Capítulo 2 (estás en problemas)
Desperté al sentir el agua fría caer en mi rostro, me levanto de un salto limpiando mi cara con el dorso de la mano.
-¡Dios está fría!-Me quejó mirando a mi madre.
-Verdad que si, ¡ahora vete a la escuela!-grito echa una furia.
Me levante del susto y a toda velocidad me metí en el baño.
(...)
Llegue a la escuela encontrándome con Carolina, no sentamos en el césped y le conté lo ocurrido al ver mi cara.
-Después de que el creído se fuera, me pase toda la noche despierta. Ni siquiera comí, por eso hoy cuando abrí mis ojos tenía unas ojeras que llegaban al suelo, y un hambre que me comería la nevera entera.-finalizo
cubriendo mi boca y bostezando.
-No jodas, o sea que por eso me pidió tu número y tu dirección-dijo más para ella misma.
-así que fuiste tú-reclame cruzándome de brazos.
<<Digamos que me lo contó un tapón de bañadera>>
-si, es que...venga no me digas que no es guapo-Me dio con el codo insinuante.
-Bueno...la verdad si lo es, pero no me gustan los chicos con tatuajes-informo.
-ni yo una tabla de planchar-su voz a mis espaldas hace que los vellos se me ericen.
-Bueno yo me voy-intenta levantarse pero la tomo del brazo haciendo que se siente de nuevo.
-oh no, tú te quedas-digo a regaña dientes.
-y tú te vienes a vivir conmigo-suelta sin más haciendo que Carolina abra la boca de par en par, y yo lo mire.
Hoy está vestido de blanco y negro, su cabello peinado hacia atrás. Y su postura de creído, arrogante igual que siempre.
-no voy contigo a ningún lado Clay.
-pues estos papeles te dirán lo contrario-se los arranco de la mano sentándome de nuevo en el césped.
Con el dorso de la mano me limpio el sudor de la frente, mis manos me tiemblan. Respiro hondo y sin más empiezo a leer las líneas de aquel papel que dice:
Yo Charlotte Petit prometo tras firmar estos papeles, seré la fiel esclava de Clay Richard por tiempo ilimitado, hasta los días que él quiera sin poner oposición.
Me arrebata los papeles de la mano y con una sonrisa triunfal me extiende la mano. Niego y la sonrisa solo se ensancha.
-no puedes decir que no Charlotte-habla entre dientes sin dejar de sonreír.
-si puedo decir que si-hablo entre dientes sin dejar de sonreír.
-te lo ordeno-toma mi mano tirando de mi hacia él pegándome contra su pecho.
-¿qué haces?-murmuro pegada a él.
-Venga...no querrás formar un escándalo en la escuela, ¿o si?-Me señala con sus ojos detrás de nosotros.
Miro disimuladamente viendo casi toda la escuela alrededor de nosotros mirándonos y grabándonos. Lo vuelvo a mirar viendo sus ojos azules grisáceos conectar con los míos, y su sonrisa crecer.
-¿qué quieres Clay?-susurro pegándome más a él de puntillas.
-Qué me beses eso quiero-Me toma del mentón haciendo que todos chillen.
-Pero...-no me deja continuar.
-Tienes tres opciones...me besas, te beso, o nos besamos-enarca una ceja mirando alrededor para luego volver a mirarme.
-¿te crees tan genial?
-no me creo lo soy-dicho esto estampó sus labios contra los míos.
Piso su pie y luego le propino un rodillazo en el medio de su entre pierna. Para luego empujarlo y pegarle una fuerte bofetada en su rostro.
-¡Uy!-chillaron todos al unísono.
Al ver tocarse la mejilla con sus ojos inyectados en furia, su otro puño apretado hasta dejarlo blanco. Tome a Carolina saliendo del sitio a toda prisa sin mirar atrás, nos detuvimos al estar fuera de la escuela. Mi pecho sube y baja, Carolina solo sabe sudar y tomar aire.
-Char, creo que acabas de firmar tu sentencia de muerte-admite mirándome a los ojos.
-cuántas personas pudieron verlo-si celular suena y el mío detrás.
Nos miramos en silencio para luego pegar un fuerte grito.
-¡Clay, te beso!-grita emocionada.
-¡Clay, me va a matar!-chille con temor.
-Ah si, eso también-agrega.
-No sabes la gravedad del asunto ¿verdad?, Acabo de humillar a el creído de Clay delante de su club de fans, y de toda la escuela. Y ese sonido es que pasaron todo el vídeo- verbalizo.
-Bueno...ahora sí veo la gravedad-lo confirma mirando hacia un lado.
Mi celular comienza a sonar lo saco de mi bolsillo contestando.
-si-trago grueso.
-Estás muerta...Conejita-susurra del otro lado. Para luego colgar.
El alma abandona mi cuerpo, y sin poder respirar. Miro detrás de Carolina para verlo a caminar a pasos lentos, y en ves de verlo puedo ver la muerte.
<<Dios sálvame>>
-Car cuando cuente hasta tres corres-digo sin dejar de mirar detrás suyo.
-¿Por?
-tú solo házlo-le ordeno.
-Vale, tu solo...-no la dejo terminar.
-tres-suelto corriendo a toda velocidad.
(...)
Después de correr por una hora seguida, sin verlo detrás de nosotras llegamos a la parada, y por la más grande suerte del destino nos montamos.
-Apresurese chófer-suplico casi en un susurro.
-¿Qué pasa niña?
-no pregunté solo conduzca de una puta vez-suelta Car tomándolo del cuello.
Él hombre se zafa de su agarre conduciendo a toda velocidad, mirando a Car con cara de miedo. La miro para verla mirar hacia fuera de la ventanilla con el cabello pegado a su frente y el pecho subiendo y bajando de lo agitada que está.
-Estamos echas un asco-digo con algo de gracia.
-Todo por tu culpa que te costaba besarlo, además ni siquiera se porque corremos-confiesa haciendo que me lo piense por un segundo.
-La verdad ni se, creo que me dió una especie de ataque de nervios-admito.
-yo creo que de pánico-dice echándose a reír.
Hacia mucho no hacíamos alguna locura nuestra, desde que éramos niñas corríamos a veces sin ninguna razón haciéndo que las personas corrieran.
-Te adoro, mi lady donal-me recuesto en su hombro.
-y yo a ti -recuesta su cabeza a la mía.
Mi celular vibra lo tomo sacándolo del bolsillo para ver un mensaje. Lo abro viendo una foto de nosotras en el bus desde atrás. Miro hacia atrás viéndolo sentado en el último asiento, mis ojos se abren como platos. Lo veo escribir en su celular y el mío sonar nuevamente, lo miro para ver:
Eres mía conejita
Lo vuelvo a mirar para verlo sonreír de una manera que hasta mi me da miedo. En qué clase de problema me he metido yo, sin duda alguna este chico da miedo.
-Car, Clay está en el bus-susurro.
-estás en problemas, es más enfrentalo. Quién mierda se cree ese tío-espeta molesta.
-tienes razón, él no se come a nadie-me lleno de valor.
-bueno... a ti, si que te quiere comer-agrega sonriendo de lado.
-no es momento-aclaro, levantándome yendo hacia él.
<<Me da miedo>>
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro