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💝003.



Jungkook seguía sin saber que decir, temía que Taehyung se enterara de todo y lo dejara de hablar o algo por el estilo.

—No me digas que fue por la caída del lunes —El mayor habló preocupado extendiendo su mano para intentar tocar el labio de Jungkook.

—¿Qué? ¡No! Claro que no —Jungkook habló rápido tomando el dedo de Taehyung con su mano para que éste no tocara su herida.

No sabía por qué había reaccionado así, tenía la excusa perfecta para que no se supiera la verdad detrás de esas heridas, pero el ver a Taehyung tan preocupado por ser el posible causante de sus lesiones le impidió a Jungkook dejarlo con esa culpa.

—¿Entonces? —El chico preguntó preocupado.

Y eso que aún no veía los moretones en sus ojos.

—Yo...—Jungkook no sabía que responder.

—Aquí está su desayuno, que lo disfruten —Una mesera los interrumpió.

—Bueno, a comer —Jungkook soltó una risita nerviosa mientras tomaba una porción del desayuno en su platito.

A lo cual Taehyung lo siguió, le gustaba comer, pero si había algo más que le estuviera gustando en estos momentos era tener una idea más clara de como era el rostro de Jungkook, podía ver un poco los ojos del menor a través de esos oscuros lentes de sol, aunque no lo suficientemente como le gustaría y estaba viendo la bonita nariz y boca del contrario, era demasiado lindo a pesar de esa herida en su labio, la cual no tenía ni la menor idea de cómo el contrario se la habría hecho.

Continuaron desayunando de forma tranquila mientras se conocían un poco más, para Taehyung aquel chico era alguien muy interesante, se moría de ganas por saber si aquel lindo chico salía con alguien y si estaba soltero no perdería la oportunidad de intentar algo con el contrario, tal vez llevaba poco tiempo de haberlo conocido, pero a decir verdad Jungkook llamaba mucho su atención.

Hacía mucho que la comida se había gastado, sin embargo la conversación era demasiado entretenida como para acabarla.

Desafortunadamente una alarma interrumpió su agradable convivencia.

Y sí, Jungkook había puesto aquella alarma para no arriesgarse a descuidar el tiempo y que Yugyeom lo encontrara afuera de casa.

—Lo siento mucho, pero debo volver a casa —El menor se disculpó comenzando a levantarse.

—Espera...—Taehyung lo tomó de la mano para evitar que se fuera—. Fue divertido charlar contigo hoy y me gustaría saber si podíamos vernos mañana también, claro, solo si quieres.

Jungkook se sintió feliz por aquello, parecía que al menos una persona se interesaba en el realmente, a pesar de ser un desconocido de cierta forma se sintió bien sentirse querido.

—Por supuesto —Jungkook asintió para intentar colocarse el cubrebocas.

Pero Taehyung no se lo permitió, tomó sus manos para apartarlas de su rostro y besó su mejilla en forma de despedida.

—Entonces te veo aquí mañana —Se despidió el chico.

—Claro —Jungkook asintió algo avergonzado colocándose el cubrebocas para ocultar su sonrojo.

Si en Corea no era tan común el contacto físico, para Jungkook era aún más extraño debido a que a pesar de no interactuar con nadie, el único contacto físico que recibía eran los golpes de su esposo.

«Tal vez de donde viene suelen despedirse así», Jungkook pensó y sin más regresó a casa.

Automáticamente recordó preparar el almuerzo para su esposo, optó por hacer un poco de arroz frito con verduras y una vez estuvo listo lo sirvió en un par de platos los cuales colocó en la mesa para esperar hasta la llegada de su marido.

Y mientras esperaba sentada en el comedor una loca idea pasó por su cabeza, no tenía ganas de lidiar con Yugyeom, no hoy que había tenido un buen día, entonces ¿Qué pasaría si disolviera una pastilla para dormir en el agua de su esposo? ¿Sería peligroso? ¿Qué pasaba si él llegaba a enterarse? Violencia lo recibiría de cualquier modo, así que, ¿Por qué no arriesgarse?

Entonces lo hizo, dejó la pastilla diluirse en el agua y esperó a la llegada del contrario.

Un portazo notificó cuando este regresó a casa.

—Hola cariño —Jungkook saludó.

—¿Qué quieres? —Respondió el contrario.

—¿Cómo te fue en el trabajo? —Intentó llamar su atención.

—No te importa.

Yugyeom estaba a punto de irse a su habitación.

Pero Jungkook lo llamó de nuevo.

—¿No almorzarás? Preparé arroz.

—Almorcé en el trabajo, ya deja de molestar.

Y justo cuando el menor creyó haber fracasado con su descabellada idea, vio a su esposo tomar el vaso de agua que le tenía preparado y beberse todo el contenido de un trago.

—Y recoge todo, no quiero desorden en mi casa —Éste habló continuando su camino.

Jungkook lo hizo, al terminar su almuerzo recogió de nuevo las cosas, su esposo por su parte se pasó el resto del día durmiendo. Fue un alivio para Jungkook llegar a su habitación y verlo en su cama aún con parte de su uniforme de trabajo, esa pastilla había hecho efecto rápido.

El resto del día Jungkook se la pasó en la cama al lado de su casi inconsciente marido mientras miraba su celular y hablaba con Taehyung sobre lo divertido que había sido el día de hoy, no podía esperar para verlo al siguiente día y fue por eso que decidió dormir y dejar las horas pasar hasta que fuera momento de ver nuevamente a aquel chico. Entonces apagó su teléfono y se acurrucó de su lado de la cama sintiendo el olor de un perfume femenino desconocido, el no era tonto, sabía lo que eso significaba.

Pero dolió más el hecho de escucharlo de la propia boca de su esposo cuando este lo abrazó mientras dormía y susurró el nombre de otra persona.

—Jennie...—Yugyeom susurró unas cuantas veces contra el cuello de Jungkook mientras lo abrazaba.

Y una lágrima resbaló por la mejilla de Jungkook, seguida de otra, y otra y otra más comenzando a sollozar. No se contuvo, Yugyeom no iba a despertar de todas formas.

Se sentía insuficiente y en medio del llanto se preguntó cómo es que era esa chica, seguramente era linda, con una bonita sonrisa y unos ojos atractivos.

«Tal vez ella no es estéril», Jungkook pensó mientras lloraba y en medio del llanto se durmió.


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