💝005.
La plática entre Jungkook y Taehyung fluía con naturalidad a lo largo de esa mañana, era cómodo para ambos el estar con el contrario.
Aún sentados en la mesa del comedor continuaron hablando y conociéndose mejor.
—¿Entonces sabes tocar el piano? —Taehyung preguntó interesado en lo que Jungkook le decía.
—Si, solía hacerlo en mis tiempos libres pero hace unos años que lo dejé —El menor respondió.
—¿Por qué?
—Bueno, no tengo dinero para comprarme uno y no hay algún lugar en donde pueda encontrar un piano para tocarlo.
Taehyung lo pensó un momento y recordó que en casa tenía uno.
—Yo compré uno hace poco como decoración, pero no sé tocarlo, deberías ir a casa y mostrarme un poco —El chico ofreció animado—. ¿Estás ocupado mañana?
—Mañana...—Mañana Yugyeom estaría en casa—. Lo siento, pero mi esposo tiene libres los fines de semana y debo quedarme con él.
—Oh, estás casado —Aquel dato tomó a Taehyung por sorpresa, le había estado coqueteando a un hombre casado todo este tiempo.
¿Debía alejarse? Jungkook le parecía un chico interesante, sin embargo el tenía un esposo y Taehyung sabía que no debería interponerse en un matrimonio, eso estaba mal.
—Si... Pero, ¿Qué te parece el lunes? Podemos vernos el lunes en tu casa —Jungkook ofreció una solución luciendo bastante animado.
—Claro —Sin embargo Taehyung no parecía muy convencido por aquello, después de todo estaría llevando a casa a un sexy hombre casado, ¿Qué pasaba si las cosas se salían de control? Jungkook era una tentación bastante difícil para el, era lindo y definitivamente no quería solamente una amistad con el contrario, es por eso que intentó mostrarle sus verdaderas intenciones con el desde el primer momento en el que lo invitó a desayunar, ¿Acaso Jungkook no había notado su interés? Diablos, los coreanos si que eran realmente difíciles.
Por desgracia la alarma de Jungkook interrumpió sus pensamientos. Parecía que su tiempo juntas había acabado.
—Oh lo siento mucho pero...
—Debo irme —Taehyung lo interrumpió y salió de su casa algo apresurado. Parecía como si estuviese huyendo.
—Si, debes irte —Jungkook susurró para sí mismo cuando Taehyung prácticamente ya había escapado de su casa.
Nuevamente un pesado fin de semana comenzaría para el menor, esto gracias a los constantes regaños y gritos que se la pasó recibiendo de su esposo, se preguntaba, ¿Qué tan diferente sería si el fuera padre? ¿Su esposo dejaría de odiarlo por eso? ¿O su hijo también recibiría violencia?
Muchas dudas rondaban por la mente del chico al recibir todo ese maltrato por parte de su marido.
Por suerte el fin de semana acabó, un par de golpes y heridas nuevas quedaron como recuerdo para Jungkook de aquel fin de semana, sin embargo eso no fue lo más doloroso sino el hecho de no haber hablado con Taehyung por estos dos días, ni siquiera por mensajes, pero de cierta forma eso fue bueno, o de lo contrario se lo habría pasado pegado al teléfono y probablemente Yugyeom habría descubierto que se veía con alguien mientras él no estaba. No podía exponer a Taehyung de esa manera, no frente a un hombre así de peligroso.
Taehyung por su parte pasó ese fin de semana pensando a dónde llegaría todo esto. Si estuviera en EUA probablemente ahora mismo estuviera saliendo con algún chico, sin embargo estaba en Corea y de todos los chicos que habían se había interesado en uno casado, ¿Por qué no simplemente le había preguntado antes si tenía un esposo? Oh por supuesto, no podía llegar con un desconocido y preguntarle, "¿Estás casado?" Menos cuando el chico parecía bastante joven.
Por suerte llevaba poco de conocerlo, aquel hombre había llamado su atención, pero estaba a tiempo de frenarlo todo, después de todo aún no estaba enamorado, solamente le había parecido interesante, así que todavía tenía la oportunidad de alejarse sigilosamente y seguir con su vida normal. Pero, algo en su interior le pedía que se quedara, además sería un poco cruel alejarse sin decir nada, sabía que de cierta forma eso podía lastimar al contrario y Taehyung no quería lastimar a nadie, pero no tenía otra excusa para irse.
Entonces a lo largo del fin de semana no habló absolutamente con Jungkook, estaba en un dilema sobre si pasarle su dirección o no, si lo hacía le abriría una puerta más a Jungkook y entre más tiempo pasara con el más difícil sería alejarse, el debía hacerlo, debía huir antes de que terminara enamorado de un hombre casado, no podía permitir que eso ocurriera por lo cual creyó haber decidido no pasarle su dirección ni volver a enviarle un mensaje, no iría más a su casa.
Sin embargo no contaba con que Jungkook le mandara un mensaje aquel lunes preguntando por su dirección y con lo que menos contaba era con su debilidad a la hora de llevar a cabo sus decisiones previamente tomadas.
Entonces ahora que Jungkook tenía la dirección fue hasta la casa de Taehyung una vez su esposo se fue al trabajo.
Taehyung no dejaba de recriminarse que era un tonto por haber hecho eso, diablos, ahora no había vuelta atrás, lo único que podía hacer por el momento era organizar un poco mejor su casa para cuando Jungkook llegara.
Y cuando el timbre sonó Taehyung echó un último vistazo al piano antes de abrirle la puerta a Jungkook. No esperó sonreír al mirar al menor parado frente a su puerta.
—Hola —Saludó el más joven al ver a Taehyung abrirle la puerta.
—Hola, adelante —Taehyung saludó moviéndose a un lado para que el menor pudiera entrar.
Jungkook parecía un niño pequeño al mirar aquel piano frente a el, la ilusión por volver a tocar uno después de años era increíble.
Y Taehyung sonrió con ternura al ver a Jungkook correr a la sillita frente al piano.
El menor acarició el piano con la punta de sus dedos antes de mirar a Taehyung acercarse.
—¿Alguna vez intentaste tocar? —Jungkook preguntó al notar la atención que Taehyung ponía a sus movimientos.
—No, nunca —El mayor se sinceró.
—Ven aquí —Jungkook hizo un espacio para que Taehyung se sentara a su lado.
Y en una acción tan natural Jungkook se quitó las gafas oscuras para mirar bien la partitura.
Entonces Taehyung jadeó asombrado.
—¿Pasa algo? —Jungkook lo miró.
—¿Qué demonios te sucedió en la cara? —El mayor lo tomó de las mejillas para mirarlo.
Y Jungkook abrió los ojos en grande.
Había descubierto sus moretones.
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