Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XXXVI

<<Una entrega diferente que satisfacía a mi cuerpo y reconfortaba mi alma, la oportunidad de un nuevo amor lleno de madurez era tal vez lo que me aguardaba>>

Luego de esa entrega él me miraba diferente y eso me incomodaba un poco, a pesar de estar solo iluminados por la luz que tenue se asomaba por la ventana sobre mi cama en esa madrugada podía notar sus gestos con claridad eso era aún más molesto porque parecía embelesado de tanto verme mientras el humo de su cigarrillo parecía hacernos una pared para no besarnos.

—Vete... Podrían sospechar...

Le susurré con mi falsa sonrisa amable mientras sutil lo empujaba de la cama, el cómo idiota correspondía con una sonrisa, pero al contrario de lo que le ordené se me acercaba para abrazarme.

—Déjame quedarme un poco más...

Me rogaba mientras yo lo empujaba, su terquedad me recordaba un poco a mi amo eso me hizo pensarlo sin darme cuenta y creo que el lo notó.

—¿El joven amo venía aquí?

Ante su pregunta me enojé un poco era atrevido de su parte preguntar aquello, todavía no llegábamos a ese nivel de confianza para confesarnos cosas de esa índole, claro que ya habíamos entrado en confianza al tener sexo apasionado, pero no para eso.

—No te enojes Sebastian, no lo digo por molestarte... Es solo que siento curiosidad.

—Solo que no quiero hablar de eso.

—Bueno... Cuando quieras desahogarte con respecto a ese tema solo háblame. Prometo no ponerme celoso.

Sonreí burlón ante su insinuación apenas empezábamos y ya me estaba hablando de los malditos celos mientras sus manos firmes no dejaban de tocarme con fuerza como posesivo.

—Tu piel es tan suave...

Me susurraba al oído al parecer comenzaba a excitarse de nuevo, ¿este hombre no se cansaba? Al menos para el sexo no parecía mostrar cansancio porque cuando era una labor doméstica que le mandaba se excusaba diciendo que si estaba cansado. Sus labios y lengua comenzaban a rozar mi cuello de forma provocativa, yo lo alejaba para no caer en la tentación.

—Ya es hora de que te vayas...

Le decía tratando de apartarlo, el se empeñaba en no hacerlo así que estábamos como debatiendo entre seguir y no, era algo molesta su posesiva actitud.

—Sebastian... ¿Tengo posibilidades contigo?

Me cuestionaba entre besos podía sentir su cálido aliento rozar mi oído al hablarme, eso me encendía un poco pretendía disimularlo a la vez que no entendía bien su pregunta. ¿Tan pronto quería formalizar lo "nuestro"?

—¿Posibilidades, de qué?

—De qué tengamos algo más serio... No ahora pero después... O solo es algo de esta noche nomas.

Me hablaba nervioso con una mano se rascaba la cabeza y sonreía extrañamente, desvíe la mirada al no saber que responder. Tal vez yo no tenía mucho tiempo en esto de las relaciones amorosas, pero hasta para un novato como yo me parecía algo apresurada su insinuación.

<<No quería ilusionarlo vanamente pero tampoco podía negarme a la posibilidad de un nuevo amor»

Se notaba que yo de verdad le atraía no sabía si estaba enamorado de mi en realidad o solo era un desfogue de su aburrida vida heterosexual, quizás a su edad sentía curiosidad por experimentar algo nuevo en la intimidad, ciertamente no lo sabía, pero tampoco iba a cuestionárselo.

—Supongo que tendré que aguantarme tu chantaje porque conoces un secreto mío y no puedo permitir que lo divulgues.

Fue mi respuesta traviesa afirmando que lo nuestro podía seguir, no era una confirmación de que podríamos llegar a tener algo serio ya que eso era algo que solo diría el tiempo, no podía adelantarme a nada ni prometerle algo y creo que el lo entendía.

Sentí como me abrazaba parecía feliz aún con mi ambigua respuesta que no le confirmaba ni negaba esa posibilidad, ni por muy perfecto que yo pretendiera ser no podía todavía acertar a saber que nos deparaba el futuro.

—Entonces mañana vengo directo a tu habitación, deberías darme una llave o algo así... Ya que a partir compartiremos tu habitación.

Al escucharlo sólo fruncía mi ceño comenzaba a ser bastante molesto porque parecía no tomarse en serio nada, solo sentí cuando él se lanzó sobre mí y comenzó a reír sobre mis labios.

—Es broma...

—No bromees con eso... Eres un idiota...

—Un idiota que te ama...

Al terminar de decir lo último me besaba pero lo golpeé fuerte provocando que cayera de la cama, el oír que me amaba me alteró un poco debo admitirlo, fue un impulso repentino tal vez como reflejo de mi resentimiento a mi reciente ruptura amorosa.

—Auch Sebastian eso dolió...

Se quejaba el pobre hombre en el suelo mientras se sobaba la cabeza, sonreía a pesar del dolor mientras me miraba.

—Ahora si vete...

Le ordenaba molesto, el sonreía a la vez que comenzaba a recoger su ropa que estaba esparcida alrededor de la cama, sentándose en el filo de esta comenzó a vestirse, yo solo contemplaba disimuladamente su desnudez, su cuerpo era algo tosco a la vista con todas esas marcas que le adornaban, pero a pesar de su rudeza un amoroso amante se escondía y creo que ahora me pertenecía.

<<Porque a veces sentía que el amor se resumía en poseer a alguien, sentirlo solo para ti y que nadie te lo quite aunque tuya no lo quieras>>

Horas después cuando ya era de mañana, me sentía incómodo por compartir labores con el hombre que me hizo suyo la noche anterior, el estaba de muy buen humor y los demás lo notaban comenzando a molestarlo, este no dejaba de sonreír y canturrear tontas canciones de su país mientras sutilmente me dirigía la mirada de vez en cuando al preparar el desayuno.

—Disimula mejor... Los demás podrían sospechar.

Le advertí seriamente cuando nos quedamos solos por unos momentos, el me abrazaba por detrás y besaba mi nuca sutilmente, yo trataba de alejarlo no quería que nos descubrieran, no al menos todavía.

—El joven amo...

Murmuró con una sonrisa nerviosa miraba a la puerta tras de nosotros, volteé a mirar nada nervioso, porque si yo empezaba una relación con alguien más no era de la incumbencia de mi joven amo, solo que de enterarse ahora él lo tomaría como si esto fuera un desquite... Una niñería de mi parte por el despecho, y tal vez si lo era, pero no quería darlo a entender.

<<Su presencia aún persistía en mi mente, en mi corazón como una sombra que opacaba la luz de una nueva ilusión>>

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro