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9

El Sol iluminaba el mar y las zonas verdes de la isla. Las cigarras, contentas por esto, se ponían a cantar junto con las gaviotas, creando una hermosa sinfonía.

Aunque no era el único sonido que se escuchaba. También los quejidos y las onomatopeyas de los miembros de la Resistencia al entrenar.

—Aj... —ese fue el quejido de Sonic al impactar contra el suelo.

—No duras nada cuerpo a cuerpo —indicó el capitán de la Resistencia.

—Perdona, equidna que tiene un gimnasio en su casa eh, perdona —replicó mientras se incorporaba. Knuckles se cruza de brazos.

—Sabes que puedes venir cuando quieras a entrenar esos fideos que tienes como brazos.

—¡Hey! No hace falta insultar.

—No insulto; sólo digo verdades.

—Verdades como piedras —añadió Tails tomando un sorbo de café, viéndolos practicar.

—¿Estáis todos graciosos hoy o qué?

—Tú siempre lo estás —responde Amy, sentándose al lado del zorro con una mirada burlona. Sonic rueda los ojos.

—La que faltaba... —Esquivó rápido un coco que le había lanzado— ¡Hey!

—Al menos tienes buenos reflejos... —el erizo frunció el ceño en una mueca que a la joven le causó gracia, por lo que una risita brotó de su boca.

—Haber avisado de que hoy es el día para meterse con Sonic; me hubiera preparado antes... —Rodó los ojos mientras se sentaba donde sus amigos.

—No te hagas la víctima cuando tú haces lo mismo para molestar —remarca el inventor

—No; él lo que hace es ponerse como el mejor. Eso es lo único que se le da bien —añade el equidna.

—Y a ti dar puñetazos, porque desde luego valentía para intentar conseguir novia desde luego que no —contraataca el héroe. Tails y Amy dieron sonidos de asombro. Sonic sonrió chulesco, mientras cruzaba los brazos, saboreando su victoria.

—¿Hablamos en serio de cobardía? —Knuckles se cruzó de brazos mirando al erizo, este al principio no entendía nada, pero cuando Knuckles apuntó con la mirada a Amy, abrió los ojos y se le borró la sonrisa de la cara; se instaló una tensión entre ellos. Tails estaba entendiendo todo mientras que Amy los miraba a los dos sin enterarse de lo que estaba pasando.

—Creo que es suficiente...

—Pienso lo mismo. —Se gira no sin antes avisar a Amy— Necesito que me ayudes en un rato, baja a la base en media hora.

—¿Para?

—Luego te lo explico. Hasta luego.

El comandante se fue andando hasta la playa, esperando la llegada de su amigo erizo, porque claramente él vendría a preguntar cómo se había enterado de eso.

Un poco de arena se levantó, rozando sus piernas y, cuando elevó la mirada, se encontró al cobalto mirándolo con los ojos entrecerrados.

—¿Cómo te has...

—Muy obvio; Tails y yo lo sospechábamos.

—¿Tails y tú?

—En efecto. —Apareció entre el follaje, haciendo que ambos lo mirasen. Fue andando a donde estaba el de color carmín y se posicionó a su lado, enfrentando al héroe— si prestas atención y atas cabos no es muy complicado darse cuenta.

Ambos se estaban tirando un farol: sabían que Sonic era muy orgulloso, por lo que no hablaría las cosas con Amy y se las tragaría, haciéndolo estar triste y con malos humos.

—¿Enserio es tan obvio?

—Sí —respondieron ambos, sonriendo satisfechos internamente. Sonic puso una cara de pavor, porque puede entonces que Amy se hubiera dado cuenta también.

—No, no, no... —Se llevó las manos a la cabeza— ¡Esto es malo!

—¿Por? —inquirió el zorro alzando una ceja.

—¡Porque ella no puede enterarse! —Sus amigos se miraron entre ellos extrañados ¿Por qué Amy no podía enterarse de que estaba mal? Se supone que es su amiga.

—Oh, vamos no es para tanto... —dijo Knuckles. Sonic lo miró consternado.

—¡¿Cómo que no?! ¡Es horrible! ¡Ahora todo se va a complicar!

—¿Porque lo sepamos nosotros?

—¡Sí! Porque habéis dicho que era obvio. —Se puso a andar en círculos, nervioso; ya que gesticulaba mucho con las manos— Si es obvio ¿Quién dice que ella no se haya dado cuenta ya?

—¿Pero tan horrible es?

—Muy, pero que muy horrible —Los mira serio.

—Creo que exageras; no creo que pueda ser tan...

—Esto va a arruinar nuestra amistad, Tails; sí es para tanto. —Tails y Knuckles se miraron preocupados ¿Qué había pasado tan malo que pudiera poner en riesgo una amistad tan fuerte?

—Bueno, pero... Algo podrás hacer ¿No? —animó el inventor.

—Enterrarme bajo tierra es lo que puedo hacer. —Se tapa la cara— Ay, por Chaos... ¿Ahora cómo la miro a la cara? —se lamentó.

—Vamos por partes Drama Queen; —habló el de color carmesí— aún no ha llegado el día de tu entierro. Te digo yo que Amy no se ha dado cuenta porque nos habría dicho algo o hubiera hablado contigo. Después ¿Cómo va a cambiar vuestra amistad por esto?

—Pero vamos a ver ¿No se supone que lo sabéis?

—Queremos oírlo salir de tu boca. —Lo miró con picardía su mejor amigo, teniendo la esperanza de que fuera lo que estaba pensando. Por el contrario, el equidna estaba perdidísimo. Sonic se sonrojó fuertemente, apretando los puños y mirando hacia el suelo.

—E... Está claro que si ella me gusta, nuestra amistad va a cambiar.

Silencio. El dúo se encontraba asimilando lo que acababa de decir.

A Sonic le gustaba Amy.

—¡¿QUÉ?! —El comandante se quedó ojiplático. Se quedó estático en el sitio.
Le estaban gastando una broma pesada ¿Justo ahora, Sonic? ¿No pudo ser meses antes? Porque ahora sí que lo tiene complicado...

—¡LO SABÍAAAAAA! —Por el contrario, el zorro se puso a corretear por la orilla eufórico.

—¡¿Lo sabías y no me dijiste nada?! —A Knuckles le iba a dar algo.

—Un momento ¿Entonces lo sabías? ¿Cómo?

Tails volvió a donde antes estaba, sin aire. Puso sus manos en sus rodillas mientras recuperaba el aliento.

—Lo sabía antes de que te dieras cuenta —respondió sonriente. El erizo lo miró incrédulo ¿Cómo era posible?— Era obvio por cómo te comportabas con ella cuando no huías; era a la única que tratabas diferente de entre todas con las que estuviste, y mira que saliste con Sally y ligaste con muchas.

—¿De verdad es así? —Su amigo asintió— Vaya...

—Por todas las esmeraldas... ¿Es enserio? —enunció el equidna— Sonic ¿Eres consciente de que a Amy seguramente le guste Draco, no? —El aludido suspiró triste.

—Lo sé, soy imbécil... —Da una patada a la arena— ¡Joder! ¿Por qué ahora? —aprieta los puños enojado.

Para ser un erizo veloz, hacia las cosas tarde.

—Ey. —Tails le pone la mano en el hombro— Mejor tarde que nunca ¿No? —Su amigo emitió una sonrisa débil— No te pongas así, no todo está perdido.

—¿Acaso has visto cómo él la trata? No le llego ni a la suela de los zapatos.

—¡Te dije que mejoraras tu trato con ella! —lo apuntó con el dedo.

—¡Lo intenté! Pero me dió largas. Ya era tarde; había tomado la decisión de superarme.

—¿Y quién dice que no la puedas enamorar otra vez? —formuló su otro amigo.

—Se enamoró cuando tenía ocho años. No es lo mismo enamorar a alguien de ocho que de dieciocho.

—Pues tendrás que hacerlo, y no te queda otra que ser tú mismo para conseguirlo —le dijo el zorro.

—¿Y por qué no cambiar?

—Porque Amy se enamoró de ti siendo tal y como eres —Eso hizo que Sonic abriera los ojos. Era cierto, se enamoró de él por algo que le salió natural: su instinto heroico, y eso duró años.

Tenían razón; él puede recuperar el corazón de Amy, y no va a parar hasta conseguirlo.

—Tenéis razón, muchas gracias de verdad a los dos.

—No hay que darlas.

—Nos tienes para lo que quieras.

El cobalto sonrió y se fue a seguir corriendo, dejando a el dúo solos, mirándolo mientras se iba con una sonrisa.

—Mejor no le digo que he participado en la apuesta —anunció Tails.

—¿Lo hiciste al final?

