31
Amaris
Sabía cuáles eran las intenciones de Damon al ofrecerse a traerme a la academia.
Lo primero que hago al llegar es ir a cambiarme y empezar a calentar.
Damon se sienta en las gradas y se concentra en su celular.
Estaba calentando cuando la voz gruesa con ese toque oscuro de la persona que tanto me quería, pero a la vez me atemorizaba escucharla me saco de toda concentración.
Blake.
— Pero si es mi hermosísima Amaris — dice acercándose y tomándome de la cintura.
— Hola Blake — le digo mientras voy quitando sus manos de mi cintura mientras trato de que Damon no vea eso.
Escucho como alguien se aclara la garganta detrás mío.
Mierda.
Me giro lentamente y veo a Damon de brazos cruzados y su ceño fruncido.
— Puedes quitar tus asquerosos brazos de la cintura de mi Novia — escuchar como remarcaba esa simple palabra hacia que se viera tierno.
Pero solo por dentro ya que por fuera parece un pitbull
Y era verdad, estaba enojado se le notaba a leguas.
— Tu novia?, Si ella es mi novia — dice Blake mientras me levanta la mirada, estuvo a punto de chocar sus labios contra los míos, cuando sentí como alguien me jalaba con brusquedad y me apartaba.
— Auch — Jadeo mientras miro como esos dos están tensados mirándose fijamente.
— La has lastimado pedazo de idiota — dice Blake mientras de acerca a Damon.
Blake era de igual altura que Damon, estaba tonificado, era fuerte si, tenía la suficiente fuerza para defenderse en una pelea, pero dudaba eso sí la pelea era contra Damon.
— Damon, vámonos — le dije mientras me acercaba para tomarle la mano.
El apretó mi muñeca y me volteo a mirar, yo le suplique con la mirada y el lo entendió, asintió con la cabeza y me siguió fuera de la academia.
Cuando estuvimos afuera Damon me abrazó, no entendía el motivo de ese abrazo pero aún así se lo correspondí.
Dejó de abrazarme y me dió un beso.
Realmente este hombre parecía que me quería.
— Damon, sabes que no voy a dejarte por cualquiera ¿Verdad? — el sabía que era la pura verdad, lo quería, lo quería demasiado, se había convertido en parte de mi vida.
— Lo se — fue lo que dijo mientras secaba mis lágrimas con sus pulgares.
— Me acompañas a comprar mi vestido para el viernes? — le dije para cambiar un poco el tema.
— Claro — respondió instantáneamente.
Decidí marcarle a Samantha para ir a recogerla ya que quería ir a comprar mi vestido con ella.
Cuando llegamos al instituto, Damon y yo nos percatamos de que ella no salió sola.
— Ese no es Mael? — le pregunté señalando la figura parada detrás de Samantha.
— Si, Que hace el ahí? — Quizás el si quiere aprender a hablar en francés.
— Cincuenta dólares a que estaba en clase de francés con Samantha — Aposté, lo hacía porque realmente estaba segura de que el estaba en clase de francés.
— Hecho — Dijo.
Cuando Samantha vio la camioneta estacionada, se acercó con Mael y subieron los dos a la parte trasera de esta.
Damon nisiquiera dejo al pobre Mael acomodarse cuando le pregunto.
— Mael, que estabas haciendo en el instituto a estás horas? — dijo rápidamente — Alistalos ojitos — me sonrió de lado.
— Estaba en clase de francés — y con eso pude reírme como loca, mis carcajadas resonaban por toda la camioneta.
— Bom! — fue lo que le dije a Damon mientras estiraba mi mano para que me diera mi premio.
— Que suerte ojitos — dijo mientras depositaba los cincuenta dólares en mi muñeca abierta.
— Se puede saber que está pasando — pregunto mi mejor amiga con su ceño fruncido.
— He apostado con Damon a que Mael estaba en clase de francés — le dije con mi sonrisa triunfante.
— Oh, Damon que grave error — dijo Samantha soltando una risita por lo bajo.
— Porque — pregunto el elevando una de sus cejas.
