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Nuevo día en Green Hill. El rocío de la mañana está listo para brillar, las flores se abren, el Sol se asoma listo para iluminar y alegrar la vista a todos sus habitantes. Un día cuanto menos encantador daba comienzo.

Un erizo azul apagaba su alarma de un porrazo y se incorporaba somnoliento a mirar la hora que era. Suelta un sonoro quejido al ver que era demasiado temprano para él. A regañadientes, baja a hacerse el desayuno de manera veloz, dejando todo hecho un desastre y sale de su casa, listo para nuevas aventuras.

El cobalto llega sin ningún inconveniente a la casa de su amigo Tails. Tuvo que sortear varios proyectos inacabados y varias cajas de herramientas desordenadas hasta llegar al banco donde usualmente se sentaba a ayudar a su amigo.

—¡Ey Tails! —grita para avisar su llegada. Oye varias pisadas apresuradas dirigirse hacia la zona de trabajo. Una sonrisa aflora en su rostro cuando ve unas colas asomarse por la escalera.

—¡Sonic! —responde el zorro bajando las escaleras del taller con voz algo ronca— Buenos días  —sonríe algo somnoliento.

—¿Ha hecho algo raro el cabeza huevo?—Raro le parecería; hace poco habían tenido una pelea de la cual el doctor había salido mal parado.

—Nah, todo tranquilo —responde sorbiendo su taza de café y leyendo las cartas que le acababan de llegar.

—¿Y cómo va el avión? ¿Lo puedes arreglar? —Se apoya en el vehículo impaciente. No soporta esperar. Y más si se trata de la misión que llevaban preparando desde hace meses para frenar uno de los posiblemente mayores ataques que podría desarrollar Eggman para apoderarse de todo Mobius.

—Sí. —Deja la taza y las cartas en una mesa. Se mete debajo del vehículo y se pone a trabajar— Sólo necesito un par de piezas y estará listo.

—Y eso... ¿Cuánto tiempo tardará?—pregunta, zapateando el suelo insistente.

—Son piezas especiales, por lo que aún queda tiempo... destornillador. —Extiende la mano para que el otro le dé la herramienta. Sonic veloz se la da y el zorro vuelve a lo suyo— ¿Por qué tanta prisa?

—¿Y por qué no? ¿Acaso algo te retiene aquí? —Apoya los antebrazos en una mesa llena de planos— ¿Alguna zorrita amarilla tal vez? —acotó sugerente. Tails se dio un sonoro golpe con la chapa y soltó un gemido de dolor. Sonic empezó a reír.

—Eres odioso ¿lo sabías? —dice sobándose la cabeza, saliendo de debajo del avión.

—Me adoras zorro, no te hagas. —Sonríe altanero y Tails se limita a negar con la cabeza divertido.

—¿Y a ti no hay alguien que te distrae, Sally tal vez? —replicó el zorro.

La cara de Sonic pasó a estar pensativa; Sally no era una mala candidata, pero enseguida recordó las idas y venidas con Khan; además, quería alejarse de la corona y todo lo que conlleva más responsabilidades.

—Está liada con el mono. No me apetecen más problemas. —Se rasca la nariz indiferente.

—¿Y con Amy qué? —dice para picarlo.

Sabía perfectamente que, aunque Amy fuese una amiga íntima de Sonic, él muchas veces prefería evitarla porque ella podía llegar a ser muy intensa con la idea de ser pareja. Sonic inmediatamente se tensa y pone una cara aterrorizada. Tails se empieza a carcajear.

—¿Con Amy? ¡Por favor, Tails! —El zorro no paraba de reír, no todos los días se podía alterar tan fácil al cobalto— ¿En qué estás pensando? Amy es... —Su amigo lo mira atento a su respuesta—. Amy es... —Se pone las palmas de las manos en las sienes— ¡Ahg! ¡No sé lo que es Amy, pero desde luego el séptimo cielo no!

—¿Y por qué no?

—Es agobiante, pesada, marimandona, demasiado emocional e infantil: un gran grano en el culo. Una relación con ella es inviable para mí. Además, veo a Amy como una hermana. No podrías salir con tu hermana ¿No, Tails?

—Creo que exageras. Además, tú también tendrías que mejorar tu trato con ella —lo acusó apuntándole con el dedo. El otro se encogió de hombros sin darle importancia a lo dicho.

—Cuando alguien te persiga constantemente durante años con voz chillona diciendo "oh Sonic, cásate conmigo" —Intenta evitar la voz de la eriza en tono burlesco—, lo entenderás.

—Eso ya no lo hace, pero bueno. —Se cruza de brazos. Considera que los argumentos de su amigo no tienen coherencia. Amy fue así en el pasado, no obstante ya no; ha madurado como todos. Pero al parecer Sonic no lo ve así— Entonces... ¿Nunca va a pasar algo entre Amy y tú?

—Definitivamente. Y pido a lo que sea que haya arriba para que eso sea así porque uf... —Tails lo miró inquisitivo ¿En serio pensaba eso de su amiga? Lo dudaba mucho; él siempre pensó que el erizo sentía una mínima cosa por Amy, ya que el roce hace el cariño después de tanto tiempo juntos. Lo que pasa es que nunca lo admitiría en voz alta si no lo ponían al borde de la muerte.

Lo que no sabían los dos amigos era que una eriza rosa, al querer ir a visitar a sus queridos amigos con galletas, había escuchado toda la conversación. Amy estaba tapándose la boca para que no la escucharan llorar. Apretaba la caja de galletas fuertemente mientras todo su cuerpo temblaba por el intenso dolor que sentía en su pecho.

Salió corriendo de allí sin ninguna dirección.

«Sonic no ha podido decir eso ¿Verdad? Él va a estar junto a mí. No, él tiene que estar junto a mí: lo dijo el tarot y él nunca falla. Pero lo he escuchado alto y claro; él ni loco quiere estar conmigo, me ve un estorbo, un estorbo ¡Un estorbo!»

Mientras corría, recordaba los comentarios que había oído sobre ella cuando era más pequeña.

«Sólo es una molestia. Una niña llorona que no sabe defenderse.»

«Oh por Chaos, otra vez llamando a Sonic ¡Qué obsesa!»

«Oh, mira ¡La acosadora de Sonic!»

«¿Por qué son amigos? Está claro que no quiere que le siga»

«Está loca. No la aguanto.»

«No sé ni por qué se molestan en salvarla.»

«Si yo fuera él, no me juntaría con ella. Es más, pediría una orden de alejamiento.»

«¡Menos mal que pasa de ella!»

Al final acabó debajo de un árbol de su casa rompiendo a llorar y berrear. Metió su cabeza entre sus rodillas y se rodeó con sus brazos convitiéndose una bola de dolor y tristeza.

—Amy ¿te encuentras bien? —Una voz reconocida hizo que la joven levantase la cabeza para ver a una conejita color crema con su buen amigo chao.

—Cream... —respondió entre espasmos. La coneja, preocupada, la abraza rápido y le acaricia la cabeza.

—¿Qué tal si mejor vamos dentro? —propone la pequeña. Amy se limita a asentir. Cream le ofrece la mano para levantarse y la eriza se la acepta.

Amy estaba cabizbaja en su cama, esperando a que Cream llegase con el té y pastas.

—Oh, Pinky ¿Qué ha pasado? —Reconoció ese tono de voz al instante. Levantó la mirada y se encontró a sus amigas: Rouge, Blaze y María.

Las tres lucían preocupadas por cómo se encontraba la eriza. Cuando Amy las vio, su labio inferior empezó a temblar. Alteradas, fueron a sentarse rápidamente al lado de su amiga.

—Sonic, él... —No pudo acabar la frase porque se puso a llorar de nuevo por recordar todas las cosas hirientes que dijo.

—¿Qué ha hecho ese idiota de nuevo? —pregunta Blaze molesta.

Muchas veces el comportamiento de Sonic con Amy era bastante deplorable. Es cierto que Amy era una persona un tanto intensa, pero aún así, nadie merece que se le trate mal, además de que la chica no lo hace con mala intención.
Aparte, estos últimos años se comportaba de manera más relajada con el erizo. Las chicas se esperaban que el motivo de la llorera de Amy fuera que Sonic la hubiese dejado plantada de nuevo en una cita que habían acordado solo para que la rosada lo dejara en paz. Sin embargo, cuando Amy les contó lo que pasó no se lo podían creer. Las invitadas se quedaron en silencio mirándose entre ellas con emociones mezcladas entre sorprendidas, decepcionadas y apenadas.

—Amy... —Rompe el silencio María.

La eriza fue a sus brazos a desahogarse. Rouge se lleva los dedos al puente de la nariz y suelta un sonoro suspiro; sabía que Sonic era imbécil, pero no esperaba que llegase a tanto. Mientras que la gata se cruza de brazos con una cara de furia; ese estúpido erizo ¿Cómo podía decir eso tan tranquilo?

—Pasa de él Amy, ese erizo no merece la pena —añade la murciélago apoyando los antebrazos en el colchón.

—Ese maldito erizo... No sé ni cómo tiene fans —murmura Blaze entre dientes.

—¿Acaso he hecho algo mal? —enunció Amy con la voz rota—. Estuve siempre a su lado, lo apoyé en todo lo que hizo, me ponía linda para él, aprendí a cocinar chilli dogs por él. Crecí, entrené y me machaqué para vivir aventuras junto a él. Él es mi héroe, mi ídolo. Él es todo para mí ¿Por qué me dice esto? —Las demás la miraron abatidas sin saber qué decir o hacer. 

—El señor Sonic es una persona complicada en cuanto a sentimientos. —Todas se giran hacia Cream, que entraba con la comida— Eso es algo que ya sabías. —Le tiende una taza a Amy llena de té. La otra da un pequeño sorbo y la deja en la mesita de noche—. Es cierto que puede ser un tanto brusco en sus ideas, pero te garantizo que él te quiere mucho, Amy.

—Pero no de la manera que quiero. Incluso dudo si de verdad me quiere como amiga —responde escondiendo la cabeza entre sus piernas. El resto se miran preocupadas; nunca habían visto a su amiga tan hundida— ¿Qué debo hacer? Después de lo que ha dicho, no podré ni mirarlo a la cara.

—Como he dicho, pasa de él —repite la murciélago. Todas la miran sin entender. Esta se incorpora y apoya las manos en los hombros de Amy—: Pinky; sé que es duro porque es una persona que significa mucho en tu vida. Pero por encima de todo, tú prioridad debes ser tu misma. —Le eleva la mirada— Mira cómo estas por él: demacrada y deprimida ¿Vas a dejar que él te hunda?

—Él me salvó la vida, Rouge; le debo mi vida literalmente.

—Yo creo que se lo has pagado yendo detrás suya desde los doce años. —Amy se muerde el labio.

—Creo que es una decisión apresurada —responde la coneja—: cuando Amy está en problemas, el señor Sonic siempre está allí para ayudarla si es necesario. Si Amy se ve en peligro, el señor Sonic siempre está presente para ayudarla ¿Eso no demuestra que Amy es muy importante para él?

—Pero esas cosas no se dicen así como así, Cream —apoya Blaze—: Sonic tiene ventiún años ya; se supone que es una persona madura que medita sus palabras.

—Tú lo has dicho, se supone —añade María—. Y como ha dicho Cream, Sonic y expresar sus sentimientos no se llevan bien. Pero también Blaze tiene razón, eso es una percepción bien construida sobre una persona, eso lleva tiempo; no es dicha como si te lo acabaras de inventar. —Agarra las manos de Amy— Nosotras podemos aconsejarte Amy, pero la que decide cómo actuar eres tú. Te garantizamos que te apoyaremos en todo lo que hagas. —Todas asienten y la miran sonrientes.

—Muchas gracias, de verdad. —Sorbe la nariz— No sé qué haría sin vosotras —dice mientras intenta esbozar una sonrisa.

—No hay que darlas. Ahora creo que va a ser mejor dejarte sola para que descanses. —María va saliendo de la habitación junto con las demás.

—¡Descansa Amy!

—Cuídate, Pinky.

—Adiós, Rose.

Suena un portazo desde abajo. Finalmente, Amy se queda sola; son sus pensamientos y ella.