—Ujum. Era dinero fácil y lo necesito; tengo una novia a la que consentir. —Le guiñó un ojo— Algo que tú podrías tener si quisieras —Lo miró pillo.

—Dejemos eso para otro día...

—Sí, sí. Luego no te quejes si te pasa lo mismo que a este.

—¡Oye!

—¡Venga! Amy nos espera —empieza a correr tironeando de él.

—Hmm, veamos... —La eriza se encontraba girando una rueda de un captador de frecuencia a la vez que Tails anclaba la antena y un inhibidor para que Eggman no los captase. Al oír que sintonizaba, la joven esbozaba una sonrisa de orgullo— ¡Tails, ya está!

¿Hola? ¿Se me escucha? —se oyó una voz algo amortiguada.

—Alto y claro, María —respondió a la vez que sonreía mientras se ponía los auriculares. Knuckles, y Tails cuando bajó, se acercaron a donde estaba la rosada.

¡Genial! Espero que estéis todos bien.

Perfectamente ¿Y Cream y Vainilla?

Estoy en su casa, están preparando la cena.

Maravilloso. Bien ¿Tienes lo que te pedí?

Sí, Shady me los pudo conseguir gracias al rollo de la herencia familiar. —se aclaró la garganta— Vale, lo último que investigó mi abuelo fue crear una forma de vida que pudiera ayudarme con mi enfermedad. Si lo que tiene Ivo es eso último, puede crear perfectamente una copia de Shadow y sabe Chaos que hará con eso. —Los amigos se miraron entre ellos preocupados ¿Una nueva forma de vida perfecta? Si ya fue complicado vencer a Shadow, con los nuevos avances tecnológicos de Eggman a saber cómo será esa creación.

Hace aproximadamente cincuenta años, ocurrió el ataque al Space Colony ARK, donde muchos operarios bajo en mando de Gerald Robotnik murieron. Shadow pudo mantenerse a salvo gracias a la ayuda de María, a la cual la dieron por muerta. Pero al final, pudo escapar por una cápsula, a duras penas porque fue disparada, a Mobius, donde recibió tratamiento y ayuda con su enfermedad. Años más tarde de los eventos desencadenados con el despertar de Shadow nuevamente, Shadow y María se reencontraron, siendo desde entonces inseparables, pese a todos los años separados.

Durante este período de tiempo, Eggman se apoderó del ARK hasta que G.U.N se lo arrebató, pero estuvo el suficiente tiempo para recopilar la información de su abuelo acerca de sus experimentos, claro que a él le tomaría más tiempo ejecutarlos, hasta ahora.

María abrumada, suspira en su micrófono. Sabía del potencial de su primo; tenía miedo por sus amigos.

Estoy enviando todos los archivos con anotaciones hechas por mí. —durante su estancia en la Tierra, María se convirtió en médico especializada en el área de investigación para ayudar a personas con su enfermedad y con otras enfermedades raras, por lo que ella podía comprender a la perfección los escritos de su abuelo.

—Gracias por todo María.

No hay de qué. Sólo os pido que por favor, regreseis sanos y salvos. —ella tenía en su mente lo que le pasó a su abuelo por ella, y no quería que les pasara lo mismo a sus amigos— Si no se vence aquí, no pasa nada, la próxima será.

—Aun así, debemos intentarlo —replicó con determinación la eriza, mirando a sus compañeros. Éstos asintieron con la seguridad renovada.

Total, si se han enfrentado a cosas peores ¿No?

Sólo quiero que estéis bien —insistió—. Yo también quiero que esto salga bien, pero que tengáis cuidado.

—Lo tendremos, María. Tú sólo preocúpate de estar bien.

De acuerdo. —se escucha un murmullo— Os tengo que dejar, la comida ya está. Si necesitáis algo, podéis contar conmigo.

Con lo que has hecho hoy, es más que suficiente —la médico soltó una risilla.

No es nada ¡Cuidarse mucho!

Igualmente ¡Nos vemos pronto! —Y la conexión se cortó. La eriza dió un sonoro suspiro— Vamos a poder con esto ¿Verdad?

—Más nos vale; ya no nos podemos echar atrás.

—Si Shadow estuviera aquí... O Rouge que se sabe también bien el terreno... —Amy se abrazó a sí misma.

—Amy, no te desanimes; está todo preparado para cualquier situación —indicó el zorro con tono animado para subir las moral.

