XXXV
<<Su mirada denotaba cuanto me ansiaba, era el objeto de sus deseos y eso me complacía>>
Al terminar esa primera entrega ambos extasiados nos estremecíamos escondidos bajo las sabanas, podía sentir su respirar agitado cerca de mi cuello sudoroso mientras su pesado cuerpo descansaba sobre el mío aun entre mis piernas.
—Ahh eso fue muy bueno... ¿No lo crees?
Entre sus jadeos me hablaba preso del orgasmo que le provoqué mientras sentía que aún se movía en mi interior pareciendo querer repetir la sesión, pero yo ya no lo deseaba... No porque no quisiera solo no quería mostrarme tan desesperado para repetirlo de nuevo en esa primera noche juntos.
Pero intuía que no tardaría demasiado en resistirme porque el se retorcía exquisita- mente dentro de mi húmeda cavidad, me besaba mientras su mirada no se apartaba de mi haciéndome sentir como si fuera lo más importante para él en ese momento.
Su mirada amorosa contradecía lo que su miembro provocaba en mi interior, esa rudeza que me excitaba que me hacía vibrar haciendo que me aferrara de nuevo a su ardiente cuerpo con fuerza.
<<Rendido a su cuerpo trataba de sanar mi corazón resentido>>
Sus embestidas eran certeras y profundas, haciendo que me estremeciera todo cerrando los ojos me dejaba llevar por el placer que "gentilmente" me regalaba.
<<Delicioso consuelo que me era dado, lascivos pensamientos reconfortaban mi mente haciendo olvidar los pesares de mi vida por unos minutos>>
El parecía ansioso por querer complacerme... i Y vaya que lo estaba consiguiendo! No se quedaba quieto, parecía querer besarme, abrazarme, tocarme y penetrarme todo a la vez aun cuando la noche era larga y teníamos tiempo para todo eso con calma.
Supongo que el quería probar que él también era un "superhombre" capaz de hacerlo todo para mí, tal vez yo estaba en tal alta estima para él que se esforzaba más de lo necesario y no solo dejaba fluir lo que hacíamos.
No me molestaba su efusividad, pero el ya era un hombre mayor cerca de los cincuenta años por su ansiedad se notaba su poca actividad de este tipo; no quería causarle un paro cardíaco y ser causante de su muerte, sería el colmo que me pasara algo así y muy penoso también.
~Cocinero muerto entre las piernas del despechado mayordomo por darle consuelo en la prestigiosa mansión Phantomhive~
Eso sería todo un escándalo y algo muy vergonzoso para el lindo "joven amo" al descubrir que me andaba enredando con el cocinero, obviamente tiene que enterarse, pero no quiero que sea de esa fatídica manera.
—Bard... Me duele un poco... Ve lento por favor...
Le dije con un gesto de simulado dolor, obviamente no me dolía mientras más doloroso fuera sería mejor, pero me preocupaba un poco verlo así de agitado, con tanto que fuma el idiota no dudaba tampoco que sus pulmones andarían mal.
El solo sonrío extrañamente cuando terminé de pedírselo, acercándose a mi rostro me besaba apasionado y no le bajaba el ritmo, ¿No me entendió el idiota?
—¡Oye, dije que te calmaras! ¿No escuchaste?
Le ordené con molestia y el ceño fruncido mientras le golpeaba la cara para borrar esa estúpida sonrisa de sus labios.
—Si te oí... Solo que me excitó como lo pediste...
—Idiota...
Murmuré entre un gemido cuando arremetía con fuerza en mi interior supongo no creyó mi falso dolor al sentir como lo disfrutaba, si quería morirse era asunto suyo yo ya había hecho mi parte al advertirle que lo tomara con calma. Cosquilleaba mi interior al sentir como lo bañaba de nuevo con su profusa eyaculación tan cálida, entre gemidos nos besábamos no podía evitar corresponder a sus lascivos besos.
Antes de que iniciara de nuevo lo empujé
para que saliera de mi interior que traicioneramente no quería dejarlo ir, lo obligaba a recostarlo a mi lado y como mi cama era pequeña apenas si entrabamos los dos sino estaba encima mío así que sentí como me abrazaba cariñoso.
—Creo que me gustas más ahora y terminé de enamorarme de ti...
Aquello no lo vi necesario en aclarar, le terminaba de gustar solo porque habíamos tenido buen sexo eso no era muy romántico.
—¿Te enamoras de todo con quién tienes sexo?
—No... Nunca me he enamorado de nadie en serio... Creo que tú eres el primero.
Suspiré cansinamente al oírlo decir aquello, muy cursi su confesión que era acompañada por esa sonrisa suya, pero parecía ser sincero, aunque dudaba que alguien de su edad no se hubiera enamorado antes, pero yo siendo un demonio con tantos siglos de existencia apenas reconocí este sentimiento hace pocos años, no era del todo disparatado pensar que un humano a cierta edad adulta encontrara recién el amor verdadero.
<<Solo que... Dudaba que yo fuera el amor verdadero de alguien, no me veía en calidad de serlo o merecerlo por el simple hecho de mi vil naturaleza que solo remedaba estos estúpidos sentimientos...>>
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro