34
Damon
Jueves por la tarde.
Estaba esperando a que Amaris saliera de su entrenamiento para llevarla a comer algo.
Mi celular comienza a sonar, miro la pantalla y el nombre que resalta de esta es el de Mael.
— Si? — respondo rápidamente.
Al otro lado de la línea se pueden hoy gritos de dos pequeñas jugando, eso me recuerda a las dos hermosas gemelas que tiene Mael como hermanas.
— Bonjour, je vous appelais pour vois si vous te Amaris pouviez me rendre service. — Dios mio, agradezco haber estado llendo a clases de francés esta semana, porque si no, no habría entendido ni mierda.
Sabes que no entendiste nada, mejor pregúntale.
Buena opción.
— que pasa Mael? — le pregunté directamente
— Necesito que me ayudeis, con Darah y Rebeka está noche — soltó.
— Y porque necesitas mi ayuda y la de Amaris, no se supone que es tu responsabilidad cuidar de ellas — Pregunto en tono un poco tajante.
— Vamos amigo, no seas así, es solo por esta noche — y se escucha como Atraves de la línea el está gritándoles a las gemelas que paren.
Creo que nosostros solos no seríamos capaces de lidiar con esas diablillas, tu las conoces.
Subconciente de mierda.
— Está bien, pero no lo cojas de costumbre — digo para quitarmelo de encima.
— Graci.... — no lo dejo terminar cuando ya estoy cortando la llamada.
Miro el reloj de mano y falta solo un minuto para que Amaris salga de su clase.
Me concentro en el celular.
Pero un grito familiar llama mi atención.
— ¡Ya te dije que no Blake! — le grita Amaris al estúpido de Blake.
Ese hombre quiere morir.
Realmente quiere eso.
Veo como acerca su mano a la mejilla de Amaris y eso enciende todas mis alarmas.
Camino a grandes zancadas en dirección a esos dos, Amaris trata de quitarle la mano de encima pero este no la aparte.
— Blake suéltame! — dice Amaris en bufido.
Al ver que no lo hace, no lo pienso dos veces y al llegar lo empujó.
— Te ha dicho que la sueltes! — le digo posando a Amaris detrás de mi cubriéndola con mi cuerpo.
— Tu no te metas, no eras nadie para ella! — me grita el muy imbécil.
No-pierdas-la-paciencia.
— Realmente estás equivocado, soy su protector y para tu peor suerte ¡Su novio! — le grite — así que si quieres seguir respirando te aconsejo que te mantengas alejado de mi chica — dije tomando la mano de Amaris y dirigiendola a la camioneta.
Estaba hecho una furia, pero no quería pagarlo con Amaris, ella no tenía la culpa de que ese idiota estuviera cerca de ella diciéndole quien sabe que cosas.
Calma el ambiente.
— Ojitos, Mael me ha pedido el favor de que fuéramos a cuidar a sus hermanitas, ¿Te apetece? — le dije posando una de mis manos en su muslo.
— Damon, que hubieras hecho si Blake me hubiera tocado? — esa pregunta me extraño, porque preguntaba eso.
— Porque preguntas — solté.
— Quiero saber hasta dónde eres capaz de llegar — dijo encojiendose de hombros.
Que pregunta tan extraña
Ya lo sé.
— Lo golpearía hasta enviarlo al hospital — dije — pero si intenta una tercera vez, Lo mataría, sin dudarlo un solo segundo — bufé.
En los ojos de Amaris se reflejaba el miedo.
Sabía que después de dos muertes es su familia le afectaba escuchar esas palabras.
Así que cambie el tema rápidamente.
— Y dónde están tus guardas? — últimamente no salía con ellos y eso empezaba a preocuparme.
— Como he salido contigo no veo la necesidad de que ellos vengan — dijo sin más.
La lleve a su casa para que pudiera bañarse y cambiarse.
Dentro de la casa estaba Magnus y azael, ambos sumidos en sus cosas así que no entablé conversación con ninguno, después de unos minutos el timbre suena.
Me levanto cogiendo mis cosas para irme con Amaris pero todo se torna blanco cuando veo a la persona de pie en la puerta.
Vanessa.
Mierda.
Si Amaris la ve aquí seguro y no la deja irse antes de una buena golpiza.
Cuánto cobrarán por dejarme grabar eso.
Estúpida conciencia.
— Damon podemos hablar — dice Vanessa mientras pasa por mi lado entrando a la casa como si nada.
— Vanessa debes irte — le digo, realmente no hay mucho de que hablar, no puedo escucharla solo quiero que se valla.
Magnus y azael levantaron la mirada al verla entrar, azael está apunto de levantarse cuando siento como estampa sus labios a los míos.
La apartó instintivamente y me doy cuenta de que ella está mirando a un punto fijo mientras sonríe.
Me giro tipo camara lenta y veo el rostro hecho furia de Amaris.
Graba-graba-graba.
Tu cállate.
— Eres una Zorra! — Grito amaris.
Dos segundos, eso es lo que tarda Amaris en abalanzarse en la dirección de Vanessa.
Dios mío, veo como caen las dos al suelo debido al impacto de Amaris.
Ambas están tomándose del pelo, rodando por todas partes mientras se tiran el cabello mutuamente pero en un momento veo como Amaris le da un puñetazo y con eso logro reaccionar.
Tomo a Amaris por la espalda y la alzo alejándola de Vanessa, mientras azael hace lo mismo con la loca.
— Ojitos tranquila! — le gritó viendo cómo patalea para librarse de mi agarre.
— Suéltame, quiero acabar con esa perra — es lo único que dice.
Dios, verla así de enojada me pone tan....
Caliente.
— A quien le dices perra, hija de puta — dice Vanessa mientras lucha para librarse de azael.
Amaris se tensa al escuchar lo último, y yo no lo pienso dos veces para soltarla, le hago un gesto a azael para que haga lo mismo con Vanessa y en menos de un minuto Amaris está nuevamente sobre ella.
Se tiran del cabello, se aruñan, ruedan por la sala jalandose una a la otra.
Entonces escucho como alguien se aclara la garganta y volteamos a ver.
Magnus está de brazos cruzados.
— Señorita Velázquez, no se que coño hace en mi casa, pero le pediré el favor de que no trate así a mi cuñada y también le pido QUE SE LARGUE AHORA MISMO — mierda, Magnus defendiendo a Amaris.
Eso sí que no me lo esperaba.
Yo tampoco.
Todos nos quedamos en un silencio que Vanessa rompe diciendo.
— Amaris, esto no ha acabado — y sale de la casa.
Pero está mujer cuando piensa rendirse, por la actividad física de Amaris, se que está en forma para una pelea, pero espero no llegar a ese punto.
******
Nota autora:
Buenas chicas, me alegra saludaros.
Espero que se encuentren muy bien.
Este capítulo estubo emocionante.
Se que se preguntarán dónde está Paul, pero relajense, pronto volverá.
Ojalá y le esté gustando mucho está historia.
No olvidéis votar y comentar, eso me haría muy feliz.
Bueno si nada más que decir me despido.
Cuidaos, os quiero!!! ❤️
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