—Lo sé, pero aún así... Es una operación muy riesgosa.

—Va a salir bien. Ahora céntrate en entrenar. Voy a llamar a Silver y Blaze para que os ayuden a ti y a Sonic, tú cámbiate y ve afuera —la joven cabizbaja se fue, no si antes ser agarrada del brazo— Rose. —La nombrada levantó la cabeza— Estamos todos contigo, no lo olvides nunca.

En la cara de ésta floreció una sonrisa débil y siguió con su camino a los vestuarios instalados en la base subterránea.

—¡Otro más, Silver! —ordenó el comandante. El albino, con su telequinesis, lanzó una enorme piedra a gran velocidad contra el dúo, que la esquivó de forma veloz. Sonic sonrió altanero hasta que tuvo la mano de Blaze en llamas a pocos centímetros de su cara, haciendo que se cayese para atrás y cayera en la espalda de Amy.

—¡Ay! —gritaron ambos.

—Los reflejos, Hedgehog —remarcó el equidna. El otro se incorporó, no sin antes ayudar a su compañera.

—¿Estás bien? ¿Te has hecho daño? —dijo preocupado. Su amiga lo miró con sentimientos entre extrañeza y ternura.

—Estoy bien, Sonic, no me he hecho nada.

—¡Bola va! —anunció Tails, dando a un botón de su máquina, parecido a un lanzapelotas, acribillando a la pareja, la cual acabó en el suelo.

—No sé si esto es un entrenamiento o una tortura medieval —acotó Amy en el suelo, derrotada.

—Es una venganza contra nosotros —añadió el otro.

—¿Pero qué les hemos hecho?

—A saber, por eso nunca estés en contra de ellos o la te quedarás así —imita como si estuviera muerto con una pose exagerada, con la lengua fuera y los ojos en blanco, sacando carcajadas de su compañera, siendo pegadas al otro. Cuando se cansaron, se miraron agotados, pero felices, teniendo un momento íntimo, cortado por la tos incómoda de Silver.

—Bueno... Sabéis que abajo tenéis camas y, tú sabes almohadas y... —Los dos le lanzaron pelotas para que cerrase la boca— ¡Vale, vale! Os va el rollo exhibicionista, se ve —El número de pelotas incrementó. Los golpes finalizaron con una colleja de parte de Blaze —¿Tú también? —dijo con un puchero.

—Eres insoportable.

—Pero aún así me amas —se apoyó en su hombro mientras la gata apartaba la mirada, con un ligero sonrojo. Disimuladamente, está le acariciaba la cabeza por detrás. Sonic iba a decir algo, pero su boca fue cerrada por la mano de Amy.

—Ni se te ocurra —ahora el del puchero fue él, añadiendo que se cruzó de brazos.

—Y estos son los que van dentro —le dijo Ray a Mighty por lo bajo.

—Ujum... Los vamos a tener que sacar antes de tiempo —cuchicheó acercándose a la oreja del contrario.

—Ahora ¡Los de rescate, al frente!

Los dos se miraron entre ellos y dieron ruidosos quejidos, mientras arrastraban los pies al "frente de batalla", o mejor dicho, de tortura.

Ya en la cena, todos hablaban frescos y limpios después de una merecida ducha en unas mesas montadas fuera de la base para disfrutar del agradable tiempo tropical de la isla.

Amy hablaba con Blaze, Mighty y Ray, cuando su móvil empezó a sonar.

—Perdón, un momento —se levantó y se alejó mientras iniciaba la llamada a través de un móvil especial que le otorgó Tails —¿Diga?

Parece que te has olvidado de mí después de tu excéntrica salida del restaurante. —Esa voz la reconocería en cualquier sitio. La joven sólo una risa corta y se pegó más el teléfono a la oreja, como si así pudiera conseguir traspasar la pantalla y estar a su lado.

—Nunca podría olvidarme de ti, Draco.

Eso espero, me partirías el corazón si lo haces —después de decir eso se echó a reír— Decir eso no me pega nada.

—La verdad, es más, me has recordado a alguien —dijo pensando en cierto erizo azul.

Envié tu currículum y una carta de recomendación de cierto amigo mío influyente en las inversiones de esa universidad cuando llegué a mi casa, estoy esperando su respuesta.

Ay, Draco, no sigas, no sé ni cómo voy a pagarte esto...

Tengo varias sugerencias, si quieres oírlas. Como, por ejemplo, irte sin pagar de restaurantes a los que te invito yo.

