38
Sus labios estaban ligeramente entreabiertos. Estarossa observaba atentamente cada movimiento tuyo. Miraba cómo su miembro desaparecía dentro de tu boca. Estabas dándole placer y él se sentía muy satisfecho por eso. Tú siempre lo consentías y él estaba dispuesto a hacer lo mismo contigo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro