03
Las clases transcurrieron con "normalidad", insultos hacia la joven de forma directa o indirecta, además del mal desempeño en clase y basura en su casillero; después de soportar todo eso, se dirigió a los baños, por fin había terminado su día, podía descansar un rato y luego irse a su hogar para recibir más daño físico y psicológico.
Se sentó en la repisa que tenía la ventana y miro el atardecer siendo acompañado por el anuncio de todos los días al terminar las clases.
Como ella no estaba en ningún club, podía salir muy temprano o muy tarde, dependía de qué tan segura se sentía al volver a su "hogar".
Volteó hacia la entrada del baño, viendo a Nene con una bolsa de plástico y sonriendo.
—Hola, senpai —regreso el saludo y se acerco.
—Disculpa la demora, me quede haciendo una cosa y fuí a comprar dulces —fue sacando las cosas dejándolas en la repisa de la ventana. Había paletas, caramelos, jugos y donas.
—Oh... Trajo mucho —Yashiro sonrió y le dio un jugo—. Pero yo no...
—No importa, es un regalo —lo agarro y sonrió ligeramente.
—Gracias —Nene asintió y tomo un jugo, abriéndolo con el popote y dandole un sorbo.
La rubia ceniza miro hacia los brazos de (T/N), estaban vendados hasta las muñecas, ¿que le había pasado?
—Nishimoto-san, ¿por qué tienes...? —la nombrada bajo la mirada a donde estaba viendo su mayor: su vendaje.
—Esto... —alzó la mirada, viendo a los ojos de Yashiro— Tengo alergias.
—Mmm, ya veo —volteó hacia la puerta del baño. «¿Por qué no la ayudaste?».
—Por cierto, senpai —dirigió su mirada hacia ella, tomando de su jugo—, ¿cuanto tarda Hanako-san en cumplir los deseos?
—Depende de la dificultad —miro el techo y paseo su mirada hasta llegar a la de (T/N)—. ¿Qué le pediste?
—Sonará muy tonto pero deseé que todos me quisieran tal y como soy.
—Entiendo —bajó la mirada—. Conozco a alguien que puede ayudarte más rápido y eficazmente —suspiró. La iba a meter en un gran lío, pero no quería seguir viendola sufrir.
—¿De quién se trata?
—De... —la entrada a los baños se cerro de golpe, alertando a Yashiro de que no debía seguir, pero la menor solo palideció y su cara se hizo de pánico.
—¿No... Se asusto? —dijo, al ver que la chica a su lado no se había inmutado.
—Estoy acostumbrada.
Le miro, atónita, ¿acostumbrada? Parecía que llevaba años viviendo todo ese tipo de cosas aunque solo estuviera en segundo año.
—En fin, ¿piensas quedarte otro rato, (T/N)-chan? —volteó y se encontró con la mirada asombrada de ella, le había dicho por su nombre.
—Sí, senpai.
—Dime Nene-chan, no necesitas ser tan formal —sonrió.
Tal parece que los angeles si existían.
—Claro, Nene-chan —mientras tanto, en uno de los baños se encontraba Tsukasa, sonriendo.
Una semana después
En ese tiempo Yashiro no había ido a los baños, algo que extraño a Nishimoto. Su mayor nunca faltaba a sus reuniones.
Ese día había decidido ir durante el descanso al salón de Nene.
Cuando llego, toco y salió una chica de cabello morado oscuro y ojos de l mismo color.
—H-hola, busco a... —tartamudeo, solo sentía la mirada de la chica— Yashiro-senpai —cuando alzó la mirada, se encontró con la de Aoi, la cual había empezado a llorar.
—Nene-chan falleció hace un año —todo a su alrededor empezó a dar vueltas y sintió como dentro de su cabeza se escuchaba un "click". Ahora entendía porqué solo la veía en las tardes.
Sintió unas inmensas ganas de vomitar, así que empezo a correr hacia los baños.
(...)
Al terminar de sacar todo su almuerzo, le bajo a la palanca y salió, limpiándose con su antebrazo para luego acercarse a los lavabos, quitarse sus lentes, dejándolos a un lado y echarse agua en la cara.
Miro hacia donde el agua iba cayendo, perdiéndose en sus pensamientos.
—Hey~ No debías descubrirlo todavía —volteó y solo vio borroso. Agarró sus lentes y volvió a ponerselos, encontrándose con la nada misma—. Es malo que dejes tirarse el agua —se tensó al dejar de escuchar el agua cayéndose.
Comenzó a temblar por el miedo, por instinto cerro los ojos.
—(T/N)-chan, quería jugar un rato más pero... —abrió sus ojos, encontrándose con una mirada sin vida— Deberé adelantar mis planes.
Cerró los ojos y conto hasta diez para luego abrirlos, volviendo a estar sola.
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Marintia-chan
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