—Ay, de verdad...

O... Tener mi desayuno gratis, aunque eso perjudicaría a la señora Vainilla, entonces mejor no.

Qué considerado, adorable.

Amy... —titubeó. La nombrada soltó una risilla.

—Vale, vale, perdón —el zorro soltó un grito ahogado— ¿Qué ocurre, estás bien?

Me ha llegado la respuesta de la uni —los párpados de la joven se abrieron en sorpresa. Agarró bien el teléfono con las dos manos.

—Y... ¿Qué dice? —tartamudeó nerviosa. Verdaderamente, nunca había creído que le echarían cuenta a lo que les mandó Draco; lo veía una posibilidad muy lejana en comparación a todo lo que había estado ocurriendo estos últimos días, que habían tenido su cabeza ocupada.

¿Quieres que te lo lea o prefieres hacerlo cuando vuelvas? —la de color rosa se mordió el labio, cada vez estaba menos segura de volver con vida de esta misión, pero había que mantenerse positivos, no podía decaer ahora.

Aunque claro, las preocupaciones que tenía de pequeña se han triplicado, haciendo que su personalidad se vuelva algo más realista; esto estaba jodido, pero aún había esperanza.

—Hazlo —dijo sin vacilar. Hubo momentos de silencio, la tensión se podía cortar con un cuchillo.

Querida Amy Rose, —empezó a decir— Nos complace anunciar que ha sido aceptada en el curso siguiente en nuestra universidad...

Amy soltó un grito de felicidad. Se puso a saltar, mientras su amigo se reía a través del micrófono .

Los demás la observaron extrañados desde la lejanía.

—Creo que los golpes le han afectado a la cabeza —dijo Espio mientras se metía una cucharada de puré de patatas en la boca.

Sonic la miraba atento desde que se levantó de la mesa ¿Qué será lo que le ha puesto tan contenta? Aunque mejor que mejor, Amy está feliz y eso le alegra también.

Enhorabuena, Amy. Design es una de las más prestigiosas universidades en Spagonia...

Eso hizo que Amy parase de brincar y se quedase tiesa ¿Spagonia?

—¿Spagonia? ¿Cómo que Spagonia?

La sede está allí. Han creado un campus junto con la antigua universidad de Spagonia y muchas más que han salido nuevas.

La mente de la eriza empezó a funcionar. Spagonia es un continente que hace mucho que no pisaba y sólo lo hizo en una corta estadía. Nunca se había planteado irse de Central City, ni mucho menos irse a vivir a otro continente.

«¿Y ahora qué hago?», se preguntó.

¿Amy? ¿Sigues ahí?

¡Ah! Em, sí, sí. Perdón, es que...

Te asusta que esté tan lejos ¿No? —como la ha calado. Ella suelta un suspiro resignada.

—Sí...

Bueno... Es cierto que es un paso grande. Te recuerdo que puedes rechazarla, pero en mi opinión, sería desechar una gran oportunidad para ti. A saber si esto te vuelve a pasar el año que viene o siquiera otra vez.

Tienes razón, pero... ¿Y los demás? ¿Qué hay de la cafetería y de la Resistencia?

Conociendo a Vainilla, cuando se entere de esto, ella misma te hace las maletas para que puedas ver mundo. —ambos se ríen— Y respecto a lo otro... Según lo que me has contado, creo que podrán comprenderte; son tus amigos después de todo, van a querer lo mejor para ti.

En ese momento Amy recordó la conversación en la playa con Sonic, donde le prometía ser su amigo pese a todo cuando pensaba en las posibilidades de entrar a la universidad.

—Sí... Es cierto.

Además, no estarás sola, yo estaré allí.

—¿Qué?

Sí... Te lo quería decir cuando volvieras; me van a trasladar de sede en seis meses.

La noticia dejó a Amy en el sitio.

Draco se iba.

Su apoyo incondicional en estos meses se iba.

Lo que había hecho que su corazón se curase y que volviera a creer en el amor echaba a volar, lejos suya.

La joven apretó fuerte el teléfono.

Va a ser lo mejor para mí carrera. Allí es más fácil subir de puesto. Es lo que deseaba después de haberme matado a trabajar en Central City como una mula de carga. Siento decírtelo así como así, querida, a mí tampoco se me hace fácil. Lo único que hace que me quiera quedar aquí eres tú —se sinceró, haciendo que el ritmo cardíaco de la joven incrementase.

