿Hola? —Hyuna preguntó confundida al otro lado de la linea, no entendía porqué Taehyung la llamaba siendo de madrugada.

—¡La fuente de Jungkook se rompió! —Taehyung informó totalmente alarmado.

—¡¿Qué?! —Hyuna también se alarmó.

—¡Lo que escuchaste, necesito que recibas al bebé hoy mismo!

—¡Taehyung, soy ginecóloga, no partera!

—¡¿Y qué se supone que haga, Kim Hyuna!? —Taehyung estaba histérico escuchando a su esposo gritar del dolor.

—¡Ve al hospital que te señalé cuando les di la fecha de la cesárea! Hablaré con mis amigas para que puedan atender a Jungkook de urgencia —Hyuna indicó—. Te veo ahí.

Y finalmente la llamada fue colgada, Taehyung tomó cualquier ropa que encontró y fue por su esposo para vestirlo rápido y sacarlo en brazos del hotel para llevarlo hasta su auto, debía darse prisa para poder llegar a tiempo hasta el hospital.

Afortunadamente llegaron rápido y encontró a Hyuna esperando por él cerca de la entrada, la cual le indicó a donde debían ir para que Jungkook fuese atendido, gracias a Hyuna, llevar a Jungkook al quirófano fue rápido y en unas horas finalmente conocerían a su hija.

Mientras tanto, dentro del quirófano Jungkook no tardó en sentir el efecto de la anestesia hasta finalmente caer dormido.

Él no sentía nada, era como estar durmiendo, estaba tranquilo soñando en su familia con Taehyung, un lindo sueño del que nunca podría cansarse.

Un sueño como lo fue desde que conoció a Taehyung, perfecto como siempre lo deseó.

Sin duda Taehyung y Ha-neul eran el mejor sueño que Jungkook había tenido.

Poco a poco  fue abriendo los ojos e inevitablemente una sonrisa se formó en su rostro al imaginar el nuevo inicio que viviría al lado de su familia luego de pensar en que recién despertaba de su cesárea.

Él solamente podía pensar en que su vida ahora era perfecta.

Pensar en que finalmente viviría ese sueño que siempre deseó vivir.