«Desde los doce ¿Ha pasado tanto tiempo ya? Guau, que miedo. —Se sentó en su cama de forma pausada, con su voz resonando en su cabeza, su terapeuta personal— Sonic ¿De verdad que no he madurado ni una pizca o es que has estado tan concentrado en tus aventuras que no te has parado a verme en ningún momento? —Piensa mientras se acurruca en la comodidad de su colchón— Puede que Rouge tenga razón: ha dejado claro que románticamente no quiere nada conmigo. —Las lágrimas se agolpan en sus ojos— ¿Por qué no me quieres, Sonic, después de todo lo que he hecho por ti? —apretuja sus sábanas entre sus manos, a la vez que aprieta la boca, conteniendo su sufrimiento— ¿Por qué no puedo querer a una persona que me ame? ¿Tan difícil es ser amado? ¿Acaso hice algo mal en otra vida y esto es un castigo divino? —soltó un gemido de dolor y volvió a romper en llanto, donde su corazón y voz gritaban al no ser capaz de expresar y apaciguar la quemazón que sentía en su pecho— Oh Sonic, lo siento mucho si te ocasioné algún problema. No te preocupes, no volveré a ser un estorbo para ti. No volveré a ser pesada: te dejaré en paz si tanto lo deseas, por mucho que me cueste. Porque eso es lo que hacen las personas que aman a otras, hacer lo que es mejor para ellos»

La joven no entendía por qué tenía que ser tan miserable en el amor. Aunque este tampoco es que haya sido fácil para nadie.

De tanto llorar, la eriza se acabó durmiendo.

Había tomado una decisión.

Una que alteraría por completo la relación que tenía con el héroe cobalto.

Una de la cual el otro no tenía idea.

Una que no había sido tomada sólo por lo que había pasado hoy. Esto fue la mecha que encendió la bomba.

¿Qué pasa con todas las veces que Sonic pasó de ella?

¿Y en donde no valoró cuando le hacía regalos?

¿Y cuando intentaba seguirle el ritmo para que la notase?

¿Y cuando se arreglaba para él y él se iba con otras?

¿Y todas esas veces que la hizo quedar como una loca obsesa?

Pues eso se acabó.

Todo eso llegó a su fin.

Ella sé cansó de intentar llamar la atención de alguien que no la apreciaba lo suficiente, o tan sólo agradecerle de su comportamiento desde hace tanto tiempo. Porque no todo el mundo se tiene que comportar de esa manera.

Él ya no lo merece.

Ella ya se había cansado.

La Luna se asoma, los grillos empiezan a cantar y todo se tranquiliza; cada vez hay menos coches y personas en las calles. Las tiendas cierran y se comen las cenas. La vida nocturna comenzaba.

Sonic en su casa se puso a reflexionar sobre todo lo que había pasado en el día.

«Knuckles y Silver son increíbles ¿Para qué querían hacer reír a Shadow? ¿Acaso quieren morir? Porque por lo visto sí querían. —Cruza sus manos detrás de su cabeza, no sin antes tumbarse en su cama— Hoy ha sido un día bastante tranquilo. Qué raro. Algo me falta, hmm... —Intenta recordar lo que le daba vida a su día— ¡Claro, Amy! ¿Cómo podría olvidarme de ella? No la he visto en todo el día. Qué extraño ¿Estará mala? Espero que se encuentre bien. —Pone cara de preocupación— Aunque un día tranquilo de vez en cuando tampoco viene mal... —Sonríe triunfante— Si no la veo mañana, pasado la visitaré y veré cómo está»

Y sin querer pensar más, entra en un profundo sueño.

Oh, Sonic, si supieras lo que te espera mañana...

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¡Buenas, buenas! ¡Bienvenid@s a esta historia! ¡Espero que os encontréis genial! Gracias por haberos tomado el tiempo de mirarla y leerla. Aviso que tengo una vida algo ocupada por lo que actualizaré cuando mi agenda me lo permita, muy a mi pesar. 

Esta es la primera historia que escribo y publico. Cualquier crítica que me ayude a mejorar las tramas y la escritura son más que bienvenidas.

Sin más que añadir os dejo. Tendréis más mensajes míos en los siguientes capítulos. Estaré leyendo vuestros comentarios y respondiéndolos cuando pueda. 

¡Besos! ♡

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