—N...No, o sea, tienes razón; has estado trabajando mucho y esto es un regalo caído del cielo para ti. Si yo fuera tú, también me iría.

No te oigo muy convencida.

—¡No! De verdad, me parece bien que lo hagas.

Mentira.

No me fío... Pero la decisión está tomada. No quiero meterte prisa pero... Bueno, mejor te lo digo a la vuelta.

¿El qué? Dime.

Te vas a agobiar si te lo digo.

—Hazlo.

Estamos a principios de Abril. Estas universidades se llenan en nada, por lo que te recomiendo que antes de que termine el mes respondas. Les he pasado tu correo para que lo hagas y te lo acabo de enviar para que les escribas. —Amy frunció el ceño, apretando los labios. Draco suspira— Perdona, preciosa, seguro que te he metido más presión de la que ya tienes.

—¡No! No te preocupes por eso ¿Tú cómo estás? —cambió de tema, quiso dejar de pensar en todo lo que estaba ocurriendo o había ocurrido y las charlas con Draco ayudaban en eso

Echando de menos tu hermosa cara.

—¡Draco! —dijo algo alto sonrojada. El joven se echó a reír.

Al contrario que Sonic que apretó los puños mientras su mirada se apagaba.

Mierda, mi jefe me llama. Lo siento, el mundo no me deja hablar con mi princesa, qué se le va a hacer. — la chica se rió— Nos vemos pronto, te quiero mucho Amy. —la joven se contuvo de soltar un grito ahogado.

—Y... yo a ti Draco, también echo de menos tu hermosa cara. —Se oyó por el micrófono como el ritmo respiratorio de Draco cambió.

M.. mentira, pero bueno. Te dejo, Amy.

Adiós, cielo, duerme bien —dijo entre risas.

Igualmente. —ambos colgaron.

La rosada, al guardar el teléfono, soltó un suspiro.

«¿Por qué la vida es tan complicada?»

Nos preguntamos todos lo mismo. Cuantos más años cumples, más problemas tienes, o eso es lo que parece. Quién pudiera ser niño para siempre.

Volvió con paso lento a la mesa. Cuando se sentó las preguntas empezaron.

—Oye... ¿Quién es ese Draco, Rose? —inquirió Vector. Amy se puso colorada.

—Eso, eso —apoyó Ray.

—E... Es un amigo.

—Claaaaro, y Sonic es una tortuga. Venga Amy —insistió el camaleón morado.

—Dejad de atosigarla, la cena es un momento de paz y de desconexión —apaciguó la gata a favor de su amiga. Todos pararon; no querían cabrear a Blaze, además de que Silver hizo señas de que él se enteraría más tarde para calmar sus instintos chismosos.

Amy comió con la cabeza en otro sitio durante toda la cena. Algo que no pasó desapercibido para Sonic.

«¿Estás bien, Amy? ¿Qué te ha dicho ese periodista que te agobia tanto?»

—Pst, Amy —susurró el erizo, llamando su atención— ¿Estás bien, qué te pasa?

—No es nada, Sonic. No te preocupes.

—¿Seguro? No te veo convencida.

—Sí, Sonic, no te preocupes —sonrió cortés y volvió a su plato, con la misma cara que antes.

Sonic siguió preocupado hasta la hora de dormir, donde se puso a reflexionar en su cama.

«¿Por qué me mientes, Ames?», pensó mientras se quedaba dormido.

༺༻

¡Hola, corazones! Espero que estéis todos fenomenal. Gracias por esas leídas, votos y comentarios. Esto ha sido un bombazo desde que llegué a las mil leídas, cosa que os agradezco mucho, sois los mejores.

Si tenéis alguna duda respecto a la trama de la historia, no dudéis en preguntar. También siento la demora, pero mi agenda es mi agenda y no la puedo cambiar 😭. En fin, hoy capítulo denso, creo que he compensado mi tiempo de desaparición con esto.

En fin, gracias por leer, votar y comentar. Estaré leyendo vuestros comentarios y respondiéndolos cuando pueda.

Y, de verdad que muchas gracias por vuestro apoyo incondicional durante estos meses, los comentarios que he ido recibiendo han hecho que de verdad haya desarrollado con ganas mi habilidad literaria y que de verdad quiera esforzarme en esto para que también disfrutéis leyendo tanto como yo lo hago escribiendo esto.

¡Besos!

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