Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2: La Pesadilla

Termina mi turno y salgo de la cafetería. Desde que sucedió aquello no vi ningún rastro de que Lyan o Aldana hubieran estado aquí. Todavía sigo pasmada por aquello que presencié. Ese monstruo, su voz, el claro mensaje de advertencia y todo lo que ocasionó, me deja sin aliento. Estoy asustada... No, más que eso. Estoy aterrorizada. Miro con desconfianza hacia todos lados, observo a cada persona que pasa por mi lado con miedo; no sé qué hacer. No sé ni qué fue eso que vi y me consume la curiosidad de saberlo, pero a la vez me espanta. ¿Y si lo que vi no fue tan solo una simple alucinación creada por mi subconsciente? ¿Y si ese fenómeno en serio existe y quiere hacerme daño? Me estremezco de solo pensar en él y todo lo que podría hacerme a mi y a... ay, no. "¿Cómo me pude haber olvidado de él? Maldición, ¡Matthew, mi querido hermanito menor! No, no, no, no. Ay diosito queridito. Por favor, si es que en serio existes, te pido por lo menos que él esté sano y salvo..."  pienso con horror. Si esa bestia llega a existir y le llega a hacer algún rasguño por mínimo que sea a Matthew; juro que haré lo imposible para que lo pague. Apresuro mi paso y voy casi corriendo al departamento que comparto con mi hermano. 

Al llegar, introduzco con rapidez la llave en la cerradura y abro la puerta a toda prisa. 

—¡Matthew! ¿Estás aquí? —recorro el departamento habitación por habitación hasta que escucho su voz. 

—¡Si, aquí estoy! —grita desde la cocina. Voy lo mas rápido que mis piernas me lo permiten hasta ahí y suspiro de alivio al verlo bien. "Qué susto... No sé qué haría si le pasara algo..."  Pienso. Lo miro distraídamente cuando observo el desastre de huevos que hay en la basura.

—¡Matthew! ¿Porqué hay toda esa cantidad de huevos en la basura? ¡¿En qué rayos pensabas?! —él se da la vuelta lentamente hasta que me encara. Levanta levemente los hombros y me mira con una sonrisa de niño bueno. Al notar que mi cara no cambia de expresión, él se pone serio y baja la mirada. Comienza a rascarse la nuca nervioso y yo me empiezo a impacientar— ¿Y bien? 

—Es que... quería que la yema del huevo me saliera bien, con juguito y todo, y bueno... no paré hasta que el último si salió como quería... —dice sonriendo tratando de parecer un ángel. Ay dios, no puedo creer las ocurrencias que puede llegar a tener este chico.

—¿Cuantos huevos usaste? —al hacer mi pregunta él traga fuertemente. "Si llegan a ser más de tres lo mato"...

—Emm... ¿La docena? —me dice dudoso.

Lo voy a matar. ¿Acaso ustedes tienen idea de cuanto cuestan esos huevos? Este chico no tiene caso.

(...)

Al llegar el anochecer, ambos nos acostamos luego de comer. Si, lo dejé comer, ¿Tampoco lo voy a matar de hambre, no? Le di un castigo peor, no se preocupen. Me acuesto lentamente en mi cama y enciendo la tele. Al rato de no encontrar nada en ella, me quedo profundamente dormida.

(...)

Abro los ojos despacio. Me levanto lentamente del duro suelo. Es de día y estoy en una pequeña aldea prácticamente vacía, ya que no se oye ningún ruido. ¿Dónde me metí ahora? Me sobresalto al escuchar un grito en una de las cabañas. Mi corazón comienza a acelerarse y el miedo invade cada parte de mi cuerpo. Mi respiración se vuelve irregular y pesada. Me acerco lentamente a aquella cabaña de madera y freno cuando estoy en la puerta. Abro lentamente la puerta y asomo mi cabeza a ver si hay alguien adentro pero no hay nadie, así que me decido a entrar. Cierro completamente la puerta detrás de mi y camino un par de pasos hacia el centro del lugar. Observo que no hay casi ni una gota de luz hasta que diviso un destello de iluminación venir de una puerta entreabierta del 2° piso. Subo con cuidado las escaleras, estas rechinan con cada escalón que subo. Me acerco paso a paso, lenta y cuidadosamente a aquella puerta que contiene dentro la única fuente de claridad en la casa, pero me detengo al escuchar sollozos del otro lado. Con cuidado de no ser vista, me asomo pausadamente para observar qué es lo que está pasando. Dentro de la habitación se encuentra un hombre arrodillado en el piso llorando. En cambio, a su lado, yace una mujer con un gran agujero en su pecho, desangrada completamente. Luego viene el mismo monstruo que vi hoy y agarra al señor del cuello, tal cual hizo conmigo. De un movimiento brusco y horripilante, la bestia le separa la cabeza del cuerpo y la tira en mi dirección. La cabeza de aquel pobre hombre cae a mis pies y las lagrimas empiezan a caer como una cascada por mis ojos. Retrocedo con temor un par de pasos hasta que siento una presencia detrás de mi. Mi miedo es tal que no tengo la suficiente valentía para girarme. "Cobarde" Me contesta mi mente. Siento la respiración como la de un rinoceronte en mi cuello. La imagen de aquellas dos personas se reproduce en mi mente sin siquiera quererlo.

—Todo esto lo ocasionaste tu... —susurra la voz detrás de mi. Miro con terror los cuerpos sin vida de mis padres en esa habitación y me cubro la boca. Empiezo a negar con la cabeza con las lagrimas cayendo incontrolablemente.

—N-no... nada de esto es real... —el animal aparece frente a mi con una sonrisa espeluznante y toma mi cara en sus manos, con esas feroces garras rasgando mi piel y lastimándome.

—¿Segura? Yo creo que todo esto es muy real... —dice pensativo. Luego presiona más sus garras en mi cabeza haciéndome gritar y él sonríe en fascinación— Y los próximos serán tu y tu hermano, Idara —aprieta tanto mi cabeza que empiezo a sentir un dolor inmensamente tormentoso hasta que solo puedo ver puntos negros, y lo único que sé hacer es gritar por la interminable tortura... 

—¡Idara! —abro los ojos. Estoy toda mojada por haber llorado tanto y mi hermano está sentado en mi cama tomándome por los hombros, mirándome con una expresión alarmada y muy preocupada. Sin decir nada, simplemente lo abrazo. Él, sin entender del todo, me devuelve el abrazo con más fuerza. Luego de pasar un par de minutos más así, nos soltamos. Matt me mira aún preocupado y abre la boca para hablar pero yo lo interrumpo antes de que pueda hacerlo.

—Lo siento. Tuve una pesadilla. ¿Te desperté?—le digo para no tener que darle más explicaciones que esas.

—Si, pero no pasa nada. ¿Por eso gritabas? ¿Estás bien?

—Si, si. Tranquilo, no te preocupes, fue sólo una pesadilla —le digo y le sonrío para calmarlo.

—¿Segura? Siempre es sólo una pesadilla —dice con un poco de enojo de siempre recibir la misma respuesta.

—Segurísima —le digo y él asiente un poco dudoso y aún molesto.

—¿Puedo saber qué soñaste? 

—La curiosidad mató al gato, hermano. Ya ve a dormir, mañana te contaré —le digo y le sonrío de nuevo. "Igual que en el sueño, la curiosidad te mató" me responde mi mente. "Nos mató..." le corrijo yo. Mi hermano se despide y vuelve a su cama. No sin antes avisarme de que cualquier cosa lo llame, que él vendría de inmediato. Vuelvo a acostarme cómodamente en mi cama. Será una larga noche...


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro