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-De héroe a exorcista-

El Izuku Midoriya mas conocido vive en un mundo donde los poderes, llamados quirks, están a la orden del día. Allí existe la profesión de héroe, y cualquiera que tenga un buen don puede probarse para convertirse en uno.

Pero en este universo los quirks apenas son comunes, siendo que tan solo menos de un 5% de la población mundial desarrolla una capacidad sobrehumana. Aun así, al igual que en muchos universos, aquí Midoriya tuvo la fortuna de heredar el One For All.

Por este motivo, y siguiendo el legado de su maestro y predecesor All Might, Izuku se calzó su traje de héroe y recorre las calles de la ciudad para proteger a todo aquel que necesite ayuda.

— Un villano gigante... — Apuntó Midoriya mientras iba a por él — (Últimamente no dejan de aparecer de estos)

De todas maneras, esto no era mas que trabajo durante la noche o en tiempos libres, ya que al igual que cualquier joven de su edad, debía asistir a la preparatoria.

Este seria su primer año en su nuevo colegio, luego de tener que mudarse de casa.

— ¿Ya tienes todo listo? — Preguntó Inko.

— Sip, parece que no me olvido de nada — Respondió Midoriya mientras se colocaba sus zapatos rojos.

— Una pena que tenga que empezar el colegio con esa tirita en la mejilla — Señaló la señora — ¿Estas seguro que no sabes como te cortaste?

— No... — Contestó nervioso — Bueno, me voy que se me hace tarde. ¡Nos vemos a la vuelta!

Luego de despedirse y alejarse lo suficiente de la visión de su madre, Midoriya activó el OFA y pegó un salto para llegar hasta su colegio.

— (No quiero llegar tarde y causar una mala impresión) — Pensó el peliverde al aterrizar en un callejón oculto.

Midoriya se adentró al colegio y se dirigió hasta la sala de profesores. Allí uno de los tutores le pidió que lo acompañara ya que lo llevaría hasta el que seria su salón.

— Intenta causar una buena impresión, ¿sí? — Aconsejó el adulto — ¿Puedes presentarte tú o prefieres que lo haga yo?

— Claro, yo puedo — Asintió con una sonrisa.

Con aquella confirmación, ambos entraron al salón. Todas las miradas se dirigieron al peliverde, el cual se sintió un poco nervioso.

— Chicos, les quiero presentar el que será a partir de hoy su nuevo compañero de clases — Mencionó el tutor.

— M-Me llamo Izuku Midoriya, un gusto conocerlos — Se presentó mientras hacia una reverencia.

— Midoriya, ahí tienes un asiento libre, puedes sentarte ahí — Indicó el profesor — Mientras, vayan abriendo sus libros en la pagina...

La primera clase para Izuku se hizo algo amena, aunque se sentía algo exhausto debido a que la noche anterior había estado patrullando la ciudad.

Al sonar el timbre que indicaba la hora del almuerzo, el chico sacó su bento y se dispuso a marcharse. Pero la voz de alguien lo frenó.

— Oye, oye, ¿Midoriya, cierto? — La chica de pelo corto y anaranjado que se sentaba frente a él lo llamó — ¿No quieres almorzar con nosotras? ¡Así no estas solo, y de paso nos cuentas mas sobre ti!

— ¡Oh, claro! ¡No hay problema...! Em... — Midoriya no sabia como se llamaba, por lo que no sabia que decirle.

— ¡Soy Hana Yurikawa! — Se presentó la joven —  ¡Y ella es mi amiga Miko Yotsuya! 

— Entiendo, un gusto conocerlas Yurikawa y Yotsuya, y gracias por la invitación — Agradeció el peliverde.

— N-No hay de qué — Dijo Miko.

— (¿Hm? ¿Le pasa algo?) — Se preguntó el joven — (Parece algo tensa.)

Lo cierto es que Miko no es una chica común y corriente, ya que ella tenia la habilidad (o maldición) de ver a los espíritus.

Yotsuya no dejaba de observar aquellas imponente llamarada diversos colores que permanecían en el pecho del joven. No le daba miedo, pero ciertamente eso no quitaba que la incomodaba.

— Ey Midoriya, ¿de qué colegio vienes? — Preguntó Hana.

— Iba a la preparatoria Seijou — Contestó el chico — Pero como mi padre fue trasladado a otro sitio, tuvimos que mudarnos.

— Ya veo... ¿Y tenias amigos en tu anterior escuela? — Siguió Yurikawa.

— No, ninguno. Lo cierto es que no soy alguien especialmente sociable, prefiero mantenerme en mi propia burbuja — Respondió el chico mientras se rascaba la nuca — (Y también para no volver a poner en peligro a la gente que quiero.)

— ¡En ese caso Miko y yo seremos tus amigas! — Exclamó la joven — ¡Puedes contar con nosotras para lo que sea que necesites!

— Em, no creo que haga falta — Negó el muchacho con una sonrisa — De verdad les digo que lo mejor es que siga solo.

— Sí él no quiere, tampoco hay que obligarlo, ¿verdad? — Habló Yotsuya.

— ¡¿Miko, pero que estas diciendo?! ¡Y vamos Midoriya, no seas así! — Insistió la chica de pelo corto.

*Suspiro* Supongo que lo pensaré — Izuku se levantó de su asiento y se encaminó a la salida — Voy al baño, ya vengo.

En eso, un gigantesco y grotesco fantasma atravesó por la puerta. Miko se espantó al verlo, pero mas al ver que estaba apunto de chocar con el peliverde.

Por eso, con un nudo en la garganta, intentó evitar que colisione con aquella sombra.

— ¡M-MI-!

Pero para su sorpresa, cuando chocó con él no solo lo atravesó sin inmutarse, sino que también terminó desintegrando al fantasma. Miko permaneció con la mirada absorta en el chico, el cual se había girado al pensar que lo llamaban.

— ¿Me llamabas, Yotsuya? — Cuestionó Midoriya.

— N-No... es nada... — Miko volvió a tomar asiento — Pensé que tenias algo en el rostro, pero me equivoqué... 

— ... Está bien, si tu lo dices — Y dicho esto, el joven se marchó.

— Oye Miko, ¿estas bien? Pareces mas alterada que de costumbre — Preguntó su amiga.

— S-Sí, es solo que hoy tampoco dormí bien, ya sabes.

— Aun así, me llamó la atención que te negaras a que Midoriya sea nuestro amigo. ¿Crees que es un mal chico? Porque a mí no me lo parece.

— No es eso, es solo que... siento que hay algo raro en él. (¿Qué esa luz que tiene en el pecho? ¿Realmente logró eliminar ese fantasma?)

Pasadas las horas y llegada la hora de salir, Midoriya fue acompañado por Yurikawa y Yotsuya. Desde la hora del almuerzo no habían vuelto a cruzas palabras, y por ahora seguían de la misma manera.

— Y entonces yo le dije... — Hana interrumpió su anécdota al ver al joven cabizbajo — ¿Te encuentras bien, Midoriya?

— ¿Hm? Ah, sí... Solo tengo un poco de sueño — Contestó Izuku mientras se refregaba los ojos.

— Ahora que me doy cuenta no te lo pregunté hasta ahora, pero ¿qué le sucedió a tu mejilla? — Apuntó la chica.

— L-La verdad es que ni idea, me habré lastimado dormido — Mencionó el chico.

Miko seguía mirando atentamente a luz que se encontraba en el pecho de Midoriya. Parecían una gran llamarada que no se quedaba quieta nunca.

De repente, un ruido asustó a Yotsuya. Al mirar a la entrada del colegio, pudo observar la sombría figura de otro fantasma. Esto paralizó por un momento a Miko, pero rápidamente reaccionó con una idea.

— M-Midoriya, ¿podrías adelantarte un minuto? — Pidió la joven — Hay algo que quiero hablar con Hana.

— Claro, las espero en la entrada.

Midoriya continuó avanzando mientras Miko no le quitaba los ojos de encima. Una vez llegó hasta el fantasma, nuevamente logró atravesarlo y hacerlo desaparecer. Ante esto, los ojos de Yotsuya comenzaron a brillar llenos de felicidad y esperanza.

— Em ¿Miko? ¿Qué es lo que querías decirme? — Preguntó extrañada su amiga.

— ¿Ah? Oh, claro, em... — Miko pensó rápido en alguna excusa, pero Hana se le adelantó.

— Oye, desde hoy he notado que no dejas de mirar a Midoriya, ¿pasa algo con él? — Yurikawa se sorprendió al pensar en algo — ¡¿No me digas que te gusta?!

— ¡P-Por supuesto que no! — Negó sonrojada — Es solo que te iba a preguntar si hoy también ibas a querer comer pasteles de trasero.

— ¡OOH, CLARO! — Asintió maravillada — ¡De solo escucharlo me dio hambre! ¡Invitemos a Midoriya también!

— Sí, no creo que haya problema — Aceptó igualmente Miko — (Sí, parece que será buena idea tenerlo cerca. Me dejaría mucho mas tranquila.)

Una semana había pasado desde la llegada de Midoriya a su nueva escuela. El peliverde, aunque no lo esperaba, terminó haciéndose cercano a las dos chicas que le ofrecieron su amistad. Por otro lado, Miko se sentía mucho mas segura con Izuku a su lado, ya que él siempre se encargaba de espantar a cualquier espíritu que se acercara.

— ¡Bien, las clases terminaron por hoy! — Exclamó Hana contenta mientras salía del aula acompañada por sus amigos — Vamos a buscar algo para comer.

— Yo con un panecillo estoy bien — Mencionó Midoriya — ¿Qué vas a pedir tú, Yotsuya?

— Mmm, supongo que un-... — Miko se paralizó por un momento mirando al frente — Ah, creo que nos olvidamos algo en el aula... ¿M-Me acompañas Hana? Tú adelántate, Midoriya.

— Em, claro — Asintió extrañado el chico — (Y ahí vamos otra vez...)

Esta clase de acciones ya tenían muy confuso al peliverde. No era la primera ni la segunda vez que Yotsuya, después de actuar de manera nerviosa, lo dejaba solo y le decía de adelantarse. Esto, sumado a las repetitivas y repentinas ordenes de ir o moverse a X lado lo dejaba pensando.

Aunque, luego de una charla con lo predecesores la noche anterior, al parecer podía llegar a tener una idea de que era.

"¿Ustedes saben a que puede deberse?" — Preguntó Izuku.

"Mmm..." — El primer portador se quedó en silencio pensando.

"Puede que esto suene un disparate, pero a mí se me ocurre algo" — Mencionó Banjo, el quinto.

"Creo que hemos pensando en lo mismo" — Coincidió En, el sexto.

— "¿Y qué es?"

"Escucha, creo que el motivo por el que ella actúa de esa manera es..."

Volviendo al presente, las dos chicas volvieron después de unos minutos, estando Miko con una expresión mucho mas tranquila. Las tres comenzaron a charlas sobre cosas de la clase mientras iban a una pastelería para buscar algo de comer, como solían hacer siempre después de terminadas la escuela.

Pero estas vez, en su camino se cruzaron con algo totalmente inesperado.

— ¡AYUDAAA!

Los tres amigos observaron como un edificio se estaba incendiando. Había mucha gente que había logrado escapar, pero al parecer bastantes personas seguían estando adentro entre las llamas.

— ¡AME SIGUE ADENTRO, TENGO QUE SALVARLA! — Gritó una chica.

— ¡Cálmate mamá! ¡Iré yo! — Exclamó un joven mientras contenía a su madre.

— ¡¿YUKI?! ¡¿DONDE ESTAS YUKI?! — Llamaba desesperado un hombre.

— ¡Es peligroso, esperen a los bomberos!

— ¡Mi perrito también está atrapado! ¡¿Qué puedo hacer?!

— ¡M-Miko! ¡Llama a los bomberos! — Ordenó Hana.

— ¡V-Voy! — Yotsuya se apresuró a usar el celular, mientras aguantaba el ser rodeada por figuras fantasmales.

— ¡Midoriya, tú tamb-! ¿Eh? ¿Y Midoriya?

Al voltearse, Yurizawa no pudo encontrar al peliverde por ningún lado. Esto dejó confusa a la chica, ya que no sabia cuando y donde se había ido.

De repente, una figura verde cayó del cielo justo enfrente del edificio que se estaba quemando.

— Deben estar tranquilos, ¿saben por qué? — Aquella persona se puso de pie — ¡Porque yo estoy aquí!

— ¡E-ES ÉL! ¡ESE ES DEKU! — Exclamó una de las victimas.

Rodeándose de rayos verdes, el héroe se impulsó a gran velocidad al interior del lugar. Por unos minutos todo fue completo silencio, hasta que desde lo alto del edificio se vio a alguien arrojarse.

— ¡Ahí están!

Efectivamente se trataba del héroe, el cual traía entre brazos a un perro, a sus espaldas a una niña y con unos extraños látigos negros llevaba a otras tres personas. Luego de aterrizar suavemente, dejó las victimas con cuidado en el suelo, para luego ser rápidamente recibidas entre abrazos por su familiares.

— ¡MAMÁAA! ¡TUVE MUCHO MIEDO!

— ¡Tranquila hija, ya estas a salvo!

— *Cough* Si no hubiera sido por Deku... 

— ¡Ese es nuestro héroe! ¡Por él es que estamos a salvo!

Una gran ronda de aplausos y halagos comenzó hacia aquel enmascarado. Poco después, las sirenas de los bomberos y las ambulancia comenzaron a oírse.

— Bien, debo irme — Y sin decir mas, Deku se marchó del lugar de un solo salto.

— ¡GRACIAS POR TODO, DEKU! — Gritaron todos los presentes.

— Eso... ¡Fue increíble! — Exclamó Yurizawa totalmente asombrada — ¡No puedo creer que hayamos visto al héroe Deku en acción! ¡Y Midoriya se lo perdió por completo!

— Sí, u-una pena... — Dijo Yotsuya — (Ni hablar, no hay manera, no puede ser nunca...)

Lo cierto es que Miko estaba igual o mas asombrada que Hana, pero no por el simple hecho de la aparición del héroe, sino por quien podía estar tras la mascara. Y esto se debe a que aquel héroe llamado Deku tenia una gran llama de múltiples colores al rededor de su cuerpo.

Esto obviamente hizo pensar a Miko que, si bien es cierto que no son iguales, la extrema similitud que tenia con la luz en el pecho de Izuku significaba que podían ser la misma persona.

— (Que ambos tengan la mismas luces es una casualidad, ¿no? No me creería que el Midoriya que nosotras conocemos es...)

— C-Chicas... — Entre jadeos, Midoriya volvió a aparecer — Que bien, parece que los bomberos han llegado.

— ¡¿Donde te habías metido?! — Preguntó molesta Hana — ¡No sabes lo que te perdiste!

— Ah, fui a buscar algo de ayuda — Respondió el joven mientras recuperaba el aire — No tenia batería en el celular, así que me apresuré y busqué a alguien. ¿Qué fue lo que pasó?

— ¡Apareció Deku! ¡Y en un par de segundos rescató a todo el mundo que estaba adentro! — Explicó la chica mientras le brillaban los ojos.

— ¡¿Enserio?! ¡Qué pena, me hubiera encantado verlo! — Dijo totalmente apenado — Yo soy un gran fan de él...

— ¡¿Verdad que fue genial, Miko?! — Le preguntó la chica a su amiga, pero esta no respondió — ¿Miko? ¿Qué pasa?

Yotsuya tenia los ojos como platos por lo que veía. Aquella luz que Midoriya solía tener el pecho ahora era una llama bastante grande. Esto, sin lugar a duda, significaba que el héroe y el peliverde eran la misma persona.

— Hoooola, tierra llamando a Miko — Hana comenzó a chasquear los dedos frente al rostro de la otra chica.

— ¿Eh? — Finalmente, Miko salió de sus pensamientos — Ah, sí, yo también lo creo.

— ¿Si quieras has oído lo que dije? — Preguntó Yurizawa cruzándose de brazos.

— No hace falta que discutan, quizás Yotsuya todavía sigue impresionada por todo lo que pasó — Interrumpió Midoriya — ¿Vamos? Puede que aun lleguemos a tiempo para comprar los bollos.

— ¡Es verdad, tenemos que apresurarnos! — Y tomando las manos de sus dos amigos, Hana comenzó a arrastrarlos por el camino.

— (No puedo creerlo todavía... ¿De verdad él y Deku son la misma persona?) — Pensaba Miko.

— (¿Realmente ella... puede verlos?) — Se preguntó Izuku mientras recordaba aquella charla con los predecesores.

"¡Definitivamente es porque está completamente enamorada de ti, y el solo hecho de tenerte cerca la pone nerviosa!" — Respondió Banjo.

