15
—Dahyun, yo no puedo hacer nada más que darles los resultados a ambos y llamar a alguien que realmente pueda ayudarte.
—¡No! Deme los resultados a mí, mi esposo me matará si se entera— La menor pidió asustada.
—Dahyun, no puedo hacer eso, puedo pedir ayuda por tí si lo deseas— La japonesa ofreció amablemente.
—Sana, por favor, no lo hagas, no tengo a donde ir si mi esposo me abandona.
—Hay muchísimos centros de protección femenil en Seúl, lo correcto es llamar a uno, ahí van a ayudarte.
—No quiero, Sana— Dahyun estaba a punto de llorar.
—No es porque quieras, entiéndelo, lo necesitas y yo no puedo encubrir una infidelidad, maltrato doméstico y darles resultados falsos, porque corro el riesgo de perder mi trabajo o acabar en la cárcel.
—Eso no va a pasar, solo continúa haciendo tu trabajo y no te metas en mi matrimonio.
—Dahyun, no.
—Solo lo tengo a él, Sana— Finalmente las lágrimas de Dahyun comenzaron a bajar por sus mejillas.
—Me tienes a mí, yo puedo ayudarte, solo déjame hacerlo— La japonesa insistía bastante preocupada, tanto por Dahyun como por su carrera.
—Que no, ya te dije que no tengo a dónde ir sin él— Dahyun lloraba.
—Puedes quedarte en mi casa si no quieres estar ahí, pero hay que tomar medidas legales.
—¡No! Sana, solo dame los malditos resultados a mí.
—Ya te dije que no puedo, no puedo cometer un delito, me esforcé tanto por graduarme, no puedo perder mi trabajo por encubrir a un abusador.
—No lo estás haciendo, me estás encubriendo a mí, por favor ayudame.
—Dahyun, no te estoy ayudando.
—Por supuesto que no lo estás haciendo hasta que me des los papeles.
Sana se quedó en silencio y tomó nuevamente los papeles del escritorio antes de que Dahyun pudiera quitárselos.
—Sana— Dahyun gruñó comenzando a enojarse al ver que la doctora había tomado de nuevo los resultados —Ya he lidiado con esto por más de 5 años, ahora dame los papeles.
La doctora estaba asustada, ella jamás había cometido un delito, vino desde Japón para terminar su carrera en Corea y tener mejores oportunidades de trabajo, se había esforzado demasiado para estar en donde estaba y no podía simplemente perderlo todo por una mujer que se negaba a ser ayudada. Inevitablemente sus ojos se pusieron llorosos.
—Dame eso, Sana, no te pedí tu ayuda, solo ocupate de tus propios asuntos— Dahyun sujetó el otro extremo de la carpeta que contenía los resultados.
La mayor bajó la cabeza y fijó su mirada en la carpeta que aún sujetaba con fuerza.
—Sana, dámelo, ya te dije que no necesito ayuda.
Pero la mayor sabía que ella sí necesitaba ayuda.
—Sana...— Dahyun la llamó tirando de la carpeta —Sana, suéltalo.
Sana mantenía su agarre firmemente, a pesar de todo, ella continuaba aferrándose a su carrera.
—¡Sana!— Dahyun gruñó fuerte.
Entonces Sana soltó la carpeta bajando totalmente la cabeza.
—Gracias— Dahyun se levantó con dirección a la puerta del consultorio doblando la carpeta para meterla en su bolso.
—No deberías doblar esos papeles— La mayor habló seriamente.
—De todas formas nadie los verá— Ella terminó de meterlos y caminó hacia la puerta con la intención de salir, entonces Sana se levantó llegando hasta donde ella se encontraba —¿Y ahora que?— Soltó con fastidio al verla detrás de ella.
—Si te vas sin decir nada tu esposo puede sospechar, solo le diré que todo está bien— La japonesa respondió abriendo la puerta de su consultorio.
En seguida Jin se levantó preocupado al ver a Dahyun con lágrimas en los ojos.
