Amaris

Otro secreto soltado.
Con el era muy difícil callar todo, las cosas salían de mi boca como vómito verbal.
Tendría que aprender a controlar eso.

Seguía en su habitación, estábamos acostados, el se había quedado dormido, pero yo no era capaz de dormir.
No después de saber que esa tipa había hecho tal cosa.

Voy a matarla cuando la vea.

Esperemos a que no se cruce en mi camino, porque dónde la viera no iba a poder controlarme.
Paul había estado llamando durante los últimos veinte minutos así que decidí enviarle un mensaje diciendo que dormiría en la casa de Damon.

- Cuando piensas quedarte dormida? - la voz de Damon me hizo sobresaltar un poco.

- No tengo sueño - dije mientras intentaba sentarme.

- Debes dormir Amaris - dicho esto se sentó en su cama - Mañana tenemos que ir al instituto - enserio estaba pensando en ir al instituto?.

Yo por otra parte no quería ir ya que en la tarde debía ir a mis clases de gimnasia.
Pero ya se había vuelto un hábito normal, no dejaría que el pasado volviera a atormentarme, ya estaba superado.

- Está bien, trataré de dormir - dije finalmente para que el pudiera descansar.

Cuando el se quedó dormido, decidí ir a la azotea, sabía que no podría dormirme.

Unos pasos llamaron mi atención, mire a mis espaldas y ahí se encontraba azael.

- Que pasa?, ¿Porque no estás durmiendo? - pregunto el cruzándose de brazos.

- No he podido dormir - dije sin más.

- Amaris se que no debería agobiarte, pero me debes una explicación - soltó.

Sabía que se la debía, tenia que contarle lo que me pasaba de una forma u otra.

- Sientate, te lo contaré todo - El merecía saber todo, así que iba a contarle todo lo que Damon sabía y más.

Después de mucho tiempo explicándole todo, llorando sin parar, Azael me abrazo.
Mientras me decía.

- Yo jamás te juzgare por tu pasado ¿Vale? - escuchar esas palabras de su boca era reconfortante, realmente necesitaba a alguien en mi lado - Ahora ve y descansa Amaris - dijo mientras se ponía de pie.

- Está bien, Buenas noches - le dije y me encamine a la habitación de Damon.

Mientras caminaba recordaba lo que le había contado a azael, mis cortadas, mis intentos de suicidio, la personas que se metían conmigo, la repugnante noche con Blake, era muchas cosas que me pasaban por la mente en ese momento.

Cuando entre a la habitación Damon estaba de nuevo sentado.

- Dónde estabas? - pregunto poniéndose de pie.

- Estaba en la azotea con Azael - le dije encojiendome de hombros.

- Le has contado? - decía mientras caminaba en mi dirección.

- Cada cosa - solté, Damon estaba detallandome me miraba de arriba abajo.

- Vale... Amaris he querido contarte mi pasado, pero realmente no he encontrado el momento adecuado y tampoco me he sentido bien para contarlo, es muy duro - me dijo, yo sorprendida de que hubiera tocado el tema tenía los labios entre abiertos, pero si el no se sentía todavía bien para contarlo no iba a obligarlo.

- Damon, cuéntame cuando quieras vale? No hay prisa - fue lo único que supe decir.

Se acercó tomo mi barbilla y me besó.

El beso era apasionado, con deseo, se sentía por la forma en la que el me besaba.
El calor que había abundaba mucho más, Damon me tomaba por la cintura mientras yo lo hacía por su cuello, estaba tan excitada que sentía lo mojada que estaba, necesitaba sentirlo dentro de mi.

AHORA.

Giré mi cabeza a la derecha para poder profundizar el beso, Damon hizo lo propio, despegó sus labios de los mismo y se hizo dueño de mi cuello, iba bajando dejando a su paso besos húmedos, se poso en el medio de mis pechos, fue levantando mi camisa hasta desacerse de ella dejando a la vista mis pechos.