"..." — Todos los predecesores junto al propio Deku se quedaron sin palabras.

"Creo que estar tanto tiempo aquí afectó tu cabeza" — Señaló Nana — "Quiero creer que tu no pensabas eso, ¿verdad En?"

"Para nada" — Negó el sexto — "Creo que es algo mas complejo, de hecho. Puede ser... que ella vea algo que tú no."

"¿Ella... ve cosas? ¿Pero qué?" — Preguntó extrañado Midoriya.

"Suena bastante descabellado, pero ella siempre te indicó para ir a un lugar donde había una presencia sobrenatural." — Explicó En — "Nosotros podemos verlos porque bueno... Es obvio. Pero quizás ella tiene un poder que le permite ver aquellos espectros."

"Sí, suena bastante extraño, pero tiene algo de sentido" — Coincidió Shinomori, el cuarto — "Incluso puede que nos haya visto en el núcleo del OFA. Aunque lo mejor seria confirmarlo primero."

"¿Y cómo haremos eso?" — Preguntó Izuku.

"..." — El peliblanco se quedó pensando — "Supongo que deberás prestarnos tus ojos..."

Volviendo al presente, Midoriya se encontraba comiendo junto a sus dos amigas en el parque. Aun se sentía un poco exhausto por lo sucedido en la tarde, con el agregado de que tuvo que apresurarse para que las dos chicas no sospechen por su desaparición. Es por eso que, si fuera por él, se quedaría dormido en su asiento.

— ¡Mmm, estaban tan ricos! — Exclamó Hana luego de terminar su comida — Aunque creo que debí pedir uno mas...

— Hana, te comiste cinco... — Señaló Miko.

— Sí, pero aun así tengo un poco de hambre... — En ese momento, a la joven se le ocurrió una idea — ¡Miko, hace tiempo que no voy a cenar a tu casa! ¿Qué tal si vamos hoy los tres? Además así también la puede conocer Midoriya.

— A-Ah, no l-lo se — Respondió Miko nerviosa — Quizás Midoriya está cansado...

— ¿Por qué lo estaría? — Preguntó extrañada Hana — ¿Lo estas, Midoriya?

— Para nada — Negó el peliverde con una sonrisa — Por mí encantando.

— ¡Entonces está decidido! — Asintió Yurizawa — ¡Vamos a tu casa, Miko!

— Ni siquiera me dejaste decidir... — Dijo frustrada la chica.

Sin ya poder negarse, Yotsuya fue junto a sus amigos hasta su casa. Al parecer no había nadie en casa todavía, por lo que pudiera sentarse en el sofá y relajarse.

— Aaah, hacia tiempo que no venia — Mencionó Hana mientras se relajaba — A ver que hay en la tele.

— ¿Quieren algo de beber? — Preguntó la dueña de casa.

— Yo con un poco de agua me es suficiente — Respondió Izuku mientras tomaba asiento.

— ¡A mí tráeme una gaseosa! — Contestó Yurizawa.

— Entendido, ahí les trai... — De repente, Miko se quedó congelada mirando hacia la cocina — Uis, tengo que ir al baño, ¿podrías encargarte tú, Midoriya? En la heladera está todo.

— E-Está bien — Asintió el chico mientras veía a su amiga marcharse — (Ok, creo que es el momento.)

Midoriya cerró sus ojos por un momento y se concentró profundamente. Al volver a abrirlos, pudo notar una gigantesca figura oscura rodeando alrededor del refrigerador. 

Si bien tan solo podía notar el contorno de aquella cosa gracias al poder de los predecesores, esto era suficiente para confirmar sus sospechas.

Izuku se acercó hasta allí, para eliminarla automáticamente aquella figura pasar al a través de ella.

— Aquí tienes, Yurizawa — Ofreció el joven.

— ¡Muchas gracias, Midoriya! — Agradeció la chica.

Ya con esta noticia, el peliverde podría afrontar a Yotsuya y preguntarle si este era el motivo por el que lo trataba de esa manera tan extraña. Aunque, obviamente, debía esperar hasta que sea el momento indicado.

Las horas pasaron, por lo que había llegado la hora de la cena. Para este momento ya los tres amigos no estaban solos, ya que tanto la madre como el hermano de Yotsuya ya habían vuelto.