—¿Qué pasa, amor? ¿Por qué estás llorando?— Este preguntó mostrando preocupación mientras limpiaba con sus pulgares las mejillas de Dahyun —Doctora, ¿Está todo bien?— El preguntó fijando su preocupada mirada en Sana.
Entonces ella dudó un poco sobre lo que Dahyun le había dicho, él parecía un muy buen hombre y era algo sospechoso que Dahyun hiciera todo lo posible porque su esposo no supiera sobre su infidelidad, le parecía ilógico que si él la maltrataba la menor insistiera tanto en esconderlo, porque si era verdad entonces, ¿Por qué no simplemente pedía ayuda?
—Todo está bien señor Kim— Sana forzó una sonrisa y volvió a hablar —Dahyun lloró de felicidad al saber que su primer bebé estaba en excelentes condiciones.
De todos modos, Sana había prometido guardar el secreto y no iba a romper su promesa así como así. Solamente esperaba que Dahyun fuese cuidadosa.
—Entonces, ¿Sería todo por hoy?— Jin preguntó sacando a Sana de su pequeño trance.
—Si, es todo, agendaré su primera cita para la próxima semana y después nos veremos cada mes para hacer ultrasonidos, les mandaré los detalles por correo, que tengan buen día— Ella estaba a punto de irse.
—¿Y los resultados?— Pero Jin la detuvo con aquella pregunta, estaba algo algo confundido ya que se suponía que venían a recoger eso.
—Esos se me quedan a mí, todo está bien, no hay de que preocuparse— Sana se despidió con una reverencia y volvió a su consultorio de forma apresurada.
Entonces la pareja comenzó a irse.
—¿Segura que está todo bien, cariño?— Jin preguntó acariciando el hombro de su esposa.
Y ella asintió caminando a su lado sin poder mirarlo a los ojos.
Dahyun tenía miedo, sabía que guardarle ese secreto era peligroso, pero no podía decirselo si no quería acabar muerta o peor, acabar con un aborto espontaneo y maltratos nuevamente, no, no, ella debía continuar fuerte y seguir como si nada hubiera pasado, ese hijo era de Jin y nadie más que ella o Sana podían saber lo contrario, ella continuaría casada y tendría la familia feliz que siempre quiso, ahora las cosas estaban yendo mejor, Jin estaba siendo bueno con ella, ella había cumplido su parte dándole un hijo y él también hacía la suya cuidándola y queriéndola como todos estos 5 años no lo hizo.
Sin embargo Dahyun no se esperaba que una llamada de Momo le llegara de la nada al regresar a casa, por suerte Jin estaba en la cocina y ella en la habitación, por lo cual este no escuchó el sonido de la llamada.
Entonces Dahyun corrió hacia el baño para responder la llamada escuchando aquella voz que tanto había extrañado, pero no podía admitir.
—¿Dahyun?— La voz de Momo sonaba algo quebrada.
"Es normal esa voz en ella ¿No? Después de todo debe estar dando clases de baile a estas horas" pensó Dahyun.
—¿Por qué me llamaste?— Aquellas palabras habían salido más duras de lo que Dahyun quiso sonar.
—Yo... Te extraño— Admitió Momo ante aquel regaño.
—Es peligroso que me llames, mi esposo está en casa.
—Lo siento, solo quería escucharte.
—Momo, ya no podemos seguir siendo amigas.
—¿Qué? No te entiendo— Aquello había golpeado de manera brusca a Momo.
—Ya no puedo tener nada contigo, Momo.
—Pero, pero, ¿Por qué, Dahyun? ¿Te hice algo malo? Yo... No era mi intención, discúlpame si yo...
—Momo, basta, estoy esperando un hijo de Jin, no sería apropiado que siguieramos viéndonos— Dahyun la interrumpió.
Y dicho esto la menor colgó.
Lo había detrozado todo, había acabado completamente con aquella dulce amistad que tanto apreciaba.
***
Disculpen la bromita de anoche XD
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