— Amaris no apuesta a no ser de que este segura de que ella ganará, Pierdes el tiempo apostando con ella, SIEMPRE gana — dijo ella riéndose.
— Ya veo, bueno a dónde vamos? — dijo Damon, le di la dirección y el aceleró.
Ya en el centro comercial, con Samantha habíamos recorrido todas las tiendas habidas y por haber.
Habíamos escogidos unos vestidos preciosos, el de ella era rojo con escote en la parte delantera y tenía una abertura en una de las piernas.
El mío era un plateado, abierto en la espalda, pegado a mi perfecta figura.
Cuando íbamos de regreso a casa, dimos una parada para comer lo que Damon y Mael quisieran ya que en todo el centro comercial se la pasaron quejándose.
Parecían dos bebés.
Bien dicho conciencia.
Al acabar de comer volvimos a la camioneta, íbamos hablando de como sería la gala, derrepente un puesto de periódicos y revistas llamo toda mi atención.
En la portada de la revista había algo escrito en grande.
Solo alcance a leer ¿Será otra de sus aventuras? No sé porque se me pasó por la cabeza de que se trataba de Damon, pero algo me decía que era el.
De igual forma no le pedí que se detuviera.
Al llegar a casa, lo primero que veo al abrir la puerta es a Paul, hablando con ocho hombres en traje.
Mis guardas habían dejado que fuera sola con Damon ya que así lo había dicho mi querido hermano.
— Que sucede? — pregunté cerrando la puerta detrás de mi.
— Oh hola pequeña — dijo el, realmente me encantaba cuando me llamaba
Pequeña solo lo ha hecho el y mi padre...
— Hola hermanito, que está pasando? — volví a inquirir la pregunta, ya que tenía que obtener una respuesta concreta.
— Hablaba con los nuevos guardas, sobre como será su jornada, Amaris ellos estarán patrullando en la noche, por favor dile a Damon que si quiere entrar a la casa, que use la puerta principal, ellos tienen orden de matar ¿Vale? — dijo el con simpleza, debía decírselo a Damon, dónde a él le llegará a pasar algo, hasta ahí llegaría yo, me derrumbaría en menos de lo que canta un gallo.
— Se lo diré — fue lo único que fui capaz de decirle antes de subir a mi habitación.
Entre a mi habitación y los recuerdos de las revistas pasaron por mi mente.
Debia mirar que era lo que decían las portadas de esas revistas.
Iba a revisar mi portátil cuando resivi una llamada.
Era Samantha.
— Si? — fue lo único que pude decir.
— Amaris, ya viste lo que dicen en todas las revistas? — Ay Dios, ya con solo que Samantha me llamara y me hablara de eso, me daban nervios.
— No, porque? ¿Que dicen? — Silencio.
Silencio fue lo que obtuve durante creo que fueron tres minutos — Samantha, que dicen? — ella suspiro y hablo.
— Hablan sobre Damon y que lo vieron salir de la casa de una chica — Y con eso toda la rabia me invadió, me hervía la sangre, no estaba pensando con claridad.
Colgué el teléfono y me puse mi zapatos rápidamente, busque mis llaves y baje las escaleras lo más rápido que pude.
— A donde vas a estas horas pequeña? — dice Paul mientras cambia los canales de la televisión.
— Debo ir a hablar con Damon — Cuando estaba a punto de salir dice.
— Por las revistas? — dijo con simpleza, yo me gire y lo mire.
— Si, tu ya sabías sobre eso? — le digo levantando una ceja.
— Así es, pero lo único que te voy a decir antes de que vayas allá y la cagues, es que lo escuches a él, sabes cómo son los paparazzi para inventarse cosas ¿De acuerdo? — yo solo asentí y salí de la casa a pasos rápidos.
Quería hablar con el lo antes posible.
Tenía muchas cosas que explicarme.
*******
Que se prepare Damon.
Porque ahora se viene lo chido.
*Inserta audio de Luisito comunica*
Esperando para saber que es lo que se oculta de Blake!!! Que emoción.
Jajajaja no tengo mucho que desiros.
Disfruten este capítulo y nos vemos en el siguiente.
Os quiero, Cuidaos!!! ❤️
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