Ya mas tarde, una vez terminado el banquete, Yotsuya acompañó a su amigo hasta la puerta para despedirlo.

— ¿Y, qué tal la pasaste hoy? — Preguntó Miko.

— Bastante bien, fue bueno conocer tu casa y a tu familia — Respondió contento el muchacho.

— Que bueno, espero que mi hermano no te haya hecho sentir incomodo con esas... preguntas — Señaló avergonzada la chica al recordar ese acalorado interrogatorio.

— No tienes de que preocuparte jaja — Midoriya sentía que este era el momento que estaba esperando, por lo que se armó de valor — Em Yotsuya, me gustaría preguntarte algo.

— Adelante, dime.

— Probablemente esto suene extraño, pero... — El joven se rascó la mejilla nervioso —¿Tú puedes ver fantasmas?

— ... ¿Eh? — El rostro de Miko se llenó de sorpresa.

— ¡A-Ah, lo se! ¡Es un disparate total lo que te estoy diciendo, pero es que-! — Izuku intentó explicarse, pero fue interrumpido por la chica.

— ¿T-Tú también... los ves? — Preguntó Yotsuya mientras se acercaba poco a poco a él — ¿De verdad... no soy la única?

— B-Bueno, no es que los vea exactamente, pero algo así — Afirmó el chico.

— Que alivio, que feliz estoy de que alguien al fin me entienda... — Repentinamente, Miko se abalanzó sobre el chico y lo abrazó con fuerza — Tuve que aguantar un montón de tiempo ignorándolos, temiendo que me pudieran hacer algo o a alguien que quiero. Hasta que apareciste tú, y no solo los eliminabas, sino que ahora también los ves...

— ... Me alegra haberte podido ayudar, Yotsuya — Afirmó mientras sonreía incomodo — Pero... me estas apretando demasiado.

— ¡Ah, lo siento! ¡Me dejé llevar un poco!

Rápidamente Miko se apartó de Midoriya, mientras los dos intentaban ocultar el ligero rubor que había ocasionado esta acción.

— N-No te preocupes, no hay problema — Izuku se aclaró la garganta para luego mirar nuevamente a la chica — Ahora, supongo que como se tu secreto, lo mas justo seria que yo también te cuente uno mío. Veras, yo soy-

— Eres Deku, el superhéroe — Se adelantó la joven.

— ... Ah, v-veo que ya lo sabias... — Dijo Midoriya tranquilo, para luego sobresaltarse — ¡¿CÓMO?!

— Por tu luz — Señaló Yotsuya apuntando a su pecho — Tanto tú como Deku tenían una clase de luz de muchos colores, así que asumí que eran la misma persona.

— Entonces el cuarto tenia razón, también puedes verlos a ellos... — Izuku se llevó su mano al mentón mientras reflexionaba sobre esto.

— ¿"El cuarto"? ¿"Ellos"?

— E-Es una larga historia, pero digamos que es gracias a sus fuerzas que puedo ahuyentar a los espíritus. Supongo que el destino fue bastante jocoso para que nosotros nos conociéramos.

— Sí, y no sabes lo feliz que me hace — Miko comenzó a sonreír aliviada mientras llevaba una mano a su corazón — Contigo a mi lado me siento mucho mas segura...

— Yotsuya... — Al oír esto, Midoriya se propuso no quedarse de brazos cruzados — En ese caso, supongo que a partir de ahora te ayudaré y disiparé a esos fantasmas para que no te asusten.

— ¿En...Enserio harías eso? — Preguntó Miko mientras comenzaban a brillarles los ojos.

— ¡Claro que sí! — Afirmó con seguridad el chico — ¡Y no lo digo por ser un héroe, sino porque soy tu amigo! 

— Midoriya... — Una gran sonrisa se formó en su rostro — Muchas gracias, no sabes cuan aliviada me siento. Eres... mi héroe.

— Bueno, supongo que mas bien seré tu exorcista — Corrigió el chico, provocando que los dos se rieran.

A partir de ese momento, Izuku y Miko sellarían un vinculo muy fuerte. Ya no solo serian simples amigos del colegio, sino que también colaborarían para quitar a cualquier espectro que se encuentre alrededor.

Pero es bastante probable que esta simple relación termine evolucionando a algo mucho mas grande e intimo.

Pero eso ya es parte del futuro...

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