Justamente cuando Jin estaba por patear a Dahyun este cayó al suelo.

—¡El único que va a morir eres tú!— Momo llegó derribando al coreano para colocarse sobre de él y comenzar a golpearlo.

Estaba tan enfurecida por demasiadas cosas, por haber maltratado a Dahyun a lo largo de todo este tiempo, por haberle hecho todas esas marcas que ella se encargó de curar y por haberla golpeado a ella en el supermercado, porque nadie podía golpear a Hirai Momo, definitivamente ese hombre se había metido con la mujer equivocada.

Estaba tan cegada por la ira que ni siquiera podía escuchar a Dahyun rogarle en llanto que se detuviera, no podía sentir las manos de la coreana tirando de sus brazos para detener los golpes que ella dejaba en el hombre tendido en el piso, no era conciente de nada hasta que sintió a Dahyun abrazarla por la espalda.

Fue entonces que Momo detuvo todo y miró lo que había hecho, había sangre en sus manos y el esposo de Dahyun apenas podía mantener los ojos abiertos.

Entonces ella tuvo miedo y se alejó de él lo más rápido que pudo mientras miraba la sangre de Jin en sus manos.

Había tomado la peor decisión para sí misma al hacer justicia con sus propias manos, pero había salvado la vida de Dahyun, fue lo más rápido que pudo hacer, sin embargo había comenzado a temblar al mirar al agonizante hombre en el piso, no podía dejarlo así, si él moría Momo estaría en graves problemas, después de todo él no había golpeado a Dahyun aún o había dejado marcas que demostraran que la había maltratado, solamente Momo había entrado a su casa para lastimarlo.

—No te acerques a mi esposa o levantaré cargos contra tí por haberme hecho esto— Jin se atrevió a amenazar a Momo aún sin levantarse del piso.

Y Momo solamente tragó en seco, todo lo que hizo venía a su mente como flashazos.

Ella estaba en el suelo del supermercado, Sana la levantó y entonces ella salió a toda prisa llevándose el auto de Sana para ir con dirección a la casa de Dahyun, todo había pasado tan rápido y eso la asustaba demasiado.

—Si haces algo yo levantaré cargos contra tí por violencia doméstica contra Dahyun— Momo se defendió —Tengo las pruebas suficientes.

Y dicho esto salió de aquella casa llevándose a Dahyun de la mano, parecía que Jin no iba a morir, así que todo estaba bien para Momo, no había necesidad de quedarse por lo que intentó irse con Dahyun lo más rápido que pudo antes de que el coreano pudiera levantarse.

—Espera, ¿A donde vamos?— Dahyun preguntó sujetando su vientre.

—Te llevaré a mi casa, no puedes quedarte aquí con él— Momo respondió notando una expresión extraña en el rostro de Dahyun —¿Qué pasa? ¿No quieres ir conmigo?— Preguntó preocupada.

—No es eso, sentí un dolor en el vientre— Dahyun informó sujetándose el abdomen con ambos brazos.

Y Momo temió por aquello.

—Mi amiga es ginecóloga, podemos ir para que ella te revise.

—¿Dónde está ella? En serio me duele mucho— Dahyun respondió sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos.

—Mierda, la dejé en el supermercado— Momo recordó —Vamos por ella y después a su consultorio, no está muy lejos de aquí.

Momo tomó nuevamente la mano de Dahyun y la ayudó a entrar al auto de Sana para ir con dirección al supermercado.

Por momentos Momo miraba el rostro de Dahyun notando como esta fruncía en ceño a causa del dolor, le preocupaba que algo pudiera pasarle al bebé de Dahyun.

—¿Cuáles son las pruebas que tienes sobre mi maltrato?— Dahyun preguntó curiosa, ni siquiera ella misma tenía pruebas.

—Yo... No las tengo— Momo confesó alarmando a Dahyun.

—Entonces, ¿Por qué lo dijiste?

—Debía sonar segura para que él dejara de amenazarme— La mayor razonó.

Y Dahyun se golpeó la frente ante la descabellada idea.