Con sus manos masajeaba uno de ellos mientras al otro lo devoraba con su boca.
Mi excitación creció más cuando se levanto, se puso detrás mío y fue bajando una de sus manos por todo mi cuerpo hasta llegar a la zona alta de shorts, se deciso de ellos y mis bragas.

Me gira en dirección al espejo y metió su mano.
Cerré mis ojos, pero el hablo.

- No, no los cierres, quiero verte a los ojos cuando te vengas - dijo, eso hizo que soltará sin anticipación un gemido a lo que el gruño.

Sus perfectos dedos empezaron a hacer maravillas en mi zona más delicada.

- Tan húmeda y solo para mí - esas palabras me hicieron gemir, Dios mío pero que morbo.

Sus ojos concentrados en los míos para no perderse mi mirada al llegar al orgasmo.
Sus dedos empezaron a moverse mucho más rápido a lo de costumbre, el brazo que sujetaba mi cintura para que no me moviera estaba lleno de arañazos por mi parte.

Damon empezó a besarme mi cuello, lamidas y besos húmedos era lo que recibía mi cuello.
Sentí una presión en la parte baja de mi estómago y sabía que estaba apunto.
El me sujeto con fuerza para que no cayera tras mi perdí de fuerza, Ola tras ola arrasó con todo, mi orgasmo fue tan fuerte que me dejó agotada por unos minutos.

Vi como Damon hechaba los dedos que uso a su boca, y ese acto hizo que perdiera la poca cordura que tenía, fui retirando su ropa bruscamente hasta que quedó completamente desnudo.

Mi boca busco la suya con desesperación, cuando nuestras lenguas se encontraron mi cuerpo se movió por un leve escalofrío que me causo ese beso.

Corrientes eléctricas son las que siento cuando Damon me alza haciendo que yo por acto de reflejo lo rodee con mis piernas en su cintura.
Se apodera de mi cuello y instintivamente tiro mi cabeza hacia atrás por el placer que me causa.

Camina hasta su cama sosteniendo mi peso, caemos los dos, el encima mío, comienza a moverse en círculos rozando su enorme erección en mi entre pierna.

Giramos lo cual hace que quede yo encima suyo, en su mesita descansa el plástico que estamos necesitando, lo agarro, lo habro y lo deslizo por su erección.

Levanto las cadera y me hundo lenta y placenteramente, cuando entro completamente ambos suspiramos.

Se siente muy bien.

Empiezo a moverme lentamente y gime.

- Inclinate hacía atrás - Murmura, en sus ojos color gris se puede ver la lujuria y el deseo al articular cada palabra.

Estiro el cuerpo agarrándome de sus piernas, estira su mano acariciando mi vientre, empezó a descender hasta que llego a mi clítoris, trazo círculos mientras yo me movía rápidamente.

Que pose tan encantadora, anotada.

Nuestros movimientos se fueron haciendo más bruscos cuando ambos sentimos la presión, el se ponía más duro y sentía su palpitar, mientras yo sentía presión en mi parte baja del estómago y mis piernas empezaron a temblar avisando que estaba cerca de mi orgasmo.

Ola tras ola fue dejando cansancio en mis músculos, Damon estaba igual, ambos paramos un momento, nos relajamos, tomamos aire y continuamos, hasta que caímos profundamente dormidos por el cansancio.

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Nota autora:

Primero que nada, lo siento por lo tarde que subí este capítulo, pero salí y no tuve tiempo de subirlo.
Ahora volviendo la tema

Hola!!!!
Me entusiasma mucho saludaros, realmente estoy muy contenta escribiendo esta historia, nuestros personajes cada vez se van soltando muchos más....

Volviendo al tema de cuando entraron a la casa de Amaris quien creen que esta involucrado.

*Tose*
Aquí os dejo un espacio para que digan de quién sospechan.
*Tose*

NOS VEMOS EN LA SIGUIENTE ACTUALIZACIÓN.

Os quiero, cuidaos!!! ❤️