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Capítulo 5 (Te odio)

-Desde hace cuánto estas ahí?-pongo cara de espanto al decirlo.

-El suficiente para verte babear, ¿Sabes? ese tipo tiene que estar operado hasta la medula, pero da igual-Se cruzo de brazos en lo que de un empujón pasaba por mi lado, para continuar con su camino.

<<¿Operado?>>

-¿Operado?-digo descolocada corriendo para alcanzarlo.

-Si operado, ¿Te crees que en serio es posible tanta...-se quedó pensativo pensando en la palabra adecuada.

-¿Sexy?, ¿atractivo?, ¿hermoso...ser de otra dimensión, dios?-me detuvo, tomándome del cuello con rudeza pegando sus labios a mi oído.

-Escúchame una cosita, podría permitirte babear pero jamás, jamás...exponer tus estúpidos pensamientos de chica con las hormonas alocadas ¿me escuchas?-advirtió con una voz tan amenazadora que hasta mi labio inferior tembló. 

Me limite a asistir con la cabeza, una sonrisa de satisfacción se dibujo en sus labios cuando me soltó. Me observo como si hace un segundo no me hubiera amenazado como un maldito psicópata. Me enderece acomodando mi ropa mirando alrededor viendo como las personas nos miraban, tome distancia de él caminando a su lado.

-¿De que hablábamos?- ladeo la cabeza mirando en mi dirección

-De nada-me limite a decir.

-Así me gusta, si que aprendes rápido-pronunció con triunfo, totalmente calmado.

Mi celular sonó haciendo que mirara en mi dirección deteniéndose, lo saque de mi bolsillo viendo la cara de Carolina en el. Me indico con la cabeza que contestara volviéndose hacia adelante para continuar con su camino. 

-Si-hable contante sin dejar de penetrarle la espalda con la mirada, manteniendo una distancia justa.

-¿Qué te sucede?, parece como si estuvieras delante de un asesino-suelta preocupada.

-Nada, estoy de camino a la escuela con Clay-digo en tono bajo para que no me escuche.

-Ya entiendo entonces el tono porque, no te demores en llegar que tengo que contarte algo-producía con un entusiasmó que hasta a mi me entra curiosidad.

-Vale, ya casi llego-cuelgo, guardándome el celular en el bolsillo. 

Miro hacia delante para ver que ya no esta.

<<¿En que momento?>>

¿Haz comprobado que sea real?

<<Calla conciencia>>

Camino a paso apresurado para llegar a la escuela.

(...)

Llegue tarde, mi corazón esta latiendo como loco al ver que ya todos están adentro. Camino con la cara roja de vergüenza deteniéndome frente a la puerta, respiro hondo llenándome de valor para tocar cuando.

-Señorita Charlotte-la voz de la directora me hace brincar del susto.

-Hay...esto...esto...yo-balbucee sin saber que decir.

-Siento mucho lo de su tía-me coloca una mano en el hombro como si me diera ánimos.

-¿He?-me quede muda viéndola sin saber de que habla.

-Clay, me conto lo de su tía. Dijo que por eso ambos habían llegado tarde-Respondió observándome con pena.

Nunca pensé que iba a decir esto...muchísimas gracias Clay. La directora me miro esperando una respuesta.

-si, tanto que la quería-coloque mis manos cubriéndome la cara como si fuera a llorar fingiendo la mejor voz de llanto que tenia.

<<Lo siento tía>>

-Tranquila linda esas cosas pasan...son parte la vida-me consoló con su voz más dulce.

-Supongo-admito limpiando mis lágrimas, que ni siquiera sabia cuando las había soltado.

No se si era el miedo, o fue de alegría. Me despedí con asentimiento de cabeza para girarme a tocar la puerta del aula.

-Animo querida ¿si?-asentí cuando continuo por el pasillo.

¡Que gran actriz !

Suelto un sonoro suspiro de alivio al verla detenerse en la última aula para regañar a alguien. Esta vez si que toco la puerta con firmeza. Abrió la profesora ofreciéndome una mirada apenada invitándome a pasar, en lo que pasaba para llegar a mi puesto note que mis compañeros me miraban de igual manera, excepto Carolina que era la única que sabia que era mentira. Tomo asiento a su lado en lo que la profesora sigue con la clase.

-¿Me puedes decir desde cuando tienes tía?-preguntó bajo para que nadie escuchara.

-Oye, que si tengo ahora que no lo sepas es otra cosa...-me corto antes de que continuara.

-¡Serás mentirosa!-se disculpo al captar la atención de todos-Tú no tienes tía-susurró.

-No la cojas conmigo, díselo a Clay -comento metiendo la cabeza en el libro al ver a la profesora mirar en nuestra dirección.

-Serán mentirosos entonces-terminó.

Le dedique una sonrisa cómplice para centrarme en la clase.

(...) 

La clase paso y junto con ella el resto, hasta la hora del recreo. Que Carolina me tomo de la mano sacándome del aula buscando el lugar más desierto del maldito campus. Nos sentamos a la sombra de el único árbol disponible. 

-¿Qué es lo que ocurre con tanta urgencia?-saco la manzana llevandomela a la boca para darle un mordisco.

-Clay se besó con una tal Elene ayer en la fiesta de Connon-soltó llevándose la botella de agua a la boca.

Mi mandíbula casi toca el suelo del asombro. Ella pareció notarlo al dejar la botella de lado y pasar sus manos repetidamente frente a mi rostro que aún procesa la información. Parpadee volviendo en mi, la mire aun sin poder creer lo que decía. Siento una molestia que ni siquiera entiendo.

-Charlotte, hola-se cerré la boca tragando la saliva.

-¿Qué?-repetí como tonta.

-Que Clay se besó...-le cubrí la boca.

-Vale, vale entendí...no me importa ¿sabes?-informo dejándole libre la boca.

-Ya...lo que digas-Negó con la cabeza, poniendo sus ojos en blancos.

-¡¿Qué?!, ¡lo digo en serio!-espeto rompiendo con mis manos el pomo de juego de cristal que sostenía en mi mano.

-Pobre chica-trago en seco, buscando algo en su mochila.

 Yo me quede ahí aun procesando lo de Clay, sin entender porque sentía un fuerte dolor en medio del pecho.

-Char, aquí toma-me ofreció un pañuelo.

La mire sin poder entender hasta que tomo mi mano viendo como la sangre chorreaba cayendo en el pasto. Puso cara de espanto al ver algunos cristales encajados en mi mano, tiro de mi haciendo que me pusiera en pie.

-¡Char, estas sangrando!...¡dios!-exclamo asustada.

-¡Mierda!-masculle al sentir la fuerte pulsada en mi mano.

<<La culpa es de ese imbécil, cuanto lo odio>>

La culpa es tuya por ponerte celosa 

<<¡No es verdad!>>

Carolina se quedo petrificada viendo detrás mío, no sabía porque hasta que sentí una mano sujetarme del brazo. Levante la mirada encontrándome con Clay que mira preocupado la herida. Lo hice soltarme de un tirón empujándolo con la otra mano, la cara de asombro que puso fue tal que sus labios quedaron entre abiertos. Tome a Car de la mano con la mano buena caminando en dirección a la enfermería, me tomo del brazo haciendo que me detuviera.

-Qué te suced...-no lo deje continuar, cuando mi mano buena impactó contra su cara atrayendo la atención de todos.

Puso una mano en su rostro observándome descolocado, el enojo circula por mis venas y sin poder evitarlo me abalance sobre él acertando otra bofetada en su rostro. Di otra y otra, él ni siquiera me detuvo. Solo me observaba algo ido, descargue todo mi enojo con él. Me detuve al sentir que Car me sujeto de los hombros, sus ojos se encontraron con los míos y una expresión de preocupación cruzo sus ojos. Aparte la mirada de sus ojos cuando sentí las lágrimas calientes que caían por mis mejillas. 

-Charlotte-logró articular al ver.

-¡Te odio!-Grito con rabia-en serio lo hago-lo mire adolorida

-¿Pero qué te sucede?-Masculló furioso dando un paso hacia mí. Lo que Car se coloco delante.

-¿Cómo se te ocurre preguntar que me pasa?, en serio no lo sabes. Piénsatelo-golpee varias veces su cabeza con la mano de la herida. 

-Charlotte-se quedo pensativo- eso...-no lo deje terminar.

-¡Me gustas! ¡lo lograste!, ¿no era eso lo que quieras?  -dio un paso más-Lo hiciste, pero la cagaste. Y ahora no te quiero ver más en la puñetera vida, ni se te ocurra hablarme no quiero. Por mí...estas muerto-Me gire alejándome hacia la enfermería.

No crees que estas siendo un poco exagerada solo fue un beso 

Ignore mi consciencia yendo a la enfermería. 

(...)

La enfermera me vendo la mano completa, si que me había hecho daño. Me dio una pomada y días en la escuela, ya que para mi buena fortuna fue en la mano derecha. Así no podía escribir que caso tendría ir. Llamé a mi hermana quien asedio a venir a buscarme, me pase los días en casa. Comía, me bañaba y regresaba a mi habitación. Ignoraba a Carolina cuando venia a verme, a mi mamá y hermana. Solo quería estar sola, aunque para ellas era una exageración de mi parte para mi era doloroso. No por el hecho que besara a una chica sino por el hecho que me hizo creer que le interesaba, que podía confiar en él. Incluso sentí que Clear jamás me perdonaría esto.

Pasó la semana y gracias a la escritora que leo, con su historia fue la única capaz de sacarme de mi estado, fue lo único capaz de levantarme el animo. Me sentía en otra dimensión, me hizo escapar de mi realidad llevándome a vivir la vida de la protagonista del libro. Estaba tan metida dentro de la historia que gracias a dios estaba actualizando cada día, era como si supiera como me sentía. Me vi interrumpida cuando sonó mi celular con un mensaje lo ignore al ver de quién era y continúe leyendo.

(...)

Desperté al sentir el ruido de algo que se cayó dentro de mi habitación, justamente cuando me levante para prender la luz una mano me sujeto pegándome a la pared y la otra ahogando el grito que se me escapo. La oscuridad no me dejaba ver, hasta que la mano que tenía pegada a la pared la coloco en mis ojos y su rostro se pegó tanto al mío que sentía su aliento a mentolado. Podía dar una fuerte patada en sus partes pero como si me leyera la memora coloco una de  sus piernas entre las mías dejándome inmóvil, su rostro se detuvo justo en mi oído, lo sé porque rozo su nariz en la zona del rostro y el oído.

-Te eche de menos-musitó con delicadeza. 

<<¿Clay?>>

Quitó la mano de mi boca sin despegarse de mí.

-¡Estás loco!...-me detuve de golpe al sentir su suave respiración en mi oreja haciendo que los vellos de mi piel se erizara.

-Sí, estoy completamente loco por ti, joder lo siento. Solo quiero que sepas que me gustas y que soy un tonto-soltó en voz baja.

-no me interesa...-no me dejo continuar cuando sus labios impactaron contra los míos.

Me beso con deseos, con desespero como si el alma se le fuera en ello. Intente separarme pero fue imposible mordí su labio inferior hasta hacerlo sangrar. Llevo una mano a mi cuello besando con rabia, no puede hacerme más la dura porque en verdad yo lo deseaba tanto como él. Se separo de golpe buscando aire, me quede con los labios entre abiertos e hinchados.

-Te odio-susurre sobre sus labios.

-Yo también te odio-volvió a pegar sus labios con los míos.

Esta vez él mordió mi labio hasta que sangro limpiando la sangre con la punta de su lengua, lo tome con fuerza apretándolo contra mí. Soltó un gruñido entre besos, lo empuje a la cama subiéndome encima de él continuando con los ardientes y rabiosos besos que nos dábamos, Los toques  que nos dimos eran como si nos arrancáramos la piel entre caricias. Sentí la humedad en medio de mis piernas, lo tome del cuello en lo que me restregaba contra su duro miembro. 

-Te odio-gemí cuando su mano fue a uno de mis senos pellizcando el pezón.

Me separe de sus labios para mirarlo, sus ojos azules grisáceos que parecian los de un demonio en plena oscuridad hambriento de deseo y rabia me miraban expertante. Eso me prendió a un nivel que con una mano zafe el botón de su pantalón y con una habilidad increíble saque su gran miembro erecto de dentro de su pantalón. Me saboree al ver semejante polla, corrí mis bragas así un lado junto con mi short metiéndomela de una.  

-¡Mierda!-maldijo entre dientes en el instante que su miembro estuvo dentro de mi muy mojada intimidad.

Intento tomarme del cuello para llevar el control pero lo detuve, apretando la mano que mantenía en su cuello. Intento de nuevo cuando negué con la cabeza.

-¡Shh!, eres mío y será como yo desee-insinúe con la voz cargada de rabia, moviéndome haciendo que otra grosería escapara de su boca.


Hasta aquí mis diablillos...digo angelitos, ¡Dios que calor hace! ¿He? A rezar, nos vemos hasta la próxima, como saben me encanta torturarlas.


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