Sin embargo ella sabía que su esposo además de ser un tonto era un cobarde y no iba a arriesgarse a acabar en la cárcel, no mancharía su reputación de esa manera, porque ese hombre vivía solo de apariencias.

Y Momo realmente parecía muy segura cuando le devolvió la amenaza, entonces Dahyun se sintió segura a su lado.

Al llegar al supermercado la menor se sorprendió al ver a su ginecóloga parada afuera del lugar en medio de la noche, no entendía que hacía ahí tan tarde.

Pero todo cobró un poco más de sentido al ver a Momo bajar del auto para acercarse a Sana y llamarla.

Entonces ella también bajó.

—Dahyun, ella es Sana, es mi mejor amiga y como te mencioné es ginecóloga.

—Lo sé— La menor respondió dando una pequeña reverencia a Sana —Ella es mi ginecóloga.

Entonces Sana soltó una risita nerviosa al comenzar a conectar las pistas, ¿Acaso Momo se había metido con una mujer casada? Si era así, ese bebé... ¿Podría ser de Momo?

—¿Es la chica de la que me hablaste?— Sana preguntó al oído de Momo.

—Sí, es ella, no puedo creer que ya se conocían— Momo habló sonriendo mientras se dirigía al auto nuevamente para abrirle la puerta trasera a Dahyun —Oye Sana, ¿Podrías revisarla? Ella me dijo que había sentido un dolor en el vientre hace unos minutos.

Sana asintió y entró a la parte trasera del auto junto con la coreana para poder revisarla en el camino.

Entonces Momo entró para comenzar a conducir mientras Sana tocaba el vientre de Dahyun buscando el posible problema que ocasionó aquel dolor.

—No siento nada diferente, pudo haber sido solo un tirón muscular, pero será mejor si vamos a mi clínica para estar seguras y descartar cualquier anomalía— Sana habló.

Entonces Momo asintió y se dirigió con rumbo a la clínica de su mejor amiga.

Sana estaba preocupada, si ese bebé era de Momo la mayor estaría metida en un gran problema, sin embargo intentó ocultar la preocupación de su rostro para no asustar a Dahyun.

—Por cierto Sana, no terminaste de contarme sobre esa paciente que te traía tan estresada— Momo rompió el silencio.

Y Sana abrió los ojos en grande, no podía decir que esa paciente era Kim Dahyun cuando ella se encontraba sentada a su lado.

—No era nada, Momo, para mí es un placer atender a todas mis pacientes— Sana soltó una risita nerviosa.

Y Momo asintió continuando con el trayecto al consultorio de Sana hasta llegar.

Dejó el auto en el estacionamiento y caminó junto a las otras dos hasta el consultorio de Sana.

Un par de minutos fueron suficientes para confirmar que todo estaba bien con el embarazo de Dahyun, entonces Momo se sintió aliviada al ver a la coreana más tranquila.

—Te inyectaré un par de vitaminas que ayudarán a tu embarazo, ¿Está bien?— La japonesa menor preguntó a lo que Dahyun asintió y vió a Sana ir en busca de unos frasquitos y una jeringa para seguidamente inyectarle aquellas vitaminas.

—Momo, ¿Podrías traerme el alcohol que está en mi cajón de afuera?— Sana pidió viendo a Momo salir enseguida de su consultorio. Entonces ella tomó un respiro y preguntó de manera directa lo que tanto le preocupaba.

—¿Ese bebé es de Momo?

—Si— Dahyun también fue directa al responder con un suspiro.

—¿Lo sabe?— Sana preguntó viendo a Dahyun negar —Entonces creo que deberías ser sincera con ella.

—No encontré nada, Sana— Momo volvió a entrar al consultorio haciendo a ambas guardar silencio.

—Que despistada soy, aquí estuvo todo el tiempo— Sana sonrió tomando el alcohol de uno de sus estantes.

Y Momo simplemente se sentó en una de las sillas que estaban ahí mientras veía a Sana terminar de atender a la coreana.

Estaba dispuesta a cuidar de la chica a quien tanto amaba junto con el bebé que habitaba en ella a pesar de no tener idea de que también era suyo.

***
Porque muchxs